Revista Mega TOP: consumo, consumo y más consumo para el preadolescente.
“Mega TOP” es otra revista mensual, del Grupo Zeta, destinada a los preadolescentes. Su lectura desmiente que contenga contenidos, que luego analizaremos, propios de una publicación que forma parte de la ARI, o Asociación de Revistas de la Información. Por contra, son los propios de un catálogo de consumo de ocio dirigidos a este segmento social, junto a unos reportajes que no logran sustraerse de un consumismo que parece alcanzarlo todo.
Son varias las ocasiones en que nos hemos aproximado, en Arbil, anotaciones de pensamiento y crítica, a la orientación y mentalidad subyacentes en diversas publicaciones destinadas al público infantil y adolescente. Así lo hemos hecho en los artículos “Megatrix: ¿revista o catálogo? para el niño consumidor” (Nº 37, septiembre de 2000), “Cartoon Network: un `magazine´ infantil enfocado al consumo televisivo” (Nº 47 – 48, julio – agosto de 2001) y “Revista `Explora y navega´: por la globalización cultural” (Nº 59 – 60, julio – agosto de 2002).
La revista “Mega TOP”, que está editada por un Grupo Zeta que también cuenta con otras publicaciones dirigidas a niños y adolescentes, será nuestro objeto de estudio en esta ocasión.
Aquí analizaremos el contenido de su número 50, correspondiente al mes de junio de 2003. Impresa a todo color sobre un buen papel, predomina en ella, de forma absoluta y al igual que en revistas análogas, la imagen sobre el texto. Su precio, 3 euros, es bastante ajustado, más al ofrecer como regalo un llamativo reloj digital con ilustración de Bart Simpson; un buen reclamo para indecisos.
En esta publicación encontramos 4 páginas –nada menos- a ella misma dedicadas: portada, presentación de contenidos, boletín de suscripción que de cumplimentarlo proporciona de regalo un CD – Rom, y contenidos del próximo número que anuncia una colchoneta playera de obsequio.
De sus 84 páginas, un total de 9’5 son publicidad directa de pago (películas de cine estrenadas este verano y de vídeo, juegos electrónicos, ropa deportiva, etc.) destinada al público preadolescente; su conocimiento vendrá a las mil maravillas para unos padres que quieran “estar al loro” con este tipo de productos de consumo.
Pero, además, otra parte sustancial de la revista bien puede calificarse de “publicidad indirecta”. Veámoslo.
Es el caso de las 8’5 páginas dedicadas a varios concursos, siempre premiados con objetos de consumo recreativo: libros de rol, vídeojuegos, DVD...
Para adelantar contenidos de otras tres revistas, del mismo Grupo Zeta, orientadas a potenciales lectores de las mismas, se emplea 1 página.
Las novedades relativas a diversos films, presentados en DVD y vídeo, suman 5 páginas y un tercio de otra.
Se reservan 7 páginas a diversos reportajes centrados en música para jóvenes y adolescente, entre ellas, uno de 2 páginas que habla de músicos comprometidos con el movimiento contrario a la guerra; una de los pocas ocasiones en que se realiza una mención expresa a algún tipo de valores.
El espacio de los diversos comentarios a la programación de televisión, especialmente de canales temáticos de pago, es de 2 páginas y dos tercios de otra.
Otra página se centra en el mundo –imprescindible, parece ser- de las novedades en torno a los teléfonos móviles: complementos, modelos, utilidades…
Al mundo del vídeojuego se aplican 9 páginas en total (4 de forma explícita, 2 a novedades para PC, 2 para consolas y 1 de juegos accesibles por internet).
Y ya hemos visto que de las páginas dedicadas a la promoción de la propia revista, dos están vinculadas a objetos de consumo recreativo.
Por último, mencionaremos a una sección de naturaleza mixta: la dedicada a la reproducción de ilustraciones de los lectores. Así, 2 páginas se dedican a dibujos de temática Pokémon (también premiados con objetos de consumo de esos personajes). Otra página titulada “Espacio libre” corresponde a su denominación: dibujos de cualquier temática, obras de los jóvenes lectores.
