La gran persecución. España, 1931 1939.
Cárcel Ortí, Vicente: La gran persecución. España, 1931 – 1939.
2.600 Ptas.
Con una indudable base histórica, no tiene reparos en responder a las múltiples cuestiones que, desde posiciones muy críticas, se han reprochado a la Iglesia católica con ocasión de las primeras beatificaciones, de mártires de la guerra civil española, realizadas por Juan Pablo II. Por ello afronta, con valentía y total claridad, los prejuicios manifestados en este terreno, entrando sin temor en consideraciones lindantes con la política, la sociología y la opinión pública manifestada y dirigida desde los medios de comunicación mayoritarios. Al afrontar todos esos temas, el historiador es riguroso y nada superficial, basándose en fuentes documentales diversas, señalando pistas que iluminen futuras investigaciones históricas.
El libro se inicia con una recopilación de textos lapidarios, de diversos autores, que señalan algunas pistas del contenido del libro. Tales textos tienen en común que destacan el carácter de persecución que se desató, especialmente en los tres primeros meses de guerra civil, en la zona de obediencia republicana contra los católicos de cualquier condición.
La introducción encara los temas centrales que desarrollará más adelante: el inicio de la persecución religiosa ya en 1.931 y la carta colectiva de los obispos españoles de 1 de julio de 1.937.
La primera parte está dedicada a la persecución producida entre 1.931 y 1.936. Es interesante el estudio que realiza del comportamiento de la jerarquía católica y sus fieles ante el nuevo régimen, que lo aceptaron en general, buscando acomodo e intentando colaborar lealmente, pese a la legislación promulgada y la adopción de medidas, de indudable sectarismo, como la expulsión de los jesuitas. Aquí se contemplan también los asesinatos de sacerdotes y religiosos producidos en la revolución de octubre de 1.934, desatada por algunas izquierdas principalmente en Asturias.
La segunda parte, titulada “1.936 – 1.939: Holocausto”, proporciona una visión panorámica de la persecución desatada, una vez en marcha la guerra civil. Destacan algunos aspectos, como la premeditación en el desarrollo y ejecución de la persecución, el memorándum del ministro de Justicia de la República Irujo (del PNV), la carta conjunta del episcopado de 1.937 con especial atención a las ausencias en la misma del Cardenal Vidal y el obispo Múgica, el informe del embajador francés (protestante) ante la República de febrero de 1.938, los intelectuales católicos extranjeros y su actitud ante la guerra, la Iglesia “clandestina” y otros complejos aspectos.
La tercera parte, “¡Casi diez mil mártires!”, es de un notable interés, pues clarifica conceptos básicos, lo que ayuda a comprender la tremenda coyuntura histórica, como los de caídos, víctimas y mártires. Se evidencia la existencia de auténticos mártires cristianos, asesinados a causa de su fe religiosa, incluso sin mediar ningún ánimo personal en su contra. No murieron en combate, ni fueron héroes de guerra o de una ideología política. El cuadro que describe, con numerosos casos muy concretos, perfectamente documentados y conocidos hasta el detalle, horrorizan por la crueldad desatada contra personas de todo tipo, edad, sexo y condición, por la exclusiva circunstancia común de sus creencias católicas. Diferencia, por otra parte, beatificación y canonización.
La siguiente parte, “Hoy nos habría gustado que…”, constituye un conjunto de interesantes reflexiones, desde una perspectiva actual, en torno a cuestiones polémicas planteadas en torno a este asunto: el presunto poder económico de la Iglesia, la relación entre la persecución política y la persecución religiosa, las relaciones con Franco, el perdón dado y pedido por la Iglesia, la campaña de insultos y calumnias desatadas con ocasión de las ceremonias de beatificación desarrolladas en Roma, etc.
La quinta y última parte, colofón de la obra, reflexiona, entre otros temas, sobre la presencia de las ideologías en siglo XX y las guerras desatadas por las mismas y la actitud de reconocimiento y acogida de Juan Pablo II a los mártires del siglo XX.
Una bibliografía y el índice onomástico completan esta obra, polémica, clara y valiente.
Planeta + Testimonio. Madrid. 2.000
370 páginas.2.600 Ptas.
