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Crónicas navarras de Fernando José Vaquero Oroquieta

Proyección social de la derecha populista española: institucional, sectorial, sindicalismo, acción social, Memoria, brotes verdes (6)

Proyección social de la derecha populista española: institucional, sectorial, sindicalismo, acción social, Memoria, brotes verdes (6)

Consideraciones previas

La realidad social en España del conjunto de organizaciones que podrían integrar, en cierto modo, el espectro político de lo que en Europa se conoce como “derecha populista”, con todas las críticas y limitaciones del concepto –insistimos-, trasciende la mera presencia pública y mediática de la sopa de siglas que hemos descrito en los dos artículos precedentes.

Esta circunstancia no es diferente de lo que puede observarse en el resto de Europa; pero a un nivel de “escala” proporcional a su representación política.

Queremos destacar, en primer lugar, cómo el concepto de “derecha social”, que se ha empleado por ciertos politólogos y comentaristas para enmarcar la realidad humana de una derecha muy plural en sus expresiones e idearios, es una acepción sociológica, más allá de su concreción política, que expresa la existencia de unos sectores sociales no asimilables inevitablemente al Partido Popular, y que pudieran encajar, no sin reservas y al menos una parte sustancial de la misma, en la neo-categoría política de “derecha populista”. Son diversas franjas ciudadanas, plurales, heterogéneas, las que se vienen movilizando, en ocasiones, sin una dirección estratégica concreta y que, procediendo incluso de la izquierda o la indiferencia política, se desaniman al comprobar que apenas ningún partido con “poder real” asume sus necesidades.

Así, al creciente número de electores propios desencantados por las políticas del Partido Popular, que podríamos definir como derecha ideológica (liberales, conservadores, moderados…) se suman: la pequeña franja del electorado clásico de la extrema derecha nunca asimilada; los padres de familia castigados por la legislación derivada de las políticas de género impulsadas por el PSOE de Rodríguez Zapatero y sostenidas por los populares (y que únicamente han sido cortejados desde UPyD); defensores de la vida humana (desde la concepción hasta la muerte) decepcionados con la tibieza de las políticas populares; los pequeños comerciantes arruinados o en callejón sin salida por las políticas horarias de comunidades comandadas desde el Partido Popular en beneficio de las grandes superficies (la fragmentación de las asociaciones de “autónomos” es fruto de la desarticulación de este tejido social tradicional); los jóvenes “ni-ni” frustrados por un mercado laboral precario e incierto futuro en feroz competencia de inmigrantes –legales o no- desesperados y prestos a cualquier condición laboral; los jóvenes titulados y profesionales ya veteranos, obligados a emigrar para encontrar trabajo cualificado inexistente en España; los jubilados de rentas inferiores que año tras año pierden capacidad adquisitiva y cuyo futuro pasará por residencias de condiciones materiales y atención humana en ocasiones deplorables (una de tantas lagunas sociales apenas “visibilizada”); funcionarios desencantados por unas prácticas de personal politizadas y serviles a la partitocracia de turno y el control sindical; consumidores y usuarios a los que se ningunea pese a una legislación garantista farragosa e incumplida en tantas ocasiones; proveedores de las administraciones públicas que ven cómo sistemáticamente se aplazan las percepción de retribuciones; múltiples afectados por la lentitud incomprensible de la Justicia española, en sus diversas jurisdicciones, en contraste con la celeridad con que actúa cuando existen intereses oligárquicos por medio; clases medias acosadas y empobrecidas a causa de tan alta y progresiva tributación; víctimas de los abusos bancarios (preferentes, hipotecas sobrevaloradas…); sencillos patriotas atónitos ante la pasividad del Gobierno antes los ataques secesionistas y la destrucción de la identidad cultural española; etc.

¿¡Y qué decir, ya, de las víctimas del terrorismo, manipuladas, ninguneadas, movilizadas hasta la extenuación física y moral…!?

Un voto de protesta creciente y a canalizar... De hecho, son muchos los que quieren encabezar semejante manifestación. Así, desde la extrema izquierda se tienden cañas hacia esas aguas revueltas; también desde UPyD, en Cataluña Ciutadans, y su Movimiento Ciudadano en el resto de España.

Ciertamente, tales sectores no alimentan indefectiblemente a una derecha populista, pero en otros países, en buena medida, franjas sociales análogas han contribuido a su configuración. Y hemos excluido a los pequeños agricultores, pues, lamentablemente, son una especie en vías de extinción…

Existen, ciertamente, plataformas ciudadanas, organizaciones de consumidores y usuarios, de afectados (por las hipotecas, por expropiaciones, etc.), que se vienen movilizando y que no necesariamente han sido captadas por el movimiento contestatario del 15-M, ni por la extrema izquierda que lo ha parasitado. En definitiva: ese voto protesta está, en buena medida, por concienciar, configurar y canalizar.

Otro fenómeno creciente –en el ámbito de la opinión pública- es el de las plataformas digitales de recogidas de firmas para campañas de carácter reivindicativo vía internet. Change.org («¡Por una verdadera participación ciudadana en los asuntos públicos!»), y Avaaz.org (conforme su web, «significa "voz" en varios idiomas europeos, asiáticos y de Medio Oriente, nació en el 2007 con una misión simple y democrática: movilizar a los ciudadanos del mundo para cerrar la brecha entre el mundo que tenemos y el mundo que la mayoría de la gente quiere»); ambas desde la izquierda. HazteOir.org (HO, «La participación útil a favor de la dignidad humana y la libertad»), desde una postura más de derecha clásica. Algunas voces, que pueden enmarcarse en tan discutida como discutible “derecha populista”, han acusado a ciertas entidades de tan novedoso sello, de servir de coartada del Partido Popular: por “secuestrar” y “parasitar” el voto católico y más conservador. Seamos concretos: nos referimos a Hazte Oír. Pero la respuesta se impone: desde el exterior no se les puede determinar una línea de ruta. O se monta una estructura alternativa, o se participa en HO en simbiosis táctica de intereses y medios tácticos; si ello es posible y hay voluntad.

Debemos insistir en otra cuestión. La que desarrollaremos en este capítulo de la “proyección social populista” (en dos entregas sucesivas dada la extensión con que finalmente se nos ha expuesto al estudiarla) es una caracterización no exhaustiva, muy delicada y no exenta de riesgos y errores; que seguro cometeremos desde los límites de nuestro trabajo y, en algún caso, por una información deformada. Así, por ejemplo -y que nadie busque segundas intenciones ni intereses de terceros- sería un error descomunal calificar a AUSBANC (Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios) de entidad populista a causa de la militancia juvenil de su directivo y fundador Luis Pineda. Aunque fuera dirigente del Frente de la Juventud, en su última etapa y captara sus primeros socios en ambientes “azules”, hace muchos años ya que el mencionado se encuentra alejado psicológica, afectiva y políticamente de todo aquello. AUSBANC, pues, no es derecha populista. Otro asunto es que una entidad análoga pudiera haber sido fundada –hipotéticamente- con una línea neta de derecha populista. No es el caso.

Esta circunstancia viene a plantear varios matices.

“Todos tenemos un pasado”: ¿no se dice así, coloquialmente, hoy día, en todos los ámbitos de la vida afectiva y social? ¿O no fue Jorge Verstringe un militante neonazi? ¿Y José Barrionuevo, el ministro de los GAL, activo tradicionalista de la AET? ¿No participó activamente el ex-presidente Aznar en el FES, al igual que el actor comunista Juan Diego, cofundador –incluso- del grupo según algunas fuentes? ¿No desfilaba, todo ufano y uniformado de cabeza a los pies, como responsable de Fuerza Joven en Andalucía, en multitudinarias manifestaciones, José María del Nido, ex-presidente del Sevilla tantos años y, hoy, convicto en capilla? Y si mencionáramos las figuras relevantes de la política y otras dimensiones de la vida pública que un día militaron en la extrema izquierda marxista-leninista (algunos llegaron a ser ministros con Aznar): ¡serían legión!

Si en algo ha existido unanimidad –en los planos político, social y mediático- a lo largo de estos años, ha sido en la demonización de una descalificada a priori, y poco definida no obstante, extrema derecha: sus ideas, sus diversas expresiones sociales… y llegando, en ese trato denigratorio, al mismísimo plano personal; estigmatizando y marginando a personas de todo tipo. ¿Por su asociación a la violencia, al franquismo, a la Era de los dictadores? Maniobra extendida, por cierto, al conjunto de la siempre mencionada peyorativamente como “la derecha”. ¡Pocos insultos más graves que el de fascista…! Y de paso, se incluía en el “saco” a cualquier forma de disidencia no originada ni asimilable por el sistema imperante. Por el contrario, indiferencia acrítica ante esa “legión” de antiguos marxistas-leninistas; algunos de los cuales coquetearon, cuando no directamente militaron, en grupos terroristas.

Los comunistas y ex-comunistas nunca piden perdón, ni reconocen errores: es más, se sienten superiores en moral y capacidad de juicio; de todo y sobre todos. Defecto que comparten con el conjunto radical-progresista. A lo sumo “explican” los genocidios perpetrados por Lenin, Stalin, Mao, Pol Pot, Mengistu, y demás monstruos, como frutos desviados en aras del verdadero y deseable comunismo (¡todavía nunca aplicado!). Pero, debe objetarse desde la razón, si en su ideología anidan las semillas del totalitarismo, el terrorismo y el genocidio, por muchas piruetas dialécticas y sofismas que elaboren (y lo han hecho a nivel enciclopédico y de vulgata), no pueden justificarse moral, ni política, ni históricamente. Y, ante los siempre señalados paralelismos entre comunismo y fascismos: ¿es justo y científico-histórico asimilar nacional-socialismo y fascismo? ¿Y fascismo con franquismo? El fascismo, a su vez, ¿está más próximo al liberalismo o al socialismo? Socialismo y fascismo, ¿son ambos frutos “inevitables” de la modernidad? Y más específicamente en el campo de la izquierda: ¿todos los socialismos son equivalentes?, ¿son análogos, acaso, socialdemocracia y comunismo, o participan de un mismo “humus” ideológico? ¿Existe un debate real, libre y honesto, o se repiten dogmas “políticamente correctos” de manera acrítica, cómoda y repetitiva?

Si comunismo y nazismo fueron doctrinas totalitarias, que practicaron el terrorismo en diversas fases y dimensiones, y en consecuencia lógica de sus irracionales presupuestos desplegaron genocidios de dimensiones apocalípticas, ¿acaso, unos, comunistas y socios, los ejecutaron “desde la buena intención”, y otros, nazis y colaboradores, “desde una voluntad demoníaca”? Absurdo. Ese planteamiento, subyacente en muchas de las imposturas radical-progresistas, es, simplemente, aberrante e insostenible.

Si el “políticamente correcto” dogma del respeto a todas las opciones, a todas las ideologías, a todas las tendencias, tiene una excepción (nada menos que toda “la derecha”)… irracional pero táctica, algo pasa: una contradicción del sistema, una grieta en el pensamiento políticamente correcto, una incongruencia de la construcción radical-progresista. ¿No será, además de elementales errores lógicos, que muchos tienen un pasado que hacerse perdonar? ¿No serán meras pereza y cobardía intelectuales? ¿No será, incluso, por un miedo atávico a una alternativa real al sistema corrupto actual?

Tras estas disquisiciones, que nos llevarían mucho más lejos, pasemos a ver algunas dimensiones sociales de tan nebuloso espacio político; lo que nos llevará la presente y siguiente entrega.

Presencia institucional

No más de un centenar de concejales, en toda España, pueden estar, ahora mismo, vinculados a alguno de los grupos políticos mencionados en los dos artículos anteriores; tratándose de la única presencia político-institucional que ha obtenido tan heterogénea área. Y, en su mayoría, encuadrados en Plataforma por Cataluña: en torno a 65. Le seguiría Alternativa Española, con una quincena. El resto se lo reparten DNE, E 2000, PxL, Soluciona, MSR… Muy poco, ciertamente, pero mucho más que lustros atrás sumando todos los electos de los grupitos de la extrema derecha clásica y los nacientes partidos identitarios. La cuestión de la presencia municipal, en la teoría, siempre ha sido muy atendida por los grupos en cuestión. Todos tenían en mente la experiencia francesa, recordando que Jean Marie Le Pen inició su crecimiento a partir de pequeños éxitos municipales en Bretaña…. Y el “capote” socialista (cambios legales electorales oportunistas y supuesta financiación) dirigido a fragmentar a su enemiga derecha tradicional (gaullistas, liberales y democristianos). Además de este crecimiento relativo, debe destacarse otra apreciación: de ser concejales inequívocamente falangistas, en su origen, y perdidas sus “plazas” fuertes, los nuevos ediles han pasado a ser de naturaleza “identitaria”. Acaso ello indique que, en la ínfima incidencia política del fenómeno, la fórmula “identitaria” y “antiinmigración” está conectando mejor con los electores (recordemos el mencionado y supuesto “relevo” generacional experimentado en el área).

Entidades sectoriales

Existe cierta presencia sectorial, bien propia de partido, bien de carácter transversal, al agrupar activistas de procedencia “populista” en sectores o actividades “especializadas”. Es el caso del elevado número de militantes implicados en las asociaciones pro-vida, generalmente a título individual, especialmente los más moderados de esta área.

.- Los activistas de la Comunión Tradicionalista Carlista, según veíamos, han estructurado una Liga Tradicionalista como instrumento de generación de sinergias, intercambio de experiencias, etc., en diversos ámbitos; incluidos el juvenil y el de educación en los valores de la Tradición: Cruz de Borgoña, por ejemplo. Y en el ámbito de la Secretaría política de Don Sixto radican las Juventudes Tradicionalistas, cumpliendo análoga finalidad.

.- En el ámbito estudiantil, al declive de los grupos universitarios falangistas (FES, SEU) le ha sucedido la aparición de asociaciones alternativas ideológicamente transversales: Solución Universitaria Independiente (que no cuajó) y la actual Respuesta Estudiantil, con presencia en una veintena de universidades, varios locales abiertos (TNT, acaso, sea el más paradigmático), un diario digital, “El occidental”, participación en grupo en diversas manifestaciones, etc.).

.- La madrileña Unión de Abogados, que no ha rehuido su participación en diversas elecciones y vicisitudes colegiales, agrupa a un número relativamente importante de letrados falangistas, entre los que destaca Alberto Gugel.

.- El denominado sindicato Manos Limpias, desde los medios de comunicación generalmente calificado como de “extrema derecha”, sigue dirigido por Miguel Bernad, quien fuera secretario general del Frente Nacional de Piñar en 1994, y candidato para las elecciones al Parlamento Europeo. Ya en 1994, Bernad funda Manos Limpias, al que no se conoce actividad sindical, pero sí una intensa vida judicial mediante su denuncia sistemática de corruptelas de todo tipo. ¿Un ejercicio de populismo? Acaso, pero de no existir corrupción tan generalizada, fruto de las prebendas de la oligarquía partitocrática y sindical, maridada no pocas veces con los poderes económicos, Manos Limpias no tendría razón de ser. Y ahí sigue, afortunadamente.

.- En el mundo del excursionismo, la educación en valores y el ecologismo, también han surgido iniciativas de desigual calado. Así, Hispania Verde es la sección ecologista del Movimiento Social Republicano. FE de las JONS, por su parte, mantiene su “Grupo de Montaña Leones de Castilla”. Mencionemos aquí, por último y con muchas reservas, a algunas asociaciones locales de ideario scout, nacidas al calor de la histórica y apartidista Organización Juvenil Española (OJE), cuyo ideario era un delicado fruto destilado desde el más sintético pensamiento joseantoniano.

.- El gimnasio, para muchos jóvenes de hoy, forman parte de su identidad. El que abrió Juventud Nacional de Valencia, allá por 1984, acaso fuera una de las primeras experiencias pioneras en este sentido. Y Vieja Escuela de Madrid, especializado en boxeo, muay thai y kickboxing, sea de las más recientes; si bien acaso haya cambiado de titularidad.

.- Y podríamos mencionar, también, las numerosas secciones juveniles de la sopa de sigla referida en los dos textos anteriores…

Nos referiremos, ahora, a modo paradigmático, a dos entidades muy diversas.

.- Gallos de Marzo. Agrupa a antiguos militantes de las Falanges Juveniles de España (juventudes de la Falange de Fernández Cuesta y Márquez Horrillo). Alguno de sus impulsores está vinculado a Falange Auténtica. Es modelo de un tipo de entidades que ocasionalmente surge, para desaparecer antes o después, a modo de mixtura de “cuartel de invierno”, tertulias de invocaciones nostálgicas y legítimas e imprecisas ganas de “hacer algo”.

.- España y Libertad. Fue una plataforma, de voluntad transversal y populista, constituida a partir de los contactos e ideas nacidas desde la publicación Minuto Digital; pionera en internet de la derecha populista, dirigida por Santiago Fontela. Agrupó entidades muy diversas, algunas de ellas puramente nominales, siendo la hiperactiva y carismática Yolanda Couceiro Morín su alma mater. Impulsó actos patrióticos, acompañó a las víctimas del terrorismo, se personó en diversos intentos unitarios y, en último lugar, apoyó Vía Democrática, una de las escisiones de Plataforma por Cataluña. Su vocación de constituirse en el germen de una derecha populista, al modo europeo, le llevó a promover el concepto “nacional-liberal”; no lo consiguió, por lo que finalmente, tras varios años de frenética actividad, se disolvió hacia 2010.

