Blogia

Crónicas navarras de Fernando José Vaquero Oroquieta

¿Frikis o bolcheviques?

¿Frikis o bolcheviques?

Pedro Arriola, gurú de Mariano Rajoy y de su Partido Popular, en una reciente comparecencia pública empleó el término “friki” para abordar la eclosión de Podemos. Por su parte, Rosa Díez se sirvió de otro concepto en boga, el de “populismo”, para caracterizar a la novísima formación de la que todo el mundo habla; incluyendo en el mismo a fuerzas tan dispares como el Frente Nacional francés, el SYRIZA griego, el Movimiento Cinco Estrellas del italiano Beppe Grillo, etc.

Son dos de las numerosas aproximaciones que, realizadas desde posiciones políticas e intencionalidades muy diversas, tratan de explicar este fenómeno que ha empañado a la cifra realmente ganadora en los pasados comicios europeos del 25 de mayo: la de una abstención que, acaso, haya inmovilizado más a las derechas que al conjunto de izquierdas; revigorizadas gracias a Podemos, aunque, de momento, algo más fragmentadas.

Pero, más allá de estos calificativos, despectivos o escasamente explicativos, ¿qué es Podemos? ¿Cuál es su naturaleza política? ¿Es posible caracterizar, más allá de sus fáciles eslóganes y propuestas populista irrealizables (incluso coincidentes en algunos aspectos económicos con sus genéticamente contrincantes del Frente Nacional), y con rigor, tan contundente fenómeno mediático y de masas?

Además de estos interrogantes básicos, las actuaciones y afirmaciones de Podemos plantean otras cuestiones algo más triviales pero no, por ello, menos relevantes. Así, aseguran, entre otras, que son jóvenes sin experiencia política; que el suyo es un proceso democrático abierto a la ciudadanía; y que únicamente se han financiado con apenas 300.000 euros. ¿Es cierto? ¿En todo, en parte, nada acaso? Lo iremos analizando en dos breves artículos sucesivos.

Manifiesto fundacional de Podemos

Los orígenes orgánicos más remotos de Podemos hay que señalarlos en un manifiesto público, fechado el 14 de enero de 2014, por el que se convocaba a «recuperar la soberanía popular» mediante una candidatura para las europeas, proponiendo, a tal efecto, un proceso electoral «participativo y  abierto a la ciudadanía».

Lo encabezaba la siguiente propuesta, dándole título: «Mover ficha: convertir la indignación en cambio político». En dicho manifiesto se insistía en la necesidad de constituir una alternativa a la actual situación de crisis económica y política que vive España, así como en las posibilidades de cambio real que entrañaba la coyuntura actual. Y lo firmaban casi treinta activistas, entre otros: Juan Carlos Monedero, profesor de Ciencia Política en la Universidad Complutense de Madrid; el actor Alberto San Juan; Jaime Pastor, profesor de Ciencias Políticas en la UNED; el escritor y filósofo Santiago Alba Rico; el sindicalista Cándido González Carnero; y Bibiana Medialdea, profesora de Economía en la UCM (véase http://www.publico.es/politica/495015/intelectuales-y-activistas-llaman-a-recuperar-la-soberania-popular-con-una-candidatura-para-las-europeas).

El manifiesto en cuestión disfrutó de una notable repercusión entre los medios digitales de izquierdas. Llegados aquí, es necesario recordar una circunstancia. Un fenómeno mediático característico de estos últimos años, asociado al desalojo del poder del PSOE por el Partido Popular, ha sido el espectacular crecimiento de diarios digitales que han proliferado en la red de redes, más o menos a la izquierda del PSOE; en general magníficamente elaborados, con buenos profesionales, medios informáticos notables, y abundantes informaciones escritas y gráficas de marcado signo ideológico siempre izquierdista. Hablamos, entre otros, de Público, El Diario, Info Libre, Nueva Tribuna, Tercera Información, Diario Progresista, Diagonal Periódico, etc.

En este marco informativo, escasamente seguido desde medios conservadores, se publicó pocos días después en el dirigido por Ignacio Escolar, concretamente el 21 de enero de 2014, una noticia que pasó desapercibida fuera de esos digitales izquierdistas (véase http://www.eldiario.es/politica/nacimiento-Podemos-candidatura-Pablo-Iglesias_0_220478302.html). En la misma se aseguraba, básicamente, que la estructuración de Podemos estaba dirigida por un pequeño partido radical: Izquierda Anticapitalista (IA).

¿Podemos versus Izquierda Unida?

Entre otros abundantes datos, procedentes de la documentación elaborada por esta pequeña pero muy activa formación de raíces trotskistas (véase http://www.anticapitalistas.org/), se destacaba en dicha noticia que la secretaría confederal de Izquierda Anticapitalista (máximo órgano directivo) habría fijado «los puntos políticos de la propuesta de proceso de cara a las elecciones europeas» en un boletín interno de principios de enero (Enlace Nº 82). Así, se afirmaba que existía la posibilidad de impulsar una candidatura para las elecciones europeas dada la concurrencia de varios factores: «La presencia de una serie de personalidades con proyección mediática como cara pública del proyecto, lo cual nos abre la opción de conectar con sectores de la población de izquierdas insatisfechos con las organizaciones tradicionales». Se refería, al parecer, a Pablo Iglesias. Otros factores serían, a su juicio: «La situación de impasse de las fuerzas independentistas de izquierdas de cara a las europeas», la posibilidad de «utilizar las elecciones como un “momento político” en donde podemos avanzar en la construcción de Izquierda Anticapitalista y de espacios amplios de ruptura»,  y «el giro a la derecha de IU, que cada vez parece más destinado a preparar un Gobierno “de izquierdas” con el PSOE». El primer borrador del proyecto de IA presentaba, ciertamente, numerosas semejanzas con el publicado el 14 de enero y ya considerado como fundacional de Podemos: frases textuales de la introducción, un decálogo, etc.

Tal documento fue discutido en las asambleas locales de IA hasta su aprobación el 11 de enero. Según las fuentes consultadas por eldiario.es «Lo de Pablo Iglesias no es tanto una iniciativa de IA, como de una parte de su dirección que, tras unos sondeos con él, miembros de la Fundación CEPS y algunos integrantes de Juventud sin Futuro, se pone en marcha. Esto ha generado malestar en parte de Izquierda Anticapitalista, porque el proceso no responde a la cultura tradicional de la izquierda: es una propuesta que se encuentra la organización tras encuentros informales de parte de su dirección». Otros, por el contrario, defendían que el proceso observaba todas las garantías democráticas internas. Por último, se señalaba que el citado estaría perfectamente planificado, habiéndose elaborado un calendario que, básicamente, fue el que siguió Podemos.

Inmediatamente empezaron a circular por internet, en numerosos foros de izquierdas (Rebelión.org, Alasbarricadas.org, Kaosenlared.net, etc.), contradictorias interpretaciones sobre la naturaleza de Podemos; marcadas por la pertenencia de los comentaristas a alguna de las numerosísimas facciones radicales de izquierdas. Para unos, Podemos era fruto de una cultura asamblearia de izquierda, en contraste con un modelo más rígido (leninista) propio de la principal tradición de los partidos de izquierdas; otros opinaban que era una apuesta de determinados grupos (la dirección de IA) dirigida contra Izquierda Unida; etc., etc. Pero, en su mayoría, partían de la siguiente afirmación: «Podemos es la marca blanca de Izquierda Anticapitalista tal y como demuestran sus documentos internos».

Y, por si quedaban dudas, en Enlace Nº 84 de IA, fechado el 5 de marzo, se afirmaba, entre otras cosas, que el partido se encontraba «lanzando una iniciativa con personalidades con una cultura política populista pero que contaban con un poder de convocatoria muy importante y con una innegable popularidad». En ese Enlace Nº 84 se proponía, en consecuencia, trabajar en el interior de los Círculos Podemos –su principal elemento organizativo- dado que «la innegable influencia de nuestr@s militantes en ellos en muchos territorios nos puede permitir tener un peso determinante en la batalla». Concretaban aún más: «La operación con Pab [significaría Pablo Iglesias] nos habrá permitido dar un salto en muchos aspectos: gente organizada, discusión política, cambio parcial de la correlación de fuerzas con respecto a la izquierda reformista» (véase http://www.kaosenlared.net/component/k2/item/85213-la-estrategia-de-izquierda-anticapitalista-para-tomar-podemos.html).