El sacerdote valenciano Vicente Cárcel Ortí, una de las mayores autoridades hoy día en historia eclesiástica contemporánea, española y europea, es el autor de este libro que está causando cierto impacto en los ambientes católicos españoles.
Con una indudable base histórica, no tiene reparos en responder a las múltiples cuestiones que, desde posiciones muy críticas, se han reprochado a la Iglesia católica con ocasión de las primeras beatificaciones, de mártires de la guerra civil española, realizadas por Juan Pablo II. Por ello afronta, con valentía y total claridad, los prejuicios manifestados en este terreno, entrando sin temor en consideraciones lindantes con la política, la sociología y la opinión pública manifestada y dirigida desde los medios de comunicación mayoritarios. Al afrontar todos esos temas, el historiador es riguroso y nada superficial, basándose en fuentes documentales diversas, señalando pistas que iluminen futuras investigaciones históricas.
El libro se inicia con una recopilación de textos lapidarios, de diversos autores, que señalan algunas pistas del contenido del libro. Tales textos tienen en común que destacan el carácter de persecución que se desató, especialmente en los tres primeros meses de guerra civil, en la zona de obediencia republicana contra los católicos de cualquier condición.
La introducción encara los temas centrales que desarrollará más adelante: el inicio de la persecución religiosa ya en 1.931 y la carta colectiva de los obispos españoles de 1 de julio de 1.937.
La primera parte está dedicada a la persecución producida entre 1.931 y 1.936. Es interesante el estudio que realiza del comportamiento de la jerarquía católica y sus fieles ante el nuevo régimen, que lo aceptaron en general, buscando acomodo e intentando colaborar lealmente, pese a la legislación promulgada y la adopción de medidas, de indudable sectarismo, como la expulsión de los jesuitas. Aquí se contemplan también los asesinatos de sacerdotes y religiosos producidos en la revolución de octubre de 1.934, desatada por algunas izquierdas principalmente en Asturias.
La segunda parte, titulada “1.936 – 1.939: Holocausto”, proporciona una visión panorámica de la persecución desatada, una vez en marcha la guerra civil. Destacan algunos aspectos, como la premeditación en el desarrollo y ejecución de la persecución, el memorándum del ministro de Justicia de la República Irujo (del PNV), la carta conjunta del episcopado de 1.937 con especial atención a las ausencias en la misma del Cardenal Vidal y el obispo Múgica, el informe del embajador francés (protestante) ante la República de febrero de 1.938, los intelectuales católicos extranjeros y su actitud ante la guerra, la Iglesia “clandestina” y otros complejos aspectos.
La tercera parte, “¡Casi diez mil mártires!”, es de un notable interés, pues clarifica conceptos básicos, lo que ayuda a comprender la tremenda coyuntura histórica, como los de caídos, víctimas y mártires. Se evidencia la existencia de auténticos mártires cristianos, asesinados a causa de su fe religiosa, incluso sin mediar ningún ánimo personal en su contra. No murieron en combate, ni fueron héroes de guerra o de una ideología política. El cuadro que describe, con numerosos casos muy concretos, perfectamente documentados y conocidos hasta el detalle, horrorizan por la crueldad desatada contra personas de todo tipo, edad, sexo y condición, por la exclusiva circunstancia común de sus creencias católicas. Diferencia, por otra parte, beatificación y canonización.
La siguiente parte, “Hoy nos habría gustado que…”, constituye un conjunto de interesantes reflexiones, desde una perspectiva actual, en torno a cuestiones polémicas planteadas en torno a este asunto: el presunto poder económico de la Iglesia, la relación entre la persecución política y la persecución religiosa, las relaciones con Franco, el perdón dado y pedido por la Iglesia, la campaña de insultos y calumnias desatadas con ocasión de las ceremonias de beatificación desarrolladas en Roma, etc.
La quinta y última parte, colofón de la obra, reflexiona, entre otros temas, sobre la presencia de las ideologías en siglo XX y las guerras desatadas por las mismas y la actitud de reconocimiento y acogida de Juan Pablo II a los mártires del siglo XX.
Una bibliografía y el índice onomástico completan esta obra, polémica, clara y valiente.
Revista de historia contemporánea Aportes, Nº 45, 1/2001.
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