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Crónicas navarras de Fernando José Vaquero Oroquieta

Entrevistas

España desde la mirada de Ramón Pi: una entrevista a la actualidad.

Reflexiones en torno a la actualidad sociopolítica española desde la experiencia y la mirada privilegiada de un testigo de excepción.

 

Ramón Pi es uno de los periodistas españoles más conocidos y experimentados hoy día; trayectoria avalada por una larga experiencia profesional y el ejercicio de su vocación periodística desde la coherencia y la fidelidad al ideal y marcado por una inequívoca experiencia religiosa. Actualmente trabaja en Radio Nacional de España, Popular TV, Grupo Intereconomía… Hemos querido conocer sus opiniones en torno a una actualidad sociopolítica marcada por la ofensiva desatada contra la familia desde el poder dominante en España.

 

Pregunta: ¿Católicos en el periodismo o periodistas católicos?

 

Respuesta: Son modos de decir más o menos lo mismo. Periodistas solventes, y católicos fieles.

 

P.: ¿No corremos el riesgo de que los periodistas católicos sobrevivan atrincherados en grupos afines o en los medios estrictamente religiosos?

 

R.: Es posible que se llegase a una situación así, si la persecución fuera un hecho lo bastante grave. Creo que no estamos en eso en España, todavía. En la Alemania nazi, los grupos humanos perseguidos por Hitler no pudieron ni siquiera atrincherarse.

 

P.: ¿No echa de menos la existencia, en España, de un diario, electrónico o impreso, que juegue el papel que en su día desarrollaron El Debate o Ya?

 

R.: No es fácil contestar a esto. En nuestra tradición, los periódicos han sido, y son, lugares de encuentro de grupos políticos, sociales, religiosos, que se reconocen en sus páginas y su línea editorial. Si se acosa lo bastante a los católicos, creo que inevitablemente se echará de menos un diario de papel (aún estamos en la galaxia Guttenberg) de estas características, aunque no del mismo modo que en la época de El Debate o Ya: una publicación confesional y entroncada con la jerarquía de la Iglesia me parece hoy más problemática que entonces. De hecho, creo que ya empieza a apreciarse cierto deseo de algo así, porque ni “ABC” ni “La Razón” responden a este patrón. Tal vez “La Gaceta” cumpla un papel parecido, pero su condición de diario económico es un inconveniente grave para que se convierta en el diario de referencia de millones de católicos. Por otra parte, es muy caro poner en los quioscos un diario con aspiraciones de ser un referente nacional. ¿Hay gente suficiente para arriesgar muchísimo dinero en una aventura así? Tengo mis dudas.

 

P.: Se denuncia, por todas partes, la imposición planetaria de un supuesto “pensamiento políticamente correcto”. El mismo, según su criterio, ¿se trata de un producto intelectual del neoliberalismo y del neoimperialismo,  conforme denuncian algunos, o es expresión de un poder transversal mundial mucho más profundo y sutil?

 

R.: Más bien lo segundo. No sé bien qué son el neoliberalismo o el neoimperialismo. Éstas son expresiones acuñadas con intención descalificadora por los restos del naufragio del comunismo soviético. La “corrección política” es, a mi modo de ver,  el resultado de un pensamiento antropológico que desvincula al hombre de la naturaleza, y a la naturaleza de Dios. La víctima es, claro está, el hombre. Eso no es nuevo, pero gracias a los avances científicos y técnicos se está llevando a consecuencias lógicas a las que hasta ahora nadie se había atrevido a llegar. Sufre el hombre, sufre la libertad, sufre la sociedad.

 

P.: Desde su experiencia y conocimiento, ¿qué futuro le aguarda, a la familia española, ante el inevitable impacto de la batería de medidas legislativas, del gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, que pretende modificar su faz?, ¿acaso su lento declinar o la progresiva configuración de una sociedad “paralela” como fórmula de resistencia?

 

R.: No sé si se puede generalizar, porque cada familia es un mundo. No cabe duda de que lo que usted llama batería de medidas legislativas tendrá efectos devastadores en muchas familias, por la tendencia a creer que lo legal es también moralmente aceptable. Pero también creo que otras muchas familias necesitaban un revulsivo que les hiciera cobrar conciencia cabal de los retos a que se enfrentan las próximas generaciones, y reaccionar en consecuencia. Más que de “sociedad paralela como fórmula de resistencia” yo hablaría de “sociedad renovada como fórmula de regeneración”. Hay mucho trabajo por delante, y no se trata de resistir, sino sobre todo de regenerar.

 

P.: ¿Goza de buena salud el movimiento en defensa de la vida que tanto conoce, apoya y estima?

 

R.: Un amigo mío me decía que cada vez que las organizaciones defensoras de la familia y la vida hacían algo, nos encontrábamos siempre los mismos doscientos. Exageraba, desde luego, pero el comentario nos puede poner sobre la pista de la considerable desorganización de eso que usted llama “movimiento”, que vive en estado bastante gaseoso. A lo mejor es bueno que eso sea así. No lo sé. Es probable que todo eso tenga que ver con lo que decíamos antes de la ausencia de un poderoso grupo mediático en el que se reconozcan tantos millones de personas que hoy se sienten acosadas desde el poder.

 

P.: ¿Católicos en partidos políticos o partidos católicos?

 

R.: ¿Por qué no ambas cosas? Si hay que elegir, prefiero católicos en los partidos que partidos vinculados a la jerarquía eclesiástica, aunque lo mejor quizás fuera que hubiera partidos políticos que, sin ser confesionales ni llamarse católicos o cristianos, asumiesen la doctrina de la Iglesia en lo referido a asuntos de tejas abajo. El cristianismo no es una rareza para tipos estrafalarios; al contrario, su interpretación del hombre, del mundo y de la vida es antropológicamente equilibrada, y perfectamente asumible por los no creyentes. Creo que era Norberto Bobbio quien decía que la Declaración Universal de los Derechos Humanos podrá traducirse en realidades en todo el mundo, siempre que no se pregunte por sus fundamentos, que son -añado yo- de cuño inequívocamente cristiano, y Bobbio lo sabía.

 

P.: ¿Qué memoria guardará la Historia, según su opinión, de Juan Pablo II?

 

R.: No tengo la bola de cristal, pero creo que no hace falta para prever que Juan Pablo II pasará a la historia de la Iglesia como uno de los grandes Papas, y grandes santos.

 

P.: ¿Qué espera, Ramón Pi, del pontificado de Benedicto XVI?

 

R.: Estoy leyendo (a veces releyendo) textos del cardenal Ratzinger, y me parece que hay que dar muchas gracias a Dios por habernos regalado a este buscador infatigable de la Verdad, la Bondad, la Unidad, el Amor. Siento que el Papa Benedicto XVI va a ejercer una labor enormemente estimulante para toda la Iglesia, para que no se aparte del Camino, la Verdad y la Vida. Lo que espero de su pontificado es lo mismo que de los demás: que sea un paso adelante más hacia la Ciudad de Dios.

 

P.: Los católicos españoles, ¿nos merecemos el acoso que estamos sufriendo? ¿Tendremos que testimoniar más y mejor nuestra fe o plantear batalla en todos los foros públicos y privados posibles?

 

R.: Respondo que sí a todo lo que se plantea en esta pregunta. Creo que los católicos españoles tenemos bastante merecido lo que nos pasa, aunque no somos los responsables en manera alguna: los responsables de esta persecución son los perseguidores, no los perseguidos. Pero, como digo, nos está bastante bien empleado, porque mucho del catolicismo español externo está hueco.
En consecuencia, creo también que tendremos que incorporar más y mejor la fe a nuestra vida, y hacer valer, desde luego, nuestros derechos como ciudadanos en todos los foros posibles y con todos los medios lícitos a nuestro alcance. Cuando el gobernador Festo quiso llevar detenido a Jerusalén a San Pablo (que estaba bajo arresto domiciliario en Cesarea) para contentar a los sanedritas que querían someterlo a una farsa de juicio, Pablo hizo valer su condición de ciudadano romano y apeló al César, y Festo hubo de llevarlo a Roma escoltado. (Hch, 25). Esto no significó que al final Pablo se librase de morir mártir, que no se libró, pero hizo lo que debía.

 

P.: ¿Qué raíces, considera Vd., mantienen vivo al virulento laicismo anticatólico de sectores sociales españoles bastante significativos y particularmente unidos a los actuales “poderes fácticos”?

 

R.: Ya he mencionado antes los restos del naufragio del comunismo soviético, reciclados, por así decir, hacia los nuevos dogmas de la corrección política (multiculturalismo, relativismo moral, etc.), de los que se deriva -en España y en todo el mundo, de modo especial Occidente- una actitud particularmente agresiva contra la Iglesia católica; ésta me parece que es una de las raíces por las que me pregunta. El desplome del comunismo soviético dejó a la izquierda occidental sin suelo bajo los pies, así que la distinción entre izquierda y derecha se circunscribe cada vez más a cuestiones relacionadas con la corrección política y, de manera especial, de naturaleza religiosa. Esto es una superchería más, y no será la última: el laicismo virulento sólo puede apoyarse sobre la mentira.
Además, si me permite una sonrisa, hay que tener en cuenta la vieja tradición española, que Unamuno expresaba como la de ir siempre detrás de los curas, o con un cirio o con una estaca. En esto nuestros laicistas son de lo más tradicional.

 

P.: Algunos echamos de menos la madurez de algunas izquierdas europeas capaces de dialogar creativamente con los sujetos católicos más vivos de sus respectivos países. ¿Por qué no sucede esto en España? Semejante incapacidad, ¿es una carencia exclusiva de la izquierda o la propia Iglesia arrastra una carga de culpa al respecto?

 

R.: En el resto de Europa no hay que creer que atan los perros con longanizas. Los católicos lo pasan peor que en España, por regla general. Recordemos, por ejemplo, lo que le ocurrió a Rocco Buttiglione en el Parlamento Europeo cuando se le iba a designar para la Comisión y fue objeto de un linchamiento moral indigno precisamente por ser católico. La Iglesia en España no tiene ninguna culpa de que la izquierda sea tan sectaria.

 

P.: Para finalizar, nos permitiremos una pregunta muy personal; si no tiene inconveniente en respondérnosla. ¿En qué o quien se apoya Ramón Pi para poder mantenerse fiel a sus convicciones, pese a la marea relativista y anticatólica desatada en los últimos lustros?

 

R.: No sé si esta pregunta es una especie de “telegrama con respuesta pagada”, porque no tengo más remedio que contestar como lo haría cualquier bautizado que quisiera vivir su fe: no existe otro apoyo que el de la Gracia. La cosa no tiene, pues, ningún mérito, y en mi caso, además, todavía menos. Una vez, un grupo de periodistas almorzábamos con Marcelino Camacho, todavía secretario general de Comisiones Obreras, y discutíamos sobre las virtudes de la libertad económica y los inconvenientes del intervencionismo. En cierto momento nos dijo: “No pretenderéis hacer que este viejo fraile se cambie de convento, ¿verdad?” A mí me ocurre algo parecido: ya tengo edad suficiente para comprender que no es cuestión, a estas alturas, de andar cambiando de convicciones, y menos sin motivo.

 

Muchas gracias.

 

 

Arbil, anotaciones de pensamiento y crítica, Nº 98, octubre de 2005

Entrevista a Rafael López–Dieguez: la conquista de un espacio.

Un joven partido pretende ilusionar a buena parte de los electores descontentos con la situación de deriva social que padece España y el deslizamiento del Partido Popular hacia lo “políticamente correcto”. Para conocer sus propósitos, entrevistamos al secretario general de Alternativa Española.

 

¿Qué impulsa a un padre de seis hijos, abogado y empresario, católico practicante, para dar el salto a la política, situándose en una posición marginal? Rafael López–Dieguez, secretario general del partido Alternativa Española responde, sin tapujos, a nuestros interrogantes.

 

P.: En unas pocas líneas, ¿podría resumir, para nuestros lectores, las pretensiones últimas de AES?

 

R.: En una España gobernada por un socialismo beligerante, revanchista y laicista, pero dirigido por la extrema izquierda encarnada en ERC y con una oposición centrista, reformista y liberal, AES aspira a ofrecer un partido que sin complejos defienda la Unidad de España y un Orden social político y económico acorde a los valores encarnados en la Doctrina Moral y Social cristiana, que no son otros más que, el respeto a la Ley Natural y la Moral Objetiva, todo ello administrado por un Estado social y justo que aspire por encima de todo al bien común y no al interés de minorías o partidos.

 

Aspiramos a ser los que den voz a los que desean preservar estos valores y que no están dispuestos a que el relativismo actual o la mediocridad de una oposición acomplejada termine por dar carta de naturaleza a los contravalores, tales como el aborto, las uniones homosexuales, cualquiera que sea la forma en que se las denomine, la ruptura de la unidad familiar por medio de los “divorcios express”, la manipulación del embrión humano, la ruptura de la unidad de España y por lo tanto de la solidaridad y cohesión entre los españoles con independencia de su lugar de residencia.

 

P.: ¿Cómo definiría a Alternativa Española? ¿antipartido, conservador, derecha nacional, tradicionalista…?

 

R.: Si tuviera que definir AES con los estereotipos de la sociología política actual, estaríamos posicionados a la derecha del PP en materia moral y a su izquierda en materia social y económica. En definitiva, somos un partido transversal, con un  programa que establece un claro orden de prelación a partir del cual los Principios y Valores de orden moral habrán de iluminar el quehacer diario en la política. No se concibe la consecución de la Justicia Social, si no es desde la caridad, la humildad y la mansedumbre.
 
Hoy la batalla en el terreno político se está librando en el campo de lo moral, es una lucha del bien contra el mal, tal y como lo han puesto de manifiesto las primeras medidas adoptadas por el PSOE a su llegada al poder, estos no han cambiado los aspectos económicos, sino que han dirigido todo su odio contra las cuestiones de orden moral donde no han encontrado ninguna oposición, sino, todo lo contrario, cierta connivencia del PP.

 

Las últimas campañas electorales de EEUU y la de UK junto con la actual de Alemania, ponen de manifiesto que los problemas que se debaten son de índole fundamentalmente moral o ideológico, pasando a un segundo plano las cuestiones de orden económico, ya que la realidad nos dice que, en muchas ocasiones, queden fuera del alcance de la gestión de los gobiernos nacionales.

 

Esto no quiere decir que AES no tenga un proyecto social y económico, muy por el contrario, tenemos un programa que atiende a los problemas del día a día y que ya presentamos el 23 de Octubre de 2004 y que lo terminaremos de definir en nuestra próxima III Asamblea que celebraremos el fin de semana del 5 de Noviembre. Estamos muy preocupados con el empleo precario, con la marginación de la mujer, con las políticas no discriminatorias a favor de las familias y en especial de las numerosas, con la educación, con el terrorismo, la tercerización de nuestra economía, con la actividad de las Cajas de ahorro, con la discriminación fiscal y sanitaria por razón del lugar de residencia, con la inseguridad ciudadana, con la inmigración y sus efectos tanto para con el inmigrante como para la estabilidad nacional en materia de empleo, coberturas sociales y seguridad. Y para todo ello tenemos una propuesta.

 

P.: Alternativa Española, ¿es el heredero espiritual y humano de Fuerza Nueva, es decir, de un proyecto político que, en su día, fracasó?

 

R.: AES no es heredero de nadie ni de nada, es un proyecto nuevo, fresco, que no tiene que legitimar actuaciones anteriores que se legitiman por si solas y que la historia se esta ocupando de hacer justicia y colocar a cada uno en el lugar que le corresponde. Es muy posible que lo que unos consideran un fracaso sea el mayor de los éxitos, cual es, el que se mantuviera durante 30 años una llama viva pese a las adversidades y, en esto, si me siento identificado ya que nosotros estamos en política por la obligación que nos impone nuestro Credo y ello nos lleva, en muchas ocasiones, a ir contracorriente – ya lo decía Juan Pablo II- a no contar con la comprensión ni con la ayuda de nadie y, no por ello, pase lo que pase, AES será un fracaso, es el roll que se nos atribuye a los creyentes y por el cual nos debemos sentir unos bienaventurados.

 

P.: Desde sus presupuestos doctrinales, que se remiten, según afirma, a la Doctrina Social de la Iglesia, ¿no se renuncia, de esta manera, a enganchar con los nuevos sectores sociales españoles conservadores pero alejados de la Iglesia?

 

R.: Los principios que defiende la Doctrina Social de la Iglesia están basados en la Ley Natural -que no es propiedad ni reserva de nadie- que inspira directamente el decálogo y por ende toda la Doctrina, es por ello que nadie debiera sentirse apartado de nuestro proyecto, todo lo contrario mucha más gente de lo que Ud. se puede imaginar nos acompaña en este proyecto desde posiciones no confesionales, aunque le he de confesar que, gracias a Dios, terminan comprobando por si mismos, como la Doctrina Social da respuesta a todas sus preguntas, esa es la gran fortuna que tenemos los cristianos.

 

AES nació a la luz de la nota doctrinal de 22 de Noviembre de 2002, en la que el actual Papa Benedicto XVI, cuando era Prefecto de la Congregación para  la Doctrina de la Fe, nos recordaba a los cristianos nuestra obligación de comparecer en la vida política cuando los Valores, a los que me he referido, están en peligro. La comparecencia en la vida política en estas condiciones, es una obligación para los católicos .

 

P.: Por medio de la llamada “Operación Mitterrand”, el socialismo francés impulsó el lanzamiento del Frente Nacional de Le Pen con la pretensión de laminar, a los conserbadores y liberales franceses, unos millones de electores por su derecha y, así, condenarlos a la oposición sine die. ¿Es, Alternativa Española, el rostro español de una operación análoga?

 

R.: Yo me atrevería a decir que nosotros somos fruto de la “Operación  centro-reformista y liberal del PP”, nacemos a la política por la “traición” del PP a sus votantes católicos y al pueblo español en general. AES nace con el PP en el gobierno, una vez que un grupo de españoles, por cierto cada vez más numeroso, vemos atónitos como en materias fundamentales como la vida, la familia, el PP avanza hacia posiciones que ni el PSOE se atrevió a plantear, como era la aprobación de la píldora abortiva RU–486, que instituía el aborto libre, o, cuando vimos que con el gobierno del PP se asesinaban 200 niños cada día, 83.000 en el año 2003 y fundamentalmente en las comunidades gobernadas por el PP como es el caso de Madrid donde se subvenciona a las clínicas abortistas, o a los teatros para exhibir obras blasfemas del cuñado de la Presidenta, o cuando se abría la posibilidad de la manipulación del embrión humano con la ley “Pastor” del 2003, lo que no se atrevieron los socialistas en su ley del 88, o cuando se admitía la unión homosexual por medio del llamado “contrato de unión civil”, o la adopción de menores en Navarra y Baleares gobernadas por el PP, o cuando sin dar crédito, veíamos como las transferencias de las competencias de mayor contenido político y social, imprescindibles para poder conseguir la independencia de algunas tierras de España, se perfeccionaban con el PP, como fue el caso de las socio sanitarias, las fiscales, educativas, justicia, o cuando vimos como nuestra querida España se había convertido en la primera del mundo en consumo de cocaína y de programas pedófilos y éramos la primera de Europa en fracaso escolar, o cuando al alimón PSOE y PP nos querían llevar a la perdida de soberanía a través de la, gracias a Dios, frustrada Constitución Europea.