Presencia sindical

El terreno sindical -predeterminado por una normativa análoga, en términos de representación y financiación, a la de los partidos políticos- es muy hostil a cualquier presencia que se escape al cuasi monopolio sindical establecido por UGT y CCOO. Hay ciertas excepciones, que participan, aunque en menor medida, de las prebendas del sistema: los sindicatos radicales de extrema izquierda, los nacionalistas, la anarcoposibilista CGT (acaso tercera fuerza sindical), y los independientes (USO y CSIF). En este panorama, los militantes de ideas patrióticas, populistas y similares, intentan trabajar preferentemente en sindicatos en los que, al menos, no se les hace la vida imposible; menos ideologizados y con menor vocación de comisariado coadyuvante del régimen actual. Y en otras ocasiones, algunos destacados militantes “disidentes” han sido denunciados y hasta perseguidos por su capacidad de liderazgo en organizaciones de clase, siendo acusados de infiltrados y otras lindezas. En internet pueden encontrarse, en foros de extrema izquierda, algunos ejemplos significativos de tales “marcajes”. En cualquier caso, y más allá de esos casos personales, y desaparecidas las diversas siglas que a lo largo de la Transición trataron de desarrollar un modelo sindical alternativo (FNT, ASNT y CONS), al menos tres grupos tratan, con muchas dificultades, de abrir brecha en este monolítico y duro terreno.

.- La Unión Nacional de Trabajadores (UNT) nace desde FE de las JONS, hacia 1978, habiendo conseguido algunas secciones sindicales y delegados; desarrollando cierta presencia y propaganda (en Madrid y Valencia, particularmente) en un crecimiento voluntarioso muy lento. Su presidente nacional es Jorge Garrido San Román.

.- Trabajadores Nacional Sindicalistas (TNS) es la sección dedicada al mundo del trabajo de La Falange. Con vocación de constituirse en verdadero sindicato, repasando su última memoria anual se observa que no logra despegarse de ser poco más que una oficina dedicada a la tramitación de jubilaciones y otras consultas legales. Carlos Rodríguez, como Jefe Nacional, y Jesús Muñoz (Jefe de Información y Prensa) lideran, con voluntarioso activismo, este proyecto caracterizado por una propaganda marcada por el lenguaje más clásico del nacional-sindicalismo.

.- La Unión Social de Trabajadores (UST) es el instrumento desde el que el Movimiento Social Republicano (MSR) intenta atraer a los trabajadores a su programa de “socialización”; si bien de una manera externa, dada la impermeabilidad del actual régimen sindical.

En suma, unos intentos muy desiguales que evidencian la dureza del ambiente sindical y la soledad y hostilidad a la que se enfrentan los trabajadores de convicciones disidentes a los de la mayoría “sindicalmente correcta”.

Acción social

La dimensión práctica, del griego –nihilista y pagano- Amanecer Dorado, que más llamó la atención de los analistas del fenómeno, y de no pocos simpatizantes allende sus fronteras, fue la acción social desplegada en auxilio de “griegos” empobrecidos, a través de entrega de alimentos, asistencia médica, alojamientos…

En España han empezando a desarrollarse algunas prácticas análogas, muy incipientes y locales, carentes de las infraestructuras, financiación y estrategias características de las, hasta ahora, generosamente financiadas, especialmente desde las arcas públicas, ONG`s españolas.

.- No obstante, hay que destacar que antes de ese fenómeno griego -además de tantos y tantos voluntarios implicados en labores asistenciales y caritativas de la Iglesia procedentes del área que venimos estudiando- el grupo falangista madrileño Poesía que Promete ya desarrolló algunas iniciativas en este sentido, en unos momentos en que la crisis todavía era negada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Y, en parte relacionado con algunos ambientes azules, destaca hoy día la reciente entidad SOS España.

.- Por su parte, Socorro Blanco es la entidad tradicionalista que tiene como fin «ayudar a las personas que se encuentren perseguidas, encarceladas, multadas, aisladas o solas por defender los valores de la Tradición».

.- Españoles en Acción es «una ONG sin ánimo de lucro destinada a ayudar a las familias españolas en situación de extrema necesidad» con Sede en Alcalá de Henares. Y el Hogar María Luisa Navarro es un amplio local de Valencia que cuenta con alojamientos para personas “sin techo”. Ambas son iniciativas desarrolladas desde España 2000.

.- Banco Social está impulsado, lo vimos, desde Alianza Nacional.

.- Y la denominada Comisión social del Movimiento Social Republicano, despliega campañas análogas a las anteriores en su ámbito de influencia.

Un campo de trabajo, en suma, incipiente, pero que, dado el contexto de crisis progresiva y empobrecimiento, puede generar un nuevo tejido de relaciones humanas, formas asociativas y de cooperación alternativas; y que seguro contará con vetos y negativas de apoyos por supuestas fórmulas de segregación asistencial.

Memoria Histórica

La memoria histórica viva de la España nacional la encarnaban los excombatientes y su Confederación. Sus últimos supervivientes vivirán con dolor todas las acciones encaminadas a destruirla; también en lo que se refiere a monumentos, lugares comunes de la historiografía, en los medios de comunicación, la enseñanza… De ahí, acaso y en parte, la edición de tantos volúmenes de recuerdos y de carácter autobiográfico que reivindican la limpieza y honorabilidad de sus motivaciones ideológicas y de sus –en ocasiones dramáticas- experiencias vitales.

Mientras que desde la izquierda y los nacionalismos ha aflorado toda una legión de asociaciones de “recuperación de la memoria histórica”, en no pocas ocasiones alimentadas, además del legítimo interés en localizar los restos de sus familiares queridos, por el revanchismo y el ánimo de borrar otras memorias que no sean las propias; desde los supervivientes y herederos del campo nacional no han sido tan numerosas ni tan concurridas iniciativas análogas o paralelas. Debe señalarse, por otra parte, que desde los poderes políticos dominantes, alimentados por un “humus” cultural igualmente hegemónico, se ha facilitado e impulsado esa floración, criminalizándose o ignorando cualquier otra iniciativa dispar.

De estas iniciativas, señalaremos tres, a modo paradigmático.

.- Fundación de la División Azul. Toma su nombre de la famosa división 250, que combatió en Rusia en la Segunda Guerra Mundial; acaso una de las unidades militares más estudiadas en las últimas décadas a nivel mundial. Fundada en 1991, para caracterizarla, reproduciremos los dos primeros de sus Fines y Objetivos: «a) El estudio, difusión y conocimiento de lo que fue y representó la División Española de Voluntarios, conocida por División Azul, su sucesora la Legión Azul y la Escuadrilla Azul, en la II Guerra Mundial. b) Promover y fomentar estudios, sobre los hechos y motivaciones referidos a dichas unidades voluntarias y a otras unidades y hechos históricos militares». Igualmente, concurren otros fines de carácter asistencial, investigador, mantenimiento del museo, etc.

.- Memoria y Lealtad (MYL) fue la plataforma creada en 2010, en el entorno de algunas de las organizaciones de La España En Marcha, «para defender, frente a la Ley de Memoria Histórica, el derecho y la libertad de los patriotas españoles a honrar la memoria de nuestros caídos y de nuestros héroes en el Valle de los Caídos y en cualquier punto del territorio nacional; igualmente, para difundir con cuantos medios podamos la verdad de cuanto supuso la lucha de los patriotas españoles en la Guerra Civil en contra de la falsa versión oficial promovida desde el Gobierno».

.- La Asociación Para la Defensa del Valle de los Caídos (APDVC). Nace en 2009 de la mano de un grupo de españoles alarmados antes las que entienden como «asombrosos acontecimientos sobre el Valle de los Caídos, monumento erigido en mitad del siglo pasado, como símbolo de reconciliación entre las dos tristemente famosas Españas que se enfrentaron en la guerra civil de 1936». Entienden, además, según su web, que «El Valle de los Caídos, olvidado en atención y mantenimiento por todos los gobiernos de la democracia y hoy salvajemente atacado desde la esferas del poder, es un monumento que consideramos que tenemos la obligación de defender (...)». Por establecen, entre otros objetivos de su razón de ser: la defensa del “Monumento Nacional a los Caídos”« en su conjunto monumental, arquitectónico, ecológico, histórico artístico y religioso»; la «divulgación de la construcción del Valle de los Caídos, y su carácter de reconciliación entre los españoles»; y la atención «a quienes soliciten información sobre los enterramientos en el Valle de los Caídos y gestión de la localización de los restos en la Basílica».

Brotes verdes

En cierto modo, en analogía con la rompedora experiencia de Casa Pound Italia («100 % identitario, 100 % antirracista»), nacida en el neofascismo italiano como dinámica propia “okupa” alternativa a la practicada por la extrema izquierda, han brotado también en España, sin equivalencia en implantación a la mencionada, pero inspiradas en esta original presencia, algunas agregaciones. Su mayor valor radica en una praxis comunitaria original: su capacidad de educación en la militancia, la solidaridad con los empobrecidos, su definición política no partidista, su “autonomía histórica”, el amor a la naturaleza y a la historia patria… Casal Tramuntana de Barcelona, Proyecto Impulso de Castellón, Iberia Cruor de Jaén, la Asociación Alfonso I de Santander, Alternativa Emérita de Mérida, son algunas de estas entidades cuyo mayor valor es su independencia partidaria. Auténticos “brotes verdes” de vocación metapolítica y a largo plazo; siempre que no sean arrastradas a la acción partidista cortoplacista que pudieran “quemarlos”.

 

Dado que la temática es muy amplia, en contra de lo previsto inicialmente, nos vemos obligados a prolongar –por lo que pedimos perdón a nuestros pacientes lectores- y finalizar este estudio de la proyección social de la derecha populista española en la próxima entrega; en la que veremos: fundaciones culturales y entidades análogas, editoriales y librerías, revistas y publicaciones impresas, tendencias musicales, Militaria, Internet y ciberactivismo.

 

+ Artículos anteriores:

La derecha populista europea se organiza (1).

http://latribunadelpaisvasco.com/not/639/la_derecha_populista_europea_se_organiza__1_

Una derecha muy diversa, pero identitaria y euroescéptica, presente en toda Europa… salvo en España (2)

http://latribunadelpaisvasco.com/not/655/una_derecha_muy_diversa__2_

La larga marcha de la extrema derecha española (3)

http://latribunadelpaisvasco.com/not/685/la_larga_marcha_de_la_extrema_derecha_espanola__3_

Una derecha populista española dispersa y fragmentada: nacional-revolucionarios, familias “históricas” (4)

http://latribunadelpaisvasco.com/not/704/una_derecha_populista_espanola_fragmentada__4_

¿Otros populismos en España? Identitarios/antiinmigración; moderados, conservadores (5)

http://latribunadelpaisvasco.com/not/729/_otros_populismos_en_espana__identitarios_antiinmigracion__moderados__conservadores__5_

 

+ Artículo próximo:

Derecha populista española: cultura, editoriales, revistas, música, Militaria, Internet y ciberactivismo (7). 08/01/14

http://latribunadelpaisvasco.com/not/754/proyeccion_social_de_la_derecha_populista_espanola__institucional__sectorial__sindicalismo__accion_social__memoria__brotes_verdes__6_

¿Otros populismos en España?: identitarios/antiinmigración, moderados, conservadores (5)

¿Otros populismos en España?: identitarios/antiinmigración, moderados, conservadores (5)

En este estudio de la “excepción” española”, en el contexto de unas “derechas populistas europeas” en alza, nos asomamos, en la entrega anterior, al arco de siglas correspondiente a la que en sentido amplio pudiera denominarse tendencia “nacional-revolucionaria” –cuestión impugnada, como era de prever, por algunos de los aludidos- y a las familias “históricas”. Acerquémonos, ahora, al resto del panorama, conforme el criterio metodológico que concretamos en el texto precedente.

 

3.- Identitarios/antiinmigración:

Lo integrarían, desde nuestra perspectiva, cuatro formaciones.

.- Democracia Nacional (DN). Fue la primera organización que, ya en 1994, impulsara un nuevo modelo político alejado en su formulación, ideario y simbología, del de precedentes –a su juicio-  fracasados; para lo que elaboró el concepto de “autonomía histórica”. La formación, en sucesivas concurrencias electorales, no consiguió éxito relevante alguno, siendo abandonada, sucesivamente, por la mayor parte de sus fundadores, sus contadísimos concejales, y una parte de su militancia más cualificada. Hoy día, a algunos de quienes un día pasaron por allí los encontramos en España 2000, Plataforma por Cataluña e, incluso, en el mismísimo Partido Popular. El nombre de este partido afloró –de modo insistente- en los medios de comunicación a raíz del enfrentamiento acaecido el 11 de noviembre de 2007, en el Metro de Madrid, en el que Carlos Palomino murió acuchillado por Josué Estébanez, quien se dirigía a una manifestación organizada por su sección juvenil, Democracia Nacional de la Juventud, contra la inmigración. Su actual líder, desde 2004, es Manuel Canduela, antiguo cantante del grupo musical División 250 (estilo RAC, rock contra el comunismo); siendo no poco contestado por antiguos militantes del partido. En la actualidad, y en aparente contradicción con su más original seña de identidad, la “autonomía histórica”, se ha integrado en algunas de las actividades de “La España En Marcha”; de modo que pueden verse las azules banderas de Democracia Nacional junto a otras célticas, águilas de San Juan, rojinegras con el yugo y las flechas… y con un fondo musical de cánticos dirigidos contra los “guarros” y los “niñatos del PP”. Pero, como no carece de olfato político, desde hace unos meses viene impulsando la apertura de locales “sociales y nacionales” en ciudades como Valladolid, Castellón, Huelva…; a sumar a la sede nacional situada en Alcalá de Henares, “La Nave”. Tales locales son concebidos cono espacios donde la militancia puede divertirse, escuchar música RAC y de otras tendencias, estrechar lazos personales y grupales, recibir formación, escuchar a escritores, recoger alimentos para “españoles en necesidad”, etc.; en cierto modo, a imitación del fenómeno italiano Casa Pound Italia, que mencionaremos en el artículo siguiente como novedoso modelo de organización. El grupo se presentó en solitario a las elecciones europeas de 2009, con Manuel Canduela al frente, sumando apenas 9.950 votos. Si bien el gran mérito del grupo fue ensayar un modelo populista, alejado de las familias “históricas”, sus sucesivos fracasos han lastrado la organización, por lo que no es fácil que sea actor principal en una pretendida revigorización del área.

.- España 2000 (E 2000). Formación creada en 2002 del impulso de José Luis Roberto; un líder populista “hecho a sí mismo”, de larga trayectoria política y profesional; quien ya presidiera años atrás la valenciana Central Obrera Nacional Sindicalista (CONS). Se define como un partido “social-patriota”, contrario a la “inmigración salvaje”, difundiendo en España el eslogan -originariamente francés- de “los españoles primero”, declarándose enemigo de la mundialización y de los separatismos. El vicepresidente del partido es Rafael Ripoll, concejal por la formación en Alcalde Henares; uno de los mayores éxitos electorales del área en todas estas décadas. A Ripoll se le suman otra media docena de concejales en localidades valencianas; de modo que su implantación lo es mayoritariamente en esa provincia y resto de la Comunidad Valenciana. El que Roberto hubiera sido abogado de ANELA (Asociación Nacional de Locales de Alterne) fue uno de los motivos por los que fracasó el primer intento unitario al que se sumó el grupo: Frente Español (junto a los incondicionales de Fuerza Nueva y una facción de FE/La Falange); acuerdo que apenas sobrevivió seis meses. Protagonizó un segundo intento convergente el 13 de septiembre de 2009, junto al Frente Nacional (los ex-falangistas de José Fernando Cantalapiedra) y el Movimiento Social Republicano, que apenas superó el año de vida. En suma, se trata de un grupo en sintonía con los populismos europeos, que ha mostrado músculo negociador y cuenta con una pequeña pero fiel implantación que pudiera servir de puntal para un proyecto de superior envergadura.

.- Plataforma por Cataluña (PxC). Ya hemos mencionado con anterioridad a esta formación nacida al calor de su líder Josep Anglada desde la inicial Plataforma Vigatana. Sumando apoyos, alcanzó la cifra de 67 concejales en 2011; si bien algunos de ellos han abandonado la formación, por motivos en ocasiones sorprendentes. Ha fracasado en sucesivos intentos de entrar en el Parlamento de Cataluña; seguramente por el impacto de Ciutadans, que con su imagen más moderada y ascendente, le ha privado de los miles de votos suplementarios para conseguirlo. La implantación de la organización, pues, es catalana, municipalista y poco homogénea; no habiendo penetrado en las grandes ciudades. Pero ha demostrado que es posible sumar un considerable número de votos, de procedencia muy diversa, en una alternativa de protesta al margen de los grandes partidos.

