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Crónicas navarras de Fernando José Vaquero Oroquieta

E-cristians: una plataforma católica para la reflexión y la acción, nacida en Cataluña, con vocación de presencia pública nacional.

      La asociación E-cristians, nacida con clara vocación política, constituye una auténtica novedad dentro del actual catolicismo social español. En este artículo intentaremos una aproximación a esta entidad.

 

Los católicos y la política hoy.
En esta publicación digital hemos seguido de cerca el debate producido, en algunos medios del catolicismo social español y a lo largo de los últimos meses, con motivo de la propuesta de un partido político católico. Esta polémica, que ha durado más de un año, ya se ha cerrado. Así, algunos de quiénes apoyaron con más entusiasmo la idea, la han descartado; habiéndose hecho eco de ello el suplemento Fe y Razón en un artículo publicado el pasado día 9 de enero de 2002. Es evidente que ningún partido político parlamentario puede arrogarse la representatividad de los católicos, habiéndose acrecentado, por otra parte, la distancia producida, en los últimos años, entre el Partido Popular y los sectores más comprometidos del catolicismo social español, distancia que no se ha salvado con la celebración de su último Congreso nacional. No olvidemos, por último, que existen propuestas concretas de partidos políticos, guiados por la Doctrina Social de la Iglesia, desde la Comunión Tradicionalista Carlista y algunos de los grupos falangistas. Pero debemos señalar que, al margen de su mayor o menor incidencia y número de seguidores, se trata de propuestas que no cuentan con el apoyo de la Jerarquía católica española ni de ninguno de los movimientos eclesiales más representativos; lo que, tal vez, se encuentra en el origen de alguna de sus evidentes dificultades de difusión y crecimiento.
No obstante, conviene tener presente que la acción política no se agota únicamente en la de una agrupación específicamente católica. Puede, también, canalizarse a través de aquellos partidos pluralistas en los que se percibe una mayor recepción a los principios de la Doctrina Social católica, como es el caso del Partido Popular, pese a las crecientes dificultades que están en la base del actual debate, y en el que están implicados, con mayor o menor fortuna, numerosos católicos.
Otro ámbito político en el que se están produciendo movimientos significativos en su relación con los católicos, es el de la izquierda, en particular el PSOE y su área “Cristianos en el PSOE”. Que responda a un puro cálculo estratégico de captación de votos católicos descontentos o se trate de una sincera reflexión de un significativo grupo de dirigentes y católicos del partido, está por ver. Su reciente libro, “Tender puentes. PSOE y mundo cristiano”, refleja un aparente cambio estratégico en este partido al que tenemos que prestar mayor atención. Su vetusto anticatolicismo era residual en el seno de las izquierdas europeas, más acostumbradas al diálogo con las identidades católicas presentes en la sociedad. Su plan de “Políticas para el bienestar de la familia”, presentado por José Luis Rodríguez Zapatero el pasado 20/03/02, parece encaminarse en el mismo sentido.
Por su parte el Movimiento Cultural Cristiano persiste en su propia dinámica, apegado a conceptos que suenan a “viejos” (autogestión, militancia, etc.) pero con un voluntarismo y activismo que suscita adhesiones, conformando un espacio propio al propugnar el “voto en blanco” (caso de las elecciones generales del 12 de marzo) difícil de cuantificar.
                Ya hemos mencionado, en dichos artículos, otras iniciativas en el ámbito de la acción pública, que no tiene por qué ser expresamente política: la laica Escuela de Liderazgo Social y Político de Valencia, lanzamiento de la Compañía de las Obras, master de Acción Política y Participación Ciudadana en el Estado de Derecho de la Universidad Francisco de Vitoria, relanzamiento de diversas iniciativas en el seno de la Asociación Católica de Propagandistas, las actividades de Profesionales por la ética, la existencia de entidades con explícita vocación política como la Asociación para la Renovación y el Diálogo Democrático (que, dada la presente coyuntura, podría realizar interesantes aportaciones desde su conocimiento del “movimiento transversal” italiano), etc.
