La Masonería invisible, desvelada por Ricardo de la Cierva.
La Masonería, para la inmensa mayoría de nuestros compatriotas, o no existe, o carece de peso social; siendo entendida como una asociación recreativa y filantrópica que “suena a viejo”. En definitiva, es valorada, más o menos, como una ONG, aunque con una incomprensible carga ritual. Un libro, de pretensiones enciclopédicas, se adentra en múltiples facetas y expresiones de los “hijos de la viuda”. Con este texto, Ricardo de la Cierva, su autor, de nuevo rompe esquemas y tópicos.
No hay aspecto relevante de la Masonería que el autor no se haya atrevido a afrontar, aunque con desigual resultado, en este texto: La Masonería invisible. Una investigación en Internet sobre la Masonería moderna (Editorial Fénix, Madrid, 2002. 678 páginas). Así, los capítulos dedicados al contenido y análisis de sus rituales son magníficos e impecables: al recurrir a fuentes masónicas de toda solvencia, desvelando su indiscutible naturaleza gnóstica y paganizante y explícitamente anticristiana.
Otros capítulos no son tan completos. Es el caso de los relativos a una parte de la materia que inspira el trabajo del investigador. Nos referimos a los apartados dedicados al Club Bilderberg, al Council of Foreign Relations, la entidad norteamericana Skull and Bones, etc. Pero difícilmente podía haberse realizado de otra manera, dada la opacidad de estas realidades y la ausencia de fuentes documentales absolutamente fiables. En el acopio de documentación recurre, casi exclusivamente, a Internet. Y el material existente, en todo caso, es escaso, lo que empaña la fiabilidad de las fuentes, procedentes de filtraciones internas, suponemos, dada la escasa publicidad de la vida interna y los objetivos de tales entidades. De abrirse al exterior, y de proporcionar un día a los historiadores materiales solventes, podrían confirmarse las razonables intuiciones de nuestro historiador.
Puede achacarse que las fuentes procedentes de Internet son, en general, poco fiables. Por ello el autor las ha investigado con criterio selectivo y riguroso. Además se ha cuidado mucho en apoyarse, cuando es posible, en los títulos más significativos de la inmensa bibliografía masónica existente, tanto en castellano como en inglés. Y de ese rigor podemos dar crédito, por el conocimiento personal que tenemos de las web en castellano de temática masónica, que pueden encontrarse en la red de redes y a las que ha recurrido el autor.
Tienen mucho interés historiográfico los contenidos dedicados a la configuración moderna de la Masonería: su evolución desde unos gremios medievales de indudable religiosidad, hasta derivar en una sociedad semisecreta anticatólica. Los concretos datos históricos de esa transformación efectuada al calor del Iluminismo y la Ilustración, ordenados por el escritor, son esclarecedores. Dicha evolución histórica es avalada por su estudio de otros aspectos trascendentales para la vida de la Masonería: las que denomina “infiltraciones” templarias y rosacruces.
Otro aspecto relevante, y que debería profundizarse en el futuro, es el de las relaciones, con diversas implicaciones (políticas, religiosas, sociales), de la Masonería con las tres Internacionales obreras, la Sociedad Fabiana, la Sociedad Teosófica, etc.
No elude un tema de actualidad, aunque complejo, como es el de la confrontación histórica con la Iglesia católica. Para ello recorre todos sus hitos importantes, remotos unos, de rabiosa actualidad otros, tanto en lo que respecta a documentos concretos y múltiples pronunciamientos pontificios, como a diversas vicisitudes históricas relevantes.
Dedica bastante espacio, muy bien tratado y riguroso en sus fuentes, a las conexiones judeo-masónicos; incuestionables en su impacto en los rituales masónicos, alma y espejo de la institución.
Su incidencia en hechos concretos de la historia, faceta muy querida y cultivada por los propios masones, también es abordada por el investigador; temática de especial interés para nosotros, españoles, por sus implicaciones en diversos acontecimientos, como fueron la llamada emancipación de las naciones hispanoamericanas y el asesinato de José Calvo Sotelo en 1936, entre otros.