.- Partido por la Libertad (PxL). Nacido inicialmente como instrumento de extensión de PxC para el resto de España, en su segundo intento, sus relaciones actuales con el partido-madre son un tanto confusas. El 25 de febrero de 2013 se legalizó PxL en el Ministerio del Interior. Con una denominación similar a la de otros grupos identitarios europeos, este partido señala así el camino a seguir. Entre sus promotores figura el letrado José María Ruiz Puerta, Carlos Fuster Cerezo (delegado en Málaga), José María Ruiz (presidente), el escritor Eduardo Arroyo, José Ramón Hernández (secretario general, procedente de Democracia Nacional). Su símbolo es una puerta abierta en color naranja y cuenta con una docena de delegaciones por España, si bien su extensión por el país aparentemente se observa ralentizada.

 

4.- Populistas moderados.

.- Familia y Vida (FyV). Fundado en 2002, de ámbito nacional, temático centrado en la defensa de la vida humana (en su inicio y término), y empeñado en consecuencia en una larga batalla contra la legislación abortista prácticamente libre existente en España. Rechazan la denominación simplista de derechista; marcando el acento en “transversal”. En las elecciones europeas de 2009 sumó 10.459 votos. Rafael Llorente es su actual presidente. Y Rubén Calvo Ortega, su secretario general. Mantiene una decena de delegaciones territoriales. Ha firmado un manifiesto de vocación electoral para las europeas de 2014 elaborado junto a Alternativa Española y la Comunión Tradicionalista Carlista en el que defienden la familia, la vida, la educación en libertad, un modelo cooperativo europeo basado en las soberanías nacionales, y con el bien común y la justicia social como principios rectores; según ya hemos comentado.

.- Alternativa Española (AES). Se define como “la alternativa socialcristiana” (sin que tal denominación indique parentesco alguno con la Unión Social-Cristiana, CSU, bávara) y de carácter transversal. Su secretario general es el abogado y empresario Rafael López-Diéguez. Su portavoz es Francisco Torres García. El partido reúne una quincena de concejales; algunos incorporados recientemente desde otros partidos o habiendo sido electos como independientes. Figura inscrito en el registro de partidos políticos del Ministerio del Interior desde el 19 de abril de 2004. Ha sufrido sucesivos fracasos electorales, persistiendo básicamente en la misma línea táctica y estratégica: centrándose en la lucha contra el aborto, la defensa de la unidad católica de España, recogiendo firmas contra el Estado de las autonomías, movilizándose en defensa de las víctimas del terrorismo. Con motivo de la ruptura del Partido Conservador británico en 2009 con el Partido Popular Europeo, de cara a las elecciones al Parlamento Europeo el eurodiputado conservador y euroescéptico británico Daniel Hannan pidió el voto de los 800.000 británicos residentes en España para AES. La maniobra fue un fracaso: encabezando la lista al Parlamento Europeo de 2009 Rafael López Diéguez, con una inversión económica inédita en esta área, y con un manifiesto electoral suscrito por un buen número de intelectuales, profesores de universidad y escritores (una iniciativa movilizadora rompedora en esta área), apenas sumó 19.583 votos. Ha suscrito un manifiesto conjunto, abierto a nuevas incorporaciones, que ya se están gestionando, cara a las elecciones europeas de 2014, según veíamos, junto a Familia y Vida y Comunión Tradicionalista Carlista. Esta formación está demostrando músculo negociador, acreditando una notable capacidad de propuesta y diálogo.

.- SOLUCIONA. Este jovencísimo partido nace de algunos periodistas y políticos reunidos en el entorno del diario electrónico de Armando Robles, Alerta Digital. Así, se integran, entre otros: el jurista valenciano Luis Zapater Espí (portavoz); el periodista, historiador y documentalista Alfonso Arteseros; el periodista de larga trayectoria e ideario liberal Enrique de Diego (anunciando la integración en SOLUCIONA de los más cualificados militantes de su Plataforma de las Clases Medias; entidad que, en tanto el periodista mantuvo su presencia mediática, logró algunos éxitos callejeros); el líder del Partit Espanyol de Catalunya, Gerard Bellalta; el concejal independiente en la gaditana Arcos de la Frontera Antonio Ortiz Ordóñez (quien se mantiene en contacto con otros ediles independientes de la provincia cara a su posible integración); el ingeniero Antonio Valdivia (coordinador de SOLUCIONA en Castilla-La Mancha); el mediático párroco “en camisa azul” de El Burgo Ranero (León) Jesús Calvo; etc. Se definen como «un grupo de hombres y mujeres independientes que no han tenido relación con los grandes partidos del Sistema y que nos une como pasión principal la lucha por la unidad e identidad de España, y la justicia social. Estamos en la misma onda que atraviesa hoy Europa, a la búsqueda de la liberación de las Patrias frente a los poderes multinacionales». ¿Populismo? Parece ser que sí; lo que se confirma en el largo “manifiesto” que ha elaborado. El interrogante que plantea esta formación es si se auto-concibe como proyecto autónomo, lo que le supondría su seguro fracaso, o está dispuesto a integrarse con otros análogos. Algo de luz proporcionó el comunicado de su portavoz ante la polémica mantenida -a mediados de diciembre- entre Enrique de Diego y el portavoz de AES, Francisco Torres, en el que afirmaba que «Es necesario, por consiguiente, que pueda establecerse en el momento oportuno un marco de diálogo entre las distintas coaliciones de partidos patriotas de cara a ulteriores convocatorias electorales, pues sólo la unión dentro de la adecuada dirección puede permitir dotar a dichos partidos de la fuerza necesaria para poder plantear una alternativa seria al Sistema hoy imperante».

.- Unidad. Esta novísima entidad afirma en su web ser «una iniciativa política ciudadana que apoya su programa en cuatro pilares básicos: soberanía, regeneración contra la corrupción, unidad nacional, y dignidad y justicia social». En una entrevista concedida al digital Diario Liberal el pasado 26 de noviembre, el columnista de La Razón -licenciado en Derecho, economista e historiador- Guillermo Rocafort, se presentó como su portavoz. Allí defendía con ahínco la unidad nacional española; pretendiendo la recuperación de la soberanía política; defendiendo la justicia social y la sustitución de la élite actual por otra patriótica; se definía como europeísta, pero no de esta Europa «de banqueros sacamantecas ni de mercaderes de almas»; se consideraba hermanado con los movimientos calificados como euroescépticos; entendía que «España nunca ha sido racista ni lo será y siempre ha estado abierta a los mejores, pero no a cualquiera. El que quiera ser español, debe ganárselo por el mérito y el esfuerzo, y ante todo respetar nuestra historia y tradiciones». Y anunciaba que Unidad se presentaría en sociedad en diciembre; lo que hizo en Jaén, el pasado 16 de diciembre, de la mano de Iberia Cruor. Carlos Martínez-Cava, antiguo dirigente de Alternativa Española figura en la web de la entidad como militante de la misma, al igual que Tomás Pérez Vallejo y el joven Manolo Caro. Pero ¿tácticamente, qué proyectos albergan? Rocafort proporcionó alguna pista en Jaén, afirmando que «El caso de Francia es paradigmático, pues el Frente Nacional Francés engloba a toda la Francia Patriótica, desde los apolíticos, a los lefebristas, a los petenistas, a los neopaganos, a los católicos, a los tradicionalistas y legitimistas, a los ex-comunistas,…., a todos sin excepción, y sin tensiones más allá de lo razonable,... ¿por qué en España no somos capaces de llegar a esa UNIDAD de intereses comunes?». Y ante otras alternativas regeneracionistas, aseguró que «Yo no veo con desconfianza a las nuevas fuerzas políticas que están surgiendo en el presente, siempre que respeten a España y lo cumplan; ya sea Ciudadanos, UPyD, o Abascal, como otras fuerzas, ... No nacemos con espíritu de secta, sino queremos ser universales, como lo fue España y lo fue Roma,..., pero hablaremos de igual a igual mientras carezcamos de un “primus inter pares” legítimo que guíe nuestra Patria en las turbulencias del futuro».

 

5.- Conservadores

Para quienes siguen depositando sus esperanzas en una escisión a la derecha del Partido Popular, son escasas las trincheras a señalar en este espacio. Mencionaremos en primer lugar a un pequeño partido navarro nacido como escisión de los populares y, por último, a dos entidades –que no partidos- en órbita del Partido Popular, o al menos, lideradas por figuras que han jugado un significativo papel en el mismo, y que de alguna manera han aglutinado en sus iniciativas a algunos descontentos con la larga deriva del inicialmente liberal-conservador Partido Popular. No obstante, tratándose de fundaciones integradas también por otras personalidades de la vida pública no partidista (intelectuales, periodistas…), no es posible que se constituyan en plataformas explícitas de una formación alternativa al PP; no en vano sus objetivos fueron otros: la defensa de la nación española, la regeneración democrática de España, según veremos. Pero pueden ser vivero de descontentos, banco de ideas, fuente de relaciones personales…

.- Derecha Navarra y Española (DNE). Pequeño partido de ámbito regional nacido en 2011 como escisión del Partido Popular de Navarra, fundado por Nieves Ciprés, ex concejal del Ayuntamiento de Pamplona e hija de Ángel Ciprés Esparza, alcalde de Javier por UPN durante 28 años. Procedente de Unión del Pueblo Navarro (UPN), acompañó a quienes se marcharon de este partido, que todavía ostenta el gobierno de la Comunidad Foral de Navarra, refundando el Partido Popular de Navarra, hasta entonces integrado en UPN. Nieves Ciprés presentó su candidatura a la presidencia del Partido Popular de Navarra, avalada públicamente por más de cien afiliados y simpatizantes del PP. Pero diversos problemas legales, motivados básicamente por la oposición de la Dirección Nacional del PP a la existencia de candidaturas alternativas a la “oficial” encabezada por Santiago Cervera, le llevó a fundar su propio partido, del que su padre es presidente honorífico. «Me expulsaron por decir que a un presidente no se le elige en los despachos», afirmaría entonces. El partido defiende la españolidad de Navarra y sus fueros, oponiéndose radicalmente a la integración de Navarra en Euskadi, y rechazando activamente el aborto. En las elecciones generales de noviembre 2011, DNE presento una lista al Senado en alianza con Alternativa Española (AES), pero retiró la del Congreso al objeto de agrupar todo el voto de centro-derecha en la candidatura UPN-PP. Tiene varios concejales en Garínoain, ganados por incomparecencia de otras candidaturas; circunstancia que ha generado no pocos problemas, incluso de orden público, en la localidad. Apenas tiene otro concejal en Leiza y algunos más, como  independientes, en pequeñas localidades. Con esos resultados en la mano, podría afirmarse que DNE no ha sido capaz de alcanzar otro electorado distinto al del tradicionalismo presente en Navarra; lo que le privaría de su imprescindible virtualidad transversal de concebirse como alternativa de futuro. Como presidente continúa Nieves Ciprés y de vicepresidente, el ex-notario Javier Octavio de Toledo y Eugui. Ambos acudieron como público al vibrante acto de denuncia de la deriva política del Partido Popular presentado por Aleix Vidal-Quadras, Santiago Abascal y José Luis González Quirós, el pasado 17 de octubre, en el Hotel Princesa HUSA de Madrid. DNE mantiene juntas locales en Alsasua, Pamplona, Leiza, Cintruénigo y Tudela.

.-Fundación para la Defensa de la Nación Española (DENAES). Ve la luz en 2006 de la iniciativa de Santiago Abascal; quien sigue siendo su presidente. Desarrollan desde su nacimiento diversas actividades periódicas: como los mensuales “observatorios de la nación” (que llegaron a sumar una veintena en su mejor momento); la Escuela de Verano; el Premio Españoles Ejemplares; los Premios de Oratoria Gabriel Cisneros, Enciclopedia de la Nación; colocación de banderas españolas en lugares emblemáticos; conferencias públicas; participación en manifestaciones; artículos de opinión. Ya hemos comentado que Santiago Abascal anunció su salida del partido de los populares. Aunque bien recibida, según podía leerse en múltiples foros, su iniciativa no ha sido imitada por otros militantes o directivos del partido. En un partido cuyo funcionamiento interno se asemeja más al centralismo democrático -propio de los partidos de orientación leninista- que a una estructura participativa y transparente, nunca se vio con buenos ojos su iniciativa de constituir una fundación. No en vano, mucho pesa en el PP la historia de convulsiones y agonía de la extinta UCD; de la que deducen que cualquiera que “se mueva de la foto” únicamente puede ser un “emboscado de oscuras intenciones” y no un simple militante leal, libre y con voluntad e iniciativas propias. O al menos es la excusa siempre presentada ante cualquier iniciativa o propuesta de corriente interna; lo que ha convertido el Partido Popular en un rígido y vertical instrumento oligárquico al servicio del sector “de centro reformista” de la casta política española.

.- Plataforma Reconversión. Su origen estriba en la Carta abierta al Presidente del Gobierno intitulada “Por un renovado pacto constitucional para la reconversión del Estado”, hecha pública el 25 de junio de 2012. Desde entonces ha desarrollado varias iniciativas: recogida de firmas de adhesión al manifiesto fundacional, análogo a la carta abierta; presentaciones públicas de la entidad; anuncio de una Iniciativa Legislativa Popular para la reforma del sistema de partidos; etc. El último acto del que tenemos noticia fue su presentación pública en Burgos el pasado 14 de junio de 2013. Su alma mater es el todavía europarlamentario Aleix Vidal-Quadras, quien ya impulsara otras iniciativas de carácter regenerador en el pasado, como Convivencia Cívica de Cataluña, que presidió hasta 2001 y la Fundación Concordia que ya fundara en 1993 y que sigue presidiendo.

 

En el actual contexto de desafección de un sector importante del electorado del Partido Popular –el más conservador- que no se ha concretado de momento en escisión o movimiento significativo alguno (excepción hecha de Abascal), salvo las quejas de Aznar y Señora y los amagos de Esperanza Aguirre, el pasado 26 de octubre se presentó en sociedad, en el Teatro Goya de Madrid, el Movimiento Ciudadano; con el que Albert Rivera y Ciutadans intentarán dar el “salto” a la política nacional (la tercera, ya). Allí se dejó fotografiar Santiago Abascal en compañía de Albert Rivera y otros. Esa imagen representó, nítidamente, la ruptura de cualquier estrategia escisionista conjunta «Jaime Mayor Oreja-Aleix Vidal-Quadras-Santiago Abascal». Así, el taimado democristiano habría ignorado los cantos de sirena que le venían animado supuestamente a marcharse del PP; según se filtró en su día, acaso de la mano del mismo Mayor Oreja en un intento de hacerse valer. De hecho, parece confirmarse que, según el siempre bien informado El Confidencial Digital, encabezaría las listas populares en el 2014. Así, Jaime Mayor Oreja figuraría como muro de contención para no pocos votantes recalcitrantes del PP persistentes en el designio episcopal del “mal menor” en su expresión electoral. Y apenas un mes después, el 24 de noviembre, Santiago Abascal hacía público su abandono del Partido Popular; gesto que no ha sido imitado. Días después, en la manifestación convocada por Santiago Abascal en defensa de las víctimas del terrorismo, el pasado 6 de diciembre, en la emblemática plaza de la República Dominicana de Madrid, apenas sumó un par de miles de asistentes; lo que habrá aliviado a unos dirigentes populares atemorizados ante los vaticinios demoscópicos que les auguran notables pérdidas electorales. Pero, debemos matizar, esa escasa asistencia tampoco es un dato decisivo en lo que respecta a la desafección de su electorado, pues el de las víctimas del terrorismo es un sector movilizado reiteradamente, en exceso incluso, muy fragmentando, desilusionado y destrozado moralmente por las apresuradas excarcelaciones de terroristas provocadas por la derogación de la “doctrina Parot”. Un sector social ignorado durante décadas, que ha sufrido mucho, exigido demasiado, y manipulado e instrumentalizado por unos y otros.

Por último, ¿qué hará Aleix Vidal-Quadras? ¿Seguirá en el Partido Popular rumiando su ya larga desafección o se lanzará a montar algo nuevo? No pocos votantes del Partido Popular vienen depositando sus esperanzas en este líder nato: le seguirán, si éste se marcha, y se escudarán en él como bastión del pensamiento liberal-conservador en el centro-reformista, de deriva socialdemócrata en que se ha convertido Partido Popular, si permanece en el mismo. En cualquier caso, no parece fácil que este cabal y experimentado intelectual y político, convencido de que un problema capital del actual estado de cosas, sea precisamente el funcionamiento interno de los partidos, se decida a fundar otro. Si no lo hace, Abascal, de seguir en política, tiene dos opciones: incardinarse en Movimiento Ciudadano, si aspira a cierto protagonismo político en el futuro, constituyéndose acaso en polo de atracción conservador de dicha fuerza en configuración; o montar algo propio para aliarse con formaciones, en parte afines, después.

