Número 181 de Razón Española: 30 años de libertad de pensamiento sin complejos frente a lo políticamente correcto
Denuncia, entre otros contenidos, que España se ha convertido en una sociedad “hembrista”
Ya se está distribuyendo, entre suscriptores, bibliotecas, etc., el número 181, correspondiente a los meses de septiembre-octubre de 2013, de la revista de pensamiento Razón Española.
España se ha transformado en un -tan gigantesco como pernicioso- «laboratorio de ingeniería social» implantado desde el poder por los “mandarines” de la secta totalitaria radical progresista; especialmente de la mano de Rodríguez Zapatero. Pero el mal venía de antes… y el Partido Popular poco –mejor dicho, nada- está haciendo para rectificar la tendencia. Una vez más, y en una dimensión poliédrica que marca tendencia y que está determinando el futuro de la nación, el Partido Popular rehúye la batalla política… y cultural. En este contexto, de las más de 130 páginas de Razón Española, reproducimos el siguiente párrafo escrito por Fernando Vaquero, en el que se afirma que: «Es cada vez más evidente que las feministas radicales y sus aliados, han propiciado ciertos fenómenos cuanto menos paradójicos en una sociedad pretendidamente democrática y avanzada. El primero de ellos: la desigualdad jurídica. Hombres y mujeres ya no son iguales…, ni en sus derechos, ni en sus deberes. Así, en España y desde la práctica penal, la presunción de inocencia en el varón ha sido destruida. Y, cuando nos referimos a la educación y custodia de los hijos, es pública y notoria la presunción en favor de la mujer: la madre, por definición, es “buena madre”. De tener alguna pretensión, el padre, tendrá que demostrar que está hipercapacitado y que la madre no lo está en absoluto. Esas mujeres a las que nos referíamos al principio, han construido su mundo inmediato a su imagen y semejanza. Un mundo de mujeres en el que, a modo de colmena, los hombres que se adapten, cumplirían el papel de zánganos y ellas… el de reinas. Una sociedad machista pero a la inversa: hembrista, pues; pero contraria al sentido común y a la misma naturaleza». Esa peculiar radiografía de la España de hoy, insistimos, no es fruto de la casualidad: es el resultado al que nos han llevado los/as abanderados/as de la denominada “ideología de género” que conforma lo “políticamente correcto” hoy y que, pese a ciertas expectativas regeneracionistas, casi por completo defraudadas, el Partido Popular mantiene prácticamente en su integridad.
En coherencia con ese análisis ideológico del actual estado de cosas, el citado autor del texto anuncia en el mismo dos futuras investigaciones: una primera, la de las «prácticas de la ideología de género en España» (lobbys feministas; manipulación del lenguaje, de los medios de comunicación y de la educación; falsificación de estadísticas; los programas antidemocráticos de “discriminación positiva” en favor de “las” mujeres; una amplia legislación positiva, especialmente civil y penal, y algunas de sus perversiones, tales como la mencionada inversión de la carga de la prueba, el fenómeno “innombrable” de las denuncias falsas, un reverdecido derecho penal de autor; y la organización, financiación y mantenimiento de una verdadera “industria del maltrato” que el Partido Popular mantiene e incluso refuerza). Pero no todo son sombras, por lo que entraríamos en la segunda exposición; pues tal estado de cosas viene generado una creciente resistencia social reactiva en torno al Síndrome de Alienación Parental, la lucha por la custodia compartida, las polémicas en torno a «violencia de género versus violencia doméstica», la defensa de la vida humana desde su inicio hasta el final, etc. Sin duda, el autor recordará, en esa previsible tercera entrega, el acoso sufrido por los pioneros en la disidencia: las “meteduras de pata” del diputado de UPyD Toni Cantó, la persecución y derribo de determinados jueces –y juezas- (Fernando Ferrín Calamita, María Jesús García Pérez, Francisco Serrano, María Sanahuja), el caso Pastrana; etc., etc.
