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Crónicas navarras de Fernando José Vaquero Oroquieta

"Una hoja de ruta vasco-catalana sería difícil para el gobierno"

"Una hoja de ruta vasco-catalana sería difícil para el gobierno"

¿Seguirá Urkullu los pasos de Mas?

El PNV siempre ha sido independentista y, al mismo tiempo, posibilista.

Nunca ha renunciado a la independencia, pero tiene un serio problema, que es la competencia política de la izquierda abertzale, que aspira a superarlo en votos y por un camino más rápido y radical hacia la independencia.

La izquierda abertzale ya ha hablado de un proceso de acumulación de fuerzas en aras de la independencia pero esta acumulación ha sido una táctica que ya ha empleado izquierda aberzale para incorporar a gentes a otros proyectos. En Euskal Herritarok, que fue uno de tantos paraguas electorales de Batasuna, incorporaron a la gente de Zutik, que no depende de ETA, sino que tienen su propio origen histórico. En la actualidad ya han absorbido de facto a Euskal Alkartasuna y pretenden una vía más rápida liderada por los abertzales.

Con una España debilitada, el PNV, por imitación del modelo catalán y para evitar que la izquierda abertzale lidere la iniciativa, ellos, desde el Gobierno vasco, y desde el control de la mayoría de las instituciones, pueden liderar un proceso que busque una cierto amparo legal, que no sea una ruptura traumática prescindiendo de la ley. Ahí está el ejemplo de Quebec y luego el actual proceso escocés, que es la idea de mejor un divorcio amistoso que un matrimonio mal llevado.

Creo que Urkullu es muy moderado en la formas, pero de convicción es independentista. Su lenguaje es tranquilizador, no buscar generar crispación, no es el temperamento apasionado de Arzalluz, no es el verbo frío de Ibarretxe. Responde a su propio temperamento pero también a la voluntad histórica del PNV de crear nación.

Será un modelo parecido al de Ibarretxe; una votación del Parlamento vasco de carácter secesionista "ordenado", y luego algún tipo de referéndum con o sin aval del gobierno central.

Imagino que, si actúan con inteligencia, a nivel de hoja de ruta la convergencia de fechas de un proceso secesionista catalán y vasco podría facilitar los objetivos de ambos, poniendo al Estado español en una situación difícil, pero también podría generar una reacción del patriotismo español. Ante este escenario, no sería una cuestión solo de Cataluña, sino de una estructura estatal que desde cualquier postura nacionalista se entiende que no responde a los movimientos sociales contemporáneos, postura que también comparte el BNG.

El Gobierno tiene que aplicar estrictamente la ley y el código penal. La Constitución proporciona algunos instrumentos si se produce una situación de crisis. Si el Gobierno quiere frenar cualquier incitativa tiene instrumentos jurídicos. Otra cosa es que no tenga voluntad política.

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