Así, el pasado 13 de diciembre, el digital Diario Liberal se hacía eco –no recogido en otros medios- de unos presuntos contactos entre Santiago Abascal y la dirección de Alternativa Española (AES). Según la información, Rafael López-Diéguez no confirmó el encuentro, pero aseguraba que «Abascal es una persona con la que, sin duda, tenemos muchos más puntos de acuerdo que discrepancias. Se encuentra en un periodo de reflexión para el que necesita tiempo. El problema es que no hay mucho». Y finalizaba afirmando que «el espacio político entre nuestra coalición (formada por AES, la Comunión Tradicionalista Carlista y Familia y Vida) y cualquier otra iniciativa que él pretenda es muy estrecho y, sin duda, se canibalizarán. Un puñado de votos es crítico. Forzar a la polarización de la gente es un acto de irresponsabilidad que los españoles nos demandarán. Desde nuestra perspectiva es necesario dar respuesta a los ciudadanos que están pidiendo una nueva opción, y en ella tendría toda la lógica que estuviéramos todos, incluido Santiago».

 

Este panorama de la que denominamos genéricamente como “derecha populista española”, terminología tan plural como cuestionable, según venimos observando -pero que, según algunas opiniones arriba expresadas, constituye un puzle del que algunas piezas parece empiezan a encajar- se complementará en las dos próximas entregas de esta serie, analizando su incidencia social y algunas modalidades específicas de su presencia pública.

 

 

+ Artículos anteriores:

La derecha populista europea se organiza (1).

http://latribunadelpaisvasco.com/not/639/la_derecha_populista_europea_se_organiza__1_

Una derecha muy diversa, pero identitaria y euroescéptica, presente en toda Europa… salvo en España (2)

http://latribunadelpaisvasco.com/not/655/una_derecha_muy_diversa__2_

La larga marcha de la extrema derecha española (3)

http://latribunadelpaisvasco.com/not/685/la_larga_marcha_de_la_extrema_derecha_espanola__3_

Una derecha populista española dispersa y fragmentada: nacional-revolucionarios, familias “históricas” (4)

http://latribunadelpaisvasco.com/not/704/una_derecha_populista_espanola_fragmentada__4_

+ Artículo próximo:

Proyección social de la derecha populista española: entes sectoriales, sindicales, acción social, Memoria, Brotes verdes (6). 01/01/13.

 

http://latribunadelpaisvasco.com/not/729/_otros_populismos_en_espana__identitarios_antiinmigracion__moderados__conservadores__5_

Una derecha populista española dispersa y fragmentada: nacional-revolucionarios, familias “históricas” (4)

Una derecha populista española dispersa y fragmentada: nacional-revolucionarios, familias “históricas” (4)

Para desplegar ante el lector -especialmente el no familiarizado con este espacio político- con cierta lógica el amplio arco de siglas e iniciativas que, de alguna manera, pudieran ser adscritas al área de la derecha populista, es imprescindible establecer un criterio objetivo. Así, los investigadores belgas Jean-Yves Camus y Manuel Abramowicz, el 19 de febrero de 2010, insertaron en su web “Resistencias – Observatorio belga de la extrema derecha” un artículo esquemático de la extrema derecha francesa, poniendo el acento en la posición de todos los grupos de los que hablarían ante el Frente Nacional. Titulado «La extrema derecha francesa, cada vez más atomizada», dividían casi un centenar de entidades de todo tipo y calado –partidos políticos, círculos de pensamiento, entidades regionales, publicaciones, entidades sectoriales- en 5 corrientes, a saber:

  1. Derecha nacionalista frentista. Entidades que orbitan en la periferia del Frente Nacional con voluntad de coadyuvar en su esfuerzo común.
  2. Derecha nacional e identitaria anti-frentista. Partidos “enemigos” del FN, en su mayor parte escisiones del mismo y que aspiraban a relevarlo o reconstruirlo; sin éxito hasta ahora, todo hay que decirlo.
  3. Identitaria-regionalista. De ámbito local, en ocasiones partícipes de algunas iniciativas del FN y en su mayor parte, también escisiones del FN.
  4. Inter-corrientes. Grupúsculos de diversa naturaleza que, ocasional o regularmente, establecen alianzas con alguna de los corrientes anteriores.
  5. Extra-corrientes. Trabajan al margen de las primeras tres corrientes citadas, bien en el ámbito del pensamiento, bien de la acción sectorial.

Tal esquema, de una objetividad y racionalidad bastante ponderada, es inaplicable en España, al no existir en nuestro país una entidad central de referencia de la derecha populista: desde la afirmación o el cuestionamiento.

Por ello, teníamos varias opciones en la organización y descripción del área. La primera, conforme al criterio empleado en el artículo anterior -inspirado en el trabajo de autores tan dispares pero autorizados como Xavier Casals o Ernesto Milá- es decir, el derivado de la evolución de los “polos o familias” de carácter ideológico más o menos afines; excluyendo el indeseable fenómeno de las organizaciones populistas impulsadas por empresarios de historial delictivo. Así, estableceríamos las siguientes categorías: 1. Familias “históricas”. 2. Identitarios y antinmigración. 3. Conservadores: escisiones u otros del entorno del Partido Popular. Pero presenta una objeción: dejaría fuera del análisis, o forzando muchísimo su encaje, diversas siglas caracterizadas por su radicalidad ideológica, y otras que, por su mayor moderación o su peculiar perfil ideológico, no encajan en ninguna de las tres categorías indicadas. De modo que habría que sumar a esa tríada, al menos, dos categorías más: 1. Nacional-Revolucionarios, y 2. Populistas moderados.

Una segunda vía de análisis la constituiría determinar la explícita vocación, de cada sigla analizada, en ocupar el espacio de la derecha populista, bien como fuerza hegemónica, bien como mera integrante y con la legítima pretensión de alcanzar cierto peso en la misma. Pero, al igual que el anterior, también presenta algunas dificultades metodológicas; no en vano, la determinación de la naturaleza ideológica de algunos de tales partidos y su tacticismo, escapan de la dinámica que entendemos central, en ausencia de una organización española referencial, como es el caso del Frente Nacional francés.

Nos hemos decidido, finalmente, por el primero de los criterios mencionados, pues es un dato concreto de la realidad, histórico y fáctico, reconocible externamente; mientras que el segundo violentaría la propia definición particular en no pocos supuestos, e introduciría en su desarrollo una mayor confusión que pudiera derivarse en una discusión terminológica sin fin. Somos conscientes de que el criterio es perfectible y, por ello, limitado. Con toda seguridad, algunas de las organizaciones, que luego veremos, o no pocas de las personalidades que mencionemos, no se sentirán bien encuadrados o definidos. Están en su derecho. Hablaremos, por ejemplo, de Nacional-Revolucionarios, pero ¿hay unanimidad en lo que se entiende por tal concepto? Me temo que no. Y lo mismo pasa con el término en alza de “identitario”. ¿Qué significa ser identitario? ¿Un patriota español es identitario o tal calificativo lo limita y distorsiona? ¿Y patriotas es lo mismo que nacionalista? ¿No podría calificarse también de identitaria a la autodenominada izquierda abertzale, llevando la argumentación hasta sus últimas consecuencias, tal y como hacen numerosos autores? Pero análogas dudas nos surgen con otros conceptos. ¿Son los mismo derecha social, derecha nacional y derecha conservadora? ¿Populismo en es un concepto peyorativo o positivo? ¿Y qué decir de la llamada Revolución Conservadora? ¿Fue José Antonio un tradicionalista revolucionario o un revolucionario tradicionalista?, etc., etc.

No pretendemos sentar cátedra; únicamente, despejar un poco la confusión que el panorama presenta en una primera mirada, recordar algunos hechos, y tratar de proporcionar elementos de reflexión para un debate de futuro, si los interesados en ello lo desean. Los conceptos y las categorías que emplearemos pretenden simplificar, despejar el panorama y ello, inevitablemente, generará discrepancias terminológicas, precisiones doctrinarias, etc. De este modo, la determinación teórica de esas “familias” y su inclusión, a efectos de este estudio -de pretensiones más periodísticas que de otro tipo- de grupos y personalidades, no implica juicio peyorativo alguno.

Pero, en cualquier caso, es imprescindible establecer algunas convenciones terminológicas, mínimas. Es reto es doble, pues: mostrar este “mundillo”, evitando el prejuicio generalizado que lo demoniza a priori; y tratar de encajar la piezas, sobre unos conceptos y categorías susceptibles de múltiples matizaciones desde diversos puntos de vista- de un puzle que, tal vez, concluyamos, correspondan no a una, sino a varias imágenes.

Hechas estas precisiones, veamos brevemente, en dos entregas, las agrupaciones más  relevantes (agrupadas en esas 5 categorías). Y dejaremos para entrega posterior una aproximación a su incidencia social (número de concejales, publicaciones, editoriales, etc.), lo que complementaría la mirada al conjunto de esta área; que insistimos, es plural, poliédrica, cambiante, en ocasiones complementaria y en otras, antagónica…

En este texto veremos dos de las cinco categorías citadas.

1.- Nacional-Revolucionarios. Caracterizados por su radicalidad ideológica, cierta agresividad en las formas, y una marcada simbología, son tributarios, en mayor o menor medida, de las ideologías extremistas de la posguerra mundial; concretamente, del neofascismo, del nacional-socialismo y de sus nuevas formulaciones. Empeñados en la consolidación de sus propios grupos, convencidos de la pureza y clarividencia de sus ideales y estrategias respectivas, no se presentan fácilmente permeables a tácticas que impliquen un trabajo de integración con otros grupos de calado superior; al contrario que en Francia donde grupos análogos (por ejemplo, Vox NR y Jeune Nation) colaboran, en mayor o menor grado, con el Frente Nacional. Veamos sumariamente los más relevantes.

.- Movimiento Social Republicano (MSR). Una de las siglas más activas del área; polo de atracción de numerosos grupos locales y jóvenes de diversa procedencia. Organizan las anuales Jornadas de la Disidencia, en Madrid, y las Jornadas Antiglobalización de Zaragoza, convocatorias que atraen a jóvenes activistas de todo el arco del populismo radical español y a no pocos “veteranos”. Es el fruto de la persistencia de su secretario general, Juan Antonio Llopart, quien difundiera en España, en su día, el chocante -cuando no aparentemente imposible- pensamiento “nacional-bolchevique”. Liga Joven es la sección juvenil. Cuentan con un órgano sindical: la Unión Sindical de Trabajadores. Hispania Verde es la sección ecologista-excursionista y el Círculo Atenea, la de las mujeres más comprometidas. Ediciones Nueva República, con sus numerosos libros y la revista de pensamiento Nihil Obstat, también mantiene su vínculo con la entidad por medio del propio Llopart. Su pretensión es la consolidación de un partido inequívocamente nacional-revolucionario; un concepto táctico fruto de las factorías intelectuales del neofascismo de los años 70 y 80. Mantienen relaciones de hermandad con organizaciones internacionales tan diversas como los italianos de Fiamma Tricolore, escisión radical de la Alianza Nacional de Fini (antiguo MSI), o el Partido Sirio Social Nacionalista (de Líbano y Siria). Aunque determinados de sus postulados son asimilables a algunas de las expresiones de la derecha populista europea (identidad, denuncia de la partitocracia, justicia social-socialización), su fundamentalismo doctrinario y personalismo le dificulta sumarse a proyectos de entidad superior.

.- Asociación Cultural In Memoriam Juan Ignacio González. Toma su nombre de quien fuera el primer secretario nacional del mítico, en los ambientes radicales, Frente de la Juventud; escisión madrileña de toda la juventud de Fuerza Nueva acaecida en septiembre de 1978, y uno de los motivos de su declive. Asesinado el 12 de diciembre de 1980 en uno de los escasos atentados políticos de la Transición no esclarecidos todavía, aunque reivindicado por el GRAPO, y atribuido sin prueba alguna por algunos medios periodísticos a “ajustes de cuentas y rencillas internas”, sus ex-camaradas siguen responsabilizando del hecho a las “alcantarillas del Estado”. La entidad es liderada hoy por el carismático Juan Antonio López Larrea. Alberga no pocos antiguos militantes del Frente Nacional (posterior al fundado por Blas Piñar, a no confundir con el mismo, pues, y que fue fruto de una escisión falangista). Nacido con la vocación de mantener viva la memoria de Juan Ignacio González, de impulsar una nueva investigación judicial, y de dinamizar con su experiencia la revigorización de la derecha radical, puede asomarse a la tentación partidista, funcionando como un partidito más; lo que acaso anulara buena parte de su potencial.

.- Acción Nacional Revolucionaria (ANR). Sigla-Coordinadora que agrupa una heterogénea diversidad de grupos locales, webs políticas y musicales, etc., de calado muy diverso, distribuidos por diversas localidades de toda España; caracterizados por su autonomía organizativa, radicalidad verbal, integración muchos de ellos en aficiones futbolísticas, y cierto mimetismo de los grupos que bajo el lema “libre, social, nacional”, mantienen en Francia análoga dinámica. En diversas concentraciones celebradas en Madrid, generalmente convocadas por otras organizaciones, han agrupado medio millar de activistas vestidos de negro, muchos de ellos rapados y otros, encapuchados, con banderas de la cruz céltica en blanco sobre fondo negro y enarbolando antorchas; una escena tan sugerente como inquietante. Enfocados al activismo, no parecen ser fácilmente asimilables a un partido populista, más cuando carecen de líderes visibles.

.- Alianza Nacional (AN). Esta organización de corte socialista, nacionalista y racial nacida en 2005, es liderada por el histórico militante Pedro Pablo Peña; quien sufriera condena de prisión en 2000 por tenencia de sustancias explosivas. La Fiscalía del Tribunal Supremo abrió diligencias informativas cara su posible ilegalización el pasado 1 de octubre de 2013, debido a los hechos perpetrados en la librería Blanquerna. Nunca ha superado los 3.000 votos en las diversas elecciones a las que se ha presentado. Si bien colabora con otras pequeñas organizaciones en la plataforma “La España En Marcha”, su radicalismo parece más dirigido a la formación de jóvenes intransigentes, para quienes ha creado la sección Frente de Juventudes, que a la consolidación de un partido posibilista. Banco Social es el conjunto de sus iniciativas en el campo de la asistencia social “a españoles”.

.- Devenir Europeo. Organización minúscula de corte nacional-socialista ortodoxo, heredero ideológico y moral de CEDADE, la más potente organización española explícitamente neonazi, disuelta en 1993, y cuyos líderes más conocidos fueran Jorge Mota, Ramón Bau y el editor/librero Pedro Varela. Sin peso ni vocación alguna en la configuración de un partido populista posibilista.

.- Partido Nacional Republicano (PNR). Minúsculo partido, presente casi exclusivamente en Madrid, fundado por el prematuramente fallecido Joan Colomar, quien, procedente de la extrema izquierda trotskista, derivó hacia posturas “terceristas” a resultas de su acercamiento al pensamiento de Nietzsche. Su objetivo es la “república nacional, unitaria y socialista”. Su radicalidad ideológica lo presenta como escasamente permeable a ningún proyecto exterior.

.- La bandera negra. Nuevo grupo impulsado por el hiperactivo y siempre polémico Ricardo Sáenz de Ynestrillas; quien llegó a pedir el voto, bien para Falange Auténtica, bien para UPyD. República, Soberanía, Democracia, Autogestión y Federalismo; tales son sus principios. Un grupo que se encuentra en pleno debate interno y de difícil clasificación e inserción dentro de las familias políticas comunes.

 

La potencialidad de los integrantes de estos grupos, cara a la constitución de un partido populista, es de carácter individual o local. Es evidente que su fundamentalismo doctrinario, que no admite renuncias ni concesiones, les incapacita en la flexibilidad necesaria para el tejido de unas alianzas que pudieran desvelar supuestas debilidades o cesiones al sistema. Pero la tentación “entrista”, para no pocos de sus integrantes, se concretaría caso de consolidarse esa eventualidad, como opción posibilista y salida personal –incluso colectiva- al ambiente claustrofóbico y de soledad que suele experimentarse vitalmente en su seno; tal y como ha sucedido en Francia, con el Frente Nacional y en otros países. Por otra parte, tamaña radicalidad les inhabilita como socios deseables desde las posiciones más realistas y moderadas que deben tributar debidamente a la respetabilidad pública.

 

2.- Familias “históricas”.

.- Falangistas. Ya hemos hablado algo de los grupos falangistas; concretamente en torno a su papel en la coalición Unión Nacional que aupó a Blas Piñar como diputado nacional. Los años posteriores lo fueron, para este sector, de convulsión y fragmentación, perdiéndose a lo largo de este proceso buena parte de sus estructuras y militancia; alcanzando su punto álgido en 1997, cuando el que fuera Jefe Nacional, Gustavo Morales, dimite inesperadamente. Mientras que Diego Márquez Horrillo conservaba legalmente la sigla histórica de FE de las JONS junto a un reducido grupito de leales, los seguidores de Gustavo dan lugar a FE/La Falange, que eclosionará en varias organizaciones autónomas: Mesa Nacional Falangista, recientemente integrada en FE de las JONS; La Falange (sector José Fernando Cantalapiedra, quien fundará otro Frente Nacional, finalmente disuelto tras su fracaso en las elecciones europeas de 2009 en las que obtuvo 7.970 votos); La Falange (sector Manuel Andrino, que pervive hoy); y Falange Auténtica, desgajada a su vez de la Mesa Nacional Falangista.