Semejantes disquisiciones -que pueden consultarse en numerosos foros y digitales izquierdistas de internet, avaladas por referencias doctrinales de todo tipo, incluso larguísimas citas textuales de “clásicos” del marxismo como Trotski, Marx, Lenin, Stalin y Mao- y que a la mayoría de ciudadanos interesan muy poco, tienen en realidad mucha relevancia; pues, de ser verídicas las informaciones objetivas que las habían originado, se desvelaría que una de las señas de identidad de la que tan orgullosos se muestran en Podemos -su espíritu asambleario, abierto y no prefigurado en sus objetivos últimos y medios de actuación- no correspondería con la realidad.

Así es: de ser cierta semejante planificación estratégica, elaborada por un pequeño equipo dirigente, más o menos oculto -y los documentos que abundantemente circulan por internet parecen acreditarlo- nos encontraríamos ante una gran impostura: en contra de lo afirmado reiteradamente, Pablo Iglesias y su estrecho equipo seguirían una agenda cerrada, perfectamente planificada y de una identidad ideológica muy marcada. De proceso abierto a la ciudadanía, pues, nada de nada.

Llegados a este punto del recorrido, debemos interrogarnos sobre la naturaleza y realidad de IA.

Izquierda Anticapitalista y el Trotskismo

IA es un grupo bastante reducido, numéricamente hablando, pero de una larga e intensa actividad política en la periferia o en el seno de Izquierda Unida (según el momento de su historia), fruto de uno de los principales colectivos resultantes de la unión, tras un largo proceso de debates, hacia 1989, de las que fueron algunas de las organizaciones más radicales y potentes de la extrema izquierda en los años finales del franquismo y en la Transición: la Liga Comunista Revolucionaria y el Movimiento Comunista. Bien puede resumir su complejísimo periplo -jalonado por múltiples estrategias, cambios de denominación, publicaciones, participación en variadísimas estructuras de todo tipo (políticas, culturales, vecinales, internacionalistas, feministas, antiglobalización, pacifistas, ONGs, etc.), escisiones, expulsiones, etc.- el siguiente texto que tomamos prestado de una facción trotskista rival de IA. «Detrás del proyecto Podemos se encuentra Izquierda Anticapitalista (IA) cuyos veteranos dirigentes militaron anteriormente en Izquierda Unida y, hay que señalar, manteniendo en muchas ocasiones posiciones muy incoherentes. A finales de 2008 decidieron abandonar IU al calor del avance de sus fuerzas hermanas en Francia y Portugal (El NPA, Nuevo Partido Anticapitalista y el Bloco de Esquerdas). Pero tras el fracaso que cosechó Izquierda Anticapitalista en las elecciones europeas de 2009 (apenas 20.000 votos) y las dificultades manifiestas que han tenido para rentabilizar políticamente el movimiento explosivo del 15 M, han buscado en el tirón mediático de Pablo Iglesias la forma de resituarse en el panorama político». Así lo resume un análisis fechado el 1 de marzo pasado, de la Corriente Marxista El Militante -la organización trotskista que fundara y sostiene el ocasionalmente célebre Sindicato de Estudiantes, manteniéndose, con dificultades, en Izquierda Unida- y que por esa condición ideológica, rivaliza en “pureza revolucionaria”, “coherencia programática” y “corrección interpretación científica”, con esta otra facción trotskista que es Izquierda Anticapitalista.

Huelga decir que existen otros grupúsculos trotskistas, rivales entre sí, de ámbito internacional, que reivindican el espíritu originario de la Cuarta Internacional que fundara el mismísimo León Trotski en 1938, a saber: Secretariado Unificado de la IV internacional, Corriente Marxista Internacional, Comité por una Internacional de los Trabajadores, Liga Internacional de los Trabajadores-Cuarta Internacional, Unidad Internacional de los Trabajadores, International Socialist Tendency, Coordinadora por la Refundación de la Cuarta Internacional, Fracción Trotskista-Cuarta Internacional. Organizaciones, todas y cada una de ellas, con sus respectivas secciones nacionales, radicadas con mayor o menor fortuna en España, sus secretariados internacionales, sus órganos de expresión. De ahí ese dicho, fruto de la sabiduría popular de aquellos años de la Transición, que así decía: «un trotskista, una célula; dos trotskistas, un partido; tres trotskistas, una escisión; cuatro trotskistas, una unificación, dos escisiones y dos abandonos».

De reproducirse en Podemos semejantes dinámicas –tan características de las facciones izquierdistas radicales de todas las escuelas-, su futuro se presentaría poco halagüeño; pero, ciertamente, nunca habían disfrutado de un éxito popular semejante, por lo que se cuidarán mucho -muchísimo-, o deberían hacerlo, de no cometer tan reiterados errores del pasado. Incurriendo en guerras intestinas, incomprensibles para la mayoría de los mortales a causa de tan elevadas dosis de abstracción ideológica, se desanimaría a la militancia; trasladándose de paso al público en general la percepción de que semejantes fricciones lo eran de naturaleza más sectaria que política. Y no hablamos de meras hipótesis: recordemos, aquí, el caso de Lutte Ouvrière.

Se trata de una pequeña formación trotskista de pasada, fulgurante y efímera fortuna; no en vano, con su candidata a la Presidencia de Francia en 2002, Arlette Laguiller, alcanzó nada menos que el 5,72 % de los votos, es decir, más de 1.630.000. Y señalemos que lo consiguió en competencia con otra fracción trotskista: la Liga Comunista Revolucionaria que, con Olivier Besancenot, sumó más 1.210.000 votos; un 4,23 % del total. Unos resultados que sorprendieron tanto como asustaron a la opinión pública francesa. Esta LCR francesa formaría, años después, el ya mencionado Nuevo Partido Anticapitalista, en el que se inspirarían sus correligionarios españoles. Por su parte, LO inició un rápido declive marcado por ciertos escándalos, el descubrimiento de células “secretas” de sus militantes infiltradas en los grandes partidos de la izquierda francesa, escisiones, expulsiones…

Para no cansar más al lector, en este itinerario que pretende desvelar algunos de los interrogantes que plantea Podemos, continuaremos respondiéndolos, en la medida de nuestras posibilidades, en un artículo que insertaremos en La Tribuna del País Vasco en la próxima semana.

En el mismo hablaremos, un poquito, de algunos de los dirigentes y militantes más destacados de Izquierda Anticapitalista implicados en Podemos; mencionaremos las principales referencias ideológicas de ambas entidades; y nos plantearemos las razones de su formidable éxito electoral y de su incuestionable impacto social.

 

Fernando José Vaquero Oroquieta

http://latribunadelpaisvasco.com/not/1364/la-historia-oculta-de-podemos-i-/

¿Pueden votar los divorciados?

¿Pueden votar los divorciados?

Con toda seguridad, a no pocos lectores se les antojará, el interrogante anterior, como un planteamiento retórico:

-          «Naturalmente que pueden votar. Lo reconoce el artículo 23.1 y 2 de la Constitución Española; salvo incurrir personalmente en los supuestos excluyentes legales».

De modo que la respuesta sería positiva: sin más disquisiciones que resolver.

A otros lectores, desde otra perspectiva, les resultará una cuestión lejana, incluso absurda; análoga a ese dilema tan católico, que reverdece periódicamente, acerca de si pueden comulgar los divorciados:

-          «Allá ellos y su conciencia. La cuestión es personal y forma parte de su fuero interno. Estamos en un Estado laico y se trata de una cuestión absolutamente privada que no debe afectar al ámbito público de ninguna manera».

Un tema privado, en suma, sin reflejo público alguno; en cierto modo, una cuestión irrelevante.

Hasta aquí, el discurso políticamente correcto. Cuestión resuelta, entonces: los divorciados pueden votar. Pero, ¿la cuestión es tan sencilla? En realidad ¿votar sirve para algo?

Efectivamente, el artículo 14 de la Constitución España, todavía vigente, al menos en su letra, afirma que “Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”. Perdón, ¿seguro que dice “sexo”? Y, por «condición», ¿se refiere también a la de divorciado?