 

Nosotros no estamos condenando a nadie “sine die” a quedar fuera de las mayorías absolutas, son ellos los que con su decisión de apartarse de la defensa de estos valores, han avivado  las conciencias de muchos españoles que están viendo con nitidez y frustración el valor de su voto a unos políticos que autorizan la píldora del día después a menores de 10 años. Las  decisiones de la cúpula del PP son las que les está condenando a la perdida del poder y, como lo saben, intentan presentar la cara amable, compareciendo en manifestaciones contra la ley del matrimonio homosexual, cuando en su programa aceptaban las uniones homosexuales y se están cuestionando la interposición del recurso de inconstitucionalidad que Rajoy nos prometió, o cuando van a Salamanca a defender la unidad del archivo y el Sr. Fraga hizo una proposición de ley para pedir que se devolviera a Barcelona. Es un farsa continua de la que el español de bien ya se ha percatado. Ha terminado la era del voto útil y del mal menor.

 

P.: Lepenistas en Democracia Nacional, tradicionalistas en CTC y CT, conservadores “duros” en el PADE, defensores transversales de los valores en Familia y Vida, anti-inmigracionistas en Plataforma por, Falanges varias… ¿demasiados pesqueros para tan pocos peces?, ¿qué espacio quiera ocupar AES?

 

R.: Es cierto demasiadas siglas. Esa es la razón por la que pudiendo mantenerse la identidad de cada partido, se debe pretender una unidad electoral. Es mucho más lo que nos une que lo que nos separa. En estos momentos tan delicados que atraviesa España es necesario un esfuerzo de generosidad de todos los partidos.  Nuestra teoría es que la unidad electoral debe pilotar sobre muy pocos puntos, de forma tal que se evite la discusión estéril .

 

Ya se que las reticencias son muchas, todos tenemos nuestras diferencias y nuestras razones para existir por nosotros mismos y, ello es legitimo, pero ante una situación como la actual donde los Principios y Valores fundamentales están siendo destruidos, es cuando se hace necesario una gran dosis de humildad.

 

En estos momentos la vida, la familia, las raíces cristianas y España están en peligro, pues bien, edifiquemos sobre estos puntos nuestros acuerdos. No debe ser difícil. España y los españoles nos esperan, no les defraudemos.
 
P.: Este verano, AES se ha manifestado dispuesto a colaborar con cualquier proyecto que defienda en España “la defensa de un orden social, político y económico acorde a la ley Natural y la Moral objetiva, dentro de un Estado social y justo que tienda sin complejos al bien común”. ¿Qué respuesta ha encontrado?

 

R.: El manifiesto al que Ud. se refiere es la respuesta de AES a un articulo de D. Eulogio López, director de Hispanidad.com de principios de Agosto, en el cual sugería una alianza electoral, y como ya le he explicado, estamos de acuerdo con este tipo de iniciativas que intentaremos apoyar, como siempre lo hemos hecho.

 

Además nos consta que el PP esta intentando romper esta iniciativa, para lo cual esta buscando el apoyo de alguno de esos grupos a los que Ud. se ha referido, con el objeto de evitar el nacimiento de un proyecto común.

 

P.: AES, ¿nace “frente” al Partido Popular o desde la afirmación de una propuesta constructiva?

 

R.: AES no nace en contra de nada ni de nadie, muy por el contrario nace a favor de... No creo en lo proyectos negativos, están abocados al fracaso. Ahora bien eso no es razón para que no se denuncie la actitud de determinados partidos o personas.

 

Si nosotros nos referimos al PP es porque del PSOE se sabe lo que se puede esperar, pero lo que realmente duele no es la actitud perversa del “enemigo político” sino la traición o la indeferencia del “amigo”. Con sinceridad, creo al PP tan, o más responsable, que el PSOE, en haber llegado a esta situación, ocho años de gobierno, cuatro de mayoría absoluta debían haber sido más que suficientes para “blindar “ determinados aspectos innegociables. El ejemplo de los revanchistas del PSOE dirigidos por ERC ha sido claro, mire Ud. lo que han sido capaces de hacer en 16 meses de gobierno.

 

Ahora bien eso no quiere decir que el PP no haya hecho cosa buenas, como la posición ante el terrorismo, o la iniciativa del Plan Hidrológico Nacional, o el saneamiento de las cuentas publicas, o acabar con la corrupción institucionalizada, aunque parece que alguien les ha salido “respondón”, o algunas cuestiones más de orden económico. Pero todos estos “éxitos”, se eclipsan con su aptitud mediocre, cuando no connivente, ante los grandes problemas que afectan a la base de la sociedad y la convivencia.

 

Lo peor es que ya no tienen vuelta atrás, su posición es irreversible, lo que se ha puesto de manifiesto en las ultimas declaraciones al periódico El Mundo de los Sres. Acebes y Zaplana. Están entregados al liberalismo capitalista más extremado, buscando un centrismo que se ha demostrado sociológicamente inexistente y, puede que a forma de UCD terminen disolviéndose como un azucarillo.

 

P.: Muchos católicos, democristianos pero también conservadores y liberales, optan por el Partido Popular como la única alternativa real y posible. Su nueva formación, ¿no confundirá y dividirá, esterilizándolo, al nuevo catolicismo social español?

 

R.: Se está Ud. refiriendo a la nefasta teoría del voto útil y el mal menor, pues bien, es posible que todavía algunos españoles caigan nuevamente en este error, pero es evidente que la era del voto útil ha terminado, prueba de ello es que el PP ya no se declara de derechas sino de centro-reformista y liberal, de forma tal que está autoexcluyendo de sus filas al voto “conservador” y aspira ser el referente del centro liberal.

 

El PP ha abandonado voluntaria y conscientemente un espacio, que es, el de la defensa de estos Principios y Valores de orden moral que tienen su trascendencia en el orden político, social y económico, ya que se trata de un estilo y forma de vida. Es por ello que es imprescindible ocupar a la mayor brevedad posible el espacio abandonado.

 

Ellos han forzado esta situación, pero han cometido un error de calculo ya que no contaban con que existiría reacción. Ellos piensan que una vez más el voto católico y el más conservador los seguirían, ante la inexistencia de otra alternativa, pero en esto se han equivocado.

 

Dividir algo supone que habrán de salir dos productos iguales en su esencia aunque no en su tamaño, pero este no es el caso, porque la esencia es totalmente distinta y la razón de su existencia también, por lo tanto nosotros no estamos dividiendo nada, ellos son los que abandonan y nosotros tomamos la bandera.

 

El español con la conciencia bien formada sabe que no puede votar a un partido en el que bajo el mismo paraguas convive el abortista con el contraabortista, el partidario de las uniones homosexuales con el que no lo es, el partidario de la píldora del día después con el que la rechaza etc..., ésto es un caso único en Europa.

 

Mire Ud., cuando en marzo pasado fui invitado a Estrasburgo por miembros del Grupo Popular Europeo, en concreto por los conservadores ingleses, me pude dar cuenta que el “caso PP” era único en Europa, en otros países existen los llamados partidos conservadores (UK) o de derecha nacional (Dinamarca, Holanda, Suecia) o familiares (Polonia y países del este) custodios, en términos generales, de los mismos valores que nosotros defendemos y, de otra parte están los partidos liberales, pero en ningún caso ambos integrados, como es el caso del PP, que quiere al hombre de la llamada “derecha” y al liberal en la misma cesta, porque como bien me decían los representantes de estos grupos, socios del PP, es una formula que con el tiempo habrá de fracasar y que no entendían como se había mantenido hasta ahora. Prueba de ello es la diferencia existente entre la actitud del PP español ante la Constitución Europea y la de sus socios europeos, que nos invitaron a explicar ante los parlamentarios europeos nuestras razones al no, que de otra parte he de decirle fueron traducidas a cinco idiomas y utilizadas en las diversas campañas. Obviamente el PP no asistió a nuestra conferencia, pero sí sus socios, que de esta forma nos legitimaban como interlocutores validos en esta materia y, si Dios quiere, probablemente en otras.

 

P.: Qué modelo político le gusta más? ¿el francés, con un Frente Nacional importante pero marginado de todas las instituciones, o el italiano, con una Alianza Nacional integrada en el Polo de las Libertades y capaz de “hacer”política real?

 

R.: Algo que he aprendido es que cada país es un mundo en materia política. Me he preocupado de mantener contacto con muchos partidos europeos de distinto signo y he podido comprobar que cada uno es fruto de la cultura e historia política de su país. No es lo mismo Italia que Francia ni Austria que Dinamarca.

 

Pero contestando a su pregunta, es evidente que nosotros queremos y estamos convencidos que tenemos una oportunidad de participar en el futuro de España, ¿acaso no está España dirigida por un partido de minorías como es ERC? ¿imagina si en cambio de ERC fuera un partido como AES? ¿cómo sería España?. Y además es que esta situación ya existe en muchos países de Europa y funciona, “homólogos” nuestros gobiernan en coalición en sus países o tienen  la fuerza suficiente para influir en el futuro de sus naciones.

 

Nuestra aspiración no es una utopía, sólo exige que unos cientos de miles de españoles – menos del 2% de los votantes- se decidan, den el paso, como lo han hecho otros europeos, sólo necesitamos que un mismo numero de votantes, como los que han votado a ERC, nos voten a nosotros. ¿no es acaso un objetivo alcanzable?

 

P.: Sin contar con medios de comunicación afines, ni sindicatos de intereses, tampoco poderes fácticos… ¿cómo pretende hacer llegar al español medio sus propuestas?

 

R.: Lo peor no es, no contar con medios de comunicación, lo peor es tenerlos a todos en contra, unos, los de izquierda por la rivalidad política, y otros, los de “derechas”, por el miedo a que el PP pierda votos.

 

En los últimos meses nos hemos tenido que enfrentar a situaciones propias de gobiernos marxistas al más viejo estilo, cierto es que nuestro mayor detractor en los medios es un exmarxista radical, que por cierto, hoy utiliza los medios de una Iglesia a la que no pertenece y nos margina de los mismos, difamándonos e incumpliendo sus obligaciones contractuales; la justicia tiene la ultima palabra. Es al menos paradójico que los que somos creyentes y practicantes y colaboramos con nuestros medios con la Iglesia, se nos marginen de sus medios de comunicación y más cuando nuestro discurso es la defensa de su Doctrina Social.

 

Periódicos y cadenas de radio consideradas los “voceros del PP” se han negado a insertar nuestros anuncios publicitarios -por supuesto pagados, incluso por anticipado- en los cuales se pedía la defensa de la vida, la familia, las raíces cristianas y de España, en los mismos que hicimos famoso el eslogan de “Zapatero embustero” que luego fue utilizado  y capitalizado por todos nuestros detractores.

 

En definitiva nos daremos a conocer con los medios que nos brinde las organizaciones y la gente de bien, como es su caso, de forma virtual a través de Internet, o participando en tertulias de radio, que recomiendo, o con presentaciones en toda España, piense que ya estamos presentes en todas las Comunidades Autónomas y tenemos sedes abiertas en muchas de ellas y, por ultimo, y lo más importante con la ayuda de Dios, que estoy seguro no nos abandonará en esta lucha por recuperar para ÉL la tan querida tierra de María.

 

Muchas gracias.

 

Arbil, anotaciones de pensamiento y crítica, Nº 97, septiembre de 2005

Entrevistamos a Jaime Larrínaga: víctimas del terrorismo, negociación con ETA, retos éticos, Iglesia y sociedad.

Una vez celebrada la manifestación convocada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo, el pasado 4 de junio de 2005 en Madrid, en contra de la negociación del Gobierno con la organización terrorista ETA, hemos entrevistado a D. Jaime Larrínaga, cofundador de Foro El Salvador, al objeto de conocer algunas de sus reflexiones en torno al futuro del País Vasco y la situación política actual.

D. Jaime Larrínaga, en su día, alcanzó una notable celebridad mediática, aunque no buscada, por su decidido posicionamiento público en defensa de las víctimas del terrorismo. Ello le llevó, junto a otros, a la fundación de Foro El Salvador (entidad vasca que agrupa a católicos movilizados en defensa de las víctimas del terrorismo y frente al nacionalismo excluyente); a que le fuera asignara escolta policial (primer caso de sacerdote vasco en semejante situación); y a dejar finalmente su querida parroquia de Maruri, en Vizcaya, a causa de la presión totalitaria desplegada por el nacionalismo vasco excluyente en contra de su persona y de quienes le apoyaban. Transcurridas, ya, unas semanas desde la celebración de la multitudinaria manifestación convocada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo en contra de la negociación del Gobierno con la organización terrorista ETA, hemos querido entrevistarle para que nos expusiera algunas de sus reflexiones en torno al futuro del País Vasco y la situación política actual.

Pregunta: ¿Siguen vigentes las razones que le impulsaron a la fundación, en su día y junto a otros compañeros y amigos vascos, Foro El Salvador?

Respuesta: Son tiempos importantes los que vivimos. Por esa razón, mis respuestas a la entrevista no quiero que sean “correctas políticamente” sino más bien, “correctas a mi conciencia”. El Foro EL SALVADOR empezó su andadura, demasiado tarde, dos años después de la liberación de lo que quedaba de Ortega Lara y del vil asesinato de Miguel Angel Blanco. El Foro EL SALVADOR denuncia, con todas las fuerzas, las barbaridades y atrocidades de ETA y de sus cómplices: los nacionalistas, muchos de los empresarios que siguen pagando el impuesto revolucionario y la Iglesia vasca por su conducta generalmente nacionalista. Al mismo tiempo, el Foro quiere, sin tibiezas, apoyar a las víctimas, los más pobres de nuestra sociedad, así como darles el calor cristiano que pedían y no encontraban por ninguna parte.
Todos somos conscientes de cómo la sociedad española ha rectificado positivamente su relación con las víctimas, como recientemente demostró en la manifestación del 4 de Junio en Madrid. Pero no nos podemos dormir y por esta razón  el  Foro EL SALVADOR, cumpliendo con su misión de ser la voz de las víctimas, denuncia y protesta de que el Gobierno de España está a punto de cometer el mayor atentado contra las víctimas del terrorismo, negociando y sólo escuchando a los terroristas de ETA. Dialogar con ellos es darles una parte de la razón, y cómo un Gobierno, mínimamente digno, puede hablar precisamente con los asesinos que quitaron para siempre la palabra a tanta gente. No se puede construir la paz sin justicia, y la justicia debe ser independiente a quien esté en el poder: la derecha o la izquierda. Escuche el Gobierno a las víctimas, y no a ETA y a Ezquerra Republicana.
La dignidad de un pueblo está en las víctimas. El Gobierno que las olvida,  pierde toda su dignidad y su credibilidad.  

P.: Transcurridos varios años desde la creación de Foro El Salvador, según su criterio, ¿se observan indicios de cambio, en la Iglesia vasca, orientados a la acogida de las víctimas del terrorismo y en contra de la polarización social provocada por un nacionalismo excluyente que, al parecer, también sedujo en el pasado a un sector significativo de la misma?

R.: Actualmente la sociedad vasca esta fracturada, está rota, por obra y gracia del terrorismo de ETA, con la complicidad activa y pasiva de las jerarquías políticas -Gobierno vasco- y eclesiásticas. En ella, algo menos de la mitad, según las estadísticas, es nacionalista y, además, separatista, y tiene todos los derechos.  El otro grupo, más de la mitad de la población, es constitucionalista, no puede hablar libremente ni expresarse, y siempre bajo la amenaza del atentado contra sus bienes o contra sus vidas. Hay un tercer grupo -una minoría- que se declara nacionalista separatista y terrorista, y que habla con la fuerza bruta de las pistolas y de las bombas.
La mayor parte de los textos de los obispos vascos adolecen de la ambigüedad, las evasivas, los eufemismos y la equidistancia entre víctimas  y verdugos. Sin embargo, a finales del año 2.000 D. Ricardo Blázquez tuvo un recuerdo para las víctimas y pidió perdón “por la falta de atención que ha podido tener la Iglesia de Vizcaya con las víctimas del terrorismo”. Incluso D. Ricardo ha decidido presidir, contra el parecer del presbiterio, los funerales de todas las víctimas del terror.
Mns. Setién  en el Club Siglo XXI de Madrid en 1.991 defendió el reconocimiento del derecho de autodeterminación como solución al problema de la violencia -la Iglesia vasca nunca utiliza el término terrorismo -.
En 1.995 los prelados vascos apoyan una negociación entre ETA y el Gobierno en la que la propia Iglesia vasca se prestaba a hacer labores de mediación. Y pese a la indignación de los sectores no nacionalistas, la Conferencia Episcopal salió en defensa de los obispos vascos.
La Iglesia vasca  nunca ha dicho que la coincidencia con los fines de ETA contamina la actividad de cualquier partido nacionalista. En general los obispos vascos no han sido mucho más generosos con las víctimas de ETA, ni más duros con los asesinos encarcelados. Todos, en mayor o menor medida, se han mostrado comprensivos con los etarras y poco piadosos con las víctimas.

P.: El nuevo movimiento cívico vasco viene sufriendo sucesivas derrotas: los partidos constitucionalistas no lograron expulsar al PNV del Gobierno vasco en las elecciones autonómicas, se ha roto la unidad constitucionalista, el PSE-PSOE se deja arrastrar en una verdadera deriva táctica e ideológica, José Luis Rodríguez Zapatero y sus aliados nacionalistas han desmontada buena parte de la arquitectura antiterrorista edificada desde los gobiernos del Partidos Popular, se ha dividido artificial y sectariamente a las víctimas del terrorismo... En estas durísimas circunstancias, la manifestación convocada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo en Madrid, el pasado 4 de junio, ¿puede suponer un punto de inflexión en esta dramática trayectoria?