Si sumamos todas esas páginas, llegamos a 48, es decir, algo más de un 57 % del espacio de la revista enfocado, de forma explícita, al consumo. Aquí encontramos la primera característica de esta publicación: su destinatario es el preadolescente consumidor y, con él, los padres, que avalan y responden a sus necesidades –reales e inducidas- de consumo recreativo.
Veamos los restantes contenidos de la revista.
Cine es una sección integrada por 10 páginas y un tercio más de otra. Aquí se nos describen, sumariamente, las películas destinadas a este público de cara al verano.
A la práctica deportiva, fútbol en particular y centrado en algunas de las estrellas más juveniles de la primera división, se reservan 3 páginas.
En media página se reproduce una carta de orientación pacifista y con los tópicos de los “valores comunes”. Buenos sentimientos… pero “blandos”.
La sección “Nuestro horóscopo” ocupa dos páginas: New Age básico y primario para un segmento social crédulo e inexperto.
Los pasatiempos ocupan 4 páginas, con propuestas muy sencillas.
La sección “Tus mascotas”, enfocada al consumo también en buena medida, se reserva 1 página.
Libros y cómics: otra escasa página.
La sección “Siglo XXI”, rincón científico muy básico, ocupa una única página.
Y, la perla de la revista: “Tus preguntas”, con dos páginas. Aquí una psicóloga, en un espacio mínimo, intenta responder, con todos los tópicos de la mentalidad dominante, a preguntas semejantes a la que sigue, presuntamente elaborada por un lector anónimo de Toledo de 11 años: “mi horóscopo dice que aparecerá en mi vida alguien olvidado, además me gustan dos chicas a la vez y siento asco por el sexo y no sé por qué”.
De forma transversal existe una temática muy presente, tanto en contenidos, como en publicidad, que giran en torno al estreno de la película “The Matrix Reloaded”. Un reportaje, concursos, DVD, vídeo juegos, etc. Suman un total de 8 páginas y dos tercios de otra. Sin embargo, aunque incluye una breve entrevista a Keanu Reeves, en ningún momento se roza la filosofía del film, centrándose toda ella en el activismo y lucimiento del actor, quien se permite una tímida opinión final: “No quiero juzgar, pero ahora los chicos pasan mucho tiempo frente al ordenador o la videoconsola. Supongo que dedicarse demasiado a una cosa te limita de hacer otras”. Con tan escasa energía, de poco o nada servirá tal reflexión a sus atolondrados destinatarios…
Son varias las constantes en los contenidos y demás ingredientes de la revista. Ante todo, ya lo hemos destacado, la misma gira en torno al consumo de productos de ocio y de carácter recreativo, dirigido a ese concreto segmento social de alto poder adquisitivo, para su disfrute de forma individual. No hay referencias a otras maneras alternativas de ocupar el ocio, ya sea en compañía de otros amigos, de padres y educadores, integrados en grupos de ocio y tiempo libre, o liberados de un consumismo apabullante.
Apenas hay referencias a valores humanos o cívicos, salvo un vago humanitarismo centrado en el discurso poco matizado del “no a la guerra”, en la carta de un lector y en el reportaje de los músicos movilizados en contra de la guerra en Irak; y la posibilidad de, siendo joven, alcanzar el éxito (idea presente en el reportaje futbolístico).
El peso del consumismo en la revista es, en definitiva, aplastante. Y con la agravante de que parte de las ofertas de consumo se orientan hacia otras revistas y materiales del propio Grupo Zeta, editor de la misma; lo que parece poco ético, al prevalecer en la revista una orientación a la venta, más que un análisis crítico de esos u otros productos, o la oferta de otras posibles alternativas vitales.
