Las Iglesias Orientales.
González Montes, Adolfo, y otros: Las Iglesias Orientales.
Biblioteca de Autores Cristianos. Madrid. 2.000
805 páginas.
7.700 Ptas.
Su núcleo central está constituido por los documentos, de mayor relevancia, que han marcado la situación actual del movimiento ecuménico, desde la carta apostólica “Orientalium dignitas” de León XIII (1.894), pasando por el decreto “Orientalium Ecclesiarum” del Concilio Vaticano II, hasta la reciente carta apostólica “Orientale lumen” de Juan Pablo II.
Entre sus autores encontramos, fundamentalmente, a católicos, españoles en su mayoría, pero también a dos ortodoxos, todos ellos expertos y de reconocida cualificación profesional.
El texto está dividido en tres partes y un apéndice.
La primera parte se titula “Roma y el oriente cristiano”. Aquí se arranca de León XIII, llegando a Juan Pablo II. También se estudia la Carta apostólica “Orientale lumen” desde el punto de vista de un ortodoxo.
La segunda parte, y la más voluminosa, estudia “la Tradición bizantina”, con especial atención a su teología, la historia de la Iglesia ortodoxa rusa, la liturgia bizantina y el diálogo ecuménico, con un cierto espacio a la problemática del “uniatismo”. En esta segunda parte echamos de menos un espacio dedicado a la historia –o episodios claves- de otras Iglesias ortodoxas nacionales europeas, caso de la servia, la rumana, la griega, la búlgara, etc. También sería interesante un repaso de la Iglesia católica en esos países de mayoría y tradición ortodoxa, en especial, de las comunidades católicas de rito bizantino. Ello, sin duda, proporcionaría una consistencia a la obra de difícil superación.
La tercera parte reviste un especial interés, al estudiar a las Iglesias orientales antiguas y ortodoxas, así como el diálogo entre católicos y ortodoxos orientales. Aquí se trata sobre la impresionante historia de Iglesias antiquísimas como los “Cristianos de Santo Tomás” en la India, la Iglesia Maronita libanesa, la Iglesia asiria del Este, la Iglesia Copta ortodoxa, la Iglesia Ortodoxa etíope, las Iglesias Armenias, etc. Generalmente desconocidas para la mayoría de los occidentales, estas Iglesias constituyen los restos de una rica y plural cristiandad oriental, anegada de forma sucesiva por la marea musulmana, las invasiones mongolas, las masacres desatadas por los turcos, y mermada, finalmente, por la emigración.
El apéndice consiste en el texto bilingüe (latino y español) de la mencionada Carta “Orientale lumen”.
Se dedica mucho espacio para el estudio de los documentos de mayor trascendencia ecuménica en el diálogo con todas estas iglesias orientales y de lo acordado en los múltiples encuentros bilaterales -o multilaterales- ya celebrados.
No se trata de una obra para aficionados. Para su lectura y aprovechamiento es imprescindible que el lector esté dotado de mínimos y claros conocimientos teológicos, así como de una buena base histórica.
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