R.: A partir del 4-Junio cada uno sabe dónde esta. Con las víctimas o con los intereses de algunos partidos políticos. El 4 de Junio pudimos manifestar claramente  nuestra situación: los que fuimos a la manifestación y apoyamos totalmente a las víctimas, y los que no fueron, plegándose a los intereses de los partidos. La crisis que ha surgido en estos últimos tiempos en los movimientos cívicos servirá para fortalecernos más aún a los que nos hemos quedado con las víctimas y su memoria: VERDAD, JUSTICIA, PERDÓN Y PAZ. No se puede alcanzar la paz fuera de esta memoria.
Ahora, cuando el Gobierno quiere establecer su política terrorista con los nacionalistas, para quienes las víctimas son molestas, es precisamente ahora cuando no les debemos fallar. Los que estamos con las víctimas protestamos y denunciamos la política del Gobierno, nefasta para los que sufren la pérdida de un ser querido. Después del 4-J, y después de la crisis y de la espantada de algún movimiento, los que nos hemos quedado con las víctimas, nos hemos fortalecido.

P.: El movimiento cívico vasco sufre una profunda crisis en parte derivada de la renuncia del socialismo oficial español a algunos de sus presupuestos ideológicos más importantes. Al quedar el Partido Popular como principal valedor del constitucionalismo, ¿no se corre el riesgo de que este movimiento sea instrumentalizado por el Partido Popular y pierda frescura, iniciativa y anclajes sociales?

R.: Es verdad que algunos movimientos han sucumbido a los encantos de nacionalistas y socialistas. En este último año las víctimas han ido perdiendo el calor y el apoyo y no quisiéramos que sufran la soledad y el olvido por parte de la sociedad, como en los años ochenta. Los medios de comunicación en España, en su mayoría, se han plegado a los intereses de los poderosos, del Gobierno y de las minorías nacionalistas. ¡Qué horror, estar con los terroristas antes que con las víctimas! El PSOE, cuando estaba en la oposición, tuvo una política digna con el Gobierno del PP, en la política antiterrorista y en la defensa y apoyo de las víctimas, como es la Justicia restaurativa.
Todas las víctimas de ETA, también las del bando socialista, tienen que sufrir de nuevo esta afrenta por parte del Gobierno. Que el PP, con esa masa social que representa al 40% de la población española, nos apoye en nuestros planteamientos, no significa que vayamos a perder nuestra independencia ni traicionar a nuestros principios. Dentro del amplio programa del PP, el problema de las víctimas, un problema concreto y puntual, coincide fundamentalmente con el de los movimientos cívicos. Nosotros no nos hemos adaptado, ellos se han adaptado a nuestro programa y exigencias, de la misma forma en la que se adaptaron los socialistas cuando estaban en la oposición. Pero ahora en el poder, se han alejado de nuestro programa y se han aliado con los nacionalistas y sus defendidos, los terroristas.

P.: Desde que, personalmente, se implicó en la defensa de las víctimas del terrorismo, ¿ha mejorado su situación?, ¿se ha avanzado en el reconocimiento social de su dolor y heroica aportación a la construcción de la convivencia nacional?

R.: Sin ninguna duda. Como se demostró en la manifestación del 4-J. Actualmente las víctimas no son las personas olvidadas o tapadas de la sociedad española. Son reconocidas y queridas en gran parte de España. Aunque queda mucho por hacer por ellas en el País Vasco, por la política nacionalista del Gobierno y la actuación, poco clara y valiente, de la Iglesia vasca.

P.: Los grandes medios de comunicación españoles, ¿están contribuyendo a la clarificación social y moral de la sociedad española o, por el contrario, algunos de ellos, están impulsando cierto oscurecimiento de su conciencia ética y la desmovilización social?

R.: En la gran manifestación del 4-J, las víctimas y los miles de españoles que llenaron las calles de Madrid no cesaron de agradecer, a lo largo de todo el recorrido, a la Cadena COPE, por su postura clara a favor de las víctimas. No nos tenemos que olvidar de otros medios, como ONDA CERO, INTERECONOMÍA y otras emisoras más modestas, todos ellos con una actuación digna y honesta con las víctimas.
Otras emisoras, poderosas, privadas y públicas, financiadas además por todos los españoles, incluidas las víctimas, se dedican a dividir, a debilitar y a ofender a las pobres víctimas, así como a desmantelar todo el trabajo realizado en estos últimos años por los distintos movimientos cívicos españoles.
El 4-J la manifestación de cerca de un millón de españoles en Madrid, un hecho sin precedentes contra la política antiterrorista del Gobierno, el que sólo fuese TELEMADRID el que informase toda la manifestación, significa que la libertad así como la democracia actualmente en España están en grave crisis. Fuera de la Comunidad de Madrid no pudieron enterarse de lo que pasó en Madrid. El Gobierno, como hacen todas las Dictaduras, informa sólo de lo que le interesa. Y los diarios, la mayoría plegados a los intereses del Gobierno, publicaron que sólo se manifestaron 60.000 personas. De auténtica risa. ¡Cómo manipulan y tergiversan la realidad! Da pena que en España -no podemos olvidar que estamos en Europa- tengamos esta democracia bananera. Tenemos poca tradición democrática; aún tenemos que trabajar mucho. Tenemos poca prensa independiente y que informe bien.

P.: Son unos hechos objetivos, y fácilmente perceptibles, la ausencia de compromiso social y la desmovilización ciudadana de buena parte de la sociedad española ante los graves dilemas históricos que se le han planteado en la última década ¿Qué razones explican, a su juicio, esta realidad?

R.: Hasta hace más o menos 40 años, la sociedad española era una sociedad primitiva, arcaica, subdesarrollada. Es en los últimos años del franquismo cuando se da una fuerte transformación en la sociedad española. Se da el paso del subdesarrollo al desarrollo, en el que nace una clase media, alta y media, numerosa y fuerte y que empieza a tener cada vez más protagonismo en la vida pública española. Es gracias a esa clase media por la que se hace pacíficamente la transición de la dictadura o dictablanda, a la democracia. Pero la clase media española, que cada día vive mejor, carece de tradición reivindicativa.
Actualmente se nota en este sector una gran preocupación por consolidar una verdadera vertebración de nuestra España plural, como una política clara exterior, sin olvidarnos de los grandes temas como son la familia, la educación, el matrimonio,...
No puede funcionar una España de autonomías o federal sin solidaridad. Y actualmente España, sometida y dirigida por la política nacionalista de los catalanes y vascos, carece de esa solidaridad necesaria.
Para mí, la clase media española, que es la que da estilo, la que marca las pautas, debería de participar más en consolidar la forma de Estado, así como en establecer las bases políticas y sociales de igualdad de derechos y deberes de todos los españoles, no de los territorios, como ocurre en toda Europa.

P.: El PSOE, particularmente el vasco, ¿tiene posibilidades de un recambio, en su liderazgo, coherente con la tradición política de izquierdas que aseguraba buscar la justicia social y la igualdad ante la Ley de los españoles?

R.: Los socialistas vascos que podrían liderar un cambio están “anulados” o en dique seco, como es el caso de Nicolás Redondo, Gotzone Mora, Rosa Díez, Maite Pagaza... Los actuales líderes del PSOE en el País Vasco están tan afectados por el “virus nacionalista”, que están totalmente “vacíos” como socialistas. Deplorable la conducta reciente de Patxi López, candidato socialista a Lehendakari, con María San Gil, líder del PP, y con los representantes políticos de ETA. La línea oficial del socialismo vasco ha perdido su identidad y no se ha librado aún de su tradicional odio a la derecha, pero a la derecha española, no a la derecha vasca nacionalista, a la que es capaz de hacer cualquier trabajo sucio, porque las dos odian a la derecha española por distintos motivos.

P.: ¿Qué ha hecho mal el centroderecha español para merecer la situación de marginación en que se encuentra?

R.: Los socialistas no supieron digerir la derrota del Gobierno de Felipe González, basada fundamentalmente en la gran corrupción que había en su Gobierno, como en los aledaños del poder. Tampoco muchos de la izquierda se han olvidado aún de la guerra civil, por lo que el odio a la derecha es ya congénito para ellos.
Cuando el centroderecha español gozó de la mayoría para gobernar con Aznar, el Gobierno infravaloró el poder de los medios de comunicación, entregándolos a grupos de poder que actualmente se han convertido en el mayor enemigo del centroderecha y al mismo tiempo en los grandes aliados y cómplices del poder socialista actual.
Y el Gobierno actual, que nace viciado el 14-M del año 2.004, es un sometimiento a la dictadura de las minorías nacionalistas, cuyos fines no son la unidad de la nación española con su pluralidad regional y con la solidaridad entre sus distintas tierras, sino la fractura de España, un volver a la Edad Media, una auténtica irracionalidad de los nacionalistas. Pero lo más grave de todo esto es que, sabiendo cómo piensan los nacionalistas catalanes y vascos, el Gobierno socialista siga las directrices nacionalistas. Todo por intentar marginar y aislar al PP, que representa a un gran sector de la población española. Con esa mentalidad, muy difícilmente se puede gobernar. ¡Qué odio debe tener la izquierda! Muchas veces me pregunto si les interesa España a los socialistas.

P.: ¿Cuáles son las raíces, a su juicio, de las constantes muestras de anticatolicismo militante de amplios sectores sociales españoles encabezados por el actual Gobierno y el partido que le sustenta?

R.: El papel positivo de la Iglesia en la normalización de la vida política española en los últimos años del franquismo y en la transición a la democracia, ha sido reconocido públicamente por todos. Las relaciones de la Iglesia con el gobierno de Felipe González fueron normales. Pero actualmente en el Gobierno de Rodríguez Zapatero están aflorando muestras de anticatolicismo por parte de muchos socialistas, nostálgicos de aquel sectarismo de la 2ª República que a la postre condujo a la guerra civil española.
España, uno de los países europeos más católico, y sin embargo no hay en Europa un país en el que el anticatolicismo sea mayor que en España, especialmente por parte de la izquierda. Una raíz sería esa tradición de la izquierda.
También en España hay una gran incultura religiosa, y sin embargo todos discuten de religión, todos creen saber de religión y de política. La realidad es que la ignorancia religiosa en España es muy grande, y el futuro que se nos avecina, muy negro. Las leyes de Educación del Gobierno socialista agravarán aún más la situación.
Otra de las raíces es el falso concepto del progresismo que la izquierda nos vende. El progreso, en vez de acercarnos a la libertad, a la verdad y a la justicia, el concepto que nos quieren vender nos encadena a la barbarie, al error y a la injusticia.
Y para terminar, hay que decir sin miedo que en los últimos tiempos, en el campo social, la Iglesia española no ha dado motivos para justificar, de alguna forma, ese anticatolicismo.

P.: ¿Todavía tiene algo que aportar la Iglesia católica al hombre posmoderno, satisfecho, consumista, hipercrítico y nihilista de hoy?

R.: Sin ninguna duda. A pesar de que el hombre actual pueda gozar de todos los logros materiales, sin embargo no es feliz, no es un hombre satisfecho. Tiene mucha sed de amor, de felicidad, de libertad, de verdad. La vida no es sólo materia, tiene un profundo sentido trascendental, que viene a dar un pleno sentido a la vida. Esta es la misión de la Iglesia, por mandato de Cristo: ser Luz y Camino para los hombres, satisfacer las grandes necesidades de los hombres y de las  mujeres, descubriéndonos la gran misión que tenemos en nuestro mundo. El plan que Dios tiene para los hombres y las mujeres es apasionante y totalmente feliz: desarrollarnos plenamente en un mundo en el que somos los señores y a la vez responsables de toda la creación.
Esta es la gran misión y el servicio de la Iglesia a los hombres y a las mujeres de nuestro tiempo.

P.: La Iglesia española, ¿tiene alguna capacidad para impulsar la regeneración ética y ciudadana de la vida social, cultural y política españolas?, ¿debe hacerlo?

R.: Nadie duda de la capacidad de la Iglesia para impulsar una regeneración ética en toda la vida española. Yo diría más, es obligación de la iglesia ser luz del mundo y sal de la tierra. Pero no para imponerse y tener todo bajo su poder, sino para cumplir con el gran mandato de Cristo: SERVIR a todos los hombres y a todas las mujeres, ayudar a cada uno a desarrollarse plenamente, recordándonos que somos IMAGEN y SEMEJANZA de Dios.
La Iglesia no olvida nunca que en todo hombre y en toda mujer está Dios,  Nos recuerda la Iglesia que la persona humana es el icono de la Divinidad.

P.: Por cierto, D. Jaime, pero ¿no estábamos todos de acuerdo en que “los curas no deben meterse en política”?

R.: A los políticos no les gusta que los curas u otras personas ajenas al mundo político, les molestemos. Los curas, que se queden en la sacristía, dicen los políticos. No hay que olvidar que en el País Vasco “meterse en política” es criticar al nacionalismo, mientras que defenderlo, que es lo que hacen la mayoría de los sacerdotes, no supone intervenir en política.
No se puede llevar el Evangelio, la Buena Nueva, si no se respetan los derechos humanos, como el derecho a la vida como ocurre en Euskadi desde hace muchos años. Sin derechos humanos, es difícil llevar a Dios. Tenemos que recuperar al hombre en su plenitud de derechos, para encontrar a Dios. El hombre y la mujer me interesan, y mucho, lo que más. En ellos esta Dios.
El Papa Benedicto XVI, cuando era cardenal Ratzinger, decía que sin libertad no puede haber una verdadera revelación de Dios. Es muy difícil llevar a Dios a hombres y mujeres que carecen de libertad. Sin ninguna duda, Dios nos quiere libres, y todo lo que hagamos a favor de la libertad, recibe todas las bendiciones de Dios. Este es uno de mis “leit-motive” en la lucha por la libertad en el País Vasco; muy importante para mí, pues una sociedad que se acostumbra a vivir sin libertad, se acostumbra también a vivir sin Dios.
Trabajar por los derechos humanos es lo más evangélico.

P.: ¿Nos permite, para terminar una pregunta personal? Para mantenerse en pie, fiel a la Iglesia y al compromiso con los más débiles de nuestra sociedad, ¿en qué -o quien- se apoya Jaime Larrínaga?

R.: En verdad es difícil mantenerte en pie, con dignidad, en contra de gran parte de sociedad “políticamente correcta”, incluso perdiendo la amistad de muchos amigos –no pudieron ser verdaderos amigos los que no saben respetar- y familiares. La explicación está en la fuerza interior, en esa fe en Cristo que me hace fuerte para nadar contra-corriente y para ayudar y defender a las víctimas. Por esta conducta, hace tiempo que duermo felizmente. Gracias, víctimas.
“Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por defender la justicia y la libertad de los más pobres”, en este caso de las víctimas. “Estad alegres y contentos”. Son palabras de Jesús para todos.
También gracias a tanta gente, hombres y mujeres, que venía todos los domingos a participar en la Eucaristía que presidía en Maruri y a manifestarme el apoyo y el cariño. Venían con gran sacrificio para apoyarme en mi lucha por la libertad y por las víctimas, pero volvían también contentos a sus casas y con muchas ganas de luchar, durante la semana, por los derechos humanos, pisoteados en el País Vasco.
Gracias también  a tanta gente que me escribió y me escribe felicitándome y animándome a seguir fiel a las víctimas. Gracias a todos.

Aprovecho, finalmente, la entrevista, para compartir unas reflexiones que me parecen fundamentales. Ante los acontecimientos que se precipitan, -decisiones de los jueces con respecto a asesinos de ETA, vuelta del brazo político de ETA a las instituciones, libertad de actuación para los grupos juveniles de ETA...-, que son cesiones del Gobierno a los terroristas, mientras ellos sólo prometen no atentar (¿) a cargos políticos, pero el terror y el miedo siguen y son ellos, los terroristas, los que dirigen la política de Rodríguez Zapatero: lanzo un S. O. S. a la sensatez de la sociedad española. No permitamos locuras por parte del Gobierno.

Muchas gracias.

Arbil, anotaciones de pensamiento y crítica, Nº 94, junio de 2005

Entrevistamos a J. Marcos Lizarbe Lasa: el Presidente del Partido Familia y Vida

 