¡Qué les voy a contar que no sepan! En la práctica, y en muchos aspectos, la Constitución es letra muerta por incumplida; ampuloso mascarón de proa de este régimen corrupto al servicio de una “casta” que acumula el poder político, financiero, mediático y cultural.

Si continuáramos reflexionando acerca de los derechos proclamados por la Constitución, entraríamos de lleno en aquella distinción crítica, originariamente marxista, de derechos formales y derechos materiales. No es cuestión baladí: por ejemplo, para quienes carecen de una vivienda en la que cobijarse… a pesar del ceremonial y grandioso derecho a la misma constitucionalmente proclamado; pero no por ello menos vulnerado.

Volvamos al artículo 14. ¿No dice que los españoles son iguales ante la ley? Entonces, ¿cómo es que se viene desarrollando, desde hace décadas, e in crescendo, ya gobierne PSOE o PP, una legislación punitiva y civil “de género”, con una enorme batería de medidas complementarias de todo tipo y alcance? Recordemos que semejante legislación “de género” parte de la presunción de culpabilidad penal y maldad natural del varón; tratándose como menores de edad a las mujeres, tuteladas ad infinitum, siempre que se muestren agradecidas al poder, mediante técnicas de discriminación positiva. No en vano, discriminación positiva para las mujeres implica, necesariamente, discriminación negativa para los varones. ¿Igualdad? Va a ser que no. Tamaña realidad contradice un principio fundamental de la lógica: una cosa no puede ser ella misma y la contraria simultáneamente. O iguales, o desiguales. Si se discrimina, no hay igualdad. Pero si se pretende revolucionar la sociedad desde sus raíces, o consumarse una revancha histórica “de género”, cualquier licencia dialéctica será presentada como admisible... aunque nos chirríe la lógica y el sentido común.

Partíamos del derecho al voto. El votar o no (también reconocido en el art. 23 1. y 2., faltaría más) se suele presentar como un derecho individual, intransferible, que debe madurarse en el fuero interno (hasta nos acotan una jornada para reflexionar, generosos y previsores que son los Padres de la patria), una decisión ajena a intereses colectivos, o externa a grupos de presión. Pero la realidad lo desmiente: se vota por simpatía personal, por rutina, por agradecimiento; pero también por creencias ideológicas, imperativos éticos o por intereses materiales concretos… incluso de secta. Es decir: desde una perspectiva de grupo o colectiva.

¿Y los divorciados? ¿Tienen algo en común los divorciados españoles? ¿Les une alguna circunstancia similar al Paquirrín del famoseo y al divorciado, vecino mío, que vive un piso junto a otros tres similares, compartiendo baño, cocina y soledad?

Como la agregación social informal que es, la de los divorciados puede caracterizarse por algunas notas comunes que, acaso, pudieran proporcionar luz a la orientación de ese voto. Para tal ejercicio, proponemos las siguientes características:

. Invisibilidad pública sustancial. En general prevalece, popular y mediáticamente, una imagen peyorativa y chusca. Así, divorciado sería sinónimo de apestado, semi-marginado, fracasado. Picaflor a la desesperada. Pícaro especializado en sobrevivir trampeando. Varón al acecho de ingenuas féminas. Estatus transitorio, en peculiar mixtura de tristeza, estructura mental adolescente y desorden vital.

. La inexistencia de políticas específicas de apoyo. «¿Para qué? ¿No terminan, casi siempre, arrimados a alguna otra tonta?» No busque, ni encontrará, en consecuencia de tan mayoritario tópico, programas de apoyo para los supuestos de expulsión del hogar, maltrato psicológico, problemas mentales específicos, suicidios de hijos adolescentes, a los que puedan acogerse los varones necesitados.

. Una mayor incidencia de la pobreza, muerte prematura y marginación. Por el contrario, una sorprendente inexistencia de políticas preventivas de salud masculina; ausencia de estudios de la incidencia del suicidio, de los auto-accidentes y del impacto de las dependencias asociadas –especialmente- a divorcios y separaciones contenciosas.

. Un conocimiento común de los rigores del sistema, especialmente en sus ámbitos policial, judicial y de servicios sociales. Unas experiencias comunes, en general, humillantes, traumáticas y degradantes. Y nada visibilizadas, por cierto.

. Elevados índices de carencia de vivienda propia; de modo que, por ejemplo, obligados por sentencias draconianas a vivir en pisos compartidos, los jueces, por el riesgo supuesto de ese entorno, niegan sistemáticamente las pernoctas de los hijos menores. Un motivo más de alejamiento, pérdidas afectivas, sentimientos de vergüenza y fracaso. Ya se sabe: «los hijos nacen con un pan, perdón, con un piso…» que disfrutará siempre e indefinidamente la madre y sus sucesivas parejas; no el padre. ¡¿Y se extrañan muchas mujeres de que los hombres no quieran comprometerse, o que no quieran tener hijos…?! Por supuesto: cada uno cuenta la película según le ha ido. Cada caso es un mundo y no se parece a otro necesariamente. Y la casuística es inmensa, como la picaresca hispánica, la maldad humana, etc.

. Y, respecto al Síndrome de Alienación Parental y a las denuncias falsas, no diremos nada; no terminemos enjuiciados, o linchados en redes sociales, o en la plaza que hay junto a mi casa, por atreverme siquiera a insinuarlo.

Sintéticamente: para el sistema, el padre es prescindible, por ser un obstáculo a la «liberación».

No es aventurado, ni victimista, según vemos, afirmar que concurren unas características comunes entre los varones que han transitado por un divorcio, especialmente si ha sido contencioso y/o con hijos, que podrían inducir a una reflexión conjunta sobre la pertinencia, además de otras múltiples dimensiones, del voto.

Primera tesis: PPSOE comparte un programa radical progresista que -enfocado a la captación de las mujeres, sujetos de la revolución radical/progre/marxista/ultrafeminista- actual, perjudica y arrincona a un número elevado de varones. Una discriminación que alcanza, incluso, a selectos sujetos de las clases sociales “poderosas”: recuérdense casos como los de Alberto Martín, ex marido de Lidia Bosch, Francisco Rivera Ordóñez, ex de Eugenia Martínez de Irujo… ¡incluso Paquirrín ha sufrido en carne propia los rigores de la legislación vigente!

Por ello, votar al PPSOE es actuar en contra de los intereses personales y de grupo. Ciertamente, una de las grandes carencias de este sector social, el de los divorciados y su entorno inmediato, es su falta de identidad corporativa, la inexistencia de cauces propios de participación o de lobby, el individualismo, las lógicas “salidas” personales… Pero, tras perder casa, medios de vida, hijos, tras ser detenido, enjuiciado, arrastrado por “puntos de encuentro”, sufrir los malos modos y los prejuicios de policías, funcionarios de juzgados, trabajadores sociales, psicólogos y demás mercenarios del sistema, durante años y años, ¿de dónde sacar fuerzas para seguir luchando? ¿Y cómo? ¿Y por qué? ¿Y por quién? ¿Con quién? Demos un paso más: ¿contra quién?

Segunda tesis: los varones divorciados son a la ingeniería social actual, lo que las clases medias a la crisis económica; instrumentos operativos y víctimas necesarias de un programa desarrollado por las minorías despóticas de vocación totalitaria que nos gobiernan. Si PPSOE votan, también en instancias europeas, las mismas políticas sociales y mantienen similar programa ultrafeminista, ¿es inteligente y racional votar a quienes te golpean, ningunean y expolian?

Tercera tesis: votar para hacerles daño. ¿Hay alternativa al voto a PPSOE?

Dejemos de lado las treinta y tantas listas electorales “ideológicas”, testimoniales y “frikis”. Y la abstención favorece a los grandes partidos. Uno puede abstenerse, pero ello no cuenta, no repercute en los resultados en modo alguno: al contrario, alcanzar el éxito resulta más barato a los grandes. Respecto a votar nulo, sirve el mismo razonamiento. Y votar en blanco favorece a los grandes partidos, desde una perspectiva matemática-electoral, pues los pequeños requieren un porcentaje mínimo que tienen más difícil alcanzar; y al contabilizarse los votos en blanco, se elevan los porcentajes.

