Pío Moa contra la mentira
Un historiador contracorriente: Pío Moa. Su nuevo libro, Contra la mentira, es un lúcido ejercicio de razón, lógica y sentido común. En estos tiempos, en que un poder cultural totalitario impone ideas y modos de vida, seguro que sus razonamientos, allí expresados, molestarán a muchos defensores del actual orden establecido. |
Contra la mentira. Los editores bien lo saben. Los libros recopilatorios de artículos ya publicados, en diarios o revistas, no suelen tener fácil salida; salvo los de algunos contados autores ya consagrados. Por ello, suelen ser escasas las novedades de este género. En el caso de Moa no se sigue esa regla general; pues, con el que hoy comentamos, ya son dos sus libros editados en esta modalidad. El primero fue La sociedad homosexual y otros ensayos, (Criterio Libros, Madrid, 2001), texto que recogía escritos inéditos junto a otros, ya publicados, de cierta longitud. En esta ocasión, es otra joven editorial madrileña, Libroslibres, la que se atreve con una recopilación de artículos de Moa publicados, en el diario electrónico Libertaddigital.com, en los últimos tres años. Contra la mentira (Madrid, 2003, 272 páginas) es su título, lo que ya constituye una expresa declaración de intenciones en un tiempo de ambigüedad y transacción generalizadas. Pío Moa ya era conocido como historiador, por su trílogía sobre la Segunda República (de Ediciones Encuentro) y, especialmente, por su enorme éxito en ventas Los mitos de la Guerra Givil (La Esfera de los Libros). Ahora, también podemos conocerlo como un agudo analista de la actualidad, a la que aplica los mismos métodos, de disección y fría lógica, empleados en sus ya famosos libros. Subtitulado Guerra civil, izquierda, nacionalistas y jacobinismo, este volumen constituye un buen testimonio de la sociedad en que vivimos: sus tópicos e ideas predominantes, los cambios sociales en marcha, la influencia de los grupos de poder, el peso y retroceso de la tradición, las nuevas formas de censura en los medios de comunicación, el panorama de las corrientes historiográficas, las relaciones entre la sociedad y el poder político, sus tendencias culturales, las íntimas inquietudes de la persona… Moa tiene esa capacidad: ver en determinados hechos cotidianos que pueden pasar desapercibidos a muchos, indicios representativos de concretos fenómenos sociales. Desmitifica y desvela. Así, su artículo Las niñas ya no cantan es un claro ejemplo de esa mirada penetrante sobre unos simples hechos cotidianos, dotada incluso de cierto lirismo, y, en este caso, al límite con la nostalgia. En otras muchas ocasiones, cerrará con ironía su secuencia de razonamientos. Los contenidos del libro. Su núcleo está articulado en torno a los conceptos, antes mencionados, del subtítulo; lo que desvela claramente su vocación de historiador. De esta forma, enjuicia a diversos personajes históricos, caso de Ferrer Guardia, Besteiro, Negrín, Largo Caballero, Margarita Nelken, Franco, y otros. También reflexiona en torno a personajes actuales: Rodríguez Zapatero, Ruiz Gallardón, Peces-Barba, Fernando Savater, etc. Igualmente, se atreve con diversas cuestiones de actualidad: uniones de homosexuales y la posible adopción de niños por tales, la educación en España, la moral pública, la angustia por la existencia, el sentido del pudor, diversos conceptos de la ciencia, etc. Y no olvida espinosos asuntos del pasado reciente: el papel de los cristianos progresistas, el TOP, el PNV y la Iglesia, el trato dado a Alexander Solyenitsin, y otras muchas cuestiones candentes. Los 134 artículos están clasificados en siete apartados. El más extenso, con 34 textos, es el titulado Sobre censuras y asuntos varios. Tal vez sea, ésta, la parte donde más experiencias personales aporta el autor, tratando asuntos de cariz social y cultural muy variados. Otro terreno que, sin duda, preocupa al escritor, es el futuro de esta España golpeada por los que denomina Nacionalismos balcanizantes. Con tal razón, se agrupan un total 24 textos. El tercer apartado en número de artículos, con 20 de ellos, es el que se remite de forma directa a algunos aspectos de la Segunda República y la guerra civil. Los cuatro restantes apartados del libro son: Religión, catolicismo y los neojacobinos; Algunos tópicos de la izquierda en general y del PSOE en particular; Franquismo y antifranquismo; Algunos hechos del pasado lejano. Verdad y mentira, ¿son equivalentes? Pío Moa no pretende partir de un dominio de la verdad. Es más, asegura que existe una gran dificultad en su determinación. Pero ello no impediría –a su juicio- que la mentira pueda identificarse por otras vías que no sean el mero contraste con esa hipotética verdad. Así, la mentira puede descubrirse por los efectos y consecuencias de una idea o tendencia. Si son perniciosos, la fuente que los origina no será veraz. Otra vía de discernimiento sería la de detectar las contradicciones o incoherencias internas de la versión de que se trate. En este contexto, Moa considera peligroso, para la convivencia social, que ésta se base en la sucesión de falsificaciones históricas de un pasado más o menos reciente. Repetir los errores del pasado –asegura- puede tener efectos amenazadores, y por ello hay que desenmascararlos. La falsificación y la agitación política demagógicas, especialmente protagonizadas por ciertas izquierdas españolas (grupos mediáticos y partidos políticos), son un cáncer para la democracia; y como tal hay que tratarlas. Para ello sólo existe una vía: la confrontación, debiendo prevalecer, en ese debate, las ideas o experiencias verdaderas. Esto supone una premisa: es mentira que en democracia toda idea o tendencia sea equivalente. Con todos esos elementos en juego, podemos concluir que este libro es mucho más que una simple recopilación de textos actuales e interesantes: es un retrato de nuestra sociedad. El ejercicio de lógica que realiza Moa tiene una consecuencia: disecciona la realidad social, cultural y política de la España de hoy, aportando claridad a la misma. Se podrá no estar de acuerdo, parcial o totalmente, con sus conclusiones. Pero nadie le puede quitar ese mérito y esa insobornable libertad e independencia intelectual. |
Arbil, anotaciones de pensamiento y crítica, 75, noviembre de 2003.
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