J.Marcos Lizarbe Lasa, aragonés bregado en la militancia de numerosas asociaciones de ámbito en defensa de la familia, es el nuevo presidente del Partido Familia y Vida . Muy involucrado en el movimiento de Cursillos de Cristiandad, es firme partidario de la vocación laica aconfesional del partido y de su viabilidad política; rechazando como esquema caduco la tradicional dicotomía derechas/izquierdas.
Pregunta: ¿Qué adjetivo sería el más apropiado para caracterizar la identidad del partido Familia y Vida ? ¿sectorial, transversal, populista, conservador…?
Respuesta: Probablemente transversal, sí transversal. Lo que pasa, si le soy absolutamente sincero le diré, que tampoco tengo muy claro esto de la transversalidad. Es posible que se trate de un socorrido recurso para definir nuestro posicionamiento político. Permítame decirle que, personalmente, soy de los que opino que esto de la derecha y la izquierda ya no se lleva, me atrevería a decir que pertenecen al siglo XIX; ni tan siquiera al XX. En la Edad Media se hablaba de güelfos y gibelinos, unos partidarios de los papas y otros de los emperadores alemanes; no tardaremos mucho en dejar de escuchar a las personas encuadrarse en la derecha o en la izquierda.
Es verdad que la política consiste en la búsqueda del bien común para la sociedad. El bien común entiendo que sigue siendo el mismo, la verdad. El Partido Familia y Vida habla, muy a menudo, de esa búsqueda constante de la verdad. Lo que si tenemos claro es que la sociedad sí cambia, y lo hace continuamente. Me parece que hoy en día, y este juicio reconozco que es visto desde una visión únicamente práctica, la complejidad de los asuntos políticos y los factores que inciden sobre ellos tienen como consecuencia que las ideologías mencionadas constituyan unos parámetros muy poco adaptables a las nuevas necesidades sociales. Mire Ud. la política del futuro es la política de los valores, y el Partido Familia y Vida considera que, en concreto, la Vida y la Familia, como valores fundamentales, deben ser llevados a la política. Es más preciso y urgente que nunca devolver a la Familia y la Vida el protagonismo que se merecen como ejes y motores de toda nuestra política.
P.: Familia y Vida celebró un congreso extraordinario los pasados días 23 y 24 de octubre. El partido, pese a sus fracasos electorales, ¿sale reforzado del congreso o, pudiera afirmarse, continúa en crisis?
R.: No sé de dónde ha sacado Ud. que el Partido Familia y Vida ha tenido fracaso electoral alguno o ha estado en alguna ocasión en crisis.
De lo dicho, lo que sí es verdad, es que el Partido ha celebrado recientemente su I Congreso nacional bajo el lema: “La solución es política”. Celebrar un Congreso, por todo lo alto, apenas tres años después de su constitución es, en si mismo, un triunfo para todos. Un triunfo no sólo para los afiliados y simpatizantes del Partido, también para todos los demócratas. El sistema democrático se basa en la expresión de la opinión política de los ciudadanos mediante el sufragio universal. Los ciudadanos deben expresar con el voto su opinión personal, si a éste no se le dan oportunidades de elegir, termina decantándose por lo que llamamos el voto útil que, habitualmente, forman las opciones mayoritarias. Ello provoca una adulteración del sistema democrático que, creado sobre mayorías parlamentarias que cuentan con la legitimidad del voto, no representan la opinión del ciudadano.
Dicho todo lo anterior; y justificada la existencia del Partido Familia y Vida, por estos y otros muchos motivos, no voy a dejar de reconocer que los dos principales objetivos de un partido político son: concurrir en los procesos electorales y ocupar un puesto de representación en la Administración. Junto con estas funciones el partido puede tener otras muchas, pero las que verdaderamente lo definen como partido son las dos mencionadas. Los votos no son un fin para nosotros, ni lo deberían ser para nadie, son un medio que, indudablemente aspiramos conseguir para llevar nuestra política a las instituciones. Sí Ud. Se refiere a que, después de obtener los excelentes resultados en las elecciones nacionales, vimos reducido cuantitativamente los votos en las elecciones europeas; yo, y se lo digo sinceramente, no me atrevo a pensar en crisis. De verdad se puede llegar a pensar que, jugando con todas las desventajas que te ofrece el sistema, ¿se ha dado el plazo suficiente para ser conocidos?, ¿hemos tenido tiempo para explicar a los españoles la inutilidad de ese voto útil del que hablábamos?; permítame decirle que, conociendo la mecánica por dentro, esto necesita tiempo. Recientemente dije que esto de la política necesita mucho de oído y de tacto, el Partido Familia y Vida tiene que resistir, y como Ud. bien sabe el que aguanta gana.
En referencia a lo de la crisis, citando a un miembro del Parido le diré que el Parido Familia y Vida es como la levadura del mundo político español que va a transformar una masa compacta e indigesta en algo esponjoso y apetecible. Bien porque enseñemos a hacer política de otra forma, bien porque vayamos introduciendo una cultura de vida y no de muerte.
Mire Ud. al Partido Familia y Vida, ahora que no nos oye nadie le diré, que no le ha dado ni tiempo a estar en crisis. Ni puede estarlo ni lo estará. Su existencia, como he mencionado antes, está justificada en ella misma. De momento, con nuestra aportación minoritaria a la vida política, pero decisiva, aspiramos a que se nos permita influir en la sociedad. En estos momentos la existencia de Familia y Vida es radicalmente imprescindible en el espectro político actual.
Parafraseando a Thoreau diremos que si el bien común del pueblo es agredido con leyes inicuas y el fin de la política se hace perverso, el lugar de los políticos honestos es, en todo caso, la oposición.
P.: Familia y Vida, no habiendo alcanzado sus iniciales expectativas electorales, ¿ha efectuado una autocrítica?, ¿actuará en consecuencia?
R.: Insisto en que nuestras expectativas electorales están cumplidas. El Partido Familia y Vida se ha presentado a las elecciones y le ha dado la posibilidad de votar a miles de personas que sin nuestra presencia no hubiesen votado. En un Congreso, y no tendría sentido que fuese de otro modo, se debe hacer una crítica de lo hasta ahora realizado. Todo no lo habremos hecho bien; o como decía el popular, y digo lo de popular con toda la mala intención, D.Alberto Ruiz Gallardón recientemente, “algo habremos hecho mal”; eso con absoluta seguridad, sobretodo porque hemos hecho muchas cosas.
Por lo tanto no sé si actuaremos en consecuencia, lo que si lo haremos es en conciencia. El Partido Familia y Vida pretende universalizar los valores de la familia y la vida, obrando siempre desde la recta intención de hacer un bien a la sociedad y sobretodo a los más débiles y desfavorecidos.
Vivimos tiempos de extraños experimentos sociales, el legislador se rige por su propia voluntad dando la espalda a la naturaleza del ser humano. Así es posible legislar en contra de la vida, en contra de la familia y en contra de la persona; pero, la legitimidad de estas leyes en un Estado de Derecho como el nuestro, no les transforma en leyes justas. La consecuencia es la necesaria presencia de un Partido como el nuestro en el espectro político, hoy más necesario y urgente que nunca.
P.: Un partido político que se centra, fundamentalmente, en la defensa de la familia y de la vida, ¿no renuncia, así, a la oferta de un programa político completo y, con ello a la posibilidad de atraer a sectores sociales más amplios?
R.: El Partido Familia y Vida es un partido temático, es decir, defiende principalmente la vida y la familia de entre los muchos objetivos que puede legítimamente perseguir en su acción política. Esta opción política no sólo se justifica, sino que viene exigida por la extrema importancia del objetivo a conseguir: queremos aunar los esfuerzos de todos aquellos que consideran que son los dos pilares fundamentales de toda acción política, que deben ser logrados de forma absolutamente prioritaria. Tengo una amiga que dice algo así como que: si la casa se cae, tú no la harás mejor que yo.
Los Estatutos del Partido Familia y Vida dejan bien claro que éste no tiene más fines que la familia y la vida. A su vez facultan al Partido para que, en cada convocatoria electoral, se elabore un programa político en el que se concreten las propuestas que hacemos a la sociedad para la mejor defensa e implantación de los valores de la vida y la familia. Se añade que en aquellos aspectos en los que no se vean involucrados los valores que constituyen el fin del Partido, este no se definirá. Y ahora le digo yo, ¿se le ocurren a Ud. muchas políticas que no tengan nada que ver con la familia y la vida, en definitiva con la persona?. A mí no.
P.: Familia y Vida , ¿qué opinión tiene ante la iniciativa legislativa socialista que contempla la equiparación legal de las “uniones homosexuales” con las familias? El partido, ¿se movilizará junto a otras entidades cívicas frente a este programa “progresista”?
R.: Sí yo le digo que la familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado, no me estoy inventando nada, estoy siendo justo con la naturaleza y además estoy haciendo referencia al Art. 16 de la Declaración Universal de Derechos Humanos. La intención del Gobierno actual es inventarse el “matrimonio homosexual”, pero la legalización y el reconocimiento de la pareja de hecho parte de la legislatura anterior. Como ejemplo el Partido Familia y Vida tiene, entre otros muchos recursos contra todos estos experimentos con la vida y la familia, recurrida y admitido a trámite por el TC la Ley de Familia de la Comunidad de Madrid.
Por lo tanto; sí la familia es natural, la única definición válida de familia será la de una comunidad estable fundada en el matrimonio de hombre y mujer, que forman los cónyuges y sus hijos, con el fin de asistirse mutuamente, transmitir la vida y garantizar el desarrollo y la libre educación de los hijos. Cualquier otro invento podrá legitimarse por parte de este Gobierno o del anterior, pero como he señalado antes esa legitimidad no conseguirá eludir la perversidad y lo injusto de esa regulación.
Me pregunta Ud. sobre la adhesión a otras iniciativas; el Partido Familia y Vida decidió, en el reciente Congreso celebrado, recomendar a sus afiliados y simpatizantes apoyar la Iniciativa Legislativa Popular en defensa del matrimonio por parte del Foro Español de la Familia.
Por cierto, eso de “progresista” no está muy acertado…
P.: Algunos partidos políticos han nacido, en los últimos meses, dirigiéndose –expresa o tácitamente- al electorado católico. Nos referimos a Alternativa Española (presentado en sociedad el pasado 23 de octubre desde una identidad netamente conservadora), Solidaridad y Autogestión Internacionalista (definido como socialista y nacido desde el Movimiento Cultural Cristiano) y el Partido Social Europeo (más un proyecto que verdadero partido). De consolidarse, de la mano de alguno de ellos u otros, una alternativa a la derecha del Partido Popular, la anterior, ¿no concurriría por el mismo electorado al que se dirige Familia y Vida , limitándole todavía más sus posibilidades de crecimiento?
R.: Créame si le digo que no estoy muy seguro al tipo de electorado que nos dirigimos, se sorprendería bastante si viese Ud. lo que se ve desde dentro. Vivimos tiempos de confusión y ello provoca legítimos movimientos de inquietud por parte de muchos ciudadanos. El Partido Familia y Vida tiene tres años de existencia, cuatro procesos electorales a sus espaldas, una implantación importante en varias de nuestras Comunidades Autónomas, muchas iniciativas en defensa de la familia y la vida en curso y un número importante de afiliados y simpatizantes. Cualquier nueva iniciativa política respetuosa con el Estado de Derecho, bienvenida sea.
R.: Algunos políticos del Partido Popular y de UDC han destacado, en su actividad pública, por su defensa de la vida en toda su extensión y de la verdadera identidad y realidad de la familia. Familia y Vida , ¿se plantea mantener espacios de encuentro con esos políticos con los que tanto comparte?
R.: Por supuesto que estamos dispuestos a mantener espacios de encuentro con políticos de estas dos formaciones, que se hayan manifestado en alguna ocasión en defensa de la vida, en cualquier supuesto y condición, y de la familia, teniendo su origen en el matrimonio entre un hombre y una mujer. Además esta posibilidad podrá darse con políticos de cualquier otra formación; no es patrimonio de la derecha, ni del centro derecha, la defensa de estos valores. Lo que sí deben de saber quienes se acerquen al Partido Familia y Vida es que, en esa búsqueda de la verdad que mencionábamos antes, no aceptamos atajos. Durante mucho tiempo por conveniencia política, por supuesta imposibilidad de aspirar más alto, se han defendido la familia y la vida de una manera muy tibia. La consecuencia es la situación actual y el continuo atentado contra estos valores. La verdad sobre estos valores es una, no aceptamos ningún tipo de injerencia en su búsqueda. Nosotros estamos en el camino correcto, compañeros de viaje aceptamos, pero por este camino.
P.: Una de las novedades acaecidas en el panorama del catolicismo social español es la aparición de las llamadas plataformas transversales, como nuevas modalidades de participación política y acción social en defensa de los mismos valores defendidos –en buena medida- por Familia y Vida . Nos referimos a diversas entidades, cada una con sus acentos propios, como E-cristians, HazteOír y Foro Arbil . Como presidente de un pequeño partido político que busca un espacio propio, ¿qué opinión le merecen estas nuevas realidades? ¿mantiene Familia y Vida alguna relación con tales entidades
R.: Claro que mantenemos relación con estas plataformas. En concreto con Arbil ahora mismo, Ud. me está realizando una entrevista y yo le estoy contestando encantado. Personalmente, y no es por hacer ni mucho menos la pelota, Arbil lo leo siempre; hay contenido y de altura.
Estudiamos sus trabajos y si “Familia y Vida” así lo cree oportuno, podemos proponer a nuestros afiliados y simpatizantes colaborar personalmente con estas iniciativas. Ya le he mencionado nuestra adhesión a la Iniciativa Legislativa Popular del Foro Español de la Familia por ejemplo.
P.: Los españoles estamos convocados a un referéndum, para la ratificación del tratado sobre la constitución europea, el próximo 20 de febrero. Familia y Vida, ¿ha adoptado, ya, alguna posición ante la misma? ¿propugnará el sí, el no, la abstención o el voto en blanco? ¿por qué?
R.: “Europa sí, esta Constitución no”, este será nuestro lema. El Partido Familia y Vida en el último Congreso celebrado hizo pública su decidida vocación europeísta y consecuentemente pedirá a sus partidarios el NO para esta Constitución.
No nos debe sorprender los comentarios por parte de los partidos políticos partidarios de esta Constitución, los próximos días, hasta la celebración del referéndum. Le pronóstico a Ud. Toda una suerte de barbaridades por boca de los partidos partidarios presagiando las fatalidades por sí el resultado fuese negativo. Todos tranquilos, todo esta preparado, y sí no, ¿porqué se cree Ud. Que nos preguntan?.
El Partido Familia y Vida tiene preparado un decálogo del NO que aparecerá a final de año. Mire, el reconocimiento que nuestra Constitución Española hace del derecho a la vida es más definido que el que sugiere la futura Constitución Europea. Teniendo este reconocimiento en nuestro país, los atentados contra los no nacidos y los más desfavorecidos tienen como consecuencia las cifras estremecedoras que todos conocemos. Por cierto, que las Constituciones no crean derechos, los reconocen; podían ser un poco más generosos en estos reconocimientos.
P.: Desde la experiencia alcanzada con motivo de su implicación personal, con las familias aragonesas, a través de diversas entidades, ¿considera que el movimiento asociativo familiar católico disfruta de buena salud?
R.: Mi participación en el mundo asociativa de vida y familiar siempre fue en asociaciones civiles o no confesionales, como ejemplos les podría citar Pro-vida y Acción familiar aragonesa.
Sí soy conocedor por ejemplo, por mi relación personal con varios de sus integrantes, de la buena salud que goza en Aragón el Movimiento familiar cristiano.
P.: Muchos católicos enjuician desde la sospecha y el prejuicio a la participación política en general, y a los políticos en particular; también a los políticos católicos. No obstante, creemos que puede observarse, en algunos ambientes eclesiales concretos, un mayor interés por la acción política; ya sea a través de los partidos o de las, antes mencionadas, plataformas transversales. ¿Considera que existen espacios formativos y de encuentro adecuados, dentro de la Iglesia española, en apoyo a esas vocaciones por lo público?
R.: Nunca será suficiente la concienciación en torno al compromiso del católico. Un compromiso importante es el político, no sé si sabe Ud. aquello que dice “sí tú no te ocupas de la política, la política se ocupará de ti”. La búsqueda del bien común, que eso es la política, nos compete a todos. Soy firme partidario, como Ud. ha señalado al principio de la entrevista, de la no confesionalidad de la política. En esta realidad temporal el católico tiene un extraordinario campo de acción en su vocación. La responsabilidad en la política pertenece a la persona y a su asociación, al partido, y en última instancia a la conciencia.
- Muchas gracias.
- Muchas gracias a Uds. Ha sido un placer.

 

Direcciones electrónicas de interés:
www.familiayvida.com
amigos@familiayvida.com

 

Arbil, anotaciones de pensamiento y crítica, Nº 87, noviembre de 2004.

 

Entrevistamos a Eduardo Hertfelder: la familia en la encrucijada.

Una entrevista a Eduardo Hertfelder de Aldecoa, Presidente del Instituto de Política Familiar, una entidad española cuyos objetivos son la defensa y promoción de la familia especialmente ante los poderes públicos

Hemos entrevistado a Eduardo Hertfelder de Aldecoa, Presidente del Instituto de Política Familiar. Con una importante experiencia personal en el movimiento asociativo familiar, su entidad se caracteriza por la defensa y promoción de la familia, especialmente ante los poderes públicos, mediante la elaboración y divulgación de informes, estudios y propuestas de carácter técnico. En la actualidad, es uno de los rostros más conocidos del movimiento familiar español y uno de los mejores conocedores de la problemática de esta castigada, desprotegida e imprescindible realidad social.

Pregunta: ¿Podría, en unos breves trazos, hablarnos del origen, la naturaleza y las actividades del Instituto de Política Familiar que preside?

Respuesta: El Instituto de Política Familiar (IPF) nace de la iniciativa de un grupo de especialistas familiares que toman conciencia de que en España existe una insostenible inhibición de las administraciones y de la opinión pública ante una institución tan decisiva como es la familia. Por eso nuestra misión, como entidad civil independiente, es la promoción y defensa de la institución familiar y de sus componentes, mediante la sensibilización de la sociedad y los poderes públicos, la generación y promoción de propuestas y proyectos y el fomento de la coordinación para estos fines entre instituciones, entidades y asociaciones familiares de ámbito nacional e internacional.

El Instituto busca ser un catalizador para el desarrollo de una auténtica política familiar en todos los ámbitos políticos (local, autonómico, nacional y supranacional). Para ello ejerce una labor de análisis de la situación de la familia, en sus distintas dimensiones, buscando poner de manifiesto sus principales problemas actuales o futuros. Igualmente, presenta alternativas o soluciones viables y prácticos a estos problemas.

Desarrollamos esta misión a través de muy diferentes actividades: elaboración de estudios y análisis (Informe de Evolución de la Familia en España, Informe sobre las ayudas a la familia por parte de las CCAA - ambos de carácter nacional-), desarrollo de proyectos y programas (sobre perspectiva de familia, sobre crisis y rupturas familiares, etc.), prestación de servicios de asesoría, organización y presencia en seminarios y foros, intercambio de experiencias, etc.

P.: Algunas de sus iniciativas, en defensa de la familia, han sido difundidas y apoyadas por diversas entidades (e-Cristians y Hazteoír.org, principalmente). ¿Qué valoración le merecen estas plataformas transversales, especialmente sensibilizadas con la situación de la familia, como nuevas vías de participación social y política?

R.: Nuestra valoración de estas plataformas es muy positiva. En primer lugar, por tratarse de un fenómeno indicativo del resurgimiento de la persona como sujeto activo, protagonista y constructor de la sociedad en la que vive, que se siente sensibilizado por los problemas que le conciernen y que no quiere seguir permaneciendo pasivo haciendo dejación de su responsabilidad. Son el fruto, pues, de una nueva madurez personal y colectiva frente al irresponsable estatismo en el que estamos acostumbrados a vivir. Esto es muy importante en la medida en que implica asumir libremente compromisos para, solidariamente, hacer frente a las necesidades (materiales y morales) de nuestra comunidad. Esta atención a las necesidades de todos se traduce en obras (culturales, asistenciales, reivindicativas, profesionales, económicas y empresariales, etc.), esto es, en una real reconstrucción del tejido social que es expresión de libertad y responsabilidad frente a cualquier totalitarismo.

En segundo lugar y en un sentido más instrumental, gracias a plataformas como HazteOir y E-cristians, los ciudadanos y los movimientos sociales estamos encontrando una eficaz herramienta para la participación social y política. Su carácter transversal, su metodología basada en el uso de nuevas tecnologías y su claro sentido estratégico y a la vez de impacto político concreto, están logrando importantes victorias que las ha hecho convertirse -al día de hoy- no sólo en referentes sociales y políticos, sino también -y en línea con lo anterior- en vertebradores de acciones de muchas instituciones y personas, superando así una de las grandes carencias del movimiento asociativo nacido de la experiencia cristiana. Son, en definitiva, ese tipo de iniciativas que surgen en determinados momentos de la historia y que, de manera complementaria y sin “romper” con el tipo de funcionamiento tradicional encuentran nuevos espacios de participación creando una nueva cultura de actuación ciudadana.

P.: Frente a las llamadas “uniones de hecho” y los “modelos alternativos” de familia, ¿por qué el Instituto de Política Familiar defiende que la familia, que podríamos llamar “tradicional” para entendernos, debe disfrutar de un trato específico?