¿Se puede o se debe votar? Allá cada uno: según creencias, experiencias, imperativos éticos e ideológicos, pero también puede plantearse, en este ámbito, una reflexión de grupo, insistimos. Y, una opción legítima, es votar donde más duele a PPSOE: a los partidos emergentes.

Veamos. «Podemos» es más de lo mismo y más duro: es la Guardia Roja del sistema; sus hijos radicales. Quedan UPyD, de la leninista y soberbia Rosa Díez; «Ciudadanos», del guaperas y ahora modosito Albert Rivera;  y las chicas y chicos de VOX, empeñados, por obra y gracia de Alejo Vidal-Quadras en volver al redil «popular»; al menos en Estrasburgo. No es mucho, pero algo es algo. Es más, ciertas figuras de estas “nuevas” formaciones, en alguna ocasión, incluso han tenido la osadía de cuestionar el programa radical progresista de la casta político/financiera/mediática de PPSOE y sus ingenierías e imposturas. Si obtuvieran los pequeños, representación parlamentaría,  serían más los partidos políticos en la necesidad de ganarse los votos y escuchar a los ciudadanos. Y si unas decenas, o cientos, o miles de enchufados de la casta, de paso, se quedan en la calle o no salen elegidos; mejor que mejor. Se les puede hacer daño. El 25 de mayo, un poco; en las elecciones municipales, bastante más.

¿Pueden votar, entonces, los divorciados, con conciencia de grupo? Nos atrevemos a afirmar que ello es posible. Pero, ¿deben? Desde una perspectiva del interés personal, acaso, también. ¿Y a quién?: nunca a los verdugos, ni a los mercenarios del sistema. Jamás a PPSOE. Que sepan que se les puede acabar el chollo.

No existiendo un sujeto revolucionario capaz volcar el régimen, ni un populismo que obligue a la casta a rectificar sus políticas, sólo nos queda el mal menor: votar a los emergentes con alguna posibilidad de éxito. Lo demás es perder el tiempo.

Lo que queda, veíamos, son los “minoritarios”; y a éstos, conforme el talante personal de cada cual: si eres progre genéticamente, pues tienes a UPyD. ¿Eres liberal y de buen rollito?: Ciudadanos. Un poco tradicional y cascarrabias: VOX. ¿E Impulso Social? No tienen posibilidad alguna, al menos en esta ocasión. No sirve, lamentablemente.

Pero que nadie se cree expectativas: de las elecciones europeas no vendrá la salvación; de nada, ni de nadie.

Cuarta tesis (en realidad, la primera de todas las anteriores): todo cambio político ha sido procedido por un cambio cultural y social.

Seguramente nos encontremos en una fase histórica de decadencia y crisis. De alguna manera, la denominada sociedad civil se reorganizará, en un futuro, configurándose un movimiento masculinista, del que existen brotes un poco por todas partes; que reflexione y actúe sobre la identidad masculina, su autoconciencia, su naturaleza, su desarrollo personal y el espacio social y familiar que le corresponde. Un espacio en el que especímenes como Miguel Arias Cañete –torpe, misógino, prepotente- no cuenten.

Pero, hasta entonces, no tenemos por qué inhibirnos el 25 de mayo. Y en las siguientes elecciones, si no gusta cómo se han portado, se puede –¡se debe!- cambiar de voto.

En todo caso, libertad, libertad, libertad.

 


http://latribunadelpaisvasco.com/not/1321/-pueden-votar-los-divorciados-/#

Tsunamis de vida

Tsunamis de vida

En esta ocasión, me he decidido a incorporar en "Disidente por obligación", sin comentarlos siquiera, dos breves vídeos que, desde experiencias muy concretas y reales, reivindican la dignidad de todas las personas.

https://www.youtube.com/watch?v=BlnhSzDnC-I

https://www.youtube.com/watch?v=VcSFdhMJVcQ

Forman parte de una pequeña iniciativa que, en el contexto del debate reabierto por el anteproyecto de ley de protección del no nacido en España, un grupo de amigos ha lanzado en las redes sociales. Denominado “Tsunamis de vida”, se enmarcan en la estela del manifiesto “Es bueno que tú existas” (http://www.paginasdigital.es/v_portal/informacion/informacionver.asp?cod=5337&te=&idage=&vap=0&codrel=2993&usm=$%7C$idusuencrip$%7C$).

Semanalmente se incorporará otro vídeo, hasta sumar siete. Les une la siguiente afirmación: la vida es un regalo, incluso no pareciéndolo de manera inmediata.

Twitter: @tsunamisdevida  / YouTube: Tsunamis de vida

Ante la irrupción de Ibil, una “ETA auténtica”: ¿hay terroristas buenos?

Ante la irrupción de Ibil, una “ETA auténtica”: ¿hay terroristas buenos?

 

El pasado martes 6 de mayo, Diario de Navarra desveló que Fermín Sánchez Agurruza, posible codirigente de Ibil,  una facción radical expulsada por la Izquierda Abertzale y contraria al supuesto “proceso de paz”, se encontraría en paradero desconocido. Y el ocurrente Navarra Confidencial, al día siguiente, remarcaba, irónicamente, su perfil: «terrorista, político de HB y profesor del Modelo D»; un patrón inquietante que, desvelara la Guardia Civil en su momento, y que generó no poco escándalo entre los espíritus bienpensantes y buenistas que tanto abundan por estos andurriales. Y no les falta razón a nuestros amigos de NC: con la mirada a largo, es totalmente pertinente señalar que semejante tipología docente disfruta de las mejores condiciones para –si se lo propone- distorsionar la “normalidad educativa”, influyendo en nuevas camadas de activistas, como poco, mediante su adoctrinamiento y tal vez, en su salto a la kale borroka. Ejemplos hay, Y muchos.

Pero, a corto y medio plazo, también tiene una enorme trascendencia el hecho de que pueda estar gestándose una “ETA Auténtica”; o “ETA Continuidad”, al modo irlandés. De momento, aunque el asunto apenas haya ocupado espacio impreso, y en la parte inferior de la portada del medio navarro, no pocos antiguos “objetivos” de la banda terrorista ETA vuelven a mostrarse inquietos… ¡Con lo que bien y tranquilos que estábamos últimamente!

Ya con anterioridad a esta irrupción informativa, que ha desvelado a muchos la existencia de  Ibil Iraultzen Bilguneak (Asamblea Revolucionaria Caminar), o Ibil a secas, nacida en 2012 en Vizcaya y extendida a Navarra al menos, se venían generando diversas agregaciones, en la periferia de la Izquierda Abertzale, de carácter crítico con la línea actual de Sortu; partido que junto a las juventudes Ernai y el sindicato LAB, conforman las tres columnas fundamentales del autodenominado MLNV, junto a una constelación de grupitos especializados y de carácter local, perfilando entre todos ellos, además de lo que queda de ETA, lo que denominan Izquierda Aberzale. Por su parte, Sortu, junto a los “arrepentidos” de Aralar, los residuos socialdemócratas de Eusko Alkartasuna, los postcomunistas de Alternatiba y otros colectivos, confluyen, en un movimiento de “acumulación de fuerzas por la construcción nacional” de carácter electoral, en EH Bildu.

Así, Eusko Ekintza (Acción vasca), se presentó en público a finales de diciembre del 2012, propugnando una curiosa paradoja dialéctica y estratégica. Denunciaron que Sortu, como partido político de la Izquierda Abertzale, ha deglutido y anulado al resto del “movimiento popular vasco”. Y para rescatar ese proceso movimentista, que perciben como mejor táctica para sus objetivos finales de independencia y socialismo, nada mejor que… ¡formar un partido! ¿Paradójico, verdad? Pues así son las “preocupaciones” de quienes viven para esta ideología: unas esotéricas y prolijas disquisiciones totalmente alejadas de la vida ordinaria y las inquietudes de los ciudadanos normales. Pero, paradójicamente también, con una enorme capacidad de atracción y generación de espacios sociales de enorme vitalidad comunitaria.

