Wahhabismo y terrorismo: en las raíces del fundamentalismo islámico.
Fundación Leyre.
Pamplona
Talleres de realidad.
El pasado 9 de noviembre de 2004, se celebró, en los locales de la Fundación Leyre en Pamplona, una nueva sesión de los Talleres de realidad. Presentado por D. Fernando José Vaquero Oroquieta, se trabajó el tema titulado: “Wahhabismo: en las raíces del terrorismo islámico”.
- Sólo Alá es digno de adoración.
- Las visitas a las tumbas de sabios y santos son ajenas al verdadero islam. De ahí arranca su profundo rechazo a las prácticas sufíes.
- La introducción de nombres de santos en las oraciones equivale a incredulidad.
- Cualquier creencia ajena al Corán, la Sunna, o deducciones de la razón, es equivalente a la incredulidad, lo que debe ser castigado con la muerte.
- Cualquier interpretación esotérica se asimila a la incredulidad.
- El islam afecta a todas las dimensiones de la vida, determinando, por tanto, la política y la sociedad.
- La decadencia y parálisis de las sociedades musulmanas fueron consecuencia de su alejamiento del islam.
- El islam viene determinado por el Corán, las tradiciones islámicas y las realizaciones de la primitiva comunidad musulmana.
- El deber de todo musulmán es la yihad.
- El islam es compatible con la tecnología y la ciencia moderna.
- La restauración del islam exige la lucha de todo musulmán, integrado en organizaciones establecidas con tal fin.
- La restauración del islam exige la vía de una revolución política y social.
- El islam es víctima de una conspiración judía y cristiana. Occidente es el enemigo declarado del islam.
- Un gobierno musulmán es legítimo es tanto aplique estrictamente la sharia.
- Cristianos y judíos son considerados infieles; no como pueblos del Libro.
- Todos los que se resisten al islam, ya sean musulmanes o no, son enemigos de Dios y merecen ser castigados con rigor.
Pamplona
Talleres de realidad.
El pasado 9 de noviembre de 2004, se celebró, en los locales de la Fundación Leyre en Pamplona, una nueva sesión de los Talleres de realidad. Presentado por D. Fernando José Vaquero Oroquieta, se trabajó el tema titulado: “Wahhabismo: en las raíces del terrorismo islámico”.
La temática presentada suscitó una nutrida asistencia que mostró gran interés, por las diversas perspectivas del problema, mediante numerosas preguntas e intervenciones.
Al igual que en otras ocasiones, presentamos las siguientes conclusiones:
1) El wahhabismo nace en la península arábiga en el seno de la escuela jurídica hanbalí, la más rigurosa del sunnismo, de la mano de Mohamed Ibn Abdul Wahhab (1703 – 1787). Coaligado con la familia Saud, se implanta en el territorio que actualmente ocupa Arabia Saudita.
2) Sus creencias se pueden resumir en los siguientes principios básicos:
- Sólo Alá es digno de adoración.
- Las visitas a las tumbas de sabios y santos son ajenas al verdadero islam. De ahí arranca su profundo rechazo a las prácticas sufíes.
- La introducción de nombres de santos en las oraciones equivale a incredulidad.
- Cualquier creencia ajena al Corán, la Sunna, o deducciones de la razón, es equivalente a la incredulidad, lo que debe ser castigado con la muerte.
- Cualquier interpretación esotérica se asimila a la incredulidad.
3) El wahhabismo no es un fenómeno aislado. Engancha con la gran corriente salafiya (de salaf, grandes antepasados), que promueve la renovación islámica (nadha), de la que surgen los llamados movimientos reformistas. De esta forma, reformismo, integrismo, radicalismo, yihadismo y fundamentalismo, sin ser conceptos análogos, en buena medida coinciden. Los reformistas afirman que sólo la aplicación de la sharia garantiza el orden moral de la comunidad de los creyentes. En ese sentido, todo gobierno es ajeno al espíritu musulmán, especialmente los de factura occidental. Sí serían auténticos gobiernos islámicos, por el contrario, los de los cuatro primeros califas, “los que caminan por el camino recto” (Rashidun): Abu Bekr, Omar, Othman y Alí.
4) El reformismo es la principal corriente del islam y se caracteriza por una serie de rasgos comunes:
- El islam afecta a todas las dimensiones de la vida, determinando, por tanto, la política y la sociedad.
- La decadencia y parálisis de las sociedades musulmanas fueron consecuencia de su alejamiento del islam.
- El islam viene determinado por el Corán, las tradiciones islámicas y las realizaciones de la primitiva comunidad musulmana.
- El deber de todo musulmán es la yihad.
- El islam es compatible con la tecnología y la ciencia moderna.
- La restauración del islam exige la lucha de todo musulmán, integrado en organizaciones establecidas con tal fin.
- La restauración del islam exige la vía de una revolución política y social.
5) El islam radical, cuya frontera con el reformista no es del todo precisa, asume como propio todo este caudal reformista, al que matiza con varias precisiones:
- El islam es víctima de una conspiración judía y cristiana. Occidente es el enemigo declarado del islam.
- Un gobierno musulmán es legítimo es tanto aplique estrictamente la sharia.
- Cristianos y judíos son considerados infieles; no como pueblos del Libro.