R.: Empezaré por detenerme un instante en esa terminología, aparentemente inocua, de “familia tradicional”. Uno de los grandes problemas actuales es la prostitución, manipulación, confusión y tergiversación - generalmente de manera interesada- del lenguaje y, a partir de ahí, de los conceptos. Y en el caso de la familia también está ocurriendo. Este es el caso de palabras como familia y matrimonio, que se han cambiado por “familias” y “pareja”. Y dentro de esta calculada ambigüedad - pluralidad le llaman- se mete de todo. Decía Goebbels que una mentira repetida mil veces se convierte en verdad. Y están aplicando esta máxima. A base de transmitirnos hábilmente a través del lenguaje una serie de conceptos contrarios a la verdad de la persona y la familia, los hemos ido asumiendo inconscientemente -es lo políticamente correcto- para terminar, de alguna manera, usándolos y creyendo en ellos.

Debido a esa intencionada confusión terminológica con el término “familia”, se hace necesario recordar qué se entiende por familia, sin calificativos de ninguna clase. Esto, que hubiera sido innecesario y obvio hace unos años, hoy resulta no solamente necesario sino imprescindible: “La familia, fundada en el matrimonio, entre un hombre y una mujer, unión íntima de vida, complemento entre un hombre y una mujer, constituido por un vínculo formal y estable, libremente contraído, abierto a la transmisión de la vida”. Esto es familia mientras que otro tipo de uniones, que pueden ser más o menos respetables, lo otro no se pueden considerar familia. Son, sencillamente, otras cosas. La equiparación, por ejemplo, de las uniones homosexuales con la familia supone un acto de injusticia y discriminación para la familia y el matrimonio.

En este contexto, desde el Instituto de de Política familiar entendemos, una vez realizada la oportuna diferenciación, que cada institución debe ser tratada según su naturaleza y fines así como en función de lo que aporta a la sociedad. Y en el caso de la familia su aportación es de incalculable valor.

P.: A su juicio, y desde su rica experiencia personal, ¿goza de buena salud, en España, el movimiento asociativo familiar?

R.: Las anteriores consideraciones sobre las nuevas plataformas de participación ciudadana puede perfectamente extenderse al movimiento asociativo familiar. Como consecuencia de esa mayor madurez individual y colectiva a la hora de apreciar la nueva realidad, se ha cambiado el “chip” en muchos planteamientos anteriores y en los últimos tiempos se están produciendo grandes avances en este movimiento.

De su nuevo enfoque destacaría la pérdida del miedo y la vergüenza a la participación en la vida pública a todos los niveles, la conciencia de lo mucho que la perspectiva familiar puede aportar al bien común, la valoración del impacto de su presencia medios de comunicación social y, cómo no, el reconocimiento de la importancia política de la representación de miles de familias cuyos derechos está siendo sistemáticamente conculcados.

A estas nuevas tendencias responden sin duda la nueva dinámica de la Federación de Asociaciones de Familias Numerosas o las plataformas familiares que se están creando a nivel autonómico -PROFAM en la Comunidad de Madrid- y nacional, como es el caso del importantísimo Foro Español de la Familia, red de asociaciones familiares, de padres y educativas. Más de 5.000 asociaciones representando a más de 4.000.000 de familias han convertido al Foro Español de la Familia en la mayor plataforma asociativa jamás creada en España. Creo que los datos avalan nuestro optimismo.

P.: El actual predominio desde el 14 M, en el Congreso de los Diputados, de una mayoría autodenominada progresista, generalmente opuesta a la familia, ¿augura nuevas agresiones a la misma? En cualquier caso, su Instituto de Política Familiar, ¿buscará interlocutores, en el gobierno del PSOE, para exponerles sus puntos de vista orientados, en definitiva, al reconocimiento, con medidas legislativas y económicas concretas, de su función social?, ¿qué precisas actuaciones demandaría al nuevo partido de gobierno?

R.: Es evidente que el 14M ha traído un transcendental cambio en el escenario político español y que ello va a traer consecuencias en los campos sociales, y más concretamente en las áreas de familia, vida y educación, que son las de mayor impacto en nuestro destino personal y comunitario.

Este cambio ha cogido por sorpresa a un Partido Socialista que ni mucho menos esperaba el triunfo y que había utilizado como táctica electoral el recurso a sus posiciones culturales más extremistas y sectarias, tratando de reactivar una izquierda que ya sólo se reconoce en esas banderas..

El nuevo Gobierno se ha visto así convulsivamente arrastrado a realizar unas promesas electorales que representan auténticas agresiones de fobia hacia la familia y la vida.. En grandes líneas lo que va a traer este nuevo Gobierno -si sigue adelante con lo que ya ha anunciado- va a ser la potenciación de la ruptura familiar, la eliminación de más vidas humanas a través del aborto y una mayor caída de la natalidad, la discriminación e injusticia para con el matrimonio y la familia y la negación del elemental derecho de los niños a tener un padre y una madre.

Independientemente de estas amenazas reales, el Instituto de Política Familiar quiere proporcionar soluciones alternativas a los legisladores y a las distintas administraciones para ayudar a resolver la problemática familiar. Es por ello que, en efecto, hemos pedido desde el principio-s establecer canales de interlocución con los nuevos responsables de la administración para continuar, desde nuestra posición de independencia, el camino posibilista iniciado con el anterior Gobierno. El diálogo podrá ser mas o menos fluido -eso dependerá, en buena medida, de la sensibilidad familiar de nuestro interlocutor-, pero lo que es evidente es que tenemos mucho que aportar y que nuestros gobernantes necesitan y deben contar con la participación directa del asociacionismo familiar para conocer, de primera mano, las verdaderas necesidades de la familia española. Sólo pedimos que el nuevo talante y el diálogo alcancen también a la familia.

P.: La socialdemocracia europea, en general, valora positivamente a la familia, aunque podríamos matizar mucho esta afirmación, apoyándola con importantes incentivos económicos y sociales. Sus correligionarios españoles, al contrario, persisten en la promoción de otras “modalidades alternativas” de convivencia e ignorando la situación de desamparo que sufre la familia, sin comprender que el futuro de toda sociedad pasa por la salud de una familia respetada, promocionada y apoyada. ¿Considera que este retraso, de las políticas sociales del PSOE, obedece a sus viejos prejuicios anticatólicos?, ¿han observado, desde su Instituto, indicios de cambio en esa temeraria tendencia?

R.: La socialdemocracia europea llega a constatar la importancia de la familia no a través de una convicción de fondo, de raíz antropológica, sino por una pragmática verificación empírica de las grandes funciones sociales que cumple la familia y por “sus ventajas económicas”. En efecto, se da cuenta que la familia aporta estabilidad, solidaridad intergeneracional, un colchón de amortiguamiento ante crisis personales o económicas de sus miembros y sobre todo que cuanto más estable es la familia menos dinero tiene gastarse el Estado en paliar otras necesidades sociales (desempleo, marginalidad social, ancianos, efectos de las drogas...). Como consecuencia de ello se dan cuenta que apostar por la familia no supone un gasto sino una inversión muy rentable. No es el camino ideal, pero al menos la familia sale beneficiada.

En la socialdemocracia española, sin embargo, se ha impuesto el prejuicio ideológico de base marxista, capaz de negar incluso la realidad. Alguna experiencia tenemos ya con lo ocurrido con el Gobierno felipista de los años 80 que no sólo no creía en la familia, sino que, además, la consideraba de facto como escuela de desigualdades sociales y origen de la opresión de sus componentes, en especial de la mujer. Actuando "coherentemente" con estas tesis, el objeto de las políticas públicas del PSOE se desplazó hacia los individuos, de manera que no sólo no protegió la institución familiar sino que aplicó una política que ignoraba la familia o era claramente antifamiliar, eliminando paulatinamente, por ejemplo, las pocas y exiguas ayudas y prestaciones que existían hasta entonces. Todo ello provocó que la política familiar se "desinstitucionalizara" hasta evaporarse.

El esperanzador cambio iniciado en el PSOE hace unos tres años, cuando entre todos conseguimos recuperar el tema de la familia para la agenda política española y el propio Rodríguez Zapatero demostraba una nueva sensibilidad para sus problemas muy en línea con la corriente europea, se ha visto bruscamente truncado con el afán, demostrado durante las elecciones del 14M, de arañar un voto útil de la izquierda radical. El caso es que, bien por convencimiento ideológico, bien por pragmatismo político, o por ambas causas a la vez, el socialismo español ha retomado, con precipitada fogosidad, su lado más oscuro, volviendo, como es público y notorio, a posturas antifamiliares, trasnochadas y regresivas.

P.: El Partido Popular efectuó, en su día, magníficas declaraciones de intenciones orientadas hacia una política activa de protección de la familia. Sin embargo, desde el gobierno, no fue capaz de romper, en líneas generales, con la tendencia de décadas anteriores, caracterizada en la inhibición de los poderes públicos ante las necesidades y nuevos retos de la familia. A su juicio, ¿a qué se debió esa actitud?, ¿pudo influir, en ello, la escasa presión efectuada por las organizaciones familiares, al contrario que la desplegada desde los grupos de presión de homosexuales y feministas radicales?

R.: Una de las grandes diferencias entre el Partido Socialista y el Partido Popular es que el primero tiene un proyecto de sociedad y el segundo sólo tiene un proyecto de gestión, consistente en la eficaz mediación de los intereses públicos.

Desde esta verificación y a falta de un discurso cultural propio, sólo el compromiso y sensibilidad personal de algunos de los dirigentes populares han hecho posible esas iniciativas de protección de la familia. El Partido como tal padece una endémica debilidad en lo que a propuesta cultural de refiere. Con semejante contexto, unido al afán electoralista de nuestros partidos políticos, cualquier impacto de cierta relevancia en los medios de comunicación, aunque proceda de sectores marginales y minoritarios, puede incidir negativamente en el discurso público del Partido Popular. Y hay que tener en cuenta que durante el periodo de su Gobierno, las organizaciones radicales de izquierdas y el lobby homosexual, de escasísima representatividad, pero con una gran audacia y fuertes subvenciones tanto públicas como privadas, han ejercido mayor presión que los movimientos familiares. El resultado es que en estos años de Gobierno popular no se han cubierto mínimamente las expectativas de las familias.

P.: Algunos ciudadanos, muchos de ellos católicos, decepcionados por la práctica de los grandes partidos que han actuado en contra de la familia tradicional (especialmente el PP y CiU), se empiezan a decantar por nuevas formaciones minoritarias que han hecho de la defensa de la familia su principal razón de ser. Es el caso del partido Familia y Vida. ¿Táctica y estratégicamente, le parece pertinente, sin entrar en consideraciones ideológicas, la acción de una formación de esas características?

R.: En primer lugar es importante reseñar que cualquier iniciativa que vaya encaminada a promocionar y a defender a la institución familiar y la vida son bienvenidas desde nuestro Instituto. Otra cosa distinta sería un análisis, de índole politológico, sobre el impacto y las condiciones de éxito de los partidos sectoriales en un sistema partitocrático como el español, pero esto escapa en este momento a nuestra consideración.

P.: La sociedad española ha hecho propio, en general, un estilo de vida relativista-consumista, animada por buena parte de medios de comunicación, los poderes públicos e, incluso, desde los mismos recursos educativos. La familia española, ¿constituye una alternativa real a esta mentalidad planetaria?, ¿tiene capacidad, para afrontar esta transmutación cultural, social y de valores, ofreciendo un estilo de vida alternativo?

R.: Hace ya varios años que la economía de España avanza de manera muy positiva. Es patente el progreso en los servicios y en las infraestructuras del país. El desempleo ha descendido notablemente, los salarios han mejorado y es notorio el bienestar que ahora disfrutamos dentro del concierto de los países más desarrollados.

Sin embargo, tendríamos que preguntarnos si no hemos descuidado el aspectos muy fundamentales del verdadero desarrollo de nuestra sociedad. Mientras aumenten el alcoholismo, la drogadicción o los suicidios; mientras los matrimonios sean cada vez más endebles; mientras el índice de abortos siga subiendo, tendremos que preguntarnos si las cosas van bien. Tendremos que preguntarnos si estamos construyendo la España y la Europa que queremos. Tendremos que reflexionar si estamos pensando verdaderamente en términos de desarrollo humano, de solidaridad y comunidad.

Tendremos tal vez que concluir, al igual que lo hacía el ex_presidente Aznar ante la Conferencia de Envejecimiento que “cuando en las sociedades no se respeta la vida, no se valora a la familia, no se desean hijos o no se cuida a los ancianos, "algo no marcha bien" …"el problema no sería que la sociedad estuviera envejecida, sino, más bien, débil o enferma"

Y esto es fruto del abandono y la desprotección al que durante muchos años se han visto sometidos el matrimonio y la familia y a la dejación de la sociedad en general y de las propias familias, que hemos asistido pasivamente al agravamiento de los problemas de la institución

Pero a pesar de todo ello, la familia sigue siendo en la actualidad la institución más valorada en España. De hecho el 99% de los españoles, en una encuesta del CIS, conceden mucha o bastante importancia a su familia, por encima del trabajo, el dinero y los amigos. Pero si este dato es muy significativo, hay otros dos datos que indican la fortaleza de la familia: la importancia del amor como elemento fundamental de la familia y la solidaridad intergeneracional. Así el 98% de los encuestados subrayan la importancia del amor en el seno familiar manifestando un alto grado de compromiso de unión, respeto y amor con los restantes miembros de su familia. Por otra parte el 95% de los encuestados manifiestan un fuerte compromiso de ayuda a los ancianos de su familia. La familia española sigue siendo el lugar de encuentro entre las distintas generaciones –los padres, los hijos -jóvenes solteros que rondan la treintena y que siguen viviendo con sus padres- y progenitores que se mudan al domicilio de los hijos-- y que se dé un intercambio continuo de ayudas entre unos y otros, además de servir de colchón de amortiguamiento, antes las crisis o adversidades- no solo económicas.

Y ello me hace ser muy optimista sobre el futuro de la familia. En el momento que superemos el letargo - y ya lo estamos haciendo- la familia cumplirá la misión para la que ha nacido y será el germen que transformará la sociedad.

P.: En Foro Arbil consideramos necesario, en las actuales circunstancias, que la familia española se asocie y movilice persiguiendo el apoyo mutuo y la legítima defensa de sus intereses; intentado hacer creíble su propuesta, al hombre atomizado de hoy, de una realidad humana atractiva que corresponde a las exigencias de su naturaleza, por encima de modas e imperativos culturales dominantes. ¿Considera, con nosotros, que esta deseable movilización sea decisiva para su fortalecimiento y, con ello, de la regeneración de la sociedad?

R.: Estoy totalmente de acuerdo con el planteamiento del Foro Arbil. Hoy, más que nunca, es urgente trabajar por una sociedad así. Eso sólo es posible si hay personas que tengan pasión por el hombre. Amar el destino de cada hombre, y colaborar en hacerlo posible, es la expresión más noble de la política, que vivida así es una verdadera vocación y no una mera voluntad de poder. Pero una sociedad no puede evolucionar positivamente sin su célula principal: la familia.

Muchas gracias.

 

Arbil, anotaciones de pensamiento y crítica, Nº 82, junio de 2004.

Una entrevista a José Miguel Aguado Palanco: la Asociación para el Diálogo y la Renovación Democrática y el catolicismo social.

Conversamos con José Miguel Aguado Palanco, presidente de la Asociación para el Diálogo y la Renovación Democrática.