Como sección clave para entender los valores preconizados, o contravalores más bien, ya lo hemos indicado antes, está la sección del consultorio, centrada en los afectos adolescentes; superficial y tópicamente liquidados. Concluyamos. Tenemos un buen ejemplo de consumismo aplicado a las relaciones interpersonales y a las grandiosas expectativas del corazón del hombre, en definitiva; otra expresión del predominio y aceptación de las ideas impuestas desde el poder cultural dominante a los diversos estratos sociales.
Esta revista concibe al preadolescente como un sujeto destinado al mero consumo. Acrítico, solitario, individualista, con la moda como única referencia vital, movilizado a impulsos inconexos. En correspondencia con tal modelo, es imposible, por mucho que se esfuercen, construir, desde una perspectiva consistente de valores, un modelo humano creativo y alternativo. Tampoco desde esta revista.
Sin duda, desde la atomización y el puro individualismo que caracterizan nuestra sociedad, no parece fácil resistir a la moda -en todo su alcance- y a las actitudes dominantes. Y las publicaciones del Grupo Zeta no se sustraen a esta poderosa corriente.
Sólo en otros espacios humanos alternativos es posible afrontar la existencia, en sus diversos niveles y etapas, desde una perspectiva crítica y humanizadora: libres de la tiranía de las modas y de los dictados culturales dominantes. En ese sentido, mirando la historia y la misma realidad actual, observamos que la Iglesia católica ha sido la gran promotora, siempre, de espacios de una humanidad nueva donde la persona pueda desenvolver su existencia, buscando la correspondencia de las exigencias de su naturaleza con el mensaje y la obra de Cristo.
A diversas obras sociales, nacidas de ese impulso desde el agradecimiento y la fidelidad (asociaciones de padres, colegios, grupos de encuentro y apoyo, redes de intercambio de información, grupos de ocio y tiempo libre, pequeñas publicaciones, etc.), tendremos que remitirnos para la educación de nuestros niños y adolescentes – y también de los adultos- en una mirada adecuada a la realidad; una identidad colectiva acogedora y un sentido pleno de la existencia, que proporcionen su verdadero rostro al hombre de hoy.
Arbil, anotaciones de pensamientop y crítica, Nº 71 – 72, julio – agosto 2003.
Una revista juvenil del Grupo Zeta.
Son varias las ocasiones en que nos hemos aproximado, en Arbil, anotaciones de pensamiento y crítica, a la orientación y mentalidad subyacentes en diversas publicaciones destinadas al público infantil y adolescente. Así lo hemos hecho en los artículos “Megatrix: ¿revista o catálogo? para el niño consumidor” (Nº 37, septiembre de 2000), “Cartoon Network: un `magazine´ infantil enfocado al consumo televisivo” (Nº 47 – 48, julio – agosto de 2001) y “Revista `Explora y navega´: por la globalización cultural” (Nº 59 – 60, julio – agosto de 2002).
La revista “Mega TOP”, que está editada por un Grupo Zeta que también cuenta con otras publicaciones dirigidas a niños y adolescentes, será nuestro objeto de estudio en esta ocasión.
Aquí analizaremos el contenido de su número 50, correspondiente al mes de junio de 2003. Impresa a todo color sobre un buen papel, predomina en ella, de forma absoluta y al igual que en revistas análogas, la imagen sobre el texto. Su precio, 3 euros, es bastante ajustado, más al ofrecer como regalo un llamativo reloj digital con ilustración de Bart Simpson; un buen reclamo para indecisos.
En esta publicación encontramos 4 páginas –nada menos- a ella misma dedicadas: portada, presentación de contenidos, boletín de suscripción que de cumplimentarlo proporciona de regalo un CD – Rom, y contenidos del próximo número que anuncia una colchoneta playera de obsequio.
Publicidad directa e indirecta.
De sus 84 páginas, un total de 9’5 son publicidad directa de pago (películas de cine estrenadas este verano y de vídeo, juegos electrónicos, ropa deportiva, etc.) destinada al público preadolescente; su conocimiento vendrá a las mil maravillas para unos padres que quieran “estar al loro” con este tipo de productos de consumo.
Pero, además, otra parte sustancial de la revista bien puede calificarse de “publicidad indirecta”. Veámoslo.
Es el caso de las 8’5 páginas dedicadas a varios concursos, siempre premiados con objetos de consumo recreativo: libros de rol, vídeojuegos, DVD...
Para adelantar contenidos de otras tres revistas, del mismo Grupo Zeta, orientadas a potenciales lectores de las mismas, se emplea 1 página.
Las novedades relativas a diversos films, presentados en DVD y vídeo, suman 5 páginas y un tercio de otra.
Se reservan 7 páginas a diversos reportajes centrados en música para jóvenes y adolescente, entre ellas, uno de 2 páginas que habla de músicos comprometidos con el movimiento contrario a la guerra; una de los pocas ocasiones en que se realiza una mención expresa a algún tipo de valores.
El espacio de los diversos comentarios a la programación de televisión, especialmente de canales temáticos de pago, es de 2 páginas y dos tercios de otra.
Otra página se centra en el mundo –imprescindible, parece ser- de las novedades en torno a los teléfonos móviles: complementos, modelos, utilidades…
Al mundo del vídeojuego se aplican 9 páginas en total (4 de forma explícita, 2 a novedades para PC, 2 para consolas y 1 de juegos accesibles por internet).
Y ya hemos visto que de las páginas dedicadas a la promoción de la propia revista, dos están vinculadas a objetos de consumo recreativo.
Por último, mencionaremos a una sección de naturaleza mixta: la dedicada a la reproducción de ilustraciones de los lectores. Así, 2 páginas se dedican a dibujos de temática Pokémon (también premiados con objetos de consumo de esos personajes). Otra página titulada “Espacio libre” corresponde a su denominación: dibujos de cualquier temática, obras de los jóvenes lectores.
Si sumamos todas esas páginas, llegamos a 48, es decir, algo más de un 57 % del espacio de la revista enfocado, de forma explícita, al consumo. Aquí encontramos la primera característica de esta publicación: su destinatario es el preadolescente consumidor y, con él, los padres, que avalan y responden a sus necesidades –reales e inducidas- de consumo recreativo.
Otros contenidos.
Veamos los restantes contenidos de la revista.
Cine es una sección integrada por 10 páginas y un tercio más de otra. Aquí se nos describen, sumariamente, las películas destinadas a este público de cara al verano.
A la práctica deportiva, fútbol en particular y centrado en algunas de las estrellas más juveniles de la primera división, se reservan 3 páginas.
En media página se reproduce una carta de orientación pacifista y con los tópicos de los “valores comunes”. Buenos sentimientos… pero “blandos”.
La sección “Nuestro horóscopo” ocupa dos páginas: New Age básico y primario para un segmento social crédulo e inexperto.
Los pasatiempos ocupan 4 páginas, con propuestas muy sencillas.
La sección “Tus mascotas”, enfocada al consumo también en buena medida, se reserva 1 página.
Libros y cómics: otra escasa página.
La sección “Siglo XXI”, rincón científico muy básico, ocupa una única página.
Y, la perla de la revista: “Tus preguntas”, con dos páginas. Aquí una psicóloga, en un espacio mínimo, intenta responder, con todos los tópicos de la mentalidad dominante, a preguntas semejantes a la que sigue, presuntamente elaborada por un lector anónimo de Toledo de 11 años: “mi horóscopo dice que aparecerá en mi vida alguien olvidado, además me gustan dos chicas a la vez y siento asco por el sexo y no sé por qué”.
De forma transversal existe una temática muy presente, tanto en contenidos, como en publicidad, que giran en torno al estreno de la película “The Matrix Reloaded”. Un reportaje, concursos, DVD, vídeo juegos, etc. Suman un total de 8 páginas y dos tercios de otra. Sin embargo, aunque incluye una breve entrevista a Keanu Reeves, en ningún momento se roza la filosofía del film, centrándose toda ella en el activismo y lucimiento del actor, quien se permite una tímida opinión final: “No quiero juzgar, pero ahora los chicos pasan mucho tiempo frente al ordenador o la videoconsola. Supongo que dedicarse demasiado a una cosa te limita de hacer otras”. Con tan escasa energía, de poco o nada servirá tal reflexión a sus atolondrados destinatarios…
Algunas reflexiones sobre su contenido.
Son varias las constantes en los contenidos y demás ingredientes de la revista. Ante todo, ya lo hemos destacado, la misma gira en torno al consumo de productos de ocio y de carácter recreativo, dirigido a ese concreto segmento social de alto poder adquisitivo, para su disfrute de forma individual. No hay referencias a otras maneras alternativas de ocupar el ocio, ya sea en compañía de otros amigos, de padres y educadores, integrados en grupos de ocio y tiempo libre, o liberados de un consumismo apabullante.
Apenas hay referencias a valores humanos o cívicos, salvo un vago humanitarismo centrado en el discurso poco matizado del “no a la guerra”, en la carta de un lector y en el reportaje de los músicos movilizados en contra de la guerra en Irak; y la posibilidad de, siendo joven, alcanzar el éxito (idea presente en el reportaje futbolístico).
El peso del consumismo en la revista es, en definitiva, aplastante. Y con la agravante de que parte de las ofertas de consumo se orientan hacia otras revistas y materiales del propio Grupo Zeta, editor de la misma; lo que parece poco ético, al prevalecer en la revista una orientación a la venta, más que un análisis crítico de esos u otros productos, o la oferta de otras posibles alternativas vitales.
Como sección clave para entender los valores preconizados, o contravalores más bien, ya lo hemos indicado antes, está la sección del consultorio, centrada en los afectos adolescentes; superficial y tópicamente liquidados. Concluyamos. Tenemos un buen ejemplo de consumismo aplicado a las relaciones interpersonales y a las grandiosas expectativas del corazón del hombre, en definitiva; otra expresión del predominio y aceptación de las ideas impuestas desde el poder cultural dominante a los diversos estratos sociales.
Esta revista concibe al preadolescente como un sujeto destinado al mero consumo. Acrítico, solitario, individualista, con la moda como única referencia vital, movilizado a impulsos inconexos. En correspondencia con tal modelo, es imposible, por mucho que se esfuercen, construir, desde una perspectiva consistente de valores, un modelo humano creativo y alternativo. Tampoco desde esta revista.
Sin duda, desde la atomización y el puro individualismo que caracterizan nuestra sociedad, no parece fácil resistir a la moda -en todo su alcance- y a las actitudes dominantes. Y las publicaciones del Grupo Zeta no se sustraen a esta poderosa corriente.
Sólo en otros espacios humanos alternativos es posible afrontar la existencia, en sus diversos niveles y etapas, desde una perspectiva crítica y humanizadora: libres de la tiranía de las modas y de los dictados culturales dominantes. En ese sentido, mirando la historia y la misma realidad actual, observamos que la Iglesia católica ha sido la gran promotora, siempre, de espacios de una humanidad nueva donde la persona pueda desenvolver su existencia, buscando la correspondencia de las exigencias de su naturaleza con el mensaje y la obra de Cristo.
A diversas obras sociales, nacidas de ese impulso desde el agradecimiento y la fidelidad (asociaciones de padres, colegios, grupos de encuentro y apoyo, redes de intercambio de información, grupos de ocio y tiempo libre, pequeñas publicaciones, etc.), tendremos que remitirnos para la educación de nuestros niños y adolescentes – y también de los adultos- en una mirada adecuada a la realidad; una identidad colectiva acogedora y un sentido pleno de la existencia, que proporcionen su verdadero rostro al hombre de hoy.
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