- Todos los que se resisten al islam, ya sean musulmanes o no, son enemigos de Dios y merecen ser castigados con rigor.
6) Los reformistas entendieron que se había producido, históricamente, una profunda crisis en las sociedades musulmanas, lo que derivó en la desintegración del poder político, la paralización de la economía y de la ciencia, un estancamiento de la vivencia religiosa y una disminución de la creatividad artística. Todo esto habría coincidido con la eclosión de las potencias occidentales colonialistas; siendo víctimas de su política la mayor parte de los pueblos de tradición islámica. Por ello, la crítica a los regímenes coloniales constituye otra de las novedades del pensamiento reformista, siendo la lucha contra el sionismo, en la actualidad, una continuación de la lucha anticolonial.
7) Los movimientos reformistas son movimientos sociales antes que políticos; siendo ésta una característica fundamental para entender su naturaleza. Su objetivo principal es la formación de musulmanes piadosos, estudiosos del Corán y que practiquen el proselitismo a través de la predicación y las obras caritativas. Todos los reformistas propugnan un estado islámico, es decir, gobernado por la ley islámica (la sharia). Ésta, al tener su origen en la revelación divina, no puede ser ni desarrollada ni cambiada: hay que aplicarla, pues debe ser aceptada sin crítica. La sharia es, igualmente, infalible, según los islamistas.
8) Osama Bin Laden y su red Al Qaeda, nace y se alimentan del wahhabismo más radical, que cuestiona incluso al mismísimo estado teocrático saudí al que considera régimen impío alejado de la ortodoxia islámica, lo que explica el terrorismo allí practicado. En su labor activista, ha contactado, cuando no se ha coaligado, con las expresiones más radicales y militantes del islamismo sunnita.
9) Para los yihadistas, el terrorismo es el arma de los pueblos pobres contra frente a los opresores, es decir, judíos, cristianos e impíos. La inexistencia en el islam de una autoridad central facilita la extensión de esta concepción absolutamente discutible de la yihad. Pretenden no sólo derrocar a los regímenes musulmanes juzgados por ellos mismos como “impíos”, sino recuperar todo territorio que en algún momento de la historia fue musulmán y, en última instancia, la islamización de todo el mundo. Y para tal empresa, no admiten barreras morales de ningún tipo. Cualquier modalidad de agresión terrorista, incluso con armas de destrucción masiva, en consecuencia, puede ser imaginada, planificada, intentada… y justificada.
10) Los radicales se desenvuelven con mucha facilidad entre las comunidades musulmanas de Occidente, cuya evangelización es financiada por el dinero saudí, el procedente de otras autoridades religiosas y estatales islámicas y el de numerosas fundaciones caritativas musulmanas internacionales. De esta forma, la inmigración descontrolada facilita la extensión de las células terroristas islamistas.
11) España seguirá en primera línea de las miras yihadistas: el recuerdo de Al Andalus es una herida sangrante. Si antaño formó parte de la umma, debe retornar a la misma, aseguran. Por ello, España seguirá siendo objeto de las estrategias terroristas islamistas.
12) ¿Puede Occidente potenciar una respuesta al terrorismo islamista, desde el propio islam? Para progresistas y multiculturalistas, tal posibilidad pasa por la democratización y la progresiva apertura de los regímenes políticos musulmanes. Pero los conceptos de democracia, tolerancia, derechos humanos, etc., generalmente valorados como deseables para todo el planeta, nada significan para la inmensa mayoría de musulmanes: no en vano, en el islam no ha irrumpido ningún episodio histórico o teológico de significado análogo a lo que supuso para el cristianismo la Reforma protestante. Para el islam, política, sociedad y religión, forman un todo único; y teológicamente, difícilmente podría ser de otra manera.
13) Pudiera explorarse la vía propuesta por Massimo Introvigne, experto en nuevos movimientos religiosos, quien afirmaba el pasado 5 de noviembre, en declaraciones recogidas por la agencia ZENIT, que “La alternativa al fundamentalismo no es el Islam progresista sino el conservador”. De esta forma no se pretende violentar al islam desde los prejuicios laicistas occidentales. Así, esas sociedades deberán explorar su propio camino: una senda que evite el nihilismo y relativismo que marcan nuestra insegura Europa. En este contexto, alcanza particular trascendencia la experiencia política liderada por el primer ministro turco, el islamista conservador Recep Tayyip Erdogan.
14) También Europa debe cambiar, prescindiendo del tamiz de una ideología acomplejada que distorsiona la legislación y sus desarrollos administrativos y culturales. Sin un decidido ejercicio de fidelidad histórica, desde una firme identidad colectiva, restaurador de su alma y moral, no será posible oponer, al reto islamista, alternativas vitalmente atractivas y realistas.
15) Está acreditado, por las investigaciones policiales hechas públicas, que Navarra ha sido lugar de descanso, captación de voluntades y recursos, de algunos terroristas yihadistas. La existencia de un progresivamente alto número de inmigrantes musulmanes, estructurados en herméticas comunidades confesionales y étnicas, el escaso control administrativo de tales, la magnífica situación geográfica navarra, y la red de vías de comunicación existente en la Comunidad; explican esta realidad.
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