Pero, muchos años atrás, se venían desarrollando los agotadores e incomprensibles debates entre comunistas vascos que, tomando como principal referencia estratégica su posición ante el MLNV, reflexionaban en torno a su concepción del marxismo, la tentativa de “cuadratura del círculo” nacionalismo-socialismo, el papel de Stalin, Mao, Trotski, en la revolución mundial, la influencia del marxismos en la historia de ETA y el MLNV, la fórmula de partido combatiente a construir, etc. Es el caso del colectivo Boltxe, KIMETZ (Euskal Herriko Erakunde Komunista u Organización Comunista de Euskal Herria), EHK (Euskal Herriko Komunistak o Comunistas de Euskal Herria), y dos grupos denominados EHS (Euskal Herria Sozialista, trotskista, uno, estalinista el otro). Unos grupitos cuya influencia en la evolución del conjunto de la Izquierda Abertzale es marginal; salvo el que fortuitamente pudieran jugar, como en aquella ocasión en que, ante la ilegalización de Batasuna, proporcionaron la fachada de la sigla con la que eludieron la Ley de Partidos: el ya finiquitado Partido Comunista de las Tierras Vascas, promovido desde EHK. Y si hablamos de comunistas vascos, todavía están los que lo son, pero con carácter “estatal”: PCPE, los restos del PCE(r), el PCE que en su día configuró Izquierda Unida, los diversos avatares “trotskos”…

Ibil es otra realidad mucho más seria… y preocupante. Según expone El Informador (www.informador.org), junto a Fermín Sánchez Agurruza podrían coliderar la facción Ibil “duros” como el etarra Juan Ignacio Aldana. Y otros, como Isidro María Garalde o Juan Lorenzo Lasa Mitxelena pudieran estar pensándoselo.

Con una militancia que en número, según diversas fuentes, oscilaría entre 50 y 300 miembros, se vienen organizando en cenáculos muy cerrados, captando militantes entre los más radicales de Ernai y los presos y expresos de la banda ETA, formándose en seminarios sobre marxismo-leninismo, y ya habrían empezado a participar públicamente en manifestaciones de la izquierda abertzale. Incluso se afirma que algunos episodios de “kale borroka” pudieran haber sido protagonizados por sus elementos más jóvenes.

Ibil acusa a los dirigentes de Sortu de pretender que la militancia abertzale se «arrodille ante el enemigo», de dirigir al movimiento de modo dictatorial excluyendo los modos asamblearios, y de promover un «golpe de Estado contra la honorable trayectoria de la izquierda abertzale». Respecto a la situación de los presos de ETA, se muestran igualmente radicales, afirmando que: «Con los presos todavía en la cárcel, la dirección de la izquierda abertzale quiere dinamitar el colectivo, impulsando salidas personales con la excusa de que, según dicen, el propio colectivo lo ha decidido».

Pese a haber sido “expulsados”, los miembros de Ibil permanecerían conectados con los diversos ámbitos asociativos de la “tradicional” Izquierda Abertzale, lo que les otorga un peligroso potencial de decidirse por el retorno a la práctica terrorista.

En suma: tanto las Fuerzas de Seguridad, los jueces, los medios de comunicación, las instituciones democráticas y, a nuestro pesar, la mismísima ciudadanía, no pueden –no podemos- perder de vista a estos iluminados.

Pero, con tanta sigla, demasiados nombres, tantos giros tácticos, tamañas discusiones bizantinas… podemos perder la perspectiva. No en vano, la cuestión decisiva, de naturaleza moral y política, es: ¿acaso existen terroristas buenos y otros malos? Entonces, ¿buenos serían los seguidores de la línea actual de la Izquierda Abertzale y malos quienes disienten y persisten en unas prácticas perversas de momento “congeladas”?

El caso de la reciente detención de Gerry Adams, por unos días, nos ha devuelto a la realidad pura y dura del terrorismo, y a mostrarnos su verdadera faz. Unos familiares aterrorizados durante años han tenido el valor y la voluntad de actuar legalmente contra el máximo protagonista, presentado unánimemente como un auténtico héroe, del proceso de paz irlandés; alguien que parecía “intocable”. Los hijos de Jean McConville –una viuda secuestrada cobardemente por 10 terroristas en su domicilio en 1972, acaso cumpliendo órdenes de Gerry Adams, torturada, asesinada y con su cuerpo desaparecido durante décadas- han demostrado una altísima altura moral: por encima de los intereses políticos, las falsas políticas de confraternización y las imposturas –laicas y eclesiales- de un forzado “proceso de paz”.

Son 1800 los asesinatos sin resolver en Irlanda. Y en España más de 300. Y sus familiares, sus víctimas directas, toda la sociedad, deben –debemos- saber la verdad. Y que los culpables sean descubiertos, juzgados y condenados.

La paz nunca debe sacrificarse a la justicia: ni sería paz, ni sería justa. A lo sumo, la paz de los cementerios del olvido…

Los hijos de esa víctima han mostrado un formidable valor, al igual que la policía que ha realizado las pesquisas. No es necesario realizar más lecturas políticas del hecho, que puede tenerlas; incluso varias. Ha sido un gesto moral, ante todo, de dignidad, que nos confirma que es posible decir NO al terror, superar el miedo que pretende imponer una minoría a toda una sociedad, y actuar desde la legalidad contra TODOS los terroristas en TODAS sus modalidades.

Por ello, ya estén en activo o en la reserva, en la clandestinidad o en el exilio, en las cárceles o en libertad condicional, al frente de una institución pública o en la trastienda, ya practiquen terrorismo de “alta” o de “baja” intensidad…,  sea lo que sea: no hay terrorista bueno.

http://latribunadelpaisvasco.com/not/1260/ante-la-irrupcion-de-ibil-una-ldquo-eta-autentica-rdquo-hay-terroristas-buenos-/

¿Qué está pasando en el Líbano?

¿Qué está pasando en el Líbano?

Previsiblemente, el parlamento libanés elegirá el próximo 25 de mayo un nuevo presidente de esa república mediterránea. Tal y como determina su Constitución, de 23 de mayo de 1926 y modificada en no pocos aspectos en 1990 a raíz de los Acuerdos de Taif, será, como siempre, otro cristiano maronita quien releve al todavía presidente, Michel Suleiman; antiguo Comandante en Jefe de sus Fuerzas Armadas.

A lo largo de los últimos años, Líbano viene siendo noticia por alguno de estos motivos: sus sucesivas crisis gubernamentales, enfrentamientos mortales entre Israel y Hizbulá, atentados terroristas de uno u otro signo (pro o anti-sirio) a lo largo de todo el territorio, incidentes armados entre milicianos de los barrios suníes y alauitas de Trípoli… o el continuo aumento de los refugiados sirios allí acogidos.

Empecemos por el final: son ya un millón. Para una población autóctona de cuatro millones y medio de habitantes, este desastre humanitario equivaldría, si lo comparásemos en número con la población de nuestro país, a la llegada en menos de dos años de diez millones y medio de refugiados a España. Imagínense.

Veamos su situación política. Las últimas elecciones generales las ganó la anti-siria Alianza 14 de Marzo. Pero, tras diversas negociaciones y gabinetes en permanente crisis, el gobierno, finalmente pasó a manos de la pro-siria Coalición 8 de Marzo, encabezada por Hizbulá, en 2011.

La labor de gobierno de esta coalición está marcada por el lema, característico de Hizbulá, Pueblo-Ejército-Resistencia. Nada eficaz en su gestión interna, salvo en la recaudación de impuestos, el Estado libanés está minado por las luchas sectarias, el reparto de sus competencias y cargos entre las facciones, y el control por parte de Hizbulá de los más significativos de los anteriores; caso, por ejemplo, de los máximos responsables del Servicio Secreto militar. Y, tan debilitado como está, además debe coexistir con un Estado paralelo, enquistado en su seno, que es la estructura político-militar edificada por Hizbulá. Y siempre bajo la eterna excusa de la “resistencia” frente al odiado vecino judío; que todavía retiene el pequeño territorio fronterizo libanés de las Granjas de Shebaa.

De momento, Michel Aun y Samir Geagea, feroces contrincantes desde su enfrentamiento a muerte en la fase final de la guerra civil libanesa, son considerados como candidatos al cargo; si bien únicamente Geagea lo ha anunciado formalmente. Se habla de otros que, con toda seguridad, también serán proclamados: líderes históricos, militantes relevantes de las diversas facciones, tecnócratas...

