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Crónicas navarras de Fernando José Vaquero Oroquieta

Presentación en Huesca del libro “La tregua de ETA: mentiras, tópicos, esperanzas y propuestas”.

Presentación en Huesca  del libro “La tregua de ETA: mentiras, tópicos, esperanzas y propuestas”.

Ayer, jueves 9 de noviembre, se desarrolló la segunda de las actividades previstas en el ciclo “La negociación con ETA y la investigación del 11 M: visiones críticas” que Foro El Salvador, con la colaboración de la AVT, Ciudadanía Democrática y el colectivo ciudadano Peones Negros, ha organizado en la ciudad de Huesca durante el mes de noviembre.

 

Este ciclo, inicialmente, fue censurado por la Diputación de Huesca sin motivo justificado, y ni siquiera por escrito, no autorizando el uso de su sala de conferencias de la capital oscense para tal fin. Finalmente, y gracias a la disponibilidad de FEACCU, se desarrollaron los dos primeros eventos en su salón de actos Genaro Pozas, calle Barbastro 1 de Huesca.

 

Así, el pasado jueves 2 de noviembre tuvo lugar, con un notable éxito de público, la primera de las actividades de este ciclo, En concreto, la conferencia impartida por el escritor e investigador Luis del Pino, titulada Los enigmas del 11 m”.

 

La segunda actividad prevista, una mesa redonda organizada al objeto de presentar el libro La tregua de ETA: mentiras, tópicos, esperanzas y propuestas, fue iniciada por José Marco Jalle, delegado en Aragón de AVT.

 

Su testimonio fue impactante. En 1987 viajaba por Zaragoza en un autobús objeto de un atentado con bomba perpetrado por ETA. Murieron el conductor y un militar. El propio José quedó herido, severamente, durante casi 300 días. Pero las secuelas morales y espirituales pueden ser las que más profundamente calen. Fue su caso.

 

Así, durante años evitaba todo lo vasco: el territorio, sus carreteras, las noticias procedentes de allí, las personas; incluso a los compañeros militares de origen vasco.

 

Con los años se integró en la AVT y allí, en el trabajo asociativo cotidiano, conoció a otras víctimas del terrorismo: y muchas de ellas, vascas. Unas personas que habían perdido mucho más que él; que vivían en la clandestinidad, o que tenían que haberlo dejado todo camino del exilio… Aprendió a conocerlas, a valorarlas, a quererlas. Y con ellas redescubrió lo vasco más allá del nacionalismo que afirma representarlo de forma exclusiva y excluyente.

 

Un reencuentro, en definitiva, que le permitió redescubrir una realidad vasca que, realmente, desconocía.

 

Esta experiencia, comunicada sin análisis ideológicos ni juicios políticos algunos, caló profundamente entre los asistentes. No podía ser de otra manera.

 

Finalizó exponiendo las razones de AVT a manifestarse el próximo 25 de noviembre en Madrid y recordando que el 11 de este mes vuelven a celebrarse concentraciones en 36 ciudades españolas reclamando el esclarecimiento de todo lo acaecido en torno a los atentados del 11 M en Madrid.

 

Jaime Larrínaga, expárroco de Maruri, presidente de Foro El Salvador y primer sacerdote vasco con escolta policial, inició su intervención mostrando su cariño por todas las víctimas de ETA en Huesca, pidiendo perdón como vasco por el dolor aquí causado por otros vascos.

 

Recordó que San Lorenzo es patrón de Maruri y Huesca; una coincidencia que le llevo a manifestar que viajando, y descubriendo otras realidades, “se cura el nacionalismo”.

 

Explicó las razones personales que le llevaron a esta militancia. Así, su vivencia de los Sacramentos le reclamó a aproximarse a los más débiles y necesitados; comprendiendo que aquéllos eran las víctimas del terrorismo.

 

Continuó su exposición destacando de la importancia de la Instrucción pastoral Valoración moral del terrorismo en España, de sus causas y de sus consecuencias (22 de noviembre de 2002, LXXIX Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española); el documento más importante de la Iglesia española de los últimos 30 años. En ella define al terrorismo como “terror criminal ideológico”; calificándolo de «intrínsecamente perverso y nunca justificable» y como «estructura de pecado». Denuncia sus dos efectos más importantes: la extensión sistemática del odio y el miedo. Considera inmoral «toda forma de colaboración» con el mismo. Se remite al «nacionalismo totalitario» como matriz del terrorismo de ETA.

 

Previamente, ya 1999 había nacido Foro El Salvador, como una respuesta cristiana ante el terrorismo; denunciando en su manifiesto fundacional la hegemonía nacionalista existente en la Iglesia local vasca.