En 2004, los inasequibles al desaliento de Falange Española (independiente) se integran con Diego Márquez Horrillo en FE de las JONS, siendo nombrado años después, uno de los suyos, el que es su actual Jefe Nacional: Norberto Pico Sanabria. FE de las JONS mantiene su voluntad de constituirse en alternativa revolucionaria al sistema. En las Elecciones Generales de marzo de 2008, Falange Española de las JONS obtuvo 14.023 votos. Cuenta con una pequeña organización sindical, la UNT, y trata de abrirse a la sociedad civil; caso del encuentro “La alternativa en movimiento”, celebrado el pasado 22 de junio de 2013. Persigue, igualmente, reagrupar a los denominados “falangistas sin falange” (FSF), que participan en algunos foros, decepcionados de tantas batallas internas y la eterna desunión falangista, y configurarse, finalmente, en la casa común de todos los falangistas. En el 80º acto conmemorativo de la fundación de Falange, celebrado a puerta cerrada tras amenazas de la extrema izquierda, destacaba la presencia mayoritaria de un sector de asistentes de edad mediana, sin apenas jóvenes, lo que contrastaba con una de las constantes históricas de los grupos falangistas: mucha gente joven, bastante muy mayor y poca de edad mediana. Una constatación generacional que, acaso, señale que las nuevas generaciones de militantes disidentes con el régimen se dirigen mayoritariamente hacia formaciones de nuevo cuño. Dada su voluntad de constituirse como alternativa de futuro, no parece permeable a pactos electorales.

Por su parte La Falange, de Manuel Andrino, implantada especialmente en Madrid, participa plenamente en la coordinadora “La España En Marcha”, junto a grupos radicales; una plataforma a la que le falta una mayor definición de tácticas y estrategias.

Falange Auténtica, habiendo perdido su puñado de concejales (Hoyo de Pinares, Ardales…), se mantiene libre de compromisos, salvo el que alcanzó con FE de las JONS coyunturalmente en la campaña “Defensa Social”, acentuando unos rasgos que, acaso, pudieran calificarse como socialdemócratas; empleando –incluso- algunos términos característicos de la “ideología de género”. En las elecciones europeas de 2009 obtuvo 5.165 votos.

Por último, mencionemos que el concejal por Santoña, Leoncio Calle, varias veces electo en diversas candidaturas falangistas, mantiene su concejalía, todavía hoy, bajo la sigla de otro grupo aparentemente extinto y que en su día agrupó originariamente a una parte de los militantes de FE de las JONS (Auténtica) al disolverse su partido: el Movimiento Falangista de España (MFE) en el que militó el histórico y añorado falangista Narciso Perales hasta su fallecimiento en 1993.

¿Cómo explicar, a los 80 años de la fundación de Falange Española, esta situación? ¿Es realista la pretensión de los falangistas de hoy de constituirse en alternativa al sistema? ¿Cómo, aparentemente, perfilan respuestas tan dispares? No siendo este modesto escritor persona cualificada para emitir tal juicio, me remito a algunas reflexiones del historiador Francisco Torres, procedentes de su libro, que me atrevo de calificar de extraordinario, El último José Antonio (Barbarroja, Madrid, 2013, 602 pp.) en su apartado final, y que enfocan esas cuestiones en su encrucijada real. Perdonen tan larga cita, pero, realmente, merece la pena conocer esas conclusiones que, evidentemente, no tienen por qué hacerlas propias ni sus lectores ni los falangistas de hoy; pero que, incuestionablemente, aportan algunas luces y claves de la situación descrita. Veamos algunas de ellas. «A) El pensamiento de José Antonio es una construcción ideológica inconclusa. En ella, más que de evolución, debiera hablarse de desarrollo y agregación. (…) Fijó las grandes palabras pero no su desarrollo práctico, de ahí las aparentes contradicciones de su pensamiento, las antinomias sin resolver y la ambigüedad interpretativa de algunos de sus planteamientos» (Pág. 574). «B) (…) Solo desde el terreno especulativo se puede plantear: si José Antonio hubiera superado sus cada vez más acusadas antinomias, si hubiera resuelto satisfactoriamente las dudas sobre las que construye y conceptualiza; si se hubiera despegado definitivamente de la visión aristocratizante de la política que comienza a revisar y matizar en sus escritos de Alicante; si hubiera alcanzado a definir su propuesta democrática a través de una nueva “construcción de contenido”; si acorde con lo anterior, hubiera encontrado respuesta a la organización de la participación popular en la vida pública; o si finalmente hubiera reformulado su débil propuesta sindicalista, concebida como instrumento y no como fin, para nacionalizar la izquierda y evitar la revolución antioccidental, encontrando un modelo organizativo de la economía y las relaciones laborales capaz de superar las injusticias provocadas por el capitalismo y recuperando, al mismo tiempo, para el Estado la soberanía económica (…)» (Pág. 575). Y su párrafo final: «De José Antonio y de su mito va a quedar, como algo permanente, el arquetipo humano que refleja una forma imitativa de ser y estar, de hacer frente de forma comprometida al reto de la existencia y de la preparación del alma para la eternidad; los atisbos cercenados de una nueva expresión del humanismo cristiano» (Pág. 583).

El interés del estudio de los grupos falangistas, cara a la temática de la derecha populista, estriba en que estas formaciones han generado sucesivas oleadas de militantes; en general, personas muy capacitadas y formadas, que han terminado a lo largo de todo el espectro político español. De modo que, entendido como Escuela de Formación Política, de hecho y no jurídicamente hablando, el falangismo sigue siendo un banco de capital humano, iniciativas e ideas.

.- Por lo que respecta al tradicionalismo hispánico, la Comunión Tradicionalista Carlista (CTC), en su lenta pero constante recuperación, se presentó en las elecciones generales de 2008, al Senado en todas las circunscripciones, y al Congreso en siete provincias; sumando, por lo alto, unos 45.000 votos que, al no concurrir otras formaciones “patrióticas”, no necesariamente puede afirmarse que sean patrimonio de la CTC. Está presidida por María Cuervo-Arango Cienfuegos-Jovellanos, y su Secretario General es el navarro Javier Garisoain. En su entorno existe cierto grupo de entidades afines, coordinados en la Liga Tradicionalista (asociación juvenil Cruz de Borgoña, Foro Alfonso Carlos I, asociación Cruz de San Andrés, Editorial Tradicionalista, Socorro Blanco y una treintena más). Mantiene una militancia muy formada, que se moviliza regularmente y con una notable presencia de jóvenes. Además ha demostrado músculo negociador, al firmar el manifiesto conjunto que cara a las elecciones europeas de 2014 ha suscrito junto a Familia y Vida y Alternativa Española, según veíamos en el primer artículo de esta serie. Existe, por otra parte, un pequeño núcleo agrupado en torno a la denominada Secretaría política de S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón, a quien reconoce como Abanderado de la Tradición; siendo José Miguel Gambra su Jefe Delegado. Está integrado por pequeños pero muy activos círculos de intelectuales vinculados a diversos centros de estudios, revistas y editoriales (algunos de ámbito internacional). Este núcleo no comparte el antes mencionado acuerdo conjunto en el que participa la CTC.

En Francia, los tradicionalistas políticos y religiosos (entre ellos, los seguidores de Marcel Lefebvre) participan, en mayor o menor medida, en diversas actividades del Frente Nacional, jugando el papel de “intelectuales orgánicos” para un sector de su electorado y de impulso movilizador en determinadas actividades: defensa de la familia, de la libertad religiosa, de los cristianos perseguidos en diversos lugares del mundo, contra las profanaciones religiosas, etc. Es el caso del Centre Charlier, Agrid, L´Institut Civitas, Chrétienté-Solidarité y Renouveau FranÇais. En España no sería imposible –en teoría- que jugaran un papel análogo, según se configure finalmente el acuerdo electoral citado, en su búsqueda de nuevos aliados. El tradicionalismo, pues, sigue siendo otro banco de ideas, escuela de formación y una pequeña masa electoral fiel y en permanente movilización.

.- Franquistas. Debe destacarse que, en términos generales, el falangismo y tradicionalismo actuales se vienen desmarcando del franquismo; por entender que éste instrumentalizó ambas corrientes políticas, y otras, según el momento histórico concreto, en aras del proyecto personal de Franco, de consolidación institucional del Régimen, y los imperativos políticos del exterior.

En ese sentido, disuelta Fuerza Nueva por Blas Piñar, y posteriormente el Frente Nacional, el alejamiento de falangistas y tradicionalistas del franquismo se acentuó, no sin resistencias, en sus respectivas áreas. La consecuencia de esta tendencia es que, aparte de la Fundación Nacional Francisco Franco, que no es un partido político, únicamente dos pequeñas organizaciones pueden calificarse, genéricamente, como franquistas. Unos últimos apuntes al respecto.

Alternativa Española (AES), si bien es conocida su génesis y los vínculos familiares y personales de algunos de sus dirigentes con Blas Piñar, se define como “alternativa social-cristiana”, no encontrándose ninguna referencia directa al franquismo, ni en su declaración política, ni en su programa fundacionales, fechados hacia 2003. Y ya que hemos vuelto a mencionar a Blas Piñar, a quien jamás hemos negado –ni necesita nuestra aprobación ni concurso para nada y en nada- su condición de extraordinario orador, magnífico y prolífico escritor, persona formadísima, trabajador incansable, fidelidad y coherencia inquebrantables, no nos resistiremos a reproducir un párrafo procedente de la página 10 del Nº. 2 de la revista No Importa, portavoz de Falange Española (independiente), fechado en noviembre de 1977, segunda parte de un análisis crítico publicado en los dos primeros números de la revista (texto sin firma) titulado “Fuerza Nueva y Franco”. Dice así: «El amor de Fuerza Nueva por Franco ha sido siempre un amor no correspondido. Los hombres de Fuerza Nueva han proclamado constantemente su adhesión y lealtad al 18 de julio y a la obra de Franco. Franco se ha dejado querer y adular por Fuerza Nueva, pero nada más. Si Franco hubiera considerado que los mejores intérpretes del 18 de julio y de su política eran Blas Piña y los hombres de Fuerza Nueva les hubieran llamado a desempeñar cargos de responsabilidad en su régimen. No fue así». En cualquier caso, Piñar fue Director General, entre 1957 y 1962, del Instituto de Cultura Hispánica, procurador en las Cortes Españolas y consejero nacional del Movimiento por designación libre y directa de Franco. Pero tales reflexiones, que entendemos actuales y compartidas por la generalidad de los falangistas de hoy, acaso pudieran ser una modesta y original contribución al posicionamiento de la derecha populista ante el complejo fenómeno de un régimen franquista, ya remoto e inédito -cuando no mitificado o demonizado- para la inmensa mayoría de los españoles de hoy, y cuya invocación nostálgica no aporta necesariamente respuestas concretas a los problemas reales y cotidianos que los españoles precisamos. Otra cuestión es el juicio que merezca a la Historia, y, especialmente, los intentos de torpedeamiento, de la todavía inacabada labor de reconciliación entre los españoles, desplegados desde el revanchismo de una mal enfocada “Memoria Histórica”.

Hemos hablado de dos organizaciones, en cualquier caso. Veámoslas.

El Movimiento Católico de España es la primera de ellas en nacer; y lo hizo ya en 1981 como pequeña escisión de la todavía existente Fuerza Nueva, a la que criticó sin reservas por el curso que seguía, de la mano de quien fuera uno de los líderes de su rama juvenil, Fuerza Joven, y quien sigue siendo su máximo dirigente: José Luis Corral. Este grupo insiste en los aspectos religiosos del nacional-catolicismo franquista, siendo su propaganda, en general, un tanto tosca, escasamente elaborada y de una notable carga nostálgica. Por sus filas han pasado no pocos militantes; pudiéndose afirmar lo mismo que se decía de su partido madre: “es como el Metro de Madrid: pasa mucha gente y no se queda casi nadie”. En la actualidad, muy reducido ya, se ha integrado en la dinámica de la plataforma “La España En Marcha”.

El Nudo Patriota Española (NPE) es la actual organización dirigida por uno de los activistas históricos de la extrema derecha española: Eduardo Arias; quien se define como nacionalista español, que no identitario (matización no carente de interés). Pretende articular el espacio político de lo que denominan “patriotismo español”, invocando para ello al anterior régimen en campañas como: “¡Gracias Franco!”, “¡Vuelva, General!”, “Que no te cuenten cuentos, ¡Franco molaba!”. Presentes fundamentalmente en Madrid, cuentan con una élite militante denominada Sección de Activistas de España y una docena de delegaciones locales. Es uno de los puntales de “La España En Marcha”.

 

El alcance de ambas organizaciones, desde una perspectiva histórico/política, indica cómo el franquismo mayoritario de la extrema derecha española de hace unas décadas, ha devenido en residual; de hecho el último avatar de Fuerza Nueva, Alternativa Española (AES), veíamos antes, elude dicha conceptuación. Si la derecha populista tiene una posibilidad de presencia en España, no lo será de la mano de estas organizaciones nostálgicas, dada su esterilidad política y propositiva.

 

La semana próxima continuaremos con este repaso del área populista español, centrándonos sumariamente en los grupos identitarios/antiinmigración, los populistas moderados y los conservadores.

 

+ Artículos anteriores:

La derecha populista europea se organiza (1).

http://latribunadelpaisvasco.com/not/639/la_derecha_populista_europea_se_organiza__1_

Una derecha muy diversa, pero identitaria y euroescéptica, presente en toda Europa… salvo en España (2)

http://latribunadelpaisvasco.com/not/655/una_derecha_muy_diversa__2_

La larga marcha de la extrema derecha española (3)

http://latribunadelpaisvasco.com/not/685/la_larga_marcha_de_la_extrema_derecha_espanola__3_

+ Artículo próximo:

Una derecha populista española dispersa y fragmentada: identitarios, populistas, conservadores (5)

 

 

http://latribunadelpaisvasco.com/not/704/una_derecha_populista_espanola_fragmentada__4_

La larga marcha de la extrema derecha española (3)

La larga marcha de la extrema derecha española (3)

Desde que el notario Blas Piñar accediera al Congresos de los Diputados, allá en 1979, encabezando la coalición Unión Nacional, la genéricamente denominada extrema derecha ha ido de mal en peor, políticamente hablando. Sumaron nada menos que 378.964 votos bajo el lema «España en tus manos»; de ellos 110.730 en Madrid.

Piñar, concurriendo en solitario, no pudo ser reelegido en las elecciones de 1982, disolviendo su partido Fuerza Nueva. Regresaría a la política en 1986, fundando el Frente Nacional con la intención de conseguir un escaño en Europa, lo que no fue posible; sumando 122.927 votos en las elecciones al Parlamento Europeo de 1987. Precariamente, a la vez que sufría diversas escisiones, el partido se mantuvo hasta 1994, en que es disuelto de nuevo por este peculiar político que ajustaba los horarios de las sesiones de los congresos de sus sucesivos partidos a su imperdonable siesta diaria.

En otro plano, diversas facciones pugnaban por hacerse con el control de la sigla histórica de Falange Española de las JONS, participando la liderada por Raimundo Fernández Cuesta en aquella efímera Unión Nacional que aupó a Piñar al Congreso, junto al también falangista Partido Nacional Sindicalista-Círculos José Antonio, de Diego Márquez Horrillo; generando una complicada historia de escisiones, unificaciones, pactos, reincorporaciones, expulsiones, etc., sólo apta iniciados. Mencionemos, no obstante a Falange Española de las JONS (Auténtica), un intento renovador e izquierdista de la vieja Falange, a la que pretendían desvincular radicalmente del franquismo,  y Falange Española (independiente), heredero del mítico Frente de Estudiantes Sindicalistas (FES) que precediera a los “auténticos” (o “hedillistas”) desde una ortodoxia literal en el intento. Tres son los grupos falangistas de vocación política, herederos de la primigenia Falange Española fundada hace ya 80 años, supervivientes todavía hoy, de los que hablaremos más adelante: FE de las JONS, La Falange y Falange Auténtica.

La tercera pata de Unión Nacional, es decir, los grupos tradicionalistas (excluimos del estudio a la Confederación de Ex-Combatientes, pues no era propiamente dicho un partido político), al no renovarse la coalición electoral, siguieron su propia ruta. Desaparecida la Agrupación de Juventudes Tradicionalistas fundada en 1977 bajo la dirección de Santiago Martínez-Campos, y refundada en 1986 la Comunión Tradicionalista Carlista, ésta formación, que nació de la unión de los diversos grupitos carlistas del momento, sufrieron la aparición de una disidente y peculiar Comunión Tradicionalista hacia 2001 nucleada en torno al pretendiente Sixto Enrique de Borbón, integrada fundamentalmente por minúsculos grupos de intelectuales muy activos y vinculados en su mayoría a la llamada “misa tradicional”. Ambas entidades sobreviven hoy día manteniendo sus desencuentros ideológicos, religiosos y dinásticos.