No se detiene ante ninguna barrera, lo que le permite afrontar espinosas problemáticas poco tratadas: el presunto satanismo de algunos niveles superiores de la Masonería, los llamados “crímenes masónicos” (entre los que tiene un cierto interés la reciente versión que proporciona sobre la realidad subyacente en los crímenes de “Jack el Destripador”), sus relaciones con P2 y sus implicaciones en mismísimo el Vaticano…
Dado el fuerte carácter del historiador, no sorprenderá encontrar motivos de polémica: desde la mantenida con el Sr. Javier Otaola, alto dignatario masón vasco, a los juicios que vierte sobre el Presidente Aznar a causa de sus alabanzas a la masónica Institución Libre de Enseñanza y a Manuel Azaña. Y en ese tono polémico, que atraviesa toda la obra, trasluce una clara voluntad de servicio a la verdad histórica objetiva y a la Iglesia, más que una pretensión de aséptica imparcialidad.
Muchas son las sugerencias contenidas en el texto. Y del máximo interés los interrogantes planteados. Por ejemplo, ¿cómo justifican, hoy día, ilustres jesuitas –algunos de ellos, españoles- su manifiesta y particular simpatía con la Masonería? Y, en otro orden, ¿podrán algún día explicar las razones de su asistencia, a cónclaves de la Trilateral, los ilustres invitados españoles que por allí recalaron, no se sabe muy bien a qué, y qué trataron?
Un libro, en definitiva, muy recomendable. Sin caer en tópicos academicistas, y con las limitaciones propias de la naturaleza opaca y semisecreta de las entidades masónicas o paramasónicas que investiga y del principal medio empleado en este trabajo, Internet, se sirve de una prosa ágil y rápida, sin apenas notas a pie de página; resultando su lectura muy entretenida, en muchos momentos apasionante y en todo caso, sorprendente.
Arbil, anotaciones de pensamiento y crítica, Nº 61, septiembre de 2002.
No es la primera incursión del historiador Ricardo de la Cierva en el movedizo terreno de la Masonería. Recordemos sus títulos El Triple Secreto de la Masonería (1994, en el que aborda rituales y constituciones) y Los signos del Anticristo (1999, centrado en aspectos históricos). En esta ocasión se ha superado, al proporcionar, en un único volumen, un material amplísimo y muy variado, casi una auténtica enciclopedia sobre la Masonería, pues ofrece una visión general de todos sus aspectos más relevantes: naturaleza, origen histórico, incidencia concreta en la historia, contenido de sus rituales, organización interna, obediencias existentes, relaciones con otras entidades, su confrontación con la Iglesia católica, los denominados “crímenes masónicos”, sus conexiones con determinados círculos de poder político y económico mundiales, etc. En este itinerario se adentra también, por varias vías -y ese es el objeto del libro- en el oscuro mundo de la Masonería invisible; es decir, aquella que no es accesible, ni siquiera, a la inmensa mayoría de los propios masones y cuyas pretensiones y ramificaciones parecen alcanzar el poder político, los centros de decisión económicos y los motores impulsores del cambio social a través de la imposición de una nueva mentalidad global y universal. Una Masonería invisible, también, en su más íntima naturaleza: gnóstica y pagana en cualquier caso, satánica al menos en determinados y restringidos cenáculos herméticos.
No hay aspecto relevante de la Masonería que el autor no se haya atrevido a afrontar, aunque con desigual resultado, en este texto: La Masonería invisible. Una investigación en Internet sobre la Masonería moderna (Editorial Fénix, Madrid, 2002. 678 páginas). Así, los capítulos dedicados al contenido y análisis de sus rituales son magníficos e impecables: al recurrir a fuentes masónicas de toda solvencia, desvelando su indiscutible naturaleza gnóstica y paganizante y explícitamente anticristiana.
Otros capítulos no son tan completos. Es el caso de los relativos a una parte de la materia que inspira el trabajo del investigador. Nos referimos a los apartados dedicados al Club Bilderberg, al Council of Foreign Relations, la entidad norteamericana Skull and Bones, etc. Pero difícilmente podía haberse realizado de otra manera, dada la opacidad de estas realidades y la ausencia de fuentes documentales absolutamente fiables. En el acopio de documentación recurre, casi exclusivamente, a Internet. Y el material existente, en todo caso, es escaso, lo que empaña la fiabilidad de las fuentes, procedentes de filtraciones internas, suponemos, dada la escasa publicidad de la vida interna y los objetivos de tales entidades. De abrirse al exterior, y de proporcionar un día a los historiadores materiales solventes, podrían confirmarse las razonables intuiciones de nuestro historiador.