                Pero, tal vez, la aparición de otro tipo de entidades, como el caso de las promotoras e impulsoras de campañas de opinión, constituya la mayor novedad en esta área del catolicismo social español. Hablamos de HazteOir.org y de E-cristians.
                En este artículo veremos, particularmente, la segunda de las citadas entidades.
Una asociación nacida en Cataluña con vocación de servicio en toda España.
Las actividades más visibles de la asociación E-cristians, nacida en marzo de 2001, se transmiten a través de internet: agencia de noticias (Revista y los boletines semanales de cristianos en la prensa), su web estructurada como espacio de participación (vida y actividades de la Asociación), plataforma de servicios (portal, viajes, libros, documentación médica y pedagógica), etc.
Pero ello sólo constituye la fachada de la entidad.
¿Cuál es su naturaleza? A esta pregunta respondía su editorial de Revista de fecha 22/11/01 al afirmar que E-cristians es “área para el encuentro organizado de las distintas formas colectivas y personales de vivir la fe en el seno de la Iglesia. Por eso nos definimos como una organización de encuentro” cuya pretensión es proporcionar “un marco organizado y criterios basados en la organización y la estrategia” y todo ello en aras de “promover la presencia de la concepción y el sujeto cristiano en el espacio público en sentido evangelizador como servicio a la sociedad…”.
Josep Miró i Ardèvol, su rostro más conocido, en el artículo de Fe y Razón antes citado, aclaraba que “la construcción de la corriente o fuerza social sólo es posible por medio de la acción, porque no se trata de teorizar sino de actuar sobre objetivos concretos previamente establecidos; organización común a partir de la diversidad para alcanzar objetivos claramente identificados. Capacidad, por tanto, de articular sinergias que resultan de la diversidad católica, y de organizarlas en la perspectiva de la praxis. Para alcanzar todo eso hace falta que exista un espacio común donde confluir, una plataforma organizada donde encontrarse para pensar y decidir y actuar conjuntamente”.
Una organización de encuentro: esa es la clave para entender el fenómeno de E-cristians; una estructura transversal, por tanto, de acción sinérgica en la que tienen cabida políticos de diversas obediencias partidarias, profesionales de la información, activistas y, sobre todo, simples ciudadanos. Su funcionamiento es sencillo. Determinación, en primer lugar, de las diversas circunstancias sociales y políticas que precisan una respuesta y, posteriormente, concreción de acciones para afrontarlas desde la identidad católica, bien impulsando las ya existentes, bien promoviendo otras nuevas.
E–cristians cuenta con un importante activo en su breve vida: haber elaborado alguno de los documentos estratégicos y de reflexión más importantes del mundo católico español, con vocación pública, de las últimas décadas.
La entidad está estructurada a partir de una Junta Directiva, siendo su integrante más conocido, ya lo hemos dicho, el político nacionalista catalán Josep Miró i Ardèvol, ex - portavoz de CiU en el Ayuntamiento de Barcelona.
Para los jóvenes católicos con vocación por lo público, proponen, además, un espacio propio de encuentro que es E–cristians joves, a modo de sección juvenil con una fisonomía particular.
                A partir de todos estos presupuestos, desde E-cristians se han impulsado campañas y acciones diversas: actos públicos, campañas de recogidas de firmas, cartas e intervenciones en medios de comunicación, entrevistas con políticos, propuestas muy concretas a poderes públicos, difusión de actos públicos de interés, etc.
Las convicciones ideológicas catalanistas de buena parte de los impulsores más conocidos de la entidad, entre los que encontramos a figuras como Joan Hortalà, Antoni Comas y Joan Ignasi Puigdollers, han generado algunas prevenciones y prejuicios en no pocos católicos españoles. Pero, fieles a los hechos, hay que afirmar que quiénes busquen en E–cristians la fachada de un grupo de presión catalanista, quedarán defraudados.