Por su parte, el sindicato que se había organizado desde Fuerza Nueva en su mejor época, Fuerza Nacional del Trabajo, languidecía hasta agotarse y desaparecer silenciosamente. Además, cerraban los diarios “El Alcázar” y “El Imparcial”, se clausuraban sedes de los grupos políticos afines, desaparecían los boletines locales…

Otras siglas trataron de ocupar el espacio explícitamente ultraderechista, simultánea o posteriormente a las aventuras de Piñar: Juntas Españolas, impulsadas ya en 1983 desde el mencionado diario El Alcázar, y su organización juvenil Patria y Libertad; Democracia Nacional, que reunió a supervivientes de Juntas y el neonazi CEDADE; España 2000; Plataforma por Cataluña; etc. Desde Democracia Nacional, formación existente todavía hoy, y que fracasó electoralmente de modo reiterado, se elaboró el concepto de “autonomía histórica”: el primer intento orgánico de desarrollar una formación al uso de los nuevos aires populistas procedentes de Europa, desvinculado de la esterilidad política de las fracasadas “familias históricas” mencionadas, apelando a la fraseología antiinmigración e identitaria en alza fuera de España.

Más allá de la extrema derecha clásica (insistimos, conforme la terminología al uso, no en vano los falangistas se proclaman “ni de derechas, ni de izquierdas” y el tradicionalismo admite como mejor definición la de “innovadora”, antes que la de extremista), España ha vivido algunas efímeras aventuras de carácter populista protagonizadas, curiosamente, por empresarios que han tenido, por decirlo suavemente, serios problemas con la Ley. En tales casos, que veremos a continuación, sin duda concurrió un legítimo “voto protesta” –siempre presente bajo diversas fórmulas a lo largo de estas décadas y sin duda, creciente hoy- que, instrumentalizado, avaló unas formaciones caracterizadas por el extremo personalismo, la carencia de un programa político alguno mínimamente consistente, y la concurrencia de gravísimos incidentes penales de sus impulsores; circunstancias que contribuyeron a anular unas intentonas que sólo cabe definir como esperpénticas.

La Agrupación Ruiz-Mateos, fundada por el ya expropiado empresario José María Ruiz-Mateos, consiguió un sorprendente resultado en las elecciones europeas de 1989: 608.560 votos, es decir, un 3’84 % del total de emitidos, lo que le supuso 2 escaños en Europa. Pero dicha formación fue incapaz de consolidarse, de modo que tras varios fracasos electorales posteriores, en las europeas de 1994 únicamente sumó 82.410 votos, apenas un 0’44 %  de los emitidos, perdiendo ambos escaños. En consecuencia, el partido se disolvió.

El Grupo Independiente Liberal (GIL) fue una nueva aventura populista impulsada por otro polémico personaje, el empresario Jesús Gil y Gil, iniciada en 1991. Así, en las elecciones municipales del 26 de mayo de 1991 consiguió un sorprendente éxito electoral, alcanzando el 65’68% de los votos de Marbella. De las 25 concejalías, obtuvo 19, proclamándose Jesús Gil alcalde de la localidad. El GIL renovó mayoría en dos elecciones sucesivas (las de 1995 y 1999), finalizando su último mandato en 2003 con Julián Muñoz (otro delincuente) como alcalde. Además, el GIL gobernó Ceuta de 1999 a 2001. Y en otras localidades andaluzas obtuvo magníficos resultados, llegando a gobernar incluso alguna de ellas: Barbate, San Roque, Chipiona, La Línea de la Concepción, Tarifa, Estepona, Ronda, Casares y Manilva. En las elecciones generales de 2000, Jesús Gil se presentó como diputado al Congreso, obteniendo a nivel nacional apenas 72.162 sufragios. No lo consiguió. El GIL cesó toda su actividad en 2007, al no poder presentarse a las elecciones municipales a causa de los numerosos problemas legales en que incurrieron los más destacados líderes de la formación.

En 1999, la Ejecutiva del histórico y casi extinguido Centro Democrático y Social (CDS), que fundara Adolfo Suárez al marcharse de su UCD, nombró a otro singular personaje, condenado a pena de prisión por varios delitos de carácter económico, Mario Conde, como candidato de Unión Centrista-CDS en las elecciones generales de 2000, en las que obtuvo un resultado desastroso de apenas 23.576 votos. Conde lo intentó de nuevo en 2011 fundando Sociedad Civil y Democracia (SCD). Ese partido se presentó a las elecciones al Parlamento de Galicia del 21 de octubre de aquel año; sin obtener representación. Poco después, se despidió del partido.

Veamos el cuarto eje de este espacio (los anteriores, veíamos, son las familias “históricas”, las aventuras populistas y los grupos antiinmigración). No pocos estudiosos y activistas del difuso y plural espacio “a la derecha del PP” vienen depositando sus esperanzas en una escisión en el mismo, evidenciada la traición de éste a sus electores y a su mismo programa electoral sucesivamente y, especialmente, de la mano de Mariano Rajoy; un perfecto social-demócrata en la práctica, según estos detractores, y un acomplejado cultural y políticamente ante el hegemónico pensamiento radical-progresista.

Mencionemos, en esa línea, al único intento concreto de conformación de un partido conservador explícito, a la derecha del espacio que ocupa el Partido Popular: nos referimos al Partido Demócrata Español (PADE), que fundara Juan Ramón Calero, ex-portavoz de los populares en el Congreso, hacia 1996. En las elecciones municipales de 2003 obtuvo 34 concejales en toda España. Y en las de 2007, un total de 20; en su mayor parte, en la Comunidad de Madrid. El partido, tras una trayectoria agónica, se disolvió en la primavera de 2008. Seguramente, esta decepcionante experiencia haya desanimado a otros políticos populares en el intento de iniciar aventuras análogas. En esa línea, diversos nombres han sonado a lo largo de estas décadas. Jaime Mayor Oreja, por ejemplo, ya se vio envuelto en un supuesto intento de creación de una “Unión del Pueblo Vasco”, que buscaría el éxito conseguido en Navarra por Unión del Pueblo Navarro (UPN). Un intento frustrado o, desde una perspectiva táctica, una sutil manera de “hacerse valer” y asegurarse un papel relevante en el seno del Partido Popular.

Montserrat Nebrera fue otro nombre que sonó como posible cabeza de una derecha conservadora neta. En su enésimo intento de revitalizar a los populares catalanes, fue captada por el Partido Popular hacia 2006. Profesora en la Universitat Internacional de Catalunya, era además Directora de Estudios Sociales en el nacionalista Instituto Cambó. Elegida parlamentaria por el PPC en las elecciones de 2006, lo abandonó tres años después. Tras desencantar a quienes la miraban como la “Rosa Díez de la derecha”, encabezó la candidatura al Parlamento de Cataluña de 2010 de Alternativa de Govern por Barcelona, consiguiendo un resultado ridículo.

Y, hace unos pocos meses, se desveló en algunos medios digitales la supuesta existencia de un eje escisionista netamente conservador en el Partido Popular, formado por Jaime Mayor Oreja, Aleix Vidal-Quadras y Santiago Abascal. Parece ser que Jaime Mayor encabezará, de nuevo, las listas populares al Parlamento de Estrasburgo en las próximas elecciones; en un intento de frenar, especialmente ante el sector social que apoya a las víctimas del terrorismo, la erosión en apoyos electorales que todos los estudios demoscópicos auguran a los populares. Vidal-Quadras permanece en una calculada ambigüedad, y con el mérito de hacer iniciado el único intento serio de regenerar al Partido Popular desde dentro, mediante la plataforma Reconversión. Santiago Abascal, impulsor y máximo dirigente de la Fundación para la Defensa de la Nación Española, compañero de Vidal-Quadras en Reconversión, ha abandonado el Partido Popular en torno al pasado 24 de noviembre de 2013, sin desvelar sus pasos futuros. Previamente, había sido fotografiado junto a Albert Rivera y el ex-socialista Antoni Asunción en el acto de presentación de Movimiento Ciudadano en el Hotel Goya de Madrid el pasado 26 de octubre, y que pudiera ser el inicio de una posible extensión de Ciutadans (su tercer intento) a nivel nacional en competición con la UPYD de Rosa Díez; circunstancia que laminaría seriamente las posibilidades reales de ambos ante los imperativos del sistema representativo mayoritario español. Si el paso de Abascal lo es a título personal, o es la avanzadilla de un movimiento más amplio encaminado a conformar una lista conservadora al Parlamento Europeo, se verá en el futuro.

La cuestión es: desaparecida, por simple extinción biológica, la generación que hizo la guerra civil, integrada en el sistema la mayor parte de la nada escasa militancia ultra de aquellas décadas, ¿existe un espacio propio para una nueva derecha “populista y a la europea”? La experiencia de Plataforma por Cataluña, que a continuación mencionamos, junto la persistencia de un “voto de protesta” (en sus diversas fórmulas, como el creciente voto en blanco y nulo, y el sumado por los grupos populistas como la Agrupación Ruiz-Mateos), y la aparición de nuevas franjas de electores descontentos (padres perjudicados por la legislación civil y penal ultrafeminista, comerciantes arruinados por las grandes superficies, jóvenes desempleados en las periferias de las grandes ciudades, defensores acérrimos de la vida humana), parece acreditar que efectivamente es así.

De esta “larga marcha” aquí descrita, debe destacarse el único éxito real de la derecha identitaria española reciente: el alcanzado por Josep Anglada; antiguo militante de Fuerza Nueva y, posteriormente, del Frente Nacional. Polémico personaje, populista, extrovertido e imprudente, cuyos problemas personales y de liderazgo han empañado su incuestionable ascenso político, es su máximo protagonista. Y nos referimos a su criatura política: Plataforma per Catalunya (PxC, Plataforma por Cataluña). Los orígenes de esta agrupación, a la que se han sumado arribistas de toda calaña, sufriendo deserciones y escisiones sin cuento, se remontan al 15 de enero de 2001, cuando el citado Josep Anglada crea Plataforma Vigatana, una iniciativa local en el municipio barcelonés de Vic donde reside. Poco después, el 5 de abril del 2002 fundará Plataforma per Catalunya. En las elecciones municipales de 2003 obtuvo un 7´4 % de los votos de Vich. Fracasando en las sucesivas elecciones autonómicas, se vuelca en las municipales, pasando de los 17 concejales obtenidos en las elecciones municipales de 2007, a un total de 67 en 2011. Puede parece poco, pero es mucho, si lo comparamos con la veintena de concejales conseguidos por el resto de grupos ultras en el resto de España o en las convocatorias anteriores.

No obstante, y pese a este último aspecto, hoy día, a finales de 2013, el panorama que ofrece el amplio y plural espacio que aquí repasamos, es el de total desorganización y dispersión, careciendo del imprescindible liderazgo que merezca tal calificativo. De hecho, esos tres ejes mencionados (desaparecido afortunadamente el de las aventuras de empresarios metidos en política) en torno a los cuales, alternativa o conjuntamente, podría configurarse una formación unitaria, suman no menos de una treintena de siglas que veremos en la próxima entrega.

 

+ Artículos anteriores:

La derecha populista europea se organiza (1).

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Una derecha muy diversa, pero identitaria y euroescéptica, presente en toda Europa… salvo en España (2)

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Una derecha populista española dispersa y fragmentada: nacional-revolucionarios, familias “históricas” (4)

Liberalismo, catolicismo y ley natural (*)

Liberalismo, catolicismo y ley natural (*)

Un libro fundamental para entender la crisis actual

Uno de los criterios que determinan la pertinencia y calidad de un libro es su capacidad para cuestionar al lector sus prejuicios, ideas y conocimientos sobre la temática tratada. Para ello, deberá proporcionar argumentos razonados e incuestionables en los que basar sus tesis: sin máscaras ni mercancías averiadas. Y si, además, le incita a profundizar en las fuentes citadas, descubriendo al lector, de paso, nuevas perspectivas y campos del conocimiento tratado (entre muchos, destaquemos en el caso que nos ocupa a Friedrich Hayek y Ludwig Von Mises); puede afirmarse con justicia –insistimos, si concurren todas esas circunstancias- que el libro que a continuación comentamos supera meritoriamente semejante listón.

Francisco José Contreras, catedrático de Filosofía del Derecho en la Universidad de Sevilla, es un prolífico y joven autor que reúne en este libro diversos textos, procedentes de medios y revistas especializados, bajo un título en apariencia no excesivamente atractivo. Pero ese conjunto, en una primera mirada, aparentemente inconexo, goza de una profunda unidad que, poco a poco, con la firmeza del intelectual de una pieza y la precisión del cirujano, introduce al lector, sugestivamente y con un lenguaje claro y austero, en la realidad de una Europa, y una España con ella, en profunda crisis; cuya expresión acaso más dramática sea el declive demográfico –gravísima realidad censurada desde las factorías de lo políticamente correcto-, pero también su nihilismo existencial y cultural, la hipertrofia coadyuvante en la crisis del Estado, y la revolución antropológica y estructural del cortoplacismo.

Como liberal-conservador que no se esconde, juzga que el liberalismo caracterizado por la separación de poderes, los derechos humanos y el libre mercado, es tributario del cristianismo. Así, el liberalismo únicamente podía nacer y desarrollarse en un marco cultural cristiano. Y los hechos avalan tan olvidada como incómoda tesis: semejantes índices de desarrollo cívico y humanización se dieron en la civilización occidental fruto del cristianismo; ni en el seno del Islam, ni del budismo, ni del hinduismo, etc.

Pero sufrimos las contradicciones de una civilización en deriva y declive de modo que, como se afirma en la contraportada del libro, “No puede sorprender, pues, que la descristianización y la erosión del Estado liberal hayan progresado de la mano. El futuro del Occidente liberal es incierto”.

Después del inicial y breve prefacio, desarrolla un apasionante ensayo sobre catolicismo y liberalismo que, sin duda, será polémico y causa de escándalo para quienes siguen afirmando su incompatibilidad. El autor es contundente en sus juicios, sin eludir la cuestión a lo largo de su elaborado discurso, circunscribiéndola en el siguiente párrafo: «Resultan del máximo interés, en este sentido, las indicaciones de Benedicto XVI en su importante discurso a la curia de 22 de diciembre de 2005. Es cierto que, en este documento, el Papa rechaza la “hermenéutica de la discontinuidad y de la ruptura”, que concibe el Concilio como una cesura en la historia de la Iglesia y estima que habría que ir más allá de sus textos en pos de un etéreo “espíritu del Concilio” que cada uno interpreta a su conveniencia. Pero la alternativa a la hermenéutica de la ruptura no es una supuesta “hermenéutica de la continuidad” (que, según los tradicionalistas, implicaría que siguen intactos los anatemas antiliberales del XIX). La verdadera alternativa, según el Papa, es la “hermenéutica de la reforma”, que implica “continuidad y discontinuidad en diferentes niveles”».

Desde este marco previo, de manera persuasiva –otro de los méritos del texto-, va introduciendo al lector en el panorama real y concreto que presenta la crisis occidental actual y que desarrolla en los cuatro capítulos siguientes.

El primero de ellos, “Europa”, aborda el invierno demográfico: sus causas y falsas soluciones. Esta circunstancia -efecto inconsciente e inesperado de una crisis global y de civilización- la vincula a la renuncia europea de sus raíces cristianas, estudiando ampliamente “¿Por qué los tratados europeos evitan mencionar al cristianismo?”, a lo que suma sus reflexiones sobre la necesidad de un nuevo lenguaje para la cultura de la vida y un preclaro estudio sobre las críticas que desde el laicismo ha generado la nueva constitución húngara.

El segundo capítulo es “Catolicismo”. En él, Contreras reivindica el papel de la razón humana, su intrínseca imbricación en el hecho cristiano, y la aportación decisiva del cristianismo en el nacimiento y el desarrollo de la ciencia en Occidente. Disecciona a continuación, en “Cristofobia y antidiscriminación”, la virulenta hostilidad que desde el pensamiento único, lo políticamente correcto, los medios de comunicación y la acción institucional, se ha desplegado en Europa frente a la presencia pública de las iglesias cristianas, especialmente, la católica. Su colofón es un interesante estudio de la figura de San Juan de Ávila, estableciendo no pocos paralelismos entre la situación que afrontó ya en el siglo XVI y la que padecemos hoy día.

El tercer capítulo es el intitulado “Liberalismo”, con esclarecedores apartados como “La siempre aplazada pedagogía del liberalismo” (criticando la ausencia de ideas en la derecha, las ventajas naturales de una izquierda que cultiva la instintividad, emotividad y desresponsabilización, que confluyen en el permisivismo y el igualitarismo); su propuesta del conservadurismo norteamericano como modelo para el centro derecha europeo; y una formidable crítica liberal del Estado del Bienestar de medio centenar de densas y sugestivas páginas.

El último capítulo, “Ley natural”, lo conforman dos apartados; acaso los más complejos para los profanos en Filosofía del Derecho. El primero, “Laicidad, razón pública y ley natural”, parte de la siguiente afirmación: «Ni los cristianos debieran temer el concepto de laicidad, ni los llamados “laicistas” deberían aborrecer tanto a los cristianos… Pues, en realidad, la laicidad es una de las grandes aportaciones del cristianismo a la cultura occidental (como ha reconocido, por ejemplo, Jürgen Habermas)». Aquí debate acerca de las polémicas entre los conceptos de “razón pública” y “ley natural”. El capítulo se cierra con el artículo desarrollado a partir del enunciado del interrogante “¿Debemos alegrarnos de la muerte del positivismo jurídico?”