Michel Aun fue nombrado Primer Ministro por el entonces Presidente, Amin Gemayel, en 1988. Rechazado por buena parte de las fuerzas políticas locales, al discutirse su legalidad, y por Siria, se lanzó a una imposible “guerra de liberación” contra el ocupante sirio. Previamente había destrozado militarmente a la última milicia mayoritariamente cristiana: las Fuerzas Libanesas de Samir Geagea.

Aplastado por la artillería siria, y ejecutada brutalmente la oficialidad que le siguió por los militares sirios, se exilió en París, de donde regresaría en 2005 para liderar el Movimiento Patriótico Libre; desde una línea, sorprendentemente, pro-siria. Algún peaje tenía que pagar para regresar impunemente a Líbano.

Michel Aun alega, entre otros muchos argumentos, que la fórmula Pueblo-Ejército-Resistencia ha sostenido al régimen sirio, impidiéndose la extensión total de la guerra civil que sacude al país vecino a territorio libanés; a la vez que mantenía viva la antorcha sagrada de la lucha contra Israel.

Por su parte, Samir Geagea no goza de buena prensa… fuera de Líbano. Logró liderar a las Fuerzas Libanesas hacia 1985, derrotando a todos sus anteriores rivales en la milicia. Sorprendentemente, fue el único “señor de la guerra” encausado, en 1994, y encarcelado durante más de 11 años en una pequeña celda sin ventana. Liberado en 2005, encabezó al partido que tomó su nombre de la milicia que había dirigido; convirtiéndose en el más potente entre los cristianos opuestos a la ocupación siria y relegando en ello al histórico Kataeb. Pero algo cambió en él: así, de hecho, ha sido el único líder miliciano y/o político que ha pedido perdón por los excesos de sus acólitos, y por sus propias decisiones.

El pasado 4 de abril, Geagea se proclamó candidato a la presidencia; aunque sin el apoyo explícito, al menos de momento, del resto de sus coaligados de la Alianza 14 de Marzo.

Con tales avales, desde fuera de Líbano, podría parecer un actor poco correcto políticamente hablando; pero nuestros timoratos parámetros europeos no sirven allí. Geagea se mantiene firme, coherente y sin haber cambiado un ápice su discurso. No obstante, ha demostrado ser flexible y realista en no pocos de sus planteamientos. Así, su partido se mantiene muy próximo a la Internacional Demócrata de Centro; lo que décadas atrás hubiera parecido imposible. A ello ha contribuido, y mucho, la que fue su mujer; una de las políticas más influyentes… y bellas del mundo: Sethrida Geagea, hija de emigrantes libaneses en Ghana. De este modo, mantiene un eje estratégico/programático totalmente distinto al de su rival Aun: libanés-árabe-occidental. Y ello pasa, inevitablemente, por el respeto de la Ley y el fortalecimiento del Estado; incluso a costa de Hizbulá.

Samir Geagea cuenta con el apoyo de sus correligionarios, de muchos libaneses de todas las confesiones, y de no pocos actores internacionales. Pero carece lo que otorga tanto poder a Hizbulá: una milicia en pie de guerra, superior en medios y hombres fogueados al Ejército Regular libanés y el soporte incondicional de una potente potencia regional como es Irán.

Contra todo pronóstico, el régimen baasista sirio se mantiene firme, habiendo pasado a la ofensiva y reponiéndose en parte de sus fuertes pérdidas humanas y territoriales; en buena medida gracias al concurso de Hizbulá y de sus aliados iraníes. Rusia se obstina en su defensa y China le apoya a su manera. Frente a esta coalición internacional que sostiene a Bashar Hafez al-Asad, se sitúa la encabezada por Estados Unidos y la integrista Arabia Saudita; con los titubeos de Europa.

En todo caso, el régimen sirio tiene un difícil futuro ante sí, y el de Líbano debe pasar, necesariamente, por su progresivo alejamiento. Pero el régimen iraní permanece fuerte y siempre próximo, apoyando a su muy querida criatura Hizbulá.

Hace falta mucho valor, una voluntad casi suicida, y unos apoyos internacionales inflexibles, para acabar con el Estado de Hizbulá. Geagea quiere, si le dejan y no le asesinan como a tantos otros líderes libaneses, intentarlo.

En este contexto, el cardenal Béchara Boutros Raï, patriarca de Antioquía de los Maronitas, ha reclamado que el nuevo presidente sea una persona de consenso «aceptado por todos para acercar a las partes en conflicto en lugar de crear nuevas crisis». Por ello, si bien no se ha decantado por ningún candidato concreto, ha manifestado que es deseable que el nuevo presidente se mantenga alejado de las dos grandes coaliciones.

Sea elegido Aun, Geagea, u otro, el futuro presidente lo tendrá muy, pero que muy, difícil.

En cualquier caso, sea cual fuere el candidato finalmente elegido, sus obligaciones principales serán preservar la paz, mantener los equilibrios confesionales y contener el riesgo de la extensión de la guerra siria al Líbano; con el permiso de Hizbulá, Siria, Irán, Arabia Saudita, Estados Unidos, Israel y Al Qaeda. Casi nada…

 

http://latribunadelpaisvasco.com/not/1169/_que_esta_pasando_en_el_libano_

 

La ventana del Maligno

La ventana del Maligno

José Javier Esparza, uno de los intelectuales más completos de la España de hoy, en su faceta de crítico televisivo para el Grupo Vocento denominó su columna semanal -nunca igualada en calidad y profundidad por otros- como El invento del maligno. Y una selección de esos textos, titulada Informe sobre la televisión: el invento del maligno, se editó como libro, allá por 2001 (Criterio Libros, Madrid, 203 páginas). Pero, ¿no es una exageración descalificar así a la televisión? ¿Necesariamente es un artefacto peligroso al servicio de oscuras pretensiones de sabe Dios quiénes?

La TV, sin duda, ha transformado nuestras vidas y difícilmente podrían concebirse sin ella: para lo bueno y para lo malo. Al igual que respecto a tantas otras realidades instrumentales -especialmente las nuevas tecnologías- la bondad y razonabilidad de su uso depende, más que nada, del buen juicio, la voluntad y la libertad del usuario: éste puede encender la televisión y  absorber pasiva y mansamente todo lo que vomita el plasma… pero también apagarla a voluntad y conforme criterios propios. Lo mismo sucede con internet: puede ser vehículo de libertad, relaciones positivas y contenidos sanos; o por el contrario, una vía al servicio de delitos terribles.

En todo caso, en la subcultura televidente, concurre una circunstancia que la hace muy poderosa: está asociada al ocio; esos momentos privilegiados y anhelados, en que las defensas psicológicas e intelectuales se encuentran bajas, en reposo. De modo que nos encontramos particularmente vulnerables a contenidos, mensajes subliminales y demás mercancías averiadas que rechazaríamos en otras circunstancias.

La televisión, pues, no es un simple instrumento neutral. Por el contrario, ha devenido en un medio de cambio social transformando las mentalidades, de implantación –velis nolis- de nuevas ideas y actitudes hegemónicas al servicio de lo políticamente correcto a escala planetaria. De hecho, los mismos contenidos pueden visualizarse en todos los continentes, estrenándose simultáneamente, en las principales cadenas televisivas del mundo, las denominadas series “de culto”; además de otras muchísimas más de calidad inexistente. Otro ejemplo sangrante de esa uniformización universalista es el de los reality show que comparten formatos y comportamientos. La pregunta que se impone, ante ello, es si esa programación televisiva similar y los reality ¿son expresión de los valores compartidos o, al contrario, pretenden modificarlos en cualquier latitud del planeta? Casi nadie, a estas alturas, lo duda; de ahí que todo el mundo sepa a qué nos referimos cuando se habla de «televisión basura».

La televisión puede ser, veíamos, un medio de cultura, de  civilización, de educación cívica… o instrumento al servicio de los poderosos. Lamentablemente, la acumulación anónima y planetaria de capital y la fusión de esos intereses político-financieros con los valores culturales hegemónicos del radical-progresismo, han encaminado a las televisiones por el segundo de los caminos. Y con muy pocas excepciones. Así, si pensamos en España, vemos que dos oligopolios controlan la industria televisiva, su publicidad y casi toda la oferta: Atresmedia TV y Mediaset España.