Volvamos a Razón Española. Nacida en 1983 de la mano de Gonzalo Fernández de la Mora y Mon, uno de los intelectuales españoles más sólidos y completos del siglo XX como impulsor de la doctrina razonalista en la filosofía política, en la “Carta del Editor” se anuncia la reciente edición crítica de «El crepúsculo de las ideologías», una de sus obras capitales, con notas e introducción preliminar de Carlos Goñi Apesteguía.
Su editora es la Fundación Balmes, que organizara unos años antes Federico Silva Muñoz, siendo su finalidad «contribuir -en palabras de Gonzalo Fernández de la Mora- al desarrollo de una concepción del mundo: el humanismo, que es la sustancia racional de la filosofía cristiana». Así, su objetivo no sería «pragmático, sino teórico; no es inmediato, sino mediato; no es político, sino dialéctico». La dirigió hasta su muerte, acaecida el 10 de febrero de 2002.
Si aquella circunstancia anticipaba, para algunos, la pronta desaparición de la revista, los hechos desmintieron tal posibilidad; alcanzando con el que comentamos, su número 181; toda una proeza intelectual y material, y más en unos tiempos de desprecio del pensamiento y de la razón por lo “políticamente correcto”. Está dirigida en la actualidad, por su hijo, Gonzalo Fernández de la Mora y Varela. Su larga trayectoria constituye, en tales circunstancias, un consolidado proyecto intelectual que merece su difusión y reconocimiento.
Con las mismas características materiales que la vieron nacer –una presentación digna y sobria-, el nuevo número mantiene su estructura habitual. A la “Carta del Editor” le sigue la sección de “Epistolario Fernández de la Mora”, en esta ocasión, mantenido con Gabriel Arias Salgado y de Cubas.
El mayor volumen de su contenido lo ocupan dos “Estudios”: «El “hembrismo”, como estadio final del marxismo», del mencionado Fernando José Vaquero Oroquieta; y «Breve análisis comparativo sobre teoría del valor y del precio de la Escuela hispánica y la Escuela Austríaca», de Daniel Marín Arribas.
El apartado “Notas” recoge 9 textos del máximo interés y actualidad: «De nuevo “El crepúsculo de las ideologías”. Una edición crítica», por Pedro Carlos González Cuevas; «¿Qué podemos aprender del nacional-socialismo», del actual director de la revista; «El tema de nuestro tiempo», por Dalmacio Negro Pavón, quien denuncia que los partido y el Estado están imponiendo una ideología biologista que con dinámica pseudo-religiosa reduce la vida humana a su dimensión física; «Francisco Largo Caballero, “Empresario de la ira”», por Carlos González Cuevas, auténtico ejercicio de análisis y memoria históricos; el argentino Alberto Buela desarrolla «Francisco: las bases de su teología»; Aquilino Duque aclara lo necesario que es llamar «Las cosas por su nombre», de modo que es un error calificar como fascista al terrorismo etarra; Eduardo Palomar Baró comenta la «Carta del socialista Jean Jaurès a su hijo», en la que le animaba a estudiar la religión católica; Carlos Baltés se interroga «¿Con qué rapidez queremos salir de la crisis económica»; por último, Fernando Paz con «Las oraciones en piedra de los cristianos», nos proporciona novedosas claves, fundamentalmente desde la arqueología, imprescindibles para entender el entorno humano y cultural que vio nacer a las primeras comunidades cristianas en Tierra Santa.
La sección “Crónica”, de análisis político actual, corre a cargo de Juan Ignacio Peñalba.
Por último, la sección “Libros” recoge diversas reseñas de novedades bibliográficas relevantes a cargo de Ángel Maestro, Gregorio Paz y Ricardo Yesares.
Una revista y un número que merece un espacio privilegiado en cualquier biblioteca –pública o privada- que se precie.
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