Puede achacarse que las fuentes procedentes de Internet son, en general, poco fiables. Por ello el autor las ha investigado con criterio selectivo y riguroso. Además se ha cuidado mucho en apoyarse, cuando es posible, en los títulos más significativos de la inmensa bibliografía masónica existente, tanto en castellano como en inglés. Y de ese rigor podemos dar crédito, por el conocimiento personal que tenemos de las web en castellano de temática masónica, que pueden encontrarse en la red de redes y a las que ha recurrido el autor.
Tienen mucho interés historiográfico los contenidos dedicados a la configuración moderna de la Masonería: su evolución desde unos gremios medievales de indudable religiosidad, hasta derivar en una sociedad semisecreta anticatólica. Los concretos datos históricos de esa transformación efectuada al calor del Iluminismo y la Ilustración, ordenados por el escritor, son esclarecedores. Dicha evolución histórica es avalada por su estudio de otros aspectos trascendentales para la vida de la Masonería: las que denomina “infiltraciones” templarias y rosacruces.
Otro aspecto relevante, y que debería profundizarse en el futuro, es el de las relaciones, con diversas implicaciones (políticas, religiosas, sociales), de la Masonería con las tres Internacionales obreras, la Sociedad Fabiana, la Sociedad Teosófica, etc.
No elude un tema de actualidad, aunque complejo, como es el de la confrontación histórica con la Iglesia católica. Para ello recorre todos sus hitos importantes, remotos unos, de rabiosa actualidad otros, tanto en lo que respecta a documentos concretos y múltiples pronunciamientos pontificios, como a diversas vicisitudes históricas relevantes.
Dedica bastante espacio, muy bien tratado y riguroso en sus fuentes, a las conexiones judeo-masónicos; incuestionables en su impacto en los rituales masónicos, alma y espejo de la institución.
Su incidencia en hechos concretos de la historia, faceta muy querida y cultivada por los propios masones, también es abordada por el investigador; temática de especial interés para nosotros, españoles, por sus implicaciones en diversos acontecimientos, como fueron la llamada emancipación de las naciones hispanoamericanas y el asesinato de José Calvo Sotelo en 1936, entre otros.
No se detiene ante ninguna barrera, lo que le permite afrontar espinosas problemáticas poco tratadas: el presunto satanismo de algunos niveles superiores de la Masonería, los llamados “crímenes masónicos” (entre los que tiene un cierto interés la reciente versión que proporciona sobre la realidad subyacente en los crímenes de “Jack el Destripador”), sus relaciones con P2 y sus implicaciones en mismísimo el Vaticano…
Dado el fuerte carácter del historiador, no sorprenderá encontrar motivos de polémica: desde la mantenida con el Sr. Javier Otaola, alto dignatario masón vasco, a los juicios que vierte sobre el Presidente Aznar a causa de sus alabanzas a la masónica Institución Libre de Enseñanza y a Manuel Azaña. Y en ese tono polémico, que atraviesa toda la obra, trasluce una clara voluntad de servicio a la verdad histórica objetiva y a la Iglesia, más que una pretensión de aséptica imparcialidad.
Muchas son las sugerencias contenidas en el texto. Y del máximo interés los interrogantes planteados. Por ejemplo, ¿cómo justifican, hoy día, ilustres jesuitas –algunos de ellos, españoles- su manifiesta y particular simpatía con la Masonería? Y, en otro orden, ¿podrán algún día explicar las razones de su asistencia, a cónclaves de la Trilateral, los ilustres invitados españoles que por allí recalaron, no se sabe muy bien a qué, y qué trataron?
Un libro, en definitiva, muy recomendable. Sin caer en tópicos academicistas, y con las limitaciones propias de la naturaleza opaca y semisecreta de las entidades masónicas o paramasónicas que investiga y del principal medio empleado en este trabajo, Internet, se sirve de una prosa ágil y rápida, sin apenas notas a pie de página; resultando su lectura muy entretenida, en muchos momentos apasionante y en todo caso, sorprendente.
0 comentarios