Hemos tenido la oportunidad de entrevistar a José Miguel Aguado Palanco, actual presidente de la Asociación para el Diálogo y la Renovación Democrática, con el objetivo de conocer su visión del estado actual del catolicismo social español. Este el resultado del encuentro.
Pregunta: La palabra “transversal” está de moda en algunos ambientes católicos españoles. Desde la perspectiva de su entidad, y con la experiencia de sus amigos italianos, ¿qué le sugiere este término?
Respuesta: La transversalidad en política implica una concertación de personas de distintas ideologías, en defensa de una determinada valor, idea, concepto o categoría universal, de naturaleza fundamental para la consecución del bien común.
En Italia, efectivamente, se han llevado a cabo iniciativas “transversales” en defensa de la vida, por parte de políticos cristianos pertenecientes a diferentes partidos, aun en contra de la posición de sus formaciones políticas. Creo que para llevar a cabo una acción transversal de esta naturaleza, son necesarias claridad de ideas, altura de miras y valentía para desafiar, en muchas ocasiones, la disciplina del propio partido.
P.: ¿Católicos en partidos políticos o partidos políticos católicos?
R.: Sin duda, católicos en partidos políticos, actuando como fermento en la transformación de las estructuras internas, para lograr que la Política se desarrolle, cada vez más, a la medida del hombre, desde la consideración de la actividad política como un servicio concreto y diario a los miembros de la comunidad.
P.: Ante la sucesión de iniciativas impulsadas contra la familia desde el Partido Popular, ¿puede seguir sosteniéndose el apoyo electoral de los católicos al mismo?
R.: Para responder a la pregunta, es preciso que, cada uno, antes de votar, analice las alternativas que nos ofrece el panorama político español en relación con la defensa de la familia.
Por otra parte, es notorio que numerosos y destacados miembros del Partido Popular son católicos practicantes. Quizás sea hora de recordarles las enseñanzas de la Iglesia sobre la importancia de la familia en la sociedad y el consiguiente deber de promoción y protección de la institución familiar para la configuración de un tejido social fuerte y estable.
P.: La Iglesia posee universidades, periódicos, emisoras de radio, colegios, hospitales. Pero, ¿existe, todavía, un pueblo católico detrás?
R.: Basta volver la vista a los acontecimientos acaecidos con motivo de la última visita apostólica de Juan Pablo II a España, para constatar que este pueblo existe, y que es más numeroso y determinante de lo que pudiéramos haber imaginado.
Sin embargo, son necesarios un convincente lIderazgo, coordinación y unidad de acción, sobre todo, ante cuestiones que afecten a la dignidad de la persona humana y sus derechos, a la justicia social, a los valores fundamentales, ...
P.:  En la sociedad española se impone masivamente el modelo relativista-consumista, contando para ello con la mayor parte de los medios de comunicación, el poder político y buena parte de los recursos educativos. La Iglesia católica, ¿puede constituirse en alternativa real a esta mentalidad dominante, con una presencia social activa, o debe replegarse en la práctica litúrgica y sacramental?
R.: Pienso que la Iglesia debe continuar inculcando a sus fieles las ricas enseñanzas evangélicas, y testimoniando con sus obras la fidelidad a sus principios. Sin embargo, será el ejemplo que cada uno de nosotros podamos dar ante los demás, yendo “contra corriente” de la mentalidad consumista dominante, lo que más convencerá.
P.: El futuro parece jugarse, particularmente, en la educación de las nuevas generaciones. ¿Cómo responder, desde la Iglesia, a los actuales retos?
R.: De nuevo aquí, el Evangelio debe ser protagonista. Partiendo de un respeto absoluto a las creencias de cada uno, y sin imposición, la responsabilidad de la Iglesia en la educación de las nuevas generaciones pasa por transmitir los valores evangélicos de forma atractiva y moderna, de tal suerte que los jóvenes los hagan suyos y acaben traduciéndolos en vida. Para ello, es fundamental el ejemplo del educador.
P.: ¿Tiene capacidad, el pueblo católico, para asumir el mantenimiento de colegios y la apertura de nuevas universidades, de forma que sirvan a la misión para la que han sido creadas?
R.: Pienso que sí. No obstante, debe incrementarse la búsqueda de medios e instrumentos necesarios para que asegurar el futuro de los centros educativos existentes y la apertura de nuevos con garantía de éxito, lo que, indudablemente, implica una gestión profesional y eficiente de los mismos.
P.: Edición nacional de “Alfa y Omega”, suplemento religioso del diario La Razón, creación de nuevas universidades católicas, congresos “Católicos y vida pública”, constitución del Foro Español de la Familia, aparición de organizaciones “transversales” como es el caso de E-Cristians y HazteOír, numerosas iniciativas de entidades de católicas con vocación pública… ¿Son hechos aislados o constituyen un síntoma de renovación del catolicismo social español?
R.: Todas las iniciativas de esta naturaleza constituyen, sin duda, buenos ejemplos de la presencia dinámica de los cristianos en la vida pública, que nos llenan de esperanza por lo que suponen de renovación positiva de la sociedad. Sin embargo, el éxito y la mayor incidencia de estas iniciativas y otras que puedan ponerse en marcha, pasa por una eficaz concertación y unidad de acción.
P.: Algunos movimientos sociales, aparentemente, han sido abandonados por los católicos, caso del sindicalismo, el cooperativismo, etc. Esta apreciación, ¿es justa?, ¿debería, el conjunto del catolicismo social, retomar la iniciativa en estos ámbitos sociales?
R.: No creo que se haya producido un “abandono institucional” de determinados movimientos sociales. En cualquier caso, creo que es importante la presencia, en estos ámbitos, de personas con vocación de servicio a la comunidad, que lideren iniciativas con proyección social.
P.: A lo largo de buena parte del pasado siglo XX, la presencia pública católica en España era impulsada por la Jerarquía, apoyándose en la Acción Católica y la ACNP, especialmente. En la actualidad, existe un panorama de aparente pérdida de vigor en determinadas organizaciones católicas tradicionales y la aparición de nuevos movimientos eclesiales, cuyo interés en la presencia pública es dispar, aunque podríamos afirmar que existe una tendencia hacia el “recogimiento” interno. ¿Es deseable buscar la “unidad de acción?, ¿existen otras fórmulas de cooperación?
R.: Como el propio Juan Pablo II pidió a los representantes de movimientos eclesiales y nuevas comunidades, reunidos en el Vaticano en la vigilia de Pentecostés de 1998, la colaboración y el contacto entre estos movimientos y comunidades se ha incrementado notablemente desde entonces. Sin embargo, es necesario seguir avanzando en el conocimiento mutuo, con la convicción de que todos estamos en la misma barca y debemos coordinar nuestros esfuerzos para que la misma avance y sea, cada vez más, testimonio de unidad.
P.: La caridad es despreciada por el poder político y cultural dominantes. ¿La acción de un nuevo humanitarismo, representado por las ONGs laicas, está sustituyendo a las tradicionales obras de caridad católicas?, ¿sufren una crisis de identidad las ONGs católicas?, ¿se corre el riesgo de ocultar la razón de ser de las mismas en aras de una “homologación” según los criterios mayoritarios?
R.: Pienso que siempre debe quedar claro, sobre todo, en la práctica, la motivación de base que impulsa la actividad de una ONG católica, que trasciende a lo meramente material.
 
P.: Cuáles son las raíces, a su juicio, de las recientes y constantes muestras de anticatolicismo militante en determinados sectores sociales españoles?, ¿es posible un diálogo constructivo con el laicismo actual?
R.: Muchas veces, los ataques a la Iglesia y su doctrina son fruto de prejuicios o estereotipos, basados en un desconocimiento o desenfoque de los conceptos e ideas. Ante ello, por supuesto que es posible y necesario dialogar, cuanto más, mejor. El diálogo sincero nos hace tomar conciencia clara de las ideas del otro y valorarlas en su justa medida, para darnos cuenta que, en definitiva, es mucho más lo que nos une que lo que nos separa.
P.: La Asociación para el Diálogo y la Renovación Democrática nace del impulso social del Movimiento de los Focolares en España. ¿Podría hablarnos de las características e iniciativas de su asociación?
R.: Hace unos años, un grupo de profesionales de distintas ramas del saber, y de diferentes sensibilidades políticas, tras un dilatado período de maduración, decidimos constituir la Asociación para el Diálogo y la Renovación Democrática. Nos unía una profunda inquietud por la Política, y el convencimiento de que los principios y valores del Personalismo Cristiano constituyen el fundamento de la organización sociopolítica, y deben ser inspiradores de las pautas de convivencia ciudadanas en una sociedad plural y democrática avanzada.
La experiencia y el ejemplo de amigos pertenecientes al Movimiento de los Focolares, sobre todo, italianos, nos sirvió de inspiración y acicate para dar el paso y salir a vida pública, a través de una asociación civil, abierta a todos aquellos que compartan sus principios, con independencia de su credo o adscripción política.

Hay que subrayar que estamos ante una asociación civil, sin ánimo de lucro; por tanto, ni es, ni pretende ser un partido político.

Creemos en un concepto de persona como ser racional y libre, sujeto de unos derechos fundamentales intrínsecos. En consecuencia, entendemos que un Estado democrático que aspire a establecer un Orden Social de Derecho, tiene la obligación de respetar esos derechos fundamentales, sin que el poder de dicho Estado, aunque esté fundado en mayorías democráticas, pueda desconocerlos o violarlos.

Consideramos que la actividad política debe ser ética en sí misma, pues, de lo contrario, constituye un fraude a los electores y una quiebra del mandato representativo. En consecuencia, el político cumplirá el objetivo fundamental para el que fue elegido, solamente si utiliza el poder en él delegado, para trabajar en la consecución del bien común. Pero el verdadero bien común sólo podrá lograrse si los protagonistas del quehacer político lo entienden como un servicio a las personas y grupos sociales, con preferencia por aquellos más desfavorecidos.

Creemos que la Democracia es el medio de convivencia social más racional y acorde con la dignidad humana. Sin embargo, la Democracia política es puramente formal, si no está construida de abajo arriba, sobre la base de los grupos y las fuerzas sociales vivos y operantes en la comunidad, comenzando por la familia, como primer lugar donde el hombre aprende a servir al bien común.

En una Democracia sin este fundamento, se produce la engañosa sensación de que el pueblo participa en la toma de decisiones al emitir su voto, sin caer en la cuenta de que, en la mayoría de las ocasiones, las candidaturas atienden a férreas disciplinas de partido, impuestas por influyentes grupos minoritarios, que controlan internamente el poder, y no siempre son modelo democrático. Así, el partido se convierte en una pirámide de control, donde la comunicación discurre únicamente en sentido descendente.

Nuestra Constitución configura a los partidos como instrumento fundamental para la participación política, afirmando que concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular. Sin embargo, las cifras de afiliados y simpatizantes de los mismos, así como el sufragio en blanco, indican que numerosos ciudadanos no se sienten identificados con las formaciones políticas existentes.

Afortunadamente, la participación política puede llevarse a efecto a través de varios canales, que serán más numerosos cuanto mayor sea la vertebración de la sociedad en la que se desarrollen. Las actividades políticas fuera del puro ámbito partidista, deben ser desarrolladas sin complejos de inferioridad, y teniendo presente que las mismas se configuran, al igual que los partidos, como instrumentos de formación y expresión de la voluntad popular.

Por otra parte, la actual Democracia representativa limita prácticamente la participación del elector al momento de depositar su voto, acto que conlleva una transferencia total de la soberanía popular a los representantes, cuya actuación no es juzgada hasta los siguientes comicios.

Desde nuestro punto de vista, el ciudadano no puede contentarse con el simple hecho de votar. Para que pueda hablarse verdaderamente de Democracia el elector, en ejercicio de su responsabilidad, debe tomar la iniciativa e intentar establecer un diálogo con la clase dirigente que lo representa. Sin embargo, para que esta comunicación dé sus frutos, no basta el empeño individual; es precisa una acción de grupo.

En efecto, votar aisladamente y tratar de comunicarse de forma individual con partidos políticos y administraciones públicas, significa tener muy pocas posibilidades de influir en la andadura política. De ahí la absoluta necesidad para los simples ciudadanos de organizarse y formar grupos, con ideas e iniciativas, capaces de mantener un diálogo constructivo y eficaz con los poderes públicos.

El referido diálogo habría de comenzar con un “pacto”, en virtud del cual, quien delega, el pueblo soberano, exige a sus representantes la asunción de unos compromisos, encaminados a la consecución del bien común. A lo largo de la legislatura, los electores deberán verificar si sus representantes cumplen los objetivos a los que se habían comprometido, apoyándoles y sugiriéndoles medidas e iniciativas de mejora, si así ha sido, y criticándoles constructivamente, en caso contrario.

Por todo lo anterior, decidimos configurar nuestra aportación política trabajando como grupo de iniciativa social, con la idea básica de que el ciudadano debe ser activo, tiene que moverse y no esperar a que la solución le venga de lo alto.
Nos proponemos llegar a ser plataforma para la promoción y apoyo de iniciativas que, superando la barrera de las ideologías, se orienten a la búsqueda del bien común.
Igualmente, es nuestro objetivo fomentar el estudio y la formación en el ámbito político, para desarrollar en los ciudadanos la capacidad de participación en la vida pública.

Asimismo, intentamos ser foro de encuentro y diálogo para que personas con diferentes convicciones políticas y sociales puedan intercambiar puntos de vista, sin condicionamientos previos, espontánea y libremente, a la búsqueda de la unidad, partiendo de aquellos criterios comunes que permitan sentar las bases para una eficaz cooperación.        
Entre nuestras actividades podemos destacar la organización de conferencias, mesas redondas, coloquios, ..., en relación con aspectos de interés de la vida política y social, incluyendo actos de análisis objetivo y comparativo, por materias, de los programas de los distintos partidos políticos ante unos determinados comicios.
La manifestación pública más reciente de la Asociación ha sido la celebración, en la Delegación del Parlamento Europeo en Madrid, el 19 de diciembre de 2003, de una conferencia-coloquio con Vera Araujo, socióloga y miembro del Centro de Estudios del Movimiento de los Focolares, y Lucia Fronza, ex – parlamentaria italiana y Presidenta del Movimiento Político por la Unidad. El tema abordado “La Fraternidad universal: el desafío de hoy. La Fraternidad en Política”, es un reto que se nos plantea para el futuro, pero del que ya hoy apreciamos sus frutos en todos los campos. Hemos constatado que, incluso en el siempre complicado campo de la Política, puede vivirse la Fraternidad, respetando y valorando lo positivo de las propuestas del adversario político, intentando hacer hincapié en los que nos une, a la búsqueda del bien común.  
Por último, señalar que, desde hace poco tiempo, la Asociación para el Diálogo y la Renovación Democrática, es miembro del Consejo Federal Español del Movimiento Europeo. En su seno, queremos dar nuestra modesta contribución al trabajo que el Movimiento Europeo viene desarrollando en pro de la integración y la unidad de Europa, para hacer de la misma un espacio social más justo y solidario, que lidere en el mundo la protección y el respeto de los derechos humanos.
P.: En su respuesta creo reconocer algunas de las ideas nucleares del carisma del Movimiento de los Focolares. ¿Podría resumirlo, sintéticamente?
R.: No soy, ni mucho menos, el representante más cualificado para hablar del Movimiento de los Focolares; además, es difícil resumir en unas líneas una realidad tan rica y variada. Aun así, trataré de hacerlo, lo mejor que pueda, de la mano de Chiara Lubich, su fundadora.
Chiara nace en Trento, en el norte de Italia, el 22 de enero de 1920; tras obtener el título de maestra, debe interrumpir sus estudios de Filosofía a causa de la Segunda Guerra Mundial. En medio de los escombros de su ciudad, destrozada por los continuos bombardeos, comienza con un grupo de amigas a atender a los más necesitados. La destrucción que las rodea les hace entender que sólo hay un Ideal que no pasa, que las bombas no pueden destruir, Dios, Dios que es Amor, y deciden hacer de Él el único ideal de sus vidas.
Diariamente las bombas las obligan a acudir a los refugios, donde aprovechan para leer el Evangelio. Allí comienzan a descubrir que las palabras en él contenidas pueden vivirse, es más, están escritas para eso, para ponerlas en práctica. Entre las frases evangélicas, algunas les causan mayor impresión: las relacionadas con el amor al prójimo y el amor recíproco, por lo que se ponen inmediatamente a hacerlas vida. A los pocos meses, son ya más de quinientas personas las que se han unido a esta corriente de amor en la ciudad de Trento. Así, sin darse cuenta, estaban poniendo las bases de lo que, más tarde sería el Movimiento de los Focolares. Acabada la guerra, éste se difunde rápidamente por toda la geografía italiana, y luego por Europa –incluida España- y por todos los continentes. En la actualidad, está presente en 182 países y cuenta con más de dos millones de personas, de todas las edades, razas y creencias.
En las tierras donde dominan los conflictos, el Movimiento aporta una nueva mentalidad de comprensión y de ayuda recíproca, que mueve a muchas personas a comprometerse a poner paz entre las facciones opuestas.
Desde siempre, el Movimiento ha trabajado incansablemente para promover diálogos entre las distintas realidades de la Iglesia Católica, entre ésta y las otras denominaciones cristianas, entre las distintas religiones, y con los hombres que, sin profesar una fe religiosa, quieren  construir también la unidad en el mundo.
Alguien se preguntará: pero, ¿cuál es la clave de esta rápida difusión del Movimiento, entre personas de las más variadas ideologías, creencias y condiciones sociales?
El secreto está en una nueva pauta de conducta adoptada por millones de personas, que se inspira, fundamentalmente, en principios cristianos - pero sin descuidar, al contrario, poniendo de manifiesto, valores paralelos de otros credos y culturas -, y que trata de infundir en el mundo fraternidad, paz y unidad.
Se trata de la “espiritualidad de la unidad”, que es, a la vez, personal y comunitaria, y que Juan Pablo II ha presentado actualmente, a toda la Iglesia, bajo el nombre de “espiritualidad de comunión”, para que todos la vivan.
Los puntos fundamentales de esta espiritualidad son dos.
El primero es la unidad, esa unidad que Jesús le pidió al Padre antes de morir: “Padre, que todos sean uno, para que el mundo crea que Tú me has enviado” (Jn 17, 21). Una oración que reclama la unidad de los cristianos con Dios y entre ellos, para hacerla extensiva después a todos, en una fraternidad universal.
El segundo fundamento es Jesús crucificado y abandonado, que grita en la cruz: “Dios mío, Dios mío, ¿porqué me has abandonado?” (Mt 27, 46; Mc 15, 34). Jesús, el Verbo de Dios hecho hombre, justamente por ser hombre, había cargado con todas nuestras culpas, nuestras divisiones, nuestros sufrimientos; y por eso, el Padre había permitido que sintiera aquel dolorosísimo abandono. Pero Él, con un esfuerzo sobrehumano, superó esta prueba y se abandonó en el Padre diciendo: “En tus manos... encomiendo mi espíritu” (Lc 23, 46), y así se convirtió en el modelo de todos para recomponer cualquier desunión, para curar cualquier trauma.
Amándolo y siguiéndolo a Él, los miembros del Movimiento de los Focolares contribuyen a unir individuos y porciones de sociedad de todos los pueblos, trabajando de este modo por la unidad de la familia humana.
P.: ¿Cuál es la salud de su movimiento en España? Caracterizado, especialmente, por una vocación ecuménica, ¿son acogidas sus propuestas de diálogo por otras confesiones religiosas presentes en España?
R.: En nuestro país, de mayoría católica, los contactos con otras denominaciones cristianas han sido bastante esporádicos. Sin embargo, existe un interesantísimo diálogo con destacados miembros de la comunidad islámica, que tuvo su cenit en la visita que Chiara Lubich realizó a España hace un año. Este diálogo, al igual que el establecido con personas de otras religiones en diferentes países, está basado en el respeto recíproco y en la llamada “regla de oro”, común a las principales religiones del mundo, que dice así: “Trata a los demás como quisieras ser tratado por ellos” (Lc 6, 31). En el fondo, lo que reclama esta regla de oro es amar a cada prójimo; de modo que, si nosotros, porque somos cristianos, amamos, y ellos, por ser hindúes, musulmanes, judíos,..., también aman, se genera el amor recíproco, del cual florece la fraternidad.
P.: Dada la situación de la sociedad y de la Iglesia españolas, ¿cuáles son las principales urgencias que deben afrontar el Movimiento de los Focolares y la Asociación para el Diálogo y la Renovación Democrática?
R.: Pienso que el Movimiento debe, cada vez más, ser fiel al carisma que propició su creación, y trabajar para contribuir a realizar la unidad allí donde ésta falte.
En cuanto a la Asociación, ha de implicarse más en la vida pública, e intentar llevar a la misma el espíritu de fraternidad que, como hemos visto, supone un cambio radical en las relaciones humanas
P.: ¿Qué le sugiere el Islam?: ¿confrontación?, ¿diálogo?, ¿asimilación?, ¿multiculturalismo?
R.: Me sugiere diversidad, riqueza, diálogo y, sin duda, fraternidad.
Al respecto, es significativa la experiencia del Movimiento de los Focolares: en mayo de 1997, invitada por el Imán Warith Deen Mohammed, líder espiritual de dos millones de musulmanes afroamericanos, Chiara Lubich habla de la espiritualidad de la unidad a tres mil musulmanes negros de la mezquita “Malcom X” de Harlem (Nueva York). La escena es verdaderamente sorprendente, sobre todo, para la mentalidad musulmana: una mujer, cristiana, hablando en una mezquita. Fruto de aquel encuentro, se inicia un proceso de conocimiento recíproco y colaboración fraterna, que hoy ha abierto las puertas de cuarenta mezquitas en los Estados Unidos, y posibilitado el contacto y diálogo con numerosas comunidades musulmanas en Europa.

Muchas gracias.

 

Arbil, anotaciones de pensamiento y crítica, Nº 76, diciembre de 2003.