Afortunadamente, el acceso masivo a internet, la generalización de la denominada “piratería” de contenidos audiovisuales, y el desarrollo de las redes sociales, han permitido que los usuarios puedan elaborarse una televisión “a la carta”: así, eMule, Ares, Torrents, etc., son conceptos/herramientas casi imprescindibles para quienes desean “exprimir” los medios de comunicación visuales y “liberarse” de programaciones rígidas, aburridas y saturadas de publicidad. De modo que, en un entorno sociocultural de marcado individualismo y desvinculación generalizados, por lo que respecta a la televisión, y pese a la gran industria y a la SGAE, la libertad de elección se está abriendo paso gracias a las nuevas tecnologías; pero con los riesgos propios de la sobreinformación, el peso aplastante de lo visual sobre otras formas de ocio y relación social, y el daño colateral del desplazamiento de la letra impresa (libros y periódicos).

En suma, puede afirmarse que viene planteándose, con diversas tácticas y estrategias, una dialéctica de raíz libertaria entre usuarios y poderosos, que persigue que las televisiones puedan servir a personas libres, familias críticas y comunidades activas. Y para facilitarlo, nada mejor que la vía empleada por las asociaciones de usuarios de la comunicación en su -tan singular como desconocida- batalla frente a los magnates de esta industria.

Para rescatar del olvido tamaña gesta, y situar el fenómeno televisivo en su evolución y contexto global, el libro Puré mediático* de María Isabel Martínez Éder -pionera incansable desde hace dos décadas, en que lanzara en Pamplona, con otros, la Asociación Plaza del Castillo de Usuarios de Medios de Comunicación, Telespectadores y Radioyentes- se ha convertido en memoria documental viva de esta existencia semiclandestina.

Puré mediático es un texto narrativo de esa empecinada lucha por una televisión de calidad, respetuosa y responsable con los derechos de los usuarios; especialmente los más desprotegidos. Su balance es muy crítico, de modo que afirma en su página 7: «Ni sucesivos gobiernos, ni oposición, ni defensores del pueblo o del menor, ni códigos de autorregulación, ni Ministerio de Industria, Comercio y Turismo en su apartado de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información, han estado a la altura de las circunstancias. Las personas u organismos sustitutorios de la autoridad audiovisual operante en todo país desarrollado del mundo, han fracasado en España. Es así y ha sido su responsabilidad».

El texto denuncia, especialmente: la vulneración de los derechos de los menores; la inexistencia de una autoridad audiovisual independiente que vele por su cumplimiento; a una televisión basura que es «barata de realizar, crea adicción, extiende el analfabetismo cultural, favorece la degradación ética y social y crea una audiencia acrítica fácilmente manipulable»; el nefasto papel de Radiotelevisión Española; los excesos de la cadena de televisión Telecinco, de la que es socio mayoritario el delincuente internacional Silvio Berlusconi; el incumplimiento de los códigos de autorregulación; la exposición sin límites de violencia y pornografía; la saturación publicitaria; los cientos de emisoras ilegales o alegales; etc.

En su larga trayectoria, estas asociaciones y activistas molestaron, y mucho, a los poderosos; de modo que, en 2003, Telecinco envió a dos periodistas de la revista «Agente de Policía »al despacho de esa asociación, y al de otros activistas, para elaborar un supuesto reportaje sobre niños, violencia y televisión, grabando con cámara oculta imágenes y conversaciones, posteriormente emitidas -manipuladas y descontextualizadas- en «Crónicas Marcianas» y «Aquí hay Tomate», el 22 de diciembre de 2004. Ya en el ámbito judicial, por sentencia Nº 99/2007 del Juzgado de Primera Instancia número 5 de Pamplona se condenó a Gestevisión-Tele5 a hacer público el fallo; lo que se cumplió torticeramente. Así lo resume Maribel Martínez: «La emisión [del reportaje] se llevó a cabo en horas de máxima audiencia, pero la lectura de la sentencia impuesta se realizó en torno a las 2,20 horas de la madrugada el día 7 de octubre, dando fin al programa “La noria”, leída por su presentador Jordi González y deliberadamente confundida con los títulos de crédito».

Maribel atribuye los méritos y éxitos de tan peculiar lucha al conjunto la sociedad española; que según su criterio, no está ni adormecida, ni es indiferente, ni estaría desorganizada.

Discrepo: desde su humildad y entusiasmo quiere atribuir a la sociedad española virtudes que la adornan a ella personalmente y que, en su impecable trayectoria y servicio, se ha ganado justamente con su coherencia e insobornable idealismo. Por el contrario, entiendo que la sociedad española deriva inevitablemente hacia la decadencia: desvinculada, caprichosa, ciega y despreocupada, volátil…

Puré mediático es, pues, un testigo documental clave e imprescindible para conocer la evolución de la TV en España y el empeño de unas minorías activas por humanizarla; pudiendo ser fuente de inspiración, acaso, de otras movilizaciones futuras al servicio de la sociedad y los más débiles.

 

 

(*) Puré medíatico. Textos críticos (opinión y datos brutos). Medios de Comunicación –Sociedad en España. 1990-2012. Desde el punto de vista de los usuarios, telespectadores y radioyentes. María Isabel Martínez Éder. Ediciones Eunate. Pamplona. 2013. 498 páginas.

http://latribunadelpaisvasco.com/not/1086/la_ventana_del_maligno

Montségur: donde muere la Historia y nace el Mito

Montségur: donde muere la Historia y nace el Mito

Por una vez, me he desviado de la temática habitual de mis artículos -comentarios políticos y bibliográficos- y he elaborado un reportaje fotográfico del castillo de Montségur; uno de los lugares paradigmáticos del esoterismo occidental y lugar de “peregrinación” de las “tribus” más diversas.

Aunque las brumas de la mañana del pasado 15, y mi escasa habilidad fotográfica, empalidecen ese imponente paisaje; independientemente de mitificaciones y falsificaciones pseudo-hístóricas, se trata de uno de los lugares más evocadores y bellos que he conocido.

Por si fuera de tu interés, adjunto el link al espacio de La Tribuna del País Vasco a ello dedicado.

http://latribunadelpaisvasco.com/not/1060/en_el_corazon_de_los_cataros

Rajoy, Erdogan y el genocidio armenio

Rajoy, Erdogan y el genocidio armenio

En estos tiempos que vivimos, y de manera acentuada, las noticias se suceden a ritmo vertiginoso: lo que hoy es «rabiosa actualidad», mañana apenas se comenta e, inmediatamente, se olvida. Múltiples informaciones se suceden, se acumulan, nos aturden… para luego desaparecer.

Por ello, acaso sea necesario volver la mirada para recordar determinados hechos que fueron objeto de atención mediática y que, analizados o no, fueron olvidados. Ahí radica uno de los problemas de nuestro tiempo: la reseña jocosa y el análisis superficial han relevado, perniciosamente, a la reflexión serena y profunda; perdiéndose multitud de ocasiones para el debate y, ocasionalmente, alcanzar alguna conclusión válida para la convivencia.

Sirva esta breve introducción para retrotraernos a la visita de Mariano Rajoy a la Turquía de Recep Tayyip Erdogan en el último febrero. De la misma, apenas, se destacaron dos hechos. El más relevante: el Partido Popular apoyará a Turquía en su pretensión de entrar en la Unión Europea. Segundo: la presencia de Rajoy el 12 de febrero, y en lugar preferente, en un mitin electoral del partido de Erdogan; auténtica encerrona, pues estaba anunciada su asistencia a la inauguración de una estación del metro de Estambul. El partido político del que hablamos es, nada menos, que Justicia y Desarrollo (AKP): el paradigma de un supuesto islamismo moderado que, poco a poco, ha decepcionado a los observadores occidentales; radicalizándose y amparando múltiples corruptelas, circunstancia que viene concitando protestas ciudadanas violentamente reprimidas.

Entonces, debemos concluir… ¡España y el Partido Popular apoyan a Turquía en sus pretensiones europeas! Pero, tenemos derecho a preguntarnos, ¿se ha consultado a los españoles o, al menos, a los militantes del partido de Rajoy? Es más, ¿se ha generado algún debate al respecto? ¿Es indiferente la entrada de Turquía en Europa? ¿Nos afectará a los españoles? Seguramente, pero, ¿cómo? ¿Alguien lo sabe? ¿Nos lo han explicado? Además de más Doner Kebabs y nuevas mafias especializadas en el tráfico de personas, drogas y armas, ¿se implantarán guetos turcos en nuestras ciudades, al igual que sucede, desde hace décadas, en Alemania?