Con este texto, lúcido alegato contra el radical-progresismo y su hegemónica “ideología de género”, sin duda, Contreras se señala como uno de los más sólidos e innovadores intelectuales del entorno católico español, desde unas posiciones incómodas e impopulares incluso para muchos correligionarios, pero a quien habrá que escuchar, releer y seguir con asiduidad sus juicios de autoridad y honradez intelectuales.

 

(*) Francisco José Contreras, Liberalismo, catolicismo y ley natural, Ediciones Encuentro, Madrid, 2013, 352 páginas, 21 euros.

 

Fernando José Vaquero Oroquieta

http://www.elsemanaldigital.com/un-libro-fundamental-para-entender-la-crisis-actual-132555.htm

 

Una derecha muy diversa, pero identitaria y euroescéptica, presente en toda Europa… salvo en España (2)

Una derecha muy diversa, pero identitaria y euroescéptica, presente en toda Europa… salvo en España (2)

Introducida la cuestión del fenómeno del populismo de derechas en Europa –con todas las reservas que merece tal denominación- en el artículo anterior, veamos el panorama que presenta, a día de hoy, en el plano de sus organizaciones políticas. Y empecemos por el arco mediterráneo.

Así, el crecimiento del partido griego Amanecer Dorado, sus peculiaridades, contradicciones y excesos, su delicada situación legal, y los asesinatos (en propios y ajenos) asociados al mismo, han sido cubiertos ampliamente dado su particular interés mediático. No podía ser de otra manera. De la nada absoluta, alcanzaron un relieve muy notable en el contexto de la gravísima crisis económica y política que sacude Grecia; únicamente eclipsado en ese auge, por la tan admirada en España coalición de izquierdas SYRIZA. En las elecciones legislativas del 17 de junio de 2012 sumó el 6’92% de los votos y 18 diputados, pasando a ser el quinto partido del arco parlamentario griego. Pese a la precariedad administrativo-legal en que se encuentra el partido de Nikolaos Michaloliakos, y su azarosa trayectoria, sus expectativas de voto siguen creciendo según los más recientes estudios demoscópicos.

Marine Le Pen, heredera de su padre Jean Marie del Front National, periódicamente es noticia por sus políticas transversales, sus avances en los estudios demoscópicos y diversos éxitos electorales locales. Rompe esquemas, ganas simpatías, desconcierta con su “liberal” vida privada y sus opiniones morales; pero sigue sin ser admitida por el sistema partitocrático galo. Hay más grupos a su derecha, pero ha conseguido el mérito de eclipsarlos a todos ellos y sobreponerse a diversas escisiones; algunas de ellas, muy cualificadas en líderes y secciones militantes (MNR, Partido por Francia, Nueva Derecha Popular…).

En Italia, “la destra”, tal como se conoce al conjunto de sensibilidades neofascistas, derechistas, etc., tan presente en el panorama público, cultural y político nacional, se derrumbó electoralmente a resultas de la estrategia posibilista y arribista desarrollada por Gianfranco Fini y su post-fascista Alleanza Nazionale (formada a partir del histórico y llorado MSI), mano a mano con el corrupto Berlusconi, en cuyo Pueblo de la Libertad (PDL) diluyó su formación, y la Liga Norte del felizmente jubilado Umberto Bossi, dirigida hoy por Roberto Maroni. Rota “la destra” en múltiples formaciones, desahuciado políticamente hablando Fini, se han iniciado contactos por buena parte de quienes secundaron, en un momento u otro, la extinta Alleanza Nazionale, para reconstruir un partido con la pretensión de, en las próximas europeas, superar los dos millones y medio de votos; alcanzando así representación en Europa y sentando las bases del reencuentro de todos los “patriotas”. Así, el 9 de noviembre, en el Gran Hotel Parco dei Principi di Roma, nació el “Movimiento por Alianza Nacional” al que se han sumado Francesco Storace por La Destra; Luca Romagnoli por Fiamma Tricolore; Adriana Poli Bortone, del Partido del Sur; Roberto Menia, de Futuro y Libertad de Italia, que fundara ulteriormente Fini al romper con Berlusconi; Domenico Nania, de Nueva Alianza; Oreste Tofani, de Nación Soberana; Antonhio Buonfiglio, de El pueblo de la vida; y Roberto Buoanforte, director del “Giornale d´Italia”. Pretenden abrirse a otros “históricos” del neofascismo, caso del antiguo alcalde de Roma, Gianni Alemanno, y Fratelli d´Italia, de Ignazio La Russa y sus compañeros. A nivel representativo, el senador del Veneto, Alberto Filippi, electo por la Liga Norte, ha anunciado que se sumará al proyecto. Quedarían fuera Forza Nuova, de Roberto Fiore, y Casa Pound Italia, de Gianluca Iannone.

Portugal comparte la excepcionalidad española; por lo que, seguramente sea más correcto acuñarla como “ibérica”. Pese a ello, un Partido Nacional Renovador, liderado por José Pinto Coelho, pugna, de momento sin éxito, por saltar a la política institucional, en dura competencia con los democristianos “de derechas” del Centro Democrático Social – Partido Popular.

En Gran Bretaña, los ultras del British National Party (BNP), liderados por el europarlamentario Nicholas John "Nick" Griffin, sufren la concurrencia y éxitos del United Kingdom Independence Party (UKIP) de Nigel Farage; partido populista, euroescéptico, que cuenta por su parte con 12 escaños en el Parlamento Europeo.

Holanda sigue experimentando el ascenso del Partido de la Libertad (PVV), liderado por Geert Wilders, de motor antiinmigracionista, corazón identitario, liberal en lo económico, y simpatizante del estado de Israel; lo que le ha generado el calificativo de prosionista por parte de no pocos de sus correligionarios, generando una nueva brecha en la generalmente dividida extrema derecha local y de ámbito europeo.

Bélgica, en su interminable crisis de identidad y cohesión nacional, contempla la amenaza siempre permanente de la extrema derecha separatista flamenca, bajo la sigla que el régimen permita, tras sucesivas ilegalizaciones. Así, la ahora denominada Vlaams Belang obtuvo 2 europarlamentarios. Por el contrario, en la región francófona, las numerosas facciones ultras valonas son incapaces de aglutinarse, pese al patrocinio de alguna de ellas por sus correligionarios franceses.

Alemania no ha permitido cuajar un partido ultra. El ya histórico Nationaldemokratische Partei Deutschland (NPD) sigue en la marginalidad y al filo de su ilegalización, pese a su presencia en 2 parlamentos regionales del este. Otras formaciones han tratado de explotar un posible electorado radical: la DVU, Los Republicanos, etc. Por último, una nueva formación euroescéptica, la Alternativa para Alemania (Alternative für Deutschland, AfD), presidida por Bernd Lucke, ha superado al histórico Partido Liberal en la elecciones nacionales del pasado septiembre; si bien, por décimas, no logró entrar en el Bundestag.

La pacífica y tranquila Austria se ha convertido en el paraíso ultra de Europa, si bien dividido en varias formaciones; cuya suma acaso sea el más alto porcentaje de voto radical de derechas alcanzado en toda Europa. El carismático, demagogo y populista Jörg Haider fue su responsable, orientando al envejecido partido liberal, Freiheitliche Partei Österreichs (FPÖ) hacia posturas identitarias y la lucha antiinmigración. En 2005 Haider se escinde, fundando La Unión por el Futuro (Bündnis Zukunft Österreich – BZÖ), de ámbito regional de Carintia, donde alcanzó su presidencia. En contra de las previsiones, que entendían que el FPÖ debía su ascenso al personalismo de Haider, su nuevo presidente, Heinz Christian Strache, cosechó magníficos resultados, siendo en la actualidad el tercer partido de Austria, tras democristianos y socialdemócratas. Por su parte, Jörg Haider falleció el 11 de octubre de 2008 en un accidente de tráfico, transformándose el BZÖ en el Die Freiheitlichen in Kärnten (FPK). Pero el pasado 28 de junio, en su último congreso, el FPK ha aceptado integrarse con el FPÖ de Carintia. Y, cuando la extrema derecha parecía, ya antes de su unificación, tener expedito todo su campo, apareció el fenómeno del Team Stronach, un partido político euroescéptico y nacionalista fundado por el millonario Frank Stronach, quien consiguió 10 escaños que, de no haberse presentado, hubieran arribado, previsiblemente en el FPÖ.

En la neutral y aséptica Suiza, la calificada como xenófoba y neutralista Unión Democrática del Centro o Partido Popular Suizo (Schweizerische Volkspartei), está presidido desde el 1 de marzo de 2008 por Toni Brunner. En las elecciones de 2011 obtuvo el 26´6 % de los sufragios emitidos. Mantiene, desde su fundación, un crecimiento electoral sostenido, contando con un electorado fiel que hace de la lucha contra la inmigración ilegal, la defensa a ultranza del peculiar status suizo y de las clases medias, sus banderines de enganche.

En los países escandinavos, diversos partidos nacionalistas y euroescépticos, de denominación y genealogía muy diversa, mantienen su crecimiento. Así, el Partido del Pueblo Danés mantiene 1 eurodiputado. En Finlandia, el Partido de los Auténticos Finlandeses (con 1 europarlamentario y un 9’4 % de apoyo), es el que ocupa el mismo espacio identitario y euroescéptico. Por su parte, Demócratas de Suecia (Sverigedemokraterna, SD) fue fundado en 1988 como un  movimiento nacionalista. Su presidente es Jimmie Åkesson desde el 7 de mayo de 2005. Björn Söder es el secretario general del partido desde 2005, y líder del grupo parlamentario desde que en las Elecciones generales de 2010 superaron el umbral del 4 % necesario para obtener representación parlamentaria. Según los resultados definitivos, obtuvieron el 5,70 % (339.610 votos) y ganó veinte escaños parlamentarios. Y en Noruega, esa común bandera la enarbola el Partido del Progreso (FrP) encabezada por Siv Jensen.

En Polonia, el Partido Ley y Justicia (con 6 europarlamentarios) del ex primer ministro Jaroslaw Kacynsky alcanzó el 17,1%. Con todo, existe un constante flujo y reflujo de otras formaciones nacionalistas más radicales a su derecha de incierta evolución y confluencia, destacando Narodowe Odrodzenie Polski (Renacimiento Nacional Polaco).

En Eslovaquia, Marian Kotleba, del nacionalista/populista Partido del Pueblo-Nuestra Eslovaquia (LSNS) fue elegido días atrás, en el pasado mes de noviembre de 2013, nuevo presidente la región de Banska Bystrica con el 55’5 % de los votos; la más extensa del país. Un éxito sin precedentes del populismo en ese país.

El resto de Europa oriental ha visto nacer toda una pléyade de partidos ultras entre los que destacan: el Partido del Derecho Croata (Hrvatska Stranka prava, HSP); el Partido Radical Serbio (Српска радикална странка/Srpska radikalna stranka); el JOBBIH búlgaro (3 europarlamentarios), el Partido de la Gran Rumanía (con 3 europarlamentarios), la búlgara Unión Nacional de Ataque (Ataka, con 2 escaños europeos), etc.

Diversos analistas especializados en este tipo de movimiento, al caracterizarlos de exceso “personalismo” y “populismo”, y, en consecuencia, carentes de un verdadero programa político de largo alcance, suelen augurarles escaso futuro en el supuesto –inevitable, antes o después- de desaparecer sus fundadores. Pero los hechos parecen desmentir tales augurios. Recordemos, así, como el asesinato de Pim Fortuyn no segó su nicho electoral, siendo éste recuperado por el Partido de la Libertad de Geert Wilders. Lo mismo ha sucedido en Austria que, con ocasión del fallecimiento de Jörg Haider, se festejó el inevitable declive, desmentido por los hechos, del FPÖ. Y algo similar puede alegarse respecto al relevo generacional de la familia Le Pen y su Frente Nacional.

Otro asunto muy distinto es el del peso de la antigua extrema derecha que, de alguna manera, le precedió. Extinguida la generación combatiente anticomunista, o directamente nazi/fascista, le sucedió en su particular travesía del desierto toda una pléyade de formaciones genéricamente neofascistas que no prosperaron (salvo el Movimiento Social Italiano, MSI). No pocos de ellos, no obstante, han encontrado acomodo en estos nuevos partidos, bien como base electoral, bien en su periferia manteniendo círculos culturales y escuelas de formación, de militantes muy ideologizados, en contraste con los programas de estos partidos; únicamente beligerantes en cuestiones como el euroescepticismo, la lucha contra la inmigración ilegal y la islamización, y su oposición al poder creciente de las élites de Bruselas.

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La derecha populista europea se organiza.

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La larga marcha de la extrema derecha española (3)

La derecha populista europea se organiza (1)

La derecha populista europea se organiza (1)

Vienen produciéndose numerosos movimientos políticos cara a las próximas elecciones a celebrar en España, es decir, las europeas del año próximo. Plataformas de uno y otro signo, especialmente en el espacio existente entre el PSOE e Izquierda Unida, la posible irrupción de Ciutadans mediante el Movimiento Ciudadano como fuerza de ámbito nacional, propuestas de de coalición de partidos nacionalistas, etc.

Pero esos movimientos no tienen lugar únicamente en España: en toda Europa, políticos y partidos se posicionan, redefinen estrategias y buscan aliados.

Así, entre otras muchas, ha saltado la noticia de que Geert Wilders, líder del holandés Partido de la Libertad, y Marine Le Pen, presidenta del Frente Nacional galo, han anunciado su pretensión de sumar una alianza internacional de partidos populistas afines que les permitiera crear en el futuro Parlamento Europeo, un grupo parlamentario propio; lo que requiere 25 escaños. En la citada información se mencionaba a varios posibles socios europeos…, ninguno español.

No obstante, en algunos medios digitales se afirmó que el grupo extraparlamentario Alternativa Española (AES) estaría interesado en esta alianza. De momento, lo único confirmado es que este partido, junto a Familia y Vida y la Comunión tradicionalista Carlista (de momento, tres de la galaxia de grupitos integrantes del espectro que podríamos definir, con múltiples matices, derecha populista española), habrían suscrito el pasado 17 de noviembre un manifiesto conjunto con la declaración de principios que proponen a otras formaciones sociales -invocando a las raíces cristianas de Europa, la defensa de la familia y la vida- para conformar una candidatura que les permitiera salir del ostracismo político en que este sector político español se encuentra desde hace casi 30 años.

“Derecha populista”, “fuerzas nacionales”, “identitarios”, “social-patriotas”, “derecha radical extraparlamentaria”, la “ultra”, la “extrema derecha”, “los fachas”, el “facherío”, etc.; diversas denominaciones -propias, unas, ajenas y despectivas, otras- para una realidad plural, cambiante, de estilos e ideologías no necesariamente coincidentes, y por completo desestructurada... en España; que no en el resto de Europa.

La “derecha populista” y/o “identitaria” europea -terminología que entre politólogos y comunicadores se viene imponiendo al despectivo y acaso ya menos omnicomprensivo de “extrema derecha”- es una realidad que se viene consolidando, poco a poco, país a país: partidos políticos de nuevo cuño irrumpen, con mayor o menor fortuna, en el juego político de las diversas naciones europeas al margen de las familias políticas tradicionales dominantes desde el término de la Segunda Guerra Mundial (socialdemócratas, cristianodemócratas, socialistas, comunistas, liberales, conservadores, ecologistas…), aglutinando un voto de protesta, además del residual de la extrema derecha “clásica”.

Situados de modo genérico, especialmente por parte de sus numerosos detractores, en el extremo derecho del arco político, estos “nuevos” partidos se autodenominan muy diversamente: de la libertad, del progreso, del pueblo… No obstante, algunas características pueden ser compartidas por la mayor parte de ellos: defensa de la identidad nacional, euroescepticismo frente a los mandatos de Bruselas, temor a la islamización, críticas a las políticas inmigracionistas, defensa de la familia (no siempre y tampoco de manera análoga). Es un poliédrico cajón de sastre, pero comparten, en definitiva, ese euroescepticismo, unas señas de identidad que entienden deben ser preservadas para las generaciones futuras, cierto desprecio por la partitocracia tradicional…, y poco más.

No pretenden destruir el sistema democrático, en general; al contrario, afirman que éste se encuentra distorsionado por las prácticas oligárquicas de una clase alejada de la ciudadanía. Se caracterizan por ser liderados por figuras carismáticas; poco programa y mucha víscera. Y les separan nacionalismos localistas, antiguos y estrechos; el papel que atribuyen al Mercado (los hay ultraliberales, otros son, por el contrario, intervencionistas y estatalistas); unos adoran Israel, mientras que otros lo denostan; hay cristianos (católicos tradicionalistas, luteranos, ortodoxos….), paganos (en la línea preconizada por la “Nueva Derecha” de Alain de Benoist y otros), agnósticos, gnósticos incluso; unos prosperan entre la pequeña burguesía y la clase media (Suiza, por ejemplo) y otros en los antaño “cinturones rojos” de las grandes urbes (Francia, es el caso); unos defienden a la familia despectivamente denominada “tradicional”, frente a otros partidarios de “nuevos modelos” (¿recuerdan cuando el populista holandés Pim Fortuyn rechazó ser calificado como racista y xenófobo al afirmar “mi mejor amante ha sido un marroquí”?); etc.