Una entrevista a Ignacio Arsuaga: HazteOir.org y el movimiento transversal católico español.

Entrevistamos a Ignacio Arsuaga, una de las jóvenes revelaciones del laicado español a través de su trabajo en la novedosa y exitosa plataforma transversal HazteOir.org.

Ignacio Arsuaga es uno de los jóvenes impulsores de la plataforma transversal HazteOir.org. Muy dinámica, e innovadora en sus métodos, esta entidad ha tomado la iniciativa, con algunos éxitos indudables, en un momento en que el catolicismo social español parecía desaparecer casi por completo en el plano político. Movilizando a la opinión pública, impulsando otra forma de actuar en política, ha constituido un revulsivo para la conciencia de muchos católicos. Por todo ello Foro Arbil ha considerado del máximo interés entrevistarle.

Pregunta: ¿Podría describir, brevemente, a su plataforma HazteOir.org?:

Respuesta: HazteOir.org es una plataforma de ciudadanos y entidades que luchan por un mundo mejor, más humano, desde una concepción cristiana del hombre y de la sociedad y usando Internet como instrumento básico de acción. Nuestros proyectos están destinados a afirmar y promover la participación política, la dignidad humana y el valor de la vida. ¿Cómo nos distinguimos de tantas asociaciones que también trabajan por un mundo mejor? Tratamos de hacer que la participación de los ciudadanos en esta tarea sea fácil, cómoda y ágil, para lo que nos valemos básicamente de las nuevas tecnologías.

P.: En los orígenes de la plataforma encontramos al Instituto Phoenix. ¿Podría hablarnos de la naturaleza de dicho Instituto? ¿Alguna entidad, o grupo de presión, se encuentra “detrás” de ambas iniciativas?:

R.: Como bien dice, algunos de los fundadores de HazteOir.org nos conocimos en los cursos de verano del Instituto Phoenix en los EE.UU. Se trata de una organización internacional, nacida en la Universidad de Arizona, en la ciudad de Phoenix, que asume como misión contribuir al Bien Común de la sociedad mediante la formación, la amistad y el compromiso social de sus socios, alrededor del estudio de la cultura occidental. La cultura occidental, marcada por la síntesis que realizó el cristianismo de lo mejor del mundo grecolatino, explica nuestra identidad y, además, nos permite juzgar la realidad para afrontar mejor el futuro, para que la sociedad esté al servicio de la persona.  Esta cultura occidental, que parece que está en trance de desaparecer, tiene la suficiente vitalidad para renacer de sus cenizas, como el Ave Fénix de la mitología antigua. Creo que esto explica el por qué del Instituto.

“Detrás” del Instituto Phoenix y de HazteOir.org no hay nada más que un grupo de ciudadanos, la mayor parte jóvenes, con ganas de no quedarnos parados, de cambiar el mundo. Precisamente es esta una de las riquezas más significativas de HazteOir: la unidad de corazón y de acción de gentes de los más diversos carismas, procedencias e intereses.

P.: Si repasamos la web de HazteOir.org, observamos que ustedes se implican en numerosas “batallas”, ya promoviéndolas, ya apoyándolas: defensa de la vida, terrorismo, situación de la familia, educación, derechos de los televidentes… ¿No podría aplicárseles aquello de  que “quien mucho abarca, poco aprieta”?:

R.: Es tal la influencia de la llamada “cultura de la muerte” en la sociedad de nuestro tiempo, que nos vimos en la necesidad de presentar batalla en todos los ámbitos de la vida pública en los que la dignidad humana está en juego. Sabemos que no tenemos capacidad (por ahora) para ejercer una influencia significativa en todos ellos... de hecho, en los que hemos considerado como más trascendentales o urgentes, hemos promovido plataformas monotemáticas. Por ejemplo, la plataforma de científicos y ciudadanos “Hay Alternativas”, que creamos desde www.hayalternativas.com, a favor de la investigación científica que no suponga la destrucción o manipulación de seres humanos.

P.: Si analizamos la situación política hoy día, puede concluirse que las minorías tienen nulas posibilidades de hacerse oír. En ese sentido, el bipartidismo dominante ahoga otras identidades políticas y culturales existentes en la sociedad española, al igual que los grandes grupos económicos que controlan los masivos medios de comunicación. ¿Comparte este juicio? La metodología de HazteOir.org, ¿no constituye una innovación capaz de abrir una brecha en la dinámica anterior?:

R.: En demasiadas ocasiones he escuchado quejas sobre lo difícil que nos lo ponen a los católicos – o a los que defendemos determinadas posiciones contrarias al “pensamiento único” – para hacernos oír. Esto es una realidad. Pero todavía es más cierto, y muchos lo han demostrado en los últimos años, que sí que es posible salir a la arena de los medios, de la sociedad y de la política. No podemos perder más tiempo pensando que no podemos hacer nada. Que nos lo pongan difícil no significa que no podamos participar. En esta tarea, si queremos tener algún éxito, tenemos que ser generosos, imaginativos, innovadores, constantes, tenaces, magnánimos. Ensayar nuevas fórmulas. Hacer uso de las nuevas tecnologías, sobre todo Internet y el correo electrónico. Transmitir un mensaje positivo, inteligible para el conjunto de la sociedad. Estar en el cine, en la televisión, en la radio y en los periódicos... en la cultura. Crear toda clase de asociaciones, grupos y plataformas. Unirnos en acciones comunes. Gracias a Dios, muchos ya estamos viendo cómo todo esto puede hacerse realidad.

P.: HazteOir.org no es una entidad confesional. Pero, además del de algunos católicos a título individual, ¿ha encontrado apoyos en otros ambientes?:

R.: Nos hemos encontrado con gente de izquierdas que han firmado algunas de nuestras alertas o que participan muy activamente en nuestros foros. El PSOE, por ejemplo, nos copió casi literalmente algunas de nuestras propuestas en su plan de apoyo a la familia. Lo que defendemos no son cuestiones que se puedan sostener sólo desde la Fe. Apoyamos siempre nuestras alertas en argumentos de razón y de ciencia. Sin embargo, sí somos conscientes de que el grueso de nuestros apoyos y lectores son cristianos. Es curioso cómo la defensa de la dignidad humana en todos los medios en los que se ve atacada la ha asumido en nuestros días de una forma muy particular la Iglesia católica.

P.: La palabra “transversal” parece estar de moda entre los católicos sociales españoles. Diversas entidades se identifican con esta  modalidad de trabajo social y político. ¿Qué le sugiere este término?:

R.: “Transversal” implica dar prioridad a los valores comunes, que no deben ser objeto de discusión. Para defender estos valores comunes, es deseable la unidad de acción – o al menos de criterio – de todos los que estamos por la dignidad humana. Esta unidad en lo fundamental debe hacerse compatible con las diferencias en cuestiones accidentales de la acción.

También significa que tu asociación tiene presencia en varios partidos y tendencias y grupos; que no te casas con ninguno pero trabajas en todos los que puedes. Que tienes militantes de muchos movimientos... Que tu asociación trabaja muchos temas. Que estás presente en diversos ámbitos: lo mismo sacas una revista, que una web, vas a debates en TV, que en un sindicato o en una cena con periodistas. Que no estás sólo en política, sino en la cultura, el entretenimiento, en la vida pública en general...

P.: El futuro del catolicismo social, en el que se inserta vigorosamente HazteOir.org, ¿no pasa necesariamente por una salud robusta de los movimientos asociativos familiares de España?:

R.: Sin duda. Estoy convencido de que si queremos ser testigos de cambios sociales significativos en el S. XXI, es completamente necesario que la familia, como célula básica de la sociedad, vuelva a recuperar su vitalidad. Los signos son muy esperanzadores. En los últimos 4 años, las familias hemos tomado conciencia de que sólo seremos escuchadas y apoyadas desde los poderes públicos si nos asociamos y actuamos de forma coordinada. Así, en los últimos 4 años hemos visto resurgir o nacer a organizaciones familiares que están dando una batalla muy efectiva en el ámbito de la vida pública en España: Federación de Familias Numerosas, Instituto de Política Familiar, Foro Español de la Familia, Plataformas Autonómicas como PROFAM...

P.: Así, entre otras entidades, E-cristians, también abanderado de este concepto novedoso de la “transversalidad”, parece compartir muchos objetivos, métodos y principios con HazteOir.org. Y, de hecho, ambas organizaciones han cooperado en varias ocasiones. ¿Confluirán ambas en una única entidad que sume esfuerzos?:

R.: Tenemos, como bien dice, muy buena relación con la gente de e-cristians. De hecho, nos hemos apoyado mutuamente en algunas campañas. Sin embargo, creo hay algunas diferencias que hacen que nuestra labor sea complementaria a la de e-cristians. Nosotros no somos confesionales; ellos sí. Defendemos la dignidad humana y los derechos de la persona desde la mera razón, en defensa de la justicia, el bien común... Creemos que no es necesario apelar a la Fe para reconocer, por ejemplo, un estatuto jurídico del embrión humano. E-cristians, por su parte, enviaba una carta a los diputados españoles explicando la doctrina de la Iglesia en cuanto a las cuestiones relacionadas con la reforma de la Ley de Reproducción Asistida que debate estos días el Parlamento. Ambos enfoques son efectivos. Son dos caminos diferentes, que confluyen en un mismo fin. Aunque sigamos colaborando, no creo que acabemos confluyendo en una única entidad.

P.: Durante varias décadas del pasado siglo, la presencia pública de los católicos era impulsada de forma expresa por la Jerarquía, apoyándose en grupos de laicos, tales como la Acción Católica y la ACNP. En la actualidad, se observa una  pérdida de vigor en algunas organizaciones católicas tradicionales, implantándose, por otra parte, nuevos movimientos eclesiales cuyo interés por la presencia pública es en muchos casos, mínimo, pues podríamos afirmar que predomina una tendencia hacia el “recogimiento”. ¿Es deseable buscar la “unidad de acción” de esas realidades ante los retos de la vida pública? ¿HazteOir.org puede ser uno de esos cauces?:

R.: No sólo es deseable sino que es necesario que nos unamos en una misma dirección, mediante acciones concretas en la vida pública, los medios de comunicación y la cultura, todos los ciudadanos que creemos en la dignidad humana como valor absoluto. Los partidarios de la cultura de la muerte son muchos y muy poderosos. Si no hacemos el esfuerzo de superar las diferencias y actuar en comunión también en la vida social y política, no tenemos nada que hacer. Pero nuestra mirada es de esperanza. Ya son muchas las iniciativas que en los últimos años han puesto de manifiesto esta unidad de acción. En dos direcciones: por una parte haciendo posible que los que estamos en esta lucha nos conozcamos y acerquemos criterios y posiciones (quizás lo más importante); y por otra, facilitando que este grupo social, este “pueblo”, tenga en la vida pública una presencia significativa, la que se merece.

Respondiendo a la pregunta de si HazteOir.org puede ser un cauce para la unidad de acción de los católicos en la vida pública, le puedo informar que ya lo está siendo. Sin ser confesionales, nos reconocemos en los principios del humanismo cristiano y de la doctrina social cristiana. En HazteOir.org colaboran personas que pertenecen a muchos y variados movimientos... Dicho esto, no tenemos ninguna pretensión de exclusividad. No somos quién para decir a los laicos dónde deben trabajar para hacer presente su Fe (y las consecuencias sociales de la misma) en el ámbito público. No somos más que un cauce – de entre los muchos que se nos ofrecen – por  el que cualquier ciudadano activo – cristiano o no – puede hacerse oír, participar en la vida pública.

P.: La irrupción del partido político Familia y Vida ha introducido una novedad en el mortecino panorama del catolicismo español con vocación política. A su juicio, ¿católicos en partidos o partidos católicos?:

R.: La pregunta – entiendo – está viciada. Da por supuesto que el mecanismo principal de participación política es el de los partidos  políticos. Me parece mucho más positivo, en este momento de la vida política española, dar cauce a la participación desde la sociedad. En mi opinión, los partidos en España han creado unas super-estructuras y han desarrollado tales intereses que se hace prácticamente imposible la participación política real en su seno. Antes de lanzarse a la participación en partidos políticos, creo que es mejor dedicarse a construir una sociedad más vigorosa.

P.: Se han elevado desde medios católicos, en los últimos años, ciertas críticas crecientes contra algunas políticas desplegadas por un Partido Popular que -parecía- debiera haber sido más receptivo con los valores de su electorado católico. ¿Considera que, todavía, hay posibilidades de que este partido rectifique sus políticas familiares y de defensa de la vida?:
 
R.: Desde el Partido Popular nos lo han repetido mil y una veces. Y tienen razón. El PP – y el PSOE también, añadiría yo – adoptará las políticas que le demande una parte significativa de la sociedad. Por tanto, es prioritario en primer lugar que construyamos sociedad, que creemos cultura. Esto quiere decir que si los que estamos defendiendo una política familiar seria, por ejemplo, conseguimos unir en acciones concretas a un número significativo de familias y ciudadanos y por tanto hacernos oír (prioritariamente en los medios de comunicación), el Partido Popular – no me cabe duda – asumirá propuestas mucho más audaces a favor de la familia. La prueba está en cómo PP y PSOE han adoptado a la familia como objeto prioritario en muchas de sus iniciativas más recientes: los planes de apoyo a la familia, la supresión del Impuesto de  Succiones, la Ley de Familias Numerosas... Todas estas medidas, hace 5 años, cuando las asociaciones familiares no existían, eran impensables… Aún cuando constatemos lo limitado de estas propuestas. Estamos en camino.

P.: Aunque, políticamente, la socialdemocracia parece vivir un período de retroceso, cultural y socialmente vivimos de la “revolución” de ideas y costumbres impulsada por la izquierda progresista europea en las últimas décadas. ¿Considera como una alternativa a esta realidad, a tener en cuenta, al movimiento conservador, o neoconservador si se prefiere, procedente especialmente de Estados Unidos?:

R.: De Estados Unidos creo que tenemos mucho que aprender. Es una sociedad joven, mucho más viva que la europea. Los políticos se dedican a atender y a tratar de dar cauce a las peticiones de sus votantes. Lo normal es que cada ciudadano pertenezca a varias asociaciones o grupos de presión. Las asociaciones, que se dedican a reivindicar toda clase de asuntos, algunos de los más extravagantes, se financian con las cuotas de sus socios y tiene un espacio en los medios de comunicación.

De hecho, HazteOir.org se inspira en la realidad de las asociaciones americanas, de entre las que destacaría un par: MoveOn.org y la Christian Coalition. Este último grupo, de la órbita si se quiere del movimiento neoconservador, está haciendo un trabajo fabuloso a favor de la vida y la dignidad humana. Tiene un peso notable en la vida pública de los Estados Unidos.

En cuanto al movimiento “neoconservador”, destacaría varias cosas. Como puntos positivos: la ausencia de complejos, sobre todo en el ámbito cultural, el haber sido capaces de elaborar una propuesta política completa alternativa a la del “progresismo sesentayochista”, la paciencia que han tenido, pues no han adaptado su discurso a lo políticamente correcto para obtener cuotas de poder… También observamos cosas que nos gustan menos: el individualismo de algunas de sus corrientes, la poca preocupación por la justicia social…

Precisamente porque observamos las limitaciones del conservadurismo, nuestro discurso, en mi opinión, no puede ser catalogado como neoconservador. Nuestra opción por la economía social de mercado, por la responsabilidad social de las empresas, o el considerar esencial la dimensión comunitaria de la persona creo que sorprenderían o escandalizarían a muchos de los conservadores de EE.UU.

P.: Acogida, en diversos medios institucionales y sociales, de algunas iniciativas impulsadas por la entidad. Amplias simpatías entre obispos españoles y sectores comprometidos del catolicismo social español. Creación de HazteOir.org en Andalucía. Salto a Italia, donde se está constituyendo una entidad análoga con su mismo espíritu. ¿Cuál es la fórmula del éxito de HazteOir.org?. ¿De qué fuentes brota  la consistencia del equipo impulsor de HazteOir.org?:

R.: Buena pregunta... Quizás la clave esté en la ilusión del equipo de HazteOir. Disfrutamos de lo lindo transformando el mundo, trabajando por una cultura, una economía y una política plenamente humanas. ¿No es una tarea apasionante? Tanto, que hasta hace que no cueste – o que cueste poco – acostarte más tarde para redactar una alerta. Una tarea que hace que merezca la pena vivir.

Esta ilusión la podemos mantener gracias al Amor de Dios y a la amistad que nos une. Una amistad que ha surgido de la comunión de los ideales y de la actividad que desarrollamos día a día. Sin ese sentido de comunión, no podríamos hacer nada…

P.: ¿Cuáles son los siguientes proyectos de HazteOir.org?
R.: El proyecto más ambicioso que estamos organizando desde HazteOir quizás sea el Congreso eCiudadanos sobre "Internet y participación ciudadana". El Congreso, que D.m. celebraremos en Madrid el 23 y 24 de enero de 2004, pretende convertirse en el acontecimiento de referencia para la participación ciudadana en España, ofreciendo formación y experiencias recientes sobre la materia. Queremos que sea el punto de encuentro de todos los que de alguna u otra manera hemos participado en la actividad desarrollada desde HazteOir. No basta el mundo virtual. La presencia física es insustituible. Se puede encontrar toda la información en www.eciudadanos.org.

 

 

Muchas gracias.

 

Arbil, anotaciones de pensamiento y crítica, nº 74, octubre de 2003.

 

 

 

Una entrevista a José María Baamonde: la Iglesia católica frente a la irracionalidad de las sectas y la new age.

Entrevistamos a José María Baamonde, estudioso de las sectas, las corrientes de la New Age y los llamados nuevos movimientos religiosos. Una aproximación a la postura de la Iglesia católica y el papel de la educación ante el impacto de este creciente fenómeno.

 

José María Baamonde es el impulsor, en Argentina, de la Fundación SPES, una entidad especializada en el estudio, formación de personal especializado y en toda la fenomenología asociada con el universo de las sectas y los llamados nuevos movimientos religiosos. Actualmente reside en España; es psicólogo clínico y docente en la Facultad de Humanidades y Comunicación (Psicología) de la Universidad San Pablo-CEU en Madrid. Autor de numerosos de libros, incontables artículos y diversos trabajos científicos, sobre las numerosas sectas y corrientes de la new age que invaden todo el mundo, especialmente América Hispana. Un fenómeno que afecta, igualmente, a España, aunque con otras características; pero también en relación a las actuales dificultades de la Iglesia católica para la transmisión de la fe. Recientemente ha sido editado en España su libro "La Manipulación Psicológica de las Sectas" (Ed. San Pablo, Madrid 2003).