Preguntas, todas ellas, un tanto retóricas, pues ya sabemos cómo se las gasta nuestra casta política; una oligarquía que nos trata como a súbditos y no como a ciudadanos. Ni nos informan, ni nos tienen en cuenta, ni les interesamos: «vote usted lo que quiera que, nosotros, los de siempre, haremos lo que nos dé la real gana».

Seamos veraces: los hechos vienen desmintiendo tozudamente que Turquía sea un ejemplo de democracia abierta, tolerante, observante estricta de los derechos humanos; a la europea. Y si alguien lo duda, que se lo pregunten a las mujeres, los kurdos, las minorías religiosas…

Pero, ¿no podrían exigir España, y el resto de Europa, la aplicación del principio de reciprocidad? Por ejemplo: si se construye una mezquita con capital turco, que se haga lo propio con una iglesia… allí. Pero, se me olvidaba: ¡no se pueden construir nuevas iglesias en Turquía! No digamos, ya, en Arabia Saudita…

Y, ante todo, ¿cómo incorporar en nuestra posmoderna Europa a un estado –el turco- que no ha reparado mínimamente al pueblo armenio? ¡Ni siquiera reconoce que perpetrara el primer genocidio moderno hace casi un siglo! Es más, el estado turco castiga a todo aquél que cuestione mínimamente un negacionismo que en Europa, por lo que respecta a la Shoah, se persigue ejemplarmente. Recuérdese el caso del Premio Nobel de Literatura 2006, el turco Orhan Pamuk, quien por su crítica a ese negacionismo del genocidio armenio se había exiliado el año anterior. O al periodista Hrant Dink, de origen armenio, quien en el semanario Agos propugnó un diálogo entre turcos y armenios que partiera del reconocimiento del sufrimiento causado; por lo que fue condenado, también en 2005, por violar el artículo 301 del Código Penal, es decir, ¡«insultar la identidad turca»! Finalmente, sería asesinado el 19 de enero de 2007. No recuerdo que el Partido popular protestara por nada de ello.

Aunque, casi, por completo desconocida en España, nos une con Armenia una pertenencia común: las raíces cristianas. Armenia fue, además de una de las más antiguas naciones del mundo, la primera cristiana; antes, incluso, que la propia Roma. Pero, en la segunda década del pasado siglo, pudo desaparecer por completo de la mano del ejército turco. Ya había sufrido persecuciones y matanzas terribles con anterioridad. Así sucedió en 1880; después en 1896, cuando fueron asesinados 300.000 armenios bajo el sultanato de Abdul Hamid II; y en 1908, al ser masacrados otros 30.000 en la ciudad de Adaná. Pero será en 1915 cuando se consumó la tentativa de eliminar toda la población armenia residente en territorio turco. En febrero de ese año, 60.000 reclutas armenios del ejército turco fueron fusilados. A continuación, todos los varones armenios con edades comprendidas entre los 15 y 45 años fueron enrolados en el ejército; siendo explotados hasta la muerte. El 24 de abril de aquel fatídico año, 600 líderes de la comunidad armenia fueron detenidos en Estambul y ejecutados. Desde entonces, esa fecha figura en el calendario de la diáspora armenia, indeleblemente, en un ejemplar ejercicio de memoria histórica y de reconocimiento al martirio de sus antepasados. Pero los genocidas no se detuvieron ahí. La restante población armenia -niños, mujeres y ancianos- fue desalojada de sus localidades y organizada en unas «marchas de la muerte» hacia el desierto de Siria y el mar Negro; falleciendo por hambre, sed y malos tratos en su inmensa mayoría. Aún, a finales de la Primera Guerra Mundial, unos 300.000 armenios fueron masacrados en el Cáucaso turco. Finalmente, entre 1920 y 1923 se perpetraron las últimas matanzas. A lo largo de todos esos terribles años, decenas de miles de mujeres y niños fueron raptados y violados; el patrimonio personal y cultural del pueblo armenio fue destruido; su riqueza, expropiada… Y todo ello, ante la pasividad internacional; limitándose las potencias europeas a unas pocas advertencias nominales y mínimas investigaciones. De los dos millones de armenios que vivían en Anatolia en 1914, una vez finalizadas las diversas oleadas genocidas, apenas sobrevivía una cuarta parte; refugiados en Líbano, Francia, Argentina y en la pequeña Armenia soviética. Los responsables de este exterminio sistemático fueron los «Jóvenes Turcos», militares nacionalistas que perpetraron tamaña «limpieza étnica» en el marco del proyecto de una Turquía «moderna» elaborado por sus dirigentes Mehmet Tallat, Ismael Enver y Ahmed Jemal.

Pero hubo más víctimas: unos 300.000 asirios -también cristianos- fueron masacrados. Otro genocidio casi desconocido del que nunca se habla. Y unos pocos años después, los griegos residentes en Anatolia occidental -más de millón y medio- fueron expulsados a resultas del conflicto griego-turco desarrollado al término de la Gran Guerra. De esta manera, si en la Anatolia de primeros del siglo XX algo más de un 30 % de su población era cristiana, en la actualidad no llega ni al 1 %.

La mera afirmación, en Turquía, de la realidad de este genocidio, sigue siendo perseguida penal y policialmente. Sus diversos gobiernos nunca lo han reconocido; pese a la existencia de cientos de fotografías de la época y numerosísimos testimonios de diplomáticos extranjeros, misioneros, militares alemanes (entonces aliados), memorias de supervivientes, etc.

En este conflictivo contexto, de negacionismo, islamismo ascendente, protestas ciudadanas contra la corrupción, ¡Mariano Rajoy se deja fotografiar sonriente en un mitin islamista! Un comportamiento, nada heroico, al que en vicisitudes muy diversas nos viene acostumbrando.

No parece, pues, que Rajoy haya renunciado al proyecto ideológico radical-progresista que heredó de Rodríguez Zapatero; una de cuyas expresiones sigue siendo la Alianza de las Civilizaciones. Casualmente, Erdogan era su otro gran propulsor…

Estamos a un año del centenario del genocidio armenio. Sabemos qué podemos esperar al respecto del Partido Popular de Rajoy: ¡no molestemos a Erdogan! Sonriamos y dejemos pasar las cosas.

Pero, ¿podría obrarse de otra manera? Efectivamente. Ha sido el caso del Tribunal Federal de Buenos Aires que dictaminó, el 1 de abril de 2011, que «El Estado turco ha cometido el delito de genocidio contra el Pueblo Armenio, en el período comprendido entre los años 1915 y 1923» en el que fueron asesinadas un millón y medio de personas mediante una «estructurada planificación exterminadora».

Si ya Francia, Suiza y Holanda, en la década anterior, habían emprendido un camino convergente al argentino, la cosmopolita casta judicial del Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, allanando las pretensiones del futuro socio turco, emitió una sentencia nefasta el 17 de diciembre de 2013 en la que establecía que la negación del genocidio armenio -por la que fue condenado un político turco en 2007 en Suiza- constituía un ejercicio de la libertad de expresión, no pudiendo ser objeto de condena penal.

De modo que Rajoy ha seguido, también en ello, los dictados de sus colegas de casta que conciben Europa como un club económico, dirigido por una oligarquía político-financiera  que prima el lucro por encima de todo, alimentado por un pensamiento único y sostenido por unas estructuras administrativas y judiciales restrictivas y alejadas de los pueblos europeos.

Que nadie se confunda: Turquía es una gran nación, orgullosa de su rica tradición cultural, artística e histórica, poblada por gentes de mucha iniciativa, dignidad y carácter. Como europeos, que estamos perdiendo rápidamente nuestras raíces, podemos aprehender lo mejor de ese orgullo; no para discriminarles, sino para dialogar y construir desde la propia identidad y pertenencia. No en vano, sin identidad no se dialoga: se parlotea. Y si renuncias a ella, no serás respetado.

Por todo ello, Armenia debe nuestra gran referencia: por su sacrificio y resistencia, su voluntad de supervivencia, su memoria, su desacomplejada identidad.

http://latribunadelpaisvasco.com/not/969/rajoy__erdogan_y_el_genocidio_armenio