Constituyen un fenómeno complejo. Así, Lluís Bassets ya afirmaba, hace más de 10 años (El País, 23/06/02): «Las nuevas extremas derechas no son necesariamente antisemitas ni partidarias de sistemas totalitarios como venía sucediendo hasta hace unas pocas décadas. Son proamericanas y modernas, chovinistas y xenófobas, pero especialmente arabófobas e islamófobas. Liquidado el comunismo, centran su discurso de confrontación en un antiprogresismo visceral, de sarcasmo y diatriba virulenta, de descalificación sin debate de ideas respecto a todo lo que tenga que ver con la tradición de izquierdas, el Mayo del 68 y el socialismo».

Por su parte, la revista de pensamiento, situada en el espacio de la izquierda crítica, El viejo topo, publicó, también por entonces, concretamente en su número 171 (octubre de 2002), un “dossier” titulado «Los nuevos fascismos» (páginas 31 a 50). Ya en su introducción de la página 31 adelantaba varias de las conclusiones a las que llegarían sus autores. Así: «Esta nueva extrema derecha, además, ha sido capaz de contaminar el discurso y la práctica política de las derechas clásicas e incluso de los que dicen querer circular por terceras vías. Su base social, hoy igual que ayer, está formada por gentes de la clase media y de la clase obrera, atemorizadas por la incertidumbre ante el porvenir y hastiados de la banalidad, la doble moral y la corrupción de la democracia representativa. Populistas anti-sistema pero capaces de pactar con éste, nacionalistas irredentos, los nuevos fascismos no son la mera actualización de los viejos, aunque conservan muchos de sus rasgos y principios; sería un grave error considerarlos como antiguallas, simples resonancias de un pasado que se resiste a ser enterrado. Se trata de un fenómeno con facetas nuevas que se asienta sobre problemas reales. Reales y graves. Ignorar estos equivale a ignorar el peligro que representan para la libertad y la democracia».

José María Tortosa, en su artículo «Fascismos de hoy y de ayer», repasaba los tradicionales pronunciamientos de algunos pensadores, especialmente izquierdistas -clásicos y recientes- ante los fascismos. Así, relacionaba este fenómeno con el neoliberalismo, la globalización, los islamismos radicales, etc.; todo ello de la mano de autores como Marx, Hegel, Cándido, Mussolini, Umberto Eco, Jean Baudrillard, Erich Fromm, Talcott Parsons, Nicos Poulantzas, Alain Touraine, Herbert Marcuse, Samir Amin, Immanuel Wallerstein. En la página 33, de Ludovico Incisa, destacaba la siguiente cita: «El fascismo es una ideología de crisis (…) el evento revela la crisis, no la provoca».

Marcos Roitman Rosenman es el autor del segundo trabajo, «La Nueva Derecha y el fascismo». Serían evidentes, a su juicio, los rasgos comunes entre el fascismo y las propuestas de la Nueva Derecha de finales del siglo XX; analizando para ello las grandes líneas de la segunda, en particular, la crítica cultural a la razón occidental (aclaremos que la Nueva Derecha rechaza por igual a marxismo y cristianismo), la defensa del capitalismo como sistema productivo y la lucha contra el sistema «considerado como un gobierno mundial de transnacionales» (página 43) a través de la violencia, el egoísmo, la heroicidad y la entrega. Para ello citaba a Alain de Benoist, Guillaume Faye, Seev Steinhell, Carlos Pinedo, Konrad Lorenz… Podemos destacar la siguiente conclusión inserta en la página 44: «Se trata de una propuesta cultural cuyo atractivo radica en la movilización y el rechazo a la uniformidad nacida del consumismo. Muchos podrían estar compartiendo parte del diagnóstico. En eso consiste su atractivo y su fuerza».

En «Intrusos en el polvo», de Ferran Gallego, se afirmaba que: «Los movimientos nacional-populistas no son una pura reedición del fascismo, aunque contengan factores de resonancia» (pág. 48). ¿Cómo conectarían, entonces, con los sentimientos populares estos nuevos movimientos? El precitado aseguraba que «Por ello, quienes votan a los partidos nacional-populistas indican que lo han hecho porque se sienten cansados de la vieja política, de las mentiras normalizadas durante décadas de infierno. Cansados de la corrupción de una elite, cansados de ser los perdedores de la modernización» (pág. 49). Pero, entonces, hay que interrogarse, ¿se trata de una mera reacción sin propuestas ni soluciones? El autor consideraba que no es así, pues «el nacional-populismo deja de ser una protesta para adquirir el rango de una propuesta, que ofrece soluciones radicales, que ofrece mediaciones pactistas, que es capaz de instalarse fuera del sistema, pero también de llegar a los gobiernos (…)». Y concluía: «A la izquierda le corresponde examinar los canales que permiten circular el líquido de desamparo, anomia, inseguridad y recelo que la extrema derecha recibe en los estanques de su inmensa movilización. Si sólo observa la metabolización en un discurso autoritario, reaccionario, xenófobo, nunca aprenderá a cegar las fuentes de su volumen esquivo. De esa ideología que parece perderse entre los dedos, que difumina sus formas, que se fragmenta en fotos incoloras. Pero que es capaz de agruparse en una potente presión social, reventando la resistencia del acero y humillando la duración de la piedra».

En definitiva, unos análisis que permanecen vigentes y actuales, dada la persistencia y auge de este fenómeno entonces un tanto marginal, salvo en Francia y Holanda.

Pero, más allá de tan sesudos análisis, no olvidemos que el fenómeno también acarrea riesgos. Así, en su periferia han anidado las células cancerígenas de la violencia ideológica y terrorista. Recordemos a los neofascistas NAR, Núcleos Armados Revolucionarios, que practicaron el terrorismo en la Italia del plomo de los años 80 del pasado siglo. O el caso del “lobo solitario” Anders Behring Breivik, autor en julio de 2011 de dos atentados en los que segó brutalmente 77 vidas humanas en Noruega (complejo personaje que, en una peculiar y patológica simbiosis ideológica, conjugó su pertenencia a una minúscula facción neotemplaria y paramasónica con convicciones racistas y antiislámicas). Incluso, todavía más recientemente, fue desarticulada una célula neonazi, Nationalsozialistischer Untergrund (Clandestinidad Nacionalsocialista) en Alemania, cuando dos de sus tres miembros se suicidaron en una autocaravana en noviembre de 2011 tras ser cercados por la policía. Su tercer miembro, y presunta líder, Beate Tschäpe, sería la única superviviente de un trío que, viviendo en la precariedad, casi como transeúntes, habían asesinado a lo largo de varios años al menos a nueve inmigrantes -ocho turcos y un griego- y a una policía; habían realizado otros atentados con explosivos; financiándose mediante atracos bancarios.

El profesor Patrick Moreau, investigador del CNRS, especialista en análisis comparativo de los extremismos, formuló en 2001 un «teorema político-conductual» sobre la eclosión de los nacional-populismos que recogió el experto en estas cuestiones Xavier Casals en su ensayo Ultrapatriotas (Crítica, Barcelona, 2003): «(...) cuando un sistema político está dirigido por un mismo actor (o una coalición) durante diversos períodos legislativos, cuando una sociedad se entera de un número creciente de negocios oscuros diversos, cuando la penetración burocrática de los partidos en la economía es fuerte y cuando el clientelismo es una práctica cotidiana (el caso de Italia hasta 1992 y el de Austria hasta 1999), el populismo tiene muchas oportunidades. Incluso cuando los negocios oscuros no son tan frecuentes, cada escándalo refuerza, y ello de manera acumulativa, el rechazo a los partidos establecidos (caso belga) y a la política del Estado, presentada como un instrumento en manos de incompetentes y aprovechados» (La temptació populista de dreta a Europa vista a través del cas de l’FPÖ: estat de cada lloc i interpretació sistèmica, p. 10, Papers de la Fundació Rafael Campalans Nº 127). Casals retomó la hipótesis anterior en su magnífico blog sobre extremismo y democracia el 23 de marzo de 2013, concluyendo que en los próximos dos años, «(...) se conjugan en España los elementos de una “tormenta perfecta” para la eclosión de populismos de derecha e izquierda». Pero, meses después, el 11 de octubre de 2013, en un extenso artículo analítico de base demoscópica (¿Ascenderá la derecha populista en España con la crisis política y económica?), concluía que: «(…) en un marco aparentemente propicio para el crecimiento de la derecha populista, ésta no necesariamente puede crecer a gran escala por su dificultad para articular una oferta estatal».

Y los hechos parecen avalar su juicio. De modo que la derecha populista o identitaria, es una realidad creciente, acaso coyuntural, desde hace una década, en casi toda Europa… salvo en España.

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Breve historia de Guipúzcoa y sus instituciones

Breve historia de Guipúzcoa y sus instituciones

 

Un libro que mereció mejor suerte

El pasado 22 de mayo de 2013 se presentó en el Hotel Londres de San Sebastián el libro Breve historia de Guipúzcoa y sus instituciones*, editado por La Fundación Popular de Estudios Vascos, una entidad vinculada al Partido Popular vasco.

La tarde, pese a lo avanzado de la primavera, era gélida: una espesa niebla cubría la ciudad, rota por rachas de lluvia que golpeaban a los escasos viandantes con su norteña furia.

Con todo, el pequeño saloncito del piso primero del hotel casi se llenó de público, a la espera de las palabras del profesor José Luis Orella Martínez, su autor, de la Universidad San Pablo – CEU de Madrid. En cualquier caso, la asistencia y entusiasmo de los concurrentes contrastó con la manifestada el anterior día 10 del mismo mes en que Santiago Abascal y María San Gil presentaron, en un abarrotado salón principal del mismo hotel, la Fundación para la Defensa de la Nación Española.

El libro, de entrada, presenta una peculiar síntesis simbólica-material: una temática guipuzcoana, escrita por un autor navarro y con subvención del Gobierno Vasco y la Diputación Foral de Vizcaya…, para que luego se diga que España no existe.

Este comentarista, como navarro, debe confesar que casi siempre experimenta, a priori, cierta lejanía, cuando no antipatía, por las temáticas guipuzcoanas; pese al embrujo que le acometen en su ánimo los verdes paisajes y sus bravías costas, el paseo por la calles de San Sebastián, Tolosa, Azpeitia, Fuenterrabía… Pero si un mérito, además de otros que destacaremos después, posee este texto, es su capacidad de entusiasmar al lector con la historia que describe: con ese estilo académico que caracteriza al autor, adornado de sugestivos enunciados metafóricos, haciéndole partícipe de una gesta colectiva que no es otra que la contribución guipuzcoana a la empresa española, deshaciendo de paso no pocos lugares comunes de una historiografía nacionalista panvasquista que habría que caracterizar definitivamente, ante todo, como mítica. Así, las cosas, lo leí de un tirón, generándome sus contenidos no poca curiosidad y simpatía hacia nuestra “hermana” Guipúzcoa.

Si algo permite internet es rastrear, en sus redes, la pequeña –o grande- historia de un libro. Ya en su día me asombró que ni siquiera la propia fundación editora se hiciera eco de la convocatoria en su web. Tampoco el Partido Popular vasco lo hizo. Y ello contrastaba con el cariño con que el presentador habló del libro, dirigiéndose en diversas ocasiones al autor con incuestionable deferencia y aprecio.

Desde entonces, el libro parece estar “muerto”: aunque todavía en distribución en unas dos docenas de librerías, merecería más entusiasmo y afán proselitista. Pues, ¿no estamos cansados de que se nos diga que la lucha por las libertades, frente al totalitarismo nacionalista, también en el País Vasco y Navarra, es ante todo cultural y metapolítica? Con la presentación “se cubrió el expediente”, parecían gritar los hechos: se justificaba una partida, se engrosaba una agenda de actividades… Pero, si editas un libro con convicción y perspectiva táctica, ¡lo difundes!, ¡animas a reseñarlo!, ¡lo donas a bibliotecas públicas y privadas!, ¡hablas de él en las redes sociales!... Acaso me equivoque, pero creo percibir que no sucedió así. Lástima. Se lo merecía; se lo merece. Otra prueba más, en suma, de que para muchos, incluyendo centro-reformistas y similares, la cultura sería patrimonio del radical-progresismo.

Reproduciré, parcialmente, el índice del texto, como expresión de lo sugestivo del tema: En la penumbra del origen. El alumbramiento de Guipúzcoa por Clío. Anatomía económica de una provincia con iniciativa (Ferrerías, navegación marítima, Mediterráneo, Flandes, Francia…). Los Reyes Católicos, Señores de Guipúzcoa. Bajo el gobierno del César Carlos. Defendiendo los mares de Felipe II. Guipúzcoa deslumbra en el Siglo borbónico de las Luces. Bajos los colores nacionales de la bandera. La España de los ciudadanos. En el paraíso liberal, la lucha por la supervivencia foral. ¿Cabe una propuesta más sugerente? Por ello, y con permiso del autor, me permito reproducir su introducción, como marco historiográfico del itinerario propuesto.

«La necesidad de recoger lo acontecido de una forma historiográfica se inicia en las provincias vascas con el vizcaíno Lope García de Salazar, jefe banderizo, quien en su reclusión escribirá Bienandanzas e fortunas, donde inicia su historia con la creación del mundo, la historia de Israel, Grecia, Roma, los reyes visigodos, la invasión árabe, los reyes de Castilla y los sucesivos señores de Vizcaya. Pero, quien será el máximo exponente de la crónica en el siglo XVI, será el guipuzcoano Esteban de Garibay, que en su Compendio Historial recoge la mayor parte de los mitos cantábricos que los autores tradicionales divulgarán, como la descendencia de Tubal, la iberidad del vascuence, la nobleza universal, el pactismo libre con Castilla etc. Habrá que esperar al siglo XVIII para encontrar en la obra del P. Larramendi, uno de los ilustres cronistas de la provincia, una defensa foral de la provincia ante los intentos centralistas de corte francés, Corografía de la Muy Noble y Leal Provincia de Guipúzcoa, pero donde asume los mitos tradicionales de los autores anteriores a él. A partir de entonces, esa visión será combatida por obras como la de Llorente, Noticias históricas de las tres provincias vascongadas, en las que existe un espíritu crítico hacia el régimen foral.

Sin embargo, la temática foral será la central en la historiografía sobre la provincia, y la obra cumbre de finales del XIX donde se describe la vida de la provincia, será en Noticias de las cosas memorables de Guipúzcoa de Pablo Gorosabel. Un buen intento de conciliar el liberalismo con el foralismo guipuzcoano. Pero una persona que destinará parte de su vida a la recuperación de guipuzcoanos ilustres fue Nicolás de Soraluce, autor también de la Historia de la Muy Noble y Muy Leal Provincia de Guipúzcoa. Desde entonces, la historiografía local estuvo dominada por la visión liberal o carlista, y tomando como base al P. Vasco en conjunto o la provincia de Vizcaya, quedando Guipúzcoa en un segundo término. Entre las excepciones estaría la Provincia de Guipúzcoa de Francisco Elías de Tejada, trabajo bien vertebrado desde una óptica tradicionalista. No obstante, desde 1965 se procedió a toda una renovación de la historiografía que aportó el volumen de los estudios de la provincia. El trabajo desarrollado por Arocena, Basas, Caro Baroja y Mañaricúa será continuado por José Ángel García de Cortázar, Emiliano Fernández de Pinedo, Alfonso de Otazu, Montserrat Gárate y Carmen Postigo, quienes marcarán camino en las épocas medievales, modernas y los campos especializados de la economía, sociología e instituciones. No citamos a los de Contemporánea porque queda fuera del límite de este trabajo. Pero el trabajo siguiente es deudor de sus investigaciones y de sus continuadores».

Por todo ello, animo a los responsables de la edición y depósito de este libro a difundirlo en un nuevo impulso: especialmente vía internet como e-book; ¡sean audaces! 

El esfuerzo merece la pena, pues, tal como concluye y anuncia el propio texto en su contraportada, « (…) pretende describir como una tierra de hombres orgullosos de su hogar y del linaje de su estirpe, nunca tuvieron el menoscabo de aunarlo con un espíritu universal. Sus marineros y soldados llegaron hasta los confines de la Tierra de Fuego, mientras que sus misioneros se esparcieron por el mundo, llevados por aquel viento cantábrico. Los guipuzcoanos supieron afrontar los retos que les vino, sin perder la raíz de su identidad, ni la pertenencia a una comunidad histórica común».

Por la verdad histórica: ejercicio legítimo de memoria. Por el futuro de la nación española.

 (*) Breve historia de Guipúzcoa y sus instituciones.

José Luis Orella Martínez.

Fundación Popular de Estudios Vascos.

Bilbao, 294 páginas, 2012. 10 €.

 

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