 

Pregunta: Usted es un conocedor de la situación de las sectas en Argentina y en el resto de Hispanoamérica, así como de su impacto en el pueblo católico. Desde su perspectiva, ¿se trata de un fenómeno creciente o se encuentra en vías de estancamiento?

 

Respuesta: En general el fenómeno de las sectas y los nuevos movimientos religiosos (NMR), registra un constante crecimiento, aunque variable en su proporción, según una serie de circunstancias.  Entre otras podemos mencionar ciertos períodos de la historia. Como dijera en un trabajo anterior, existe en el ser humano una tendencia al cierre o consumación de ciclos o períodos de años. Es por esta razón que tanto en el año 100, en el año 500, en el 1000 ó 1500, tendían a surgir grupos de carácter gnóstico o esotérico y, por sobre todo apocalípticos, que sostenían que en el año 100 iba a registrarse el fin del mundo, o en el 1000 ó el 1500.
Nuestro reciente fin de siglo, coincidente con el fin del segundo milenio, no fue una excepción. En las últimas décadas surgieron muchísimos grupos de carácter gnóstico y esotérico, al igual que grupos apocalípticos. La única diferencia distintiva que hemos registrado en la actualidad es que, por sobre la idea de un fin del mundo, ganó preeminencia la idea de transformación, surgiendo así un movimiento muy amplio y difuso, con un alto contenido gnóstico y esotérico y que se lo conoce con el nombre de New Age o Nueva Era.
Otro factor no menos importante para el crecimiento de los NMR, consiste en los Medios de Comunicación Social.  Antes de la existencia de éstos, un grupo no tenía mayor influencia que en la zona geográfica donde desarrollaba sus actividades, y su propagación y crecimiento era proporcional a la velocidad de los medios de transporte de la época.
En la actualidad un NMR por más pequeño que sea, teniendo acceso a los Medios de Comunicación Social, puede llegar al mundo entero en pocos segundos, propagando sus prácticas, creencias y actividades proselitistas, masivamente.
Es por esta razón que algunos NMR, especialmente evangélicos de tipo pentecostal, han montado grandes cadenas radiales y televisivas, e incluso, han comprado partes de satélites a fin de lograr emisiones durante las 24 horas a gran parte de mundo, en forma simultánea.
En la década de los ochenta, hubo un grupo evangélico pentecostal que llegó a instalar grandes antenas en medio de barrios marginales en países de Centroamérica y obsequiar televisores, a fin de que los habitantes de dichos barrios pudieran recibir sus programas exclusivamente.

 

P.: Ante el fenómeno de las sectas, las realidades de España y Argentina, ¿son equiparables en este sentido?

 

R.: Es un fenómeno mundial, aunque evidentemente, siempre encontraremos algunas características particulares de acuerdo a las diversas regiones del mundo. 
En lo que respecta a este tema, Argentina no se diferencia de los países desarrollados del Primer Mundo. No sólo viene importando movimientos de estas características desde hace varias décadas, sino que ya se ha convertido en un exportador más, con grupos que han tenido su origen en nuestras tierras y hoy, desarrollan una amplia actividad en países europeos, como es el caso de Nueva Acrópolis o El Movimiento, fundado por Rodríguez Cobos, más conocido como “Silo”.
Y no sólo Argentina, muchos otros países de América Latina son generadores de movimientos de características sectarias y que desarrollan actividades tanto en Europa, como en los Estados Unidos de Norteamérica y el resto del mundo.
Quizás una de las tantas diferencias podremos encontrarla en lo que se refiere al tratamiento del fenómeno. En los países del Primer Mundo existe un número importante de estudiosos que llevan años en el seguimiento al presente fenómeno.  Por el contrario, en Argentina como en el resto de los países de América Latina, los abocados a la presente temática son escasos y, mayoritariamente, los estudios corresponden a las dos o tres últimas décadas y desde una perspectiva sociológica o teológica, aspectos estos muy importantes, pero insuficientes para comprender a un fenómeno que obedece a muchísimas razones distintas.

 

P.: La Fundación SPES viene realizando un extraordinario trabajo especializado en la formación de laicos y sacerdotes y en el tratamiento de otros aspectos asociados al fenómeno de las sectas y los nuevos movimientos religiosos (NMR). Esta labor, ¿es suficiente, o deben dedicarse más esfuerzos en este sentido? La lucha contra el avance de las sectas, ¿debe implicar también a otros sectores de la Iglesia católica?
 
R.: En primer lugar, yo no hablaría de lucha contra el avance de las sectas.  El objetivo de la Fundación SPES es el estudio interdisciplinario del fenómeno, a fin de brindar elementos para el discernimiento y respuestas al desafío que implican, como así también una serie de servicios concretos para la Iglesia y otras instituciones, y para personas que se encuentran afectadas directa o indirectamente por esta problemática.
Por otra parte, siempre existirán movimientos de estas características por lo que una lucha sería totalmente infructuosa. Estimo mucho más efectivo trabajar fundamentalmente sobre dos aspectos: la formación en la propia fe, y la información general sobre el fenómeno. De esta manera lograremos que cada vez sean menos los que se dejen seducir por propuestas tentadoras, pero irreales.
Ahora bien, la gran envergadura del fenómeno, hace que los esfuerzos deban incrementarse y no sólo por parte de la Iglesia, sino que deben implicar a toda la sociedad.
En lo que respecta a la Iglesia y pese a los constantes pedidos por parte del Magisterio Pontificio, son pocos los seminarios, universidades y demás instituciones educativas, que estudien el fenómeno de manera más o menos sistemática. En los seminarios, por lo general, su tratamiento se efectúa tangencialmente cuando se estudian temas como ecumenismo o pastoral. No hablemos ya de otras instituciones educativas, incluyendo universidades católicas, donde en algunos casos existe una subestimación del tema y en otros una sobrevaloración, rayana al temor.
En cuanto al resto de la sociedad, creo que hay que superar el prejuicio de que el fenómeno de las sectas y NMR son sólo un problema que compete a la Iglesia o al resto de las religiones clásicas o tradicionales. Esta tema va mucho más allá de lo simplemente religioso. Y mire usted qué curioso. Los únicos preocupados en reducir este tema a una cuestión religiosa, son las mismas sectas.  De esta manera, cuando son blanco de una crítica objetiva, comienzan a realizar grandes campañas manifestando que son víctimas de una persecución religiosa y sacan a relucir clichés como Santo Oficio, nuevas cruzadas, etc.
Este tema compete a toda la sociedad, porque toda ella es interpelada por el presente fenómeno. Este es un problema que compete al Estado, a los gobernantes, a los profesionales, a los educadores y a los educandos, a los padres y a los hijos.
Quizás debiéramos preguntarnos cada uno de nosotros, en qué nos afecta o involucra el fenómeno de las sectas o NMR, de qué manera podemos responder al desafío, y cómo podemos comprometernos desde nuestra vocación particular.  Creo sinceramente que todos podemos dar una respuesta: el gobernante, desde su función pública; el político, desde su bancada; los profesionales, desde sus disciplinas académicas; el educador, desde su cátedra; y los padres de familia, desde su mesa, donde comparten el pan y, en diálogo profundo, rico e íntimo, velan por una formación integral de sus hijos.

 

P.:  ¿No considera que, para afrontar el fenómeno de las sectas, además de extender una buena formación es imprescindible una vivencia personal de la fe y la pertenencia a una realidad eclesial humana concreta?

 

R.: Absolutamente.  La formación sin la gracia, no sirve para nada, o sirve para muy poco

 

P.: Lleva un año viviendo entre nosotros. ¿Existe alguna iniciativa similar a su Fundación en España? ¿Cree necesario, para España, algún instrumento análogo al impulsado por usted en Argentina?

 

R.: Por el momento estamos considerando la posibilidad, junto con otros profesionales, de crear un centro de formación dentro de una institución educativa, aunque considero que siempre será necesaria la organización de diversas instituciones que se aboquen al estudio del presente fenómeno, desde diversas perspectivas. 

 

P.: En América Hispana, parece ser, arraigan de forma particular las sectas pentecostales y evangélicas. En España, por el contrario, parece ser, echan raíces las diversas corrientes de la new age en su versión de “religión de supermercado”. ¿Le parece justo este juicio?

 

R.: En un principio y con una mirada rápida podría decirle que sí, aunque no utilizaría la palabra secta, para referirme a los grupos evangélicos de tipo pentecostal en general, ya que dentro de este espectro existen grandes variaciones, en razón de que los pentecostales se caracterizan por ser autocéfalos. En términos generales es muy distinto el fenómeno del pentecostalismo en América Latina, que con respecto a Europa.
En América Latina los pentecostales son el grupo de mayor crecimiento en estos momentos y ello obedece a muchas razones, entre las que no se pueden dejar de tener en cuenta la situación de crisis medianamente constante que viene padeciendo toda la región; la ayuda extranjera, mayoritariamente proveniente de los Estados Unidos de Norteamérica y esto especialmente en ciertas regiones de Centro América y norte de Sudamérica; los planes y seminarios de crecimiento al que son tan afectos, como el Plan Amanecer que se proponía alcanzar a ser más del 50 % de la población para el año 2000 y edificar un templo cada mil habitantes; el proselitismo agresivo y compulsivo, denunciado en los documentos de la III y IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, realizadas en Puebla (1979) y Santo Domingo (1992), respectivamente; y la capacidad del autopastoreo sin ningún tipo de control, entre otras.
Esta última es una razón muy pocas veces tenida en cuenta. Al ser estos grupos autónomos y autocéfalos, es muy frecuente que un integrante de los mismos, disgustado con sus pastores o, simplemente porque cree haber recibido un llamado divino, se autoproclame pastor o pastora y dé comienzo a un nuevo grupo pentecostal. De esta manera la progresión del crecimiento, suele ser geométrica.
Algunas fuentes afirman que un 15,4 % de brasileños, unos 25 millones aproximadamente, se han adherido al pentecostalismo; un 25 % en Chile; y un 31 % en Guatemala, aunque es importante resaltar en lo que respecta a este último país, que allí el pentecostalismo tuvo gran ayuda gubernamental para su expansión, durante la presidencia del Ríos Montt.  Algo parecido ocurrió en Perú, durante el gobierno de Fujimori y en Chile, durante el gobierno de Pinochet.
En España y Europa en general, la presencia por el momento de este tipo de movimientos no es de gran envergadura, pero estimo que pronto variará en razón de la gran afluencia de latinoamericanos.
En lo que respecta a la New Age o Nueva Era, también en un principio coincidiría con su juicio, y ello particularmente porque lo más visible de esta corriente, apuntaría a sectores de un mediano poder adquisitivo y con una formación intelectiva media. Pero como expresara, este es sólo el aspecto más visible de la New Age.
Existe un segundo nivel que está logrando permeabilizar a todos los sectores de la sociedad, tanto a nivel económico como intelectual, y tiene también una fuerte presencia en países de América Latina.

 

P.: Sectas y new age encuentran un buen mercado entre amplios sectores católicos. ¿Qué falla en nuestra Iglesia, a su juicio, para que tengan este éxito, especialmente entre mujeres y jóvenes?

 

R.: Son varios los factores que se relacionan para el éxito de la New Age o Nueva Era en sectores católicos, una de las cuales indudablemente, responde a una muy pobre formación en la propia fe.
Ocurre que la New Age si bien no se presenta como una religión propiamente dicha, posee empero, un alto contenido religioso. Ofrece un vago espiritualismo gnóstico, donde la salvación se lograría por el conocimiento y no por la fe o la conducta. De esta manera propugnan un crecimiento espiritual sin atenerse a dogmas o sacrificios de ningún tipo, sino tan sólo escuchando la voz interior. Esta falsa espiritualidad demanda, consecuentemente, el abandono progresivo de toda creencia previa, para experimentar una nueva religión sin divisiones, donde Dios es conceptualizado como una Gran Energía.
Es aquí donde quizás se encuentre una de las razones del éxito que registran en una sociedad sensual y consumista, las doctrinas y prácticas de la New Age, al poner comercialmente y al alcance de cualquiera, una experiencia mística sensible y a medida del consumidor, una mística part time y para el tiempo libre, y sin necesidad de transitar por esa noche oscura de la que grandes y verdaderos místicos han hablado tan profusamente.
Con una oferta tan tentadora, ha logrado permeabilizar a muchísimos católicos, incluyendo algunos  sacerdotes y religiosas. Al respecto son muy esclarecedoras las palabras de S.S. Juan Pablo II a los obispos norteamericanos en la visita ad limina del 18 de mayo de 1993:

 

     "Muchos de vosotros habéis escrito cartas pastorales sobre los problemas que presentan las sectas y movimientos pseudorreligiosos, incluido el llamado New Age. Las ideas de la New Age a veces se abren camino en la predicación, la catequesis, los congresos y los retiros, y así llegan a influir incluso en los católicos practicantes, que tal vez no son conscientes de la incompatibilidad de esas ideas con la fe de la Iglesia.

 

     "En su perspectiva sincretista e inmanente, estos movimientos pararreligiosos prestan poca atención a la Revelación, más bien, intentan llegar a Dios a través del conocimiento y la experiencia, basados en elementos que toman prestados de la espiritualidad oriental y de técnicas psicológicas. Tienden a relativizar la doctrina religiosa a favor de una vaga visión del mundo, que se expresa mediante un sistema de mitos y símbolos revestidos de un lenguaje religioso. Además proponen a menudo una concepción panteísta de Dios, incompatible con la Sagrada Escritura y la tradición cristiana. Reemplazando la responsabilidad personal de nuestras acciones frente a Dios con un sentido del deber frente al cosmos, tergiversando así el verdadero concepto de pecado y la necesidad de la redención por medio de Cristo".

 

De esta manera, a través de diversas organizaciones, programas educativos, libros, revistas, programas radiales y televisivos, la New Age va ganado adeptos día a día con el objetivo final, según sostienen, de borrar las fronteras universales, para lograr la creación de una suprarreligión donde el hombre sea el Alfa y el Omega, el Principio y Fin de todas las cosas, logrando así una caricatura de la religión: Ya no es el hombre el creado a imagen y semejanza de Dios, sino Dios, el creado a imagen y semejanza del hombre.

 

P.: La Masonería jugó, en el pasado de Argentina y de España, un importante papel. En la actualidad, sin embargo, parece haberse difuminado su tradicional influencia. Sin embargo, parece adivinarse un influjo de muchos principios masónicos en buena parte de los presupuestos y propuestas de la new age y numerosas sectas ocultistas. ¿Qué opinión tiene al respecto?

 

R.:  La influencia de la masonería, a mi entender, sigue con plena vigencia en los más diversos ámbitos y comparte con las numerosas sectas ocultistas, sus contenidos de carácter gnóstico y esotérico.
En cuanto a la New Age o Nueva Era, pueden observarse claramente estos influjos en muchas de las propuestas que hace el presente movimiento.  Desde la creación de una suprarreligión, hasta su rechazo, yo diría en algunos casos hasta visceral, al cristianismo

 

P.: Desde algunas revistas especializadas, es el caso de “30 días en la Iglesia y en el mundo”, se ha denunciado la irrupción actual de concepciones gnósticas semejantes a las sufridas en los primeros siglos del cristianismo. ¿Se trata de un fenómeno asociado al florecimiento de las sectas o se encuentra, por el contrario en la base del mismo?

 

R.: La mayor tentación del cristianismo, a lo largo de toda su historia, fue el gnosticismo.  La posibilidad de alcanzar la salvación mediante el conocimiento y el propio esfuerzo, desechando en un neopelagianismo, la gracia sobrenatural.
Creo que esta gran tentación humana, es en términos generales uno de los pilares donde se asienta el crecimiento y la difusión de la mayor parte de las sectas y los NMR.
Pareciera que para algunos aceptar el don de gratuidad de Dios, fuera imposible, empezando a recorrer así el camino del mayor de los dramas humanos, que es el vivir apartado de nuestro Creador.
La tentación del conocimiento para la salvación lo podemos encontrar desde las más clásicas organizaciones ocultistas, hasta en métodos pseudo científicos y muy populares como el Control Mental.
En estos métodos se propone habitualmente que entrenándonos nada nos será imposible, por lo que no deja de ser aunque algo reciclada, la primera y más antigua de las tentaciones que sigue hoy teniendo toda su vigencia: “... y seréis como dioses” (Gn. 3, 5).
 
P.: Dada su vinculación actual a la Universidad San Pablo–CEU de Madrid, ¿tiene previsto proponer algún tipo de encuentro multidisciplinar, con vocación de futuro y servicio a la Iglesia, relativo al mundo de las sectas y los NMR y su incidencia en la sociedad actual?

 

R.:  Sí, son varias las propuestas y en distintos niveles, que se están estudiando.  La primera y básica es que los alumnos puedan contar con un conocimiento, aunque sólo fuera una mínimo e introductorio sobre el presente fenómeno y presentado de acuerdo a las distintas disciplinas profesionales. Es decir que los alumnos de psicología conozcan la presente problemática desde una perspectiva psicológica, los alumnos de abogacía, desde una perspectiva jurídica, etc.
Considero esto sumamente importante, porque en el día de hoy están saliendo de universidades católicas de todo el mundo, profesionales que no sólo desconocen absolutamente el presente fenómeno, sino que incluso están convencidos de que grupos pertenecientes a religiones clásicas o tradicionales son una secta, mientras que le asignan carácter de religión clásica o tradicional, a grupos como Cienciología o los Niños de Dios.  Es decir que la ignorancia y confusión, es prácticamente absoluta.
En un segundo nivel, sería recomendable una profundización de estos estudios, especialmente en ciertas disciplinas académicas.  Y ello sobre todo, porque será habitual que en sus futuras carreras profesionales, deban enfrentarse con casos relacionados a la presente problemática.  Al día de hoy, lamentablemente, casi no contamos con psicólogos y psiquiatras capacitados en el tratamiento  psicoterapéutico de personas que han sido miembros de algunos movimientos de características sectarias, y que han sido sometidos a prácticas muy particulares, con las consecuentes secuelas físicas y psicológicas.
Algo similar ocurre con el aspecto jurídico y también el periodístico, donde en ocasiones llegamos a leer en periódicos y revistas verdaderas barbaridades o, en el mejor de los casos, tratamientos sensacionalistas.
Finalmente sería deseable que en alguna universidad católica se creara un instituto o departamento que se abocara al estudio interdisciplinario del fenómeno, pudiendo ser un referente y brindar un servicio a la Iglesia en particular y a la sociedad en general, a través de conferencias, seminarios y publicaciones tanto a nivel académico, como pastoral, y asesoramiento a otras instituciones.
 
Muchas gracias.

 

Arbil, anotaciones de pensamiento y crítica, Nº 71 – 72 (julio – agosto 2003)