Entrevistamos a J. Marcos Lizarbe Lasa: el Presidente del Partido Familia y Vida
J.Marcos Lizarbe Lasa, aragonés bregado en la militancia de numerosas asociaciones de ámbito en defensa de la familia, es el nuevo presidente del Partido Familia y Vida . Muy involucrado en el movimiento de Cursillos de Cristiandad, es firme partidario de la vocación laica aconfesional del partido y de su viabilidad política; rechazando como esquema caduco la tradicional dicotomía derechas/izquierdas.
Pregunta: ¿Qué adjetivo sería el más apropiado para caracterizar la identidad del partido Familia y Vida ? ¿sectorial, transversal, populista, conservador…?
Respuesta: Probablemente transversal, sí transversal. Lo que pasa, si le soy absolutamente sincero le diré, que tampoco tengo muy claro esto de la transversalidad. Es posible que se trate de un socorrido recurso para definir nuestro posicionamiento político. Permítame decirle que, personalmente, soy de los que opino que esto de la derecha y la izquierda ya no se lleva, me atrevería a decir que pertenecen al siglo XIX; ni tan siquiera al XX. En la Edad Media se hablaba de güelfos y gibelinos, unos partidarios de los papas y otros de los emperadores alemanes; no tardaremos mucho en dejar de escuchar a las personas encuadrarse en la derecha o en la izquierda.
Es verdad que la política consiste en la búsqueda del bien común para la sociedad. El bien común entiendo que sigue siendo el mismo, la verdad. El Partido Familia y Vida habla, muy a menudo, de esa búsqueda constante de la verdad. Lo que si tenemos claro es que la sociedad sí cambia, y lo hace continuamente. Me parece que hoy en día, y este juicio reconozco que es visto desde una visión únicamente práctica, la complejidad de los asuntos políticos y los factores que inciden sobre ellos tienen como consecuencia que las ideologías mencionadas constituyan unos parámetros muy poco adaptables a las nuevas necesidades sociales. Mire Ud. la política del futuro es la política de los valores, y el Partido Familia y Vida considera que, en concreto, la Vida y la Familia, como valores fundamentales, deben ser llevados a la política. Es más preciso y urgente que nunca devolver a la Familia y la Vida el protagonismo que se merecen como ejes y motores de toda nuestra política.
P.: Familia y Vida celebró un congreso extraordinario los pasados días 23 y 24 de octubre. El partido, pese a sus fracasos electorales, ¿sale reforzado del congreso o, pudiera afirmarse, continúa en crisis?
R.: No sé de dónde ha sacado Ud. que el Partido Familia y Vida ha tenido fracaso electoral alguno o ha estado en alguna ocasión en crisis.
De lo dicho, lo que sí es verdad, es que el Partido ha celebrado recientemente su I Congreso nacional bajo el lema: “La solución es política”. Celebrar un Congreso, por todo lo alto, apenas tres años después de su constitución es, en si mismo, un triunfo para todos. Un triunfo no sólo para los afiliados y simpatizantes del Partido, también para todos los demócratas. El sistema democrático se basa en la expresión de la opinión política de los ciudadanos mediante el sufragio universal. Los ciudadanos deben expresar con el voto su opinión personal, si a éste no se le dan oportunidades de elegir, termina decantándose por lo que llamamos el voto útil que, habitualmente, forman las opciones mayoritarias. Ello provoca una adulteración del sistema democrático que, creado sobre mayorías parlamentarias que cuentan con la legitimidad del voto, no representan la opinión del ciudadano.
Dicho todo lo anterior; y justificada la existencia del Partido Familia y Vida, por estos y otros muchos motivos, no voy a dejar de reconocer que los dos principales objetivos de un partido político son: concurrir en los procesos electorales y ocupar un puesto de representación en la Administración. Junto con estas funciones el partido puede tener otras muchas, pero las que verdaderamente lo definen como partido son las dos mencionadas. Los votos no son un fin para nosotros, ni lo deberían ser para nadie, son un medio que, indudablemente aspiramos conseguir para llevar nuestra política a las instituciones. Sí Ud. Se refiere a que, después de obtener los excelentes resultados en las elecciones nacionales, vimos reducido cuantitativamente los votos en las elecciones europeas; yo, y se lo digo sinceramente, no me atrevo a pensar en crisis. De verdad se puede llegar a pensar que, jugando con todas las desventajas que te ofrece el sistema, ¿se ha dado el plazo suficiente para ser conocidos?, ¿hemos tenido tiempo para explicar a los españoles la inutilidad de ese voto útil del que hablábamos?; permítame decirle que, conociendo la mecánica por dentro, esto necesita tiempo. Recientemente dije que esto de la política necesita mucho de oído y de tacto, el Partido Familia y Vida tiene que resistir, y como Ud. bien sabe el que aguanta gana.