 

 

Los ataques de El Mundo.
                Una iniciativa de estas características no podía pasar desapercibida entre los medios de comunicación, ávidos de novedades y siempre, generalmente, prestos a cuestionar y juzgar toda vertiente social relevante del catolicismo.
                El diario El Mundo le dedicó unos venenosos artículos, los días 27 de diciembre de 2001 y 4 de enero de 2002 (prolongándose la polémica algún tiempo más en su edición catalana), en los que mezclaban juicios de valor superficiales, subvenciones económicas, TV3 y catalanismo, calificativos de ultracatólicos, etc. Tan desafortunada información generó una vigorosa y sensata reacción de la entidad, que, en definitiva, le ha confirmado que sigue el camino indicado.

 

 

Sus relaciones con otras entidades católicas.
Ya hemos mencionado las convicciones catalanistas de algunos de sus promotores. No las han ocultado, pero ciertamente, no han pesado en su trabajo. No hay actividad de la entidad en la que no pueda reconocerse plenamente cualquier católico consciente español. Podrá desconcertar el tono “moderno” de sus acciones, incluso alguno de los medios empleados, acostumbrados como estamos a la pasividad y al derrotismo, pero la fidelidad al Magisterio y al Episcopado de E–cristians ha sido ejemplar. La dispersión de acciones e iniciativas, en el ámbito de la opinión pública, existente en los medios católicos, en buena medida, ha sido canalizada gracias al esfuerzo de la nueva entidad. Sus publicaciones de internet son, ya, la referencia fundamental que permite tener una buena perspectiva de la vida social católica española, de las iniciativas en curso y de los resultados obtenidos. Ya era hora.
El ámbito territorial de su vocación de servicio es nacional: no podía ser de otra forma, al ser comunes los problemas y expectativas de los católicos de Cataluña y del resto de España.
Esa extensión, afrontada con prudencia y sin prisas, se ha iniciado en Madrid de la mano de dos veteranos activistas católicos: Jaime Urcelay, muy fogueado de la mano de “Profesionales por la Ética” y el periodista Alex Rosal, de quien sobra presentación. Su futura actuación deberá ser muy prudente, pues de ella depende en parte el éxito del proyecto. Siguiendo el ejemplo de los amigos catalanes, deberán consolidar una junta provincial u órgano similar, con capacidad de análisis y trabajo, que ensanche su base activista y que, en buenas relaciones con las autoridades eclesiásticas, impulse actuaciones muy pensadas al objeto de no incurrir en errores de cálculo, que invaliden en el futuro este instrumento en marcha, en el supuesto de crear falsas expectativas. Son muchas las acciones en marcha y no conviene “quemar” a la base participante.
Un factor importante, que no debemos perder de vista, es su exquisito trato a otras iniciativas. Así se ha visto, por ejemplo, en el eco y análisis positivos de las actuaciones de la entidad HazteOir.org recogidos en las publicaciones de E-cristians. Su Revista, de fecha 15/02/02, repasa diversos éxitos ciudadanos impulsados, entre otras,  por estas entidades: retirada de la enmienda presentada en el Congreso del Partido Popular que pretendía la legalización de la clonación y la destrucción de embriones humanos, el rechazo en el Congreso por el citado partido de una propuesta de empleo de células madres de embriones congelados, los contactos mantenidos -con el PSOE- con la finalidad de un desarrollo del Plan Integral de Apoyo a la Familia, etc. Creemos que se trata de un ejemplo significativo de apoyo y respeto entre entidades hermanas, al no prevalecer una competencia mal entendida. La especialización, la vocación propia, no pueden ser obstáculos para la colaboración. El mutuo conocimiento, el trato, la amistad que pueda surgir en el futuro, podrán abrir otras vías de convergencia de esfuerzos y organizaciones. Pero, de momento, unas nuevas bases de trabajo, junto a unas estructuras, ya se están implantando.

 

 

Conclusiones.
E-cristians se ha hecho eco, por otra parte, de eventos muy dispares acaecidos en el mundo católico español. Veamos, a título de ejemplo significativo, dos de ellos: la llegada de un sacerdote copto – ortodoxo a Cataluña para hacerse cargo de la esa incipiente comunidad egipcia en la localidad de Cervera y diversos trabajos de las numerosas asociaciones familiares (también en proceso de imprescindible convergencia).
La trayectoria de la entidad, brevemente repasada, acredita una incuestionable vocación de servicio a la Iglesia española que no podemos ignorar.
                E-cristians trabaja a buen ritmo y con seguridad. Sus acciones están ganando consistencia y credibilidad en significativos medios católicos españoles que han destacado favorablemente: sus presupuestos “positivos” y no “reactivos”, su capacidad de movimiento y eficacia social, su positiva valoración de los “movimientos” eclesiales, etc.
                E-cristians es una plataforma para la reflexