¿Una internacional identitaria y populista? (8)
Los partidos populistas europeos, según venimos viendo, nacidos en una sociedad nacional y un momento histórico muy precisos, ¿pueden alcanzar una proyección internacional?, o, al menos, ¿pueden articularse supranacionalmente? Aproximémonos a esta perspectiva.
Por analogía con las prácticas de la izquierda, el término “internacional” se ha extendido a todo el arco político en la mayor parte del mundo civilizado. Así, existen internacionales de centro (antes, democristianos), liberales, verdes, etc. Y también existen a nivel europeo y de otros espacios continentales.
Sus orígenes, remontándonos al siglo XIX, fueron el anarquismo y el marxismo (socialistas y comunistas). La Primera Internacional agrupó anarquistas y comunista, denominándose Asociación Internacional de Trabajadores (AIT); sigla que todavía mantiene la anarcosindicalista y española a su pesar CNT-AIT. La Segunda Internacional nace en 1889 a partir de laboristas, socialistas y socialdemócratas (denominación que incluía a los comunistas). En 1919 Lenin funda la Tercera Internacional comunista. Trotski fundará la cuarta Internacional en 1938. Sus diferencias, que vistas desde el exterior, pudieran parecer mínimas, fueron excusa para masacrarse entre sí, prevaleciendo en esas luchas los más decididos y despiadados; es decir, los comunistas bolcheviques. Así sucedió, por ejemplo, en la Rusia revolucionaria, siendo aniquilados los anarquistas ucranianos o los social-revolucionarios rusos; entre otros muchos. O en la España del Frente Popular, siendo eliminados los semi- trotskistas del POUM, y la CNT en Cataluña en buena medida.
Tal era el apego al concepto de “internacional” en buena parte de esas izquierdas, que todavía pueden rastrearse en libros, otros escritos, y documentos visuales, la denominación, por ejemplo, de Partido Comunista (sección española); y sin ir muy lejos, el socialismo francés se llamó hasta hace unas pocas décadas Sección Francesa de la Internacional Obrera (SFIO).
Por su parte, los partidos en el poder de los países integrantes del Eje, previamente a la Segunda Guerra Mundial, tejieron alianzas de corta duración con partidos políticos afines, lo que en algunos casos supuso -ulteriormente- la instalación en los países ocupados de gobiernos colaboracionistas, de corta duración en general.
En la actualidad, caído el Muro de Berlín, sobreviviendo el comunismo, travestido en capitalismo de Estado puro y duro en China, Cuba e Indochina, las organizaciones que se arrogan la representatividad de la clase obrera como vanguardia de un nuevo mundo constituyen un galimatías de siglas y organizaciones nacionales e internacionales de todo tipo que requiere toda una tesis doctoral para aclararse. Por lo que respecta a Europa, el anarquismo permanece muy minoritario, sin apenas incidencia sindical; el socialismo atraviesa una crisis de identidad y liderazgo, pero mantiene su instrumento del Grupo Parlamentario en Estrasburgo del Partido Socialista Europeo que agrupa a los partidos continentales así denominados; los comunistas y ex-comunistas, por su parte, se agrupan bajo diversas denominaciones nacionales y allí se articulan los de mayor dimensión y vocación parlamentaria en el Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea; la nueva izquierda ecologista lo hace, a su vez, en el Grupo Los Verdes/Alianza Libre Europea.
Democristianos y liberales fueron los siguientes, tras la Segunda Guerra Mundial, en agruparse en organizaciones de ámbito internacional.
En el ámbito del neofascismo, Joven Europa, organización internacional fundada por el belga Jean Thiriart, y que mantuvo una pequeña representación en España, marcó un antes y un después. Editorial Mateu, de Barcelona, publicó en 1965 su libro ¡Arriba Europa! Una Europa unida: un imperio de 400 millones de hombres. Sus 354 páginas siguen siendo fuente de inspiración para su variada legión de seguidores (no pocos de ellos terminaron en organizaciones prochinas y radicales de izquierda, por ejemplo en Italia) e imitadores, o una joya bibliográfica para lectores sin prejuicios.
También se dieron algunos intentos de articulación de fuerzas nacionales genéricamente anticomunistas, caso de la Liga Mundial Anti-Comunista (WACL) nacida en 1966 en Taipéi a partir de varios socios de extremo-oriente y a la que se adhirieron, como miembros u observadores, aliados tan variados como el MSI o el fundador de la Iglesia de la Unificación, el polémico reverendo surcoreano Nyung Sun Moon.
Y en el campo de la derecha nacional, concepto utilizado en los años 70 del pasado siglo, se articularon algunas formaciones de Italia, Francia y España, que dieron lugar a la Eurodestra; primer intento de penetración nacional-populista de alcance supranacional en el Parlamento Europeo.
En los últimos quinquenios, junto a este inicial sector de partidos de derecha nacional florecieron otros populistas -algo más moderados y ajenos de los modelos asociados a las derrotadas y criminalizadas potencias del Eje-, caracterizados por el conservadurismo y el euroescepticismo; materializándose así las dos vías políticas que pudieran incluirse en el ámbito de la derecha populista europea y que hasta la actualidad, en cambiantes y sucesivas coaliciones electorales, pugnan por reconfigurarse. Todavía hoy…
Partiremos de dos constataciones:
- “Internacional”, a priori, es contradictorio de populista: por la naturaleza nacionalista, revanchista en muchos casos, centrífuga y de protesta, de los populismos; articulándose básica e inicialmente “en contra de” en lugar de “a favor de”. Ello explica la volatilidad de las sucesivas coaliciones internacionales; determinando su evolución el predominio numérico de una u otra fuerza nacional, fuera el MSI en su día, el Frente Nacional de los Le Pen, o el UKIP.
- La adhesión a una “internacional”, por parte de los grupos españoles, no les ha acarreado un “plus” electoral traducido en votos. Así: la Eurodestra no consiguió que Fuerza Nueva entrara en Europa. Ni la Alianza Europea de Movimientos Nacionales ha permitido un mayor crecimiento al español Movimiento Social Republicano. O recordemos el caso de Alternativa Española, a la que el apoyo del eurodiputado conservador y euroescéptico británico Daniel Hannan -quien pidiera el voto de los 800.000 británicos residentes en España para AES- no supuso réditos electorales significativos; sino, más bien, críticas por haberse vendido a la “pérfida Albión”.
Veamos sumariamente la evolución del populismo de derechas europeo en sus dos polos o áreas: las derechas nacionales y los euroescépticos.
+ Polo Derecha Nacional
En abril de 1978 se constituye la alianza política denominada Eurodestra, en el que confluyeron el Movimiento Social Italiano (MSI) de Giorgio Almirante, Fuerza Nueva (FN) del español Blas Piñar, el francés Partido de las Fuerzas Nuevas (PFN, una de las dos formaciones derivadas de Ordre Nouveau, la otra sería el Frente Nacional de Le Pen) liderado por Jean-Louis Tixier-Vignancour, y el griego EPEN. En las elecciones al Parlamento Europeo de 1979, únicamente el MSI consiguió representación: 4 escaños.
Celebradas nuevas elecciones al Parlamento Europeo en 1984, el MSI consigue 5 escaños, a los que se unirían un diputado electo por Grecia del EPEN y los 10 escaños franceses (¡sorpresa!) del Frente Nacional de Jean-Marie Le Pen. Así se constituye el Grupo de las Derechas Europeas con 16 diputados. En 1985 se integraría en el Grupo un parlamentario del Partido Unionista del Ulster.
En las elecciones europeas de 1989, el Grupo de las Derechas Europeas perdió la representación del Partido Unionista del Ulster y la del griego EPEN. El Frente Nacional, buscando nuevas alianzas, rompe con el MSI, que rechaza la alianza con Los Republicanos alemanes (Die Republikaner, REP, de Franz Schönhuber), por la cuestión territorial de Tirol del Sur y su xenofobia, y abandona el Grupo. El 25 de julio de 1989, el Frente Nacional francés, el REP alemán (en su mayor y efímero éxito electoral de la ultra alemana en la posguerra) y el belga –perdón, nacionalista flamenco- Vlaams Blok forman el Grupo Técnico de Derechas Europeas.
En las elecciones europeas de 1994 los republicanos alemanes no superaron la barrera del 5% y el FN francés se integra en consecuencia en el grupo de no inscritos.
El 9 de octubre de 2005 una veintena de partidos, la mayoría fuera del Parlamento Europeo, crean una nueva alianza política, que no grupo parlamentario, denominada Euronat-Por nuestro Patrimonio y la Libertad: Frente Nacional francés, el italiano Fiamma Tricolore, los Demócratas suecos, el español Democracia Nacional, el Partido Nacional Británico, etc.
El 9 de enero de 2007 se crea el grupo parlamentario europeo Identidad, Tradición, Soberanía, con 20 parlamentarios de siete Estados miembros: Frente Nacional (con Bruno Gollnisch de presidente del nuevo Grupo, Jean-Marie y Merine Le Pen, entre otros), Alternativa Social de Italia, el FPÖ de Austria, Fiamma Tricolore de Italia, el Vlaams Belang, el Partido de la Gran Rumanía, el Attack búlgaro, junto al británico Ashley Mote (antiguo diputado del euroescéptico UKIP). Pero el 15 de noviembre de ese mismo año el Grupo se disuelve al perder la cuota mínima de 20 diputados que exige el Parlamento Europeo, a causa de la salida de los 5 eurodiputados rumanos del Partido de la Gran Rumanía por un incidente verbal ocasionado por la tan bella como inoportuna y locuaz ex-playmate Alessandra Mussolini….
El 24 de octubre de 2009 se formó en Budapest la Alianza Europea de Movimientos Nacionales (AENM). Sus miembros fundadores fueron: Frente Nacional francés, el Jobbik húngaro, el BPN inglés, el Frente Nacional belga, Fiamma Tricolore, el Partido Nacional Renovador de Portugal, los Nacional Demócratas suecos, Svoboda de Ucrania. En una reunión celebrada en Estrasburgo los días 19 y 20 de enero, en la sede del Parlamento Europeo se acordó la entrada del español Movimiento Social Republicano (MSR).
Como última incidencia relevante de esta nueva Alianza, señalar que el pasado 17 de diciembre de 2013 se celebró en la sede del Parlamento Europeo en Bruselas la Asamblea General ordinaria de AENM. Dada la nueva orientación en sus alianzas europeas del Frente Nacional de Marine Le Pen, el miembro del mismo Bruno Gollnisch dejó la presidencia de la Alianza, siendo elegido en su lugar Béla Kovács, diputado por Jobbik en el Parlamento Europeo. Como novedad, acudieron representantes de dos partidos polacos: Samoobrona (Autodefensa), y Falanga. Permanece en la alianza el franco-suizo Olivier Wyssa, antiguo diputado regional por el FN francés. Según informó Tribuna de Europa, el representante español por el MSR, Jordi de la Fuente, afirmó que «Queremos presentarnos a las elecciones europeas, bajo la misma sigla europea, para dar a conocer nuestro movimiento a nivel nacional y preparar las futuras elecciones municipales».
+ Polo euroescéptico
Al margen de las familias políticas europeas tradicionales (socialistas, comunistas, democristianos, conservadores, liberales, postcomunistas y verdes), se fue configurando, aunque más tardíamente, otro nuevo espacio dentro de la plural escena de las derechas populistas, caracterizado por el euroescepticismo, el conservadurismo político y el nacionalismo, manteniendo sucesivas denominaciones; pero alejado de otras expresiones más radicales.
Entre los años 1994 a 1996 fue el grupo parlamentario en Estrasburgo Europa de las Naciones (EN/EDN). En su fundación se integraron 19 escaños, a saber: el Movimiento por Francia de Philippe de Villiers (13 escaños), el holandés Partido Político Reformado (calvinistas, 2 escaños), el danés Movimiento de Junio (2 escaños), y el Movimiento Popular contra la UE (2 escaños).
En 1996 cambia el nombre por Independientes por la Europa de las Naciones.
En 1999 genera un nuevo grupo: Europa de las Democracias y las Diferencias.
En 2004, al incorporarse nuevos Estrados, vuelve a cambiar su nombre por el de Independencia y Democracia con los siguientes partidos: Movimiento de Junio (Dinamarca), Caza, Pesca, Naturaleza y Tradiciones (de Francia, en la española Navarra existió por unos meses…), Combatientes por la Soberanía (Francia), Christen Unie-SGP (calvinistas de Holanda), UKIP o Partido por la Independencia del Reino Unido, Liga de las Familias Polacas y Liga Norte (expulsado en 2006 por las polémicas de Calderoni con el asunto de las caricaturas a Mohama en el Jyllands-Posten).
Tras las elecciones europeas de 2009, el UKIP (13 escaños), el Libertas-MPF (1), la griega Agrupación Popular Ortodoxa (LAOS) con 2 escaños y el holandés Partido Político Reformado (SGP) con 1 escaño, forman el 1 de julio un nuevo grupo: la Europa de la Libertad y la Democracia. Se integrarían también: Liga Norte (9 escaños), Partido Popular Danés (2), Verdaderos Finlandeses (1), Partido Nacional Eslovaco (1), Orden y Justicia de Lituania (2). En total 32 escaños de 10 Estados. También participarían otras formaciones: por ejemplo, Polonia Solidaria, Amo Italia y la española Plataforma por Cataluña (sin representación en Estrasburgo).
Con tales antecedentes, ahora mismo son tres los sectores que pugnan por este espacio de la derecha populista europea:
- Los euroescépticos encabezados por el británico y más moderado UKIP y la Liga de Familias Polacas. El socio español, Plataforma por Cataluña, ha anunciado que no se presentará a las próximas elecciones europeas.
- El Frente Nacional, procedente de la AENM, y el holandés Partido de la Libertad, de Geert Wilders, en busca de respetabilidad y, para ello, de nuevos aliados; para sumar más de 25 escaños imprescindibles en la creación de un nuevo grupo. Han tendido puentes, en sus presentaciones públicas, hacia el Partido Popular Danés, la UKIP, la Liga Norte y el Vlaamn Belang flamenco. En suma, tratarían de desplazarse desde la anterior estructura, algo más radical, hacia unos parámetros más moderados. Si desembarca en el primer grupo de euroescépticos o se genera un tercer espacio populista, ya se verá. De momento carecen de socio español; si bien en algunos medios digitales, como Diario Liberal, se viene hablando al respecto de Alternativa Española y sus socios.
- Asociación Europea de Movimientos Nacionales, que contaría con los numerosos escaños radicales húngaros de Jobbik. Pero, otra cuestión, ¿Qué pasará con Amanecer Dorado, los paganos, seminazis y nihilistas griegos? ¿Irían por libre, o se integrarían en la AENM? En cualquier caso, el socio español preferente parece claro: el MSR, dadas sus tradicionales relaciones de amistad recientemente revalidadas.
En este contexto internacional -cambiante y con numerosas incógnitas respecto a sus resultados y ulterior reconfiguración- la inmensa mayoría de grupos españoles, que hemos mencionados en las dos entregas correspondiente a la visión panorámica de la derecha populista española, quedan fuera de una posible articulación internacional; si bien la cuestión es un tanto menor por la reiterada falta de incidencia de tales posicionamientos en las sucesivas cosechas electorales.
Por supuesto, podrían narrarse más detenidamente las peripecias de los líderes de diversos grupos españoles por Europa en busca de apoyos, afines y referencias a lo largo de -casi- las últimas cuatro décadas. De todo ello se habla en diversas revistas impresas del área, ya desaparecidas, como Tribuna de Europa (portavoz de Alternativa Europea, antecedente del MSR) e Identidad (editada, entre otros, por Ernesto Milá). Y entre los protagonistas de tales experiencias destacaríamos a Alberto Torresano, autor de innumerables viajes, contactos y crónicas al respecto. Por nuestra parte, creemos haber reseñado sintéticamente los aspectos más relevantes.
Ya hemos mencionado a Jean Thiriart como un renovador de las categorías ideológicas del neofascismo de posguerra. Otro sería el italiano Julius Evola, quien, entre otras muchas novedades, introdujo la diferencia entre táctica y estrategia, desde una perspectiva tradicional. Y, en línea del anterior, al español Ernesto Milá le cabe el mérito de haber realizado algunos de los escasos textos autocríticos del área, proponiendo ya en 1984 que la derecha radical española precisaba de una estrategia y una táctica que, rechazando el “golpismo” propugnado por algunos sectores por aquellos años, trabajara a largo plazo, creando espacios de “contrapoder”, consolidando un liderazgo operativo, unas nuevas modalidades de militancia sectorial y dotándose de unos medios materiales. Así, en su texto “Ante la disolución de Fuerza Nueva: el por qué de una crisis” concretaba las carencias del área en: ideológicas, la crisis endémica de su clase dirigente, la indeterminación de los objetivos políticos, la inexistencia de una estrategia adecuada al carecer de los anteriores y, a resultas de ello, las deficiencias tácticas inevitables que anularon los modelos organizativos precedentes…. y los que les siguieron. Sirva este párrafo como enlace de éste y presentación del próximo artículo que titularemos “Estrategias populistas para España (9)”; penúltima entrega de esta serie.
+ Artículos anteriores:
La derecha populista europea se organiza (1).
http://latribunadelpaisvasco.com/not/639/la_derecha_populista_europea_se_organiza__1_
Una derecha muy diversa, pero identitaria y euroescéptica, presente en toda Europa… salvo en España (2)
http://latribunadelpaisvasco.com/not/655/una_derecha_muy_diversa__2_
La larga marcha de la extrema derecha española (3)
http://latribunadelpaisvasco.com/not/685/la_larga_marcha_de_la_extrema_derecha_espanola__3_
Una derecha populista española dispersa y fragmentada: nacional-revolucionarios, familias “históricas” (4)
http://latribunadelpaisvasco.com/not/704/una_derecha_populista_espanola_fragmentada__4_
¿Otros populismos en España? Identitarios/antiinmigración; moderados, conservadores (5)
Proyección social de la derecha populista española (6)
Derecha populista española: cultura, editoriales, revistas, música, Militaria, Internet y ciberactivismo (7)
http://latribunadelpaisvasco.com/not/809/_una_internacional_identitaria_y_populista___8__/
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