En referencia a lo de la crisis, citando a un miembro del Parido le diré que el Parido Familia y Vida es como la levadura del mundo político español que va a transformar una masa compacta e indigesta en algo esponjoso y apetecible. Bien porque enseñemos a hacer política de otra forma, bien porque vayamos introduciendo una cultura de vida y no de muerte.
Mire Ud. al Partido Familia y Vida, ahora que no nos oye nadie le diré, que no le ha dado ni tiempo a estar en crisis. Ni puede estarlo ni lo estará. Su existencia, como he mencionado antes, está justificada en ella misma. De momento, con nuestra aportación minoritaria a la vida política, pero decisiva, aspiramos a que se nos permita influir en la sociedad. En estos momentos la existencia de Familia y Vida es radicalmente imprescindible en el espectro político actual.
Parafraseando a Thoreau diremos que si el bien común del pueblo es agredido con leyes inicuas y el fin de la política se hace perverso, el lugar de los políticos honestos es, en todo caso, la oposición.
P.: Familia y Vida, no habiendo alcanzado sus iniciales expectativas electorales, ¿ha efectuado una autocrítica?, ¿actuará en consecuencia?
R.: Insisto en que nuestras expectativas electorales están cumplidas. El Partido Familia y Vida se ha presentado a las elecciones y le ha dado la posibilidad de votar a miles de personas que sin nuestra presencia no hubiesen votado. En un Congreso, y no tendría sentido que fuese de otro modo, se debe hacer una crítica de lo hasta ahora realizado. Todo no lo habremos hecho bien; o como decía el popular, y digo lo de popular con toda la mala intención, D.Alberto Ruiz Gallardón recientemente, “algo habremos hecho mal”; eso con absoluta seguridad, sobretodo porque hemos hecho muchas cosas.
Por lo tanto no sé si actuaremos en consecuencia, lo que si lo haremos es en conciencia. El Partido Familia y Vida pretende universalizar los valores de la familia y la vida, obrando siempre desde la recta intención de hacer un bien a la sociedad y sobretodo a los más débiles y desfavorecidos.
Vivimos tiempos de extraños experimentos sociales, el legislador se rige por su propia voluntad dando la espalda a la naturaleza del ser humano. Así es posible legislar en contra de la vida, en contra de la familia y en contra de la persona; pero, la legitimidad de estas leyes en un Estado de Derecho como el nuestro, no les transforma en leyes justas. La consecuencia es la necesaria presencia de un Partido como el nuestro en el espectro político, hoy más necesario y urgente que nunca.
P.: Un partido político que se centra, fundamentalmente, en la defensa de la familia y de la vida, ¿no renuncia, así, a la oferta de un programa político completo y, con ello a la posibilidad de atraer a sectores sociales más amplios?
R.: El Partido Familia y Vida es un partido temático, es decir, defiende principalmente la vida y la familia de entre los muchos objetivos que puede legítimamente perseguir en su acción política. Esta opción política no sólo se justifica, sino que viene exigida por la extrema importancia del objetivo a conseguir: queremos aunar los esfuerzos de todos aquellos que consideran que son los dos pilares fundamentales de toda acción política, que deben ser logrados de forma absolutamente prioritaria. Tengo una amiga que dice algo así como que: si la casa se cae, tú no la harás mejor que yo.
Los Estatutos del Partido Familia y Vida dejan bien claro que éste no tiene más fines que la familia y la vida. A su vez facultan al Partido para que, en cada convocatoria electoral, se elabore un programa político en el que se concreten las propuestas que hacemos a la sociedad para la mejor defensa e implantación de los valores de la vida y la familia. Se añade que en aquellos aspectos en los que no se vean involucrados los valores que constituyen el fin del Partido, este no se definirá. Y ahora le digo yo, ¿se le ocurren a Ud. muchas políticas que no tengan nada que ver con la familia y la vida, en definitiva con la persona?. A mí no.
P.: Familia y Vida , ¿qué opinión tiene ante la iniciativa legislativa socialista que contempla la equiparación legal de las “uniones homosexuales” con las familias? El partido, ¿se movilizará junto a otras entidades cívicas frente a este programa “progresista”?
R.: Sí yo le digo que la familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado, no me estoy inventando nada, estoy siendo justo con la naturaleza y además estoy haciendo referencia al Art. 16 de la Declaración Universal de Derechos Humanos. La intención del Gobierno actual es inventarse el “matrimonio homosexual”, pero la legalización y el reconocimiento de la pareja de hecho parte de la legislatura anterior. Como ejemplo el Partido Familia y Vida tiene, entre otros muchos recursos contra todos estos experimentos con la vida y la familia, recurrida y admitido a trámite por el TC la Ley de Familia de la Comunidad de Madrid.
Por lo tanto; sí la familia es natural, la única definición válida de familia será la de una comunidad estable fundada en el matrimonio de hombre y mujer, que forman los cónyuges y sus hijos, con el fin de asistirse mutuamente, transmitir la vida y garantizar el desarrollo y la libre educación de los hijos. Cualquier otro invento podrá legitimarse por parte de este Gobierno o del anterior, pero como he señalado antes esa legitimidad no conseguirá eludir la perversidad y lo injusto de esa regulación.
Me pregunta Ud. sobre la adhesión a otras iniciativas; el Partido Familia y Vida decidió, en el reciente Congreso celebrado, recomendar a sus afiliados y simpatizantes apoyar la Iniciativa Legislativa Popular en defensa del matrimonio por parte del Foro Español de la Familia.
Por cierto, eso de “progresista” no está muy acertado…
P.: Algunos partidos políticos han nacido, en los últimos meses, dirigiéndose –expresa o tácitamente- al electorado católico. Nos referimos a Alternativa Española (presentado en sociedad el pasado 23 de octubre desde una identidad netamente conservadora), Solidaridad y Autogestión Internacionalista (definido como socialista y nacido desde el Movimiento Cultural Cristiano) y el Partido Social Europeo (más un proyecto que verdadero partido). De consolidarse, de la mano de alguno de ellos u otros, una alternativa a la derecha del Partido Popular, la anterior, ¿no concurriría por el mismo electorado al que se dirige Familia y Vida , limitándole todavía más sus posibilidades de crecimiento?
R.: Créame si le digo que no estoy muy seguro al tipo de electorado que nos dirigimos, se sorprendería bastante si viese Ud. lo que se ve desde dentro. Vivimos tiempos de confusión y ello provoca legítimos movimientos de inquietud por parte de muchos ciudadanos. El Partido Familia y Vida tiene tres años de existencia, cuatro procesos electorales a sus espaldas, una implantación importante en varias de nuestras Comunidades Autónomas, muchas iniciativas en defensa de la familia y la vida en curso y un número importante de afiliados y simpatizantes. Cualquier nueva iniciativa política respetuosa con el Estado de Derecho, bienvenida sea.
R.: Algunos políticos del Partido Popular y de UDC han destacado, en su actividad pública, por su defensa de la vida en toda su extensión y de la verdadera identidad y realidad de la familia. Familia y Vida , ¿se plantea mantener espacios de encuentro con esos políticos con los que tanto comparte?
R.: Por supuesto que estamos dispuestos a mantener espacios de encuentro con políticos de estas dos formaciones, que se hayan manifestado en alguna ocasión en defensa de la vida, en cualquier supuesto y condición, y de la familia, teniendo su origen en el matrimonio entre un hombre y una mujer. Además esta posibilidad podrá darse con políticos de cualquier otra formación; no es patrimonio de la derecha, ni del centro derecha, la defensa de estos valores. Lo que sí deben de saber quienes se acerquen al Partido Familia y Vida es que, en esa búsqueda de la verdad que mencionábamos antes, no aceptamos atajos. Durante mucho tiempo por conveniencia política, por supuesta imposibilidad de aspirar más alto, se han defendido la familia y la vida de una manera muy tibia. La consecuencia es la situación actual y el continuo atentado contra estos valores. La verdad sobre estos valores es una, no aceptamos ningún tipo de injerencia en su búsqueda. Nosotros estamos en el camino correcto, compañeros de viaje aceptamos, pero por este camino.
P.: Una de las novedades acaecidas en el panorama del catolicismo social español es la aparición de las llamadas plataformas transversales, como nuevas modalidades de participación política y acción social en defensa de los mismos valores defendidos –en buena medida- por Familia y Vida . Nos referimos a diversas entidades, cada una con sus acentos propios, como E-cristians, HazteOír y Foro Arbil . Como presidente de un pequeño partido político que busca un espacio propio, ¿qué opinión le merecen estas nuevas realidades? ¿mantiene Familia y Vida alguna relación con tales entidades
R.: Claro que mantenemos relación con estas plataformas. En concreto con Arbil ahora mismo, Ud. me está realizando una entrevista y yo le estoy contestando encantado. Personalmente, y no es por hacer ni mucho menos la pelota, Arbil lo leo siempre; hay contenido y de altura.
Estudiamos sus trabajos y si “Familia y Vida” así lo cree oportuno, podemos proponer a nuestros afiliados y simpatizantes colaborar personalmente con estas iniciativas. Ya le he mencionado nuestra adhesión a la Iniciativa Legislativa Popular del Foro Español de la Familia por ejemplo.
P.: Los españoles estamos convocados a un referéndum, para la ratificación del tratado sobre la constitución europea, el próximo 20 de febrero. Familia y Vida, ¿ha adoptado, ya, alguna posición ante la misma? ¿propugnará el sí, el no, la abstención o el voto en blanco? ¿por qué?
R.: “Europa sí, esta Constitución no”, este será nuestro lema. El Partido Familia y Vida en el último Congreso celebrado hizo pública su decidida vocación europeísta y consecuentemente pedirá a sus partidarios el NO para esta Constitución.
No nos debe sorprender los comentarios por parte de los partidos políticos partidarios de esta Constitución, los próximos días, hasta la celebración del referéndum. Le pronóstico a Ud. Toda una suerte de barbaridades por boca de los partidos partidarios presagiando las fatalidades por sí el resultado fuese negativo. Todos tranquilos, todo esta preparado, y sí no, ¿porqué se cree Ud. Que nos preguntan?.
El Partido Familia y Vida tiene preparado un decálogo del NO que aparecerá a final de año. Mire, el reconocimiento que nuestra Constitución Española hace del derecho a la vida es más definido que el que sugiere la futura Constitución Europea. Teniendo este reconocimiento en nuestro país, los atentados contra los no nacidos y los más desfavorecidos tienen como consecuencia las cifras estremecedoras que todos conocemos. Por cierto, que las Constituciones no crean derechos, los reconocen; podían ser un poco más generosos en estos reconocimientos.
P.: Desde la experiencia alcanzada con motivo de su implicación personal, con las familias aragonesas, a través de diversas entidades, ¿considera que el movimiento asociativo familiar católico disfruta de buena salud?
R.: Mi participación en el mundo asociativa de vida y familiar siempre fue en asociaciones civiles o no confesionales, como ejemplos les podría citar Pro-vida y Acción familiar aragonesa.
Sí soy conocedor por ejemplo, por mi relación personal con varios de sus integrantes, de la buena salud que goza en Aragón el Movimiento familiar cristiano.
P.: Muchos católicos enjuician desde la sospecha y el prejuicio a la participación política en general, y a los políticos en particular; también a los políticos católicos. No obstante, creemos que puede observarse, en algunos ambientes eclesiales concretos, un mayor interés por la acción política; ya sea a través de los partidos o de las, antes mencionadas, plataformas transversales. ¿Considera que existen espacios formativos y de encuentro adecuados, dentro de la Iglesia española, en apoyo a esas vocaciones por lo público?
R.: Nunca será suficiente la concienciación en torno al compromiso del católico. Un compromiso importante es el político, no sé si sabe Ud. aquello que dice “sí tú no te ocupas de la política, la política se ocupará de ti”. La búsqueda del bien común, que eso es la política, nos compete a todos. Soy firme partidario, como Ud. ha señalado al principio de la entrevista, de la no confesionalidad de la política. En esta realidad temporal el católico tiene un extraordinario campo de acción en su vocación. La responsabilidad en la política pertenece a la persona y a su asociación, al partido, y en última instancia a la conciencia.
- Muchas gracias.
- Muchas gracias a Uds. Ha sido un placer.
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Arbil, anotaciones de pensamiento y crítica, Nº 87, noviembre de 2004.
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