 

Recordó la importancia del conocimiento de la historia de España para evitar cometer los mismos errores del pasado, asegurando que en cierto modo se está empezando a vislumbrar una respuesta social e intelectual de alguna manera paralela a la acaecida con la crisis del 98; no en vano “España se encuentra sin pulso”.

 

Hablando del presente, aseguró que “el mayor error del actual Gobierno es no contar con la oposición en el diseño de los temas más fundamentales: terrorismo, educación, exteriores”.

 

Respecto a la actual situación, consideró que ETA persigue la independencia y el Gobierno perpetuarse en el poder. Denunció la ausencia de pluralismo mediático, la inexistencia de una separación efectiva entre los tres poderes. Igualmente expresó su indignación ante algunas peticiones de José Luis Rodríguez Zapatero por las que reclama confianza en su persona, sin otras explicaciones; lo que le recuerda a otras análogas manifestadas en regímenes políticos autoritarios.

 

José Luis Orella, quien no puedo acudir, presentó una comunicación escrita en la que recordaba que éste “Fue el primer libro editado en España en torno a una situación que polarizaba la vida nacional, generando apasionados debates, dramáticos desencuentros y, desde muy pronto, profundos desengaños”.

 

Resaltaba que para su elaboración “situamos en el centro de nuestra reflexión a las víctimas del terrorismo”, si bien “no se trataba de anticiparse a posibles tácticas y estrategias. No era un problema de ideologías, según lo percibimos nosotros. Se trataba de personas concretas, rostros que tenían y tienen una historia detrás. Que habían formado, o forman parte, de nuestras vidas. No podíamos prescindir de esa realidad, de esta humanidad con nombres y apellidos”.

 

Afirmó que “El terrorismo está vinculado en España especialmente al nacionalismo. Una ideología que poco tiene que ver con la virtud cívica del patriotismo, así sin adjetivos, que absolutiza la idea de una nación imaginaria a cualquier coste. Por ello, no es de extrañar que los nacionalismos hayan enganchado, en muchas ocasiones, con las expresiones más sangrientas y delirantes de los totalitarismos del siglo XX: el siglo de los genocidios, el siglo de las “limpiezas étnicas”.

 

Pero, ¿cómo explicar su “éxito”? Según su criterio los abertzales han logrado edificar, mediante una esfuerzo extraordinariamente tenaz y hábil, “una comunidad que apoya, sirve de referencia, proporciona una identidad personal y colectiva, frente a una sociedad caracterizada por el individualismo, el relativismo, la disolución de los lazos familiares, el debilitamiento del entramado social, la ausencia de valores e ideales por los que vivir y con los que confrontarse. Por contraste, aunque desde una perversión social, este fenómeno cuestiona la salud moral y la capacidad de sacrificio y servicio de nuestra sociedad”.

 

En este contexto, afirmó que “Se ha querido arrojar a un sector de la sociedad española a la marginación, a los desvanes del pasado. Y nuevas leyes vienen impulsando una revolución social y antropológica diseñada hace más de un siglo por anarquistas y marxistas y reelaborada genialmente por Gramsci y las factorías pseudointelectuales nacidas en el 68 que han edificado un poder cultural dominante autodenominado `progresista´ y ominipresente en los medios de comunicación”.

 

¿Qué hacer entonces? Respondió que “no es momento de lamentaciones, sino de reflexión, y toma de decisiones. Tenemos que defender y promover los valores más adecuados a la naturaleza del hombre. La pluralidad social es garantía de libertad. La educación de las conciencias en la razón, es requisito imprescindible de cualquier sociedad sana que aspire a perpetuarse”.

 

A estas intervenciones se sucedió un largo turno de preguntas y diversas intervenciones de los asistentes, pudiendo señalarse como conclusiones: la imperiosa necesidad de una movilización ciudadana que exija responsabilidad a los políticos; la esperanzadora aparición de diversas iniciativas, y agrupaciones sociales, muy concretas en las que trabajar; la necesidad de remitirse a los hechos objetivos y desnudos, ante tantas declaraciones e informaciones, intoxicantes y agotadoras, como instrumentos para comprender la realidad.

 

La tercera y última actividad prevista es la mesa redonda titulada “Derechos y libertades vulnerados en el País Vasco” con Gotzone Mora y Ernesto Ladrón de Guevara, a celebrarse el próximo 30 de Noviembre de 2006.

 

 

Fernando José Vaquero Oroquieta

 

Aragón Liberal, 10 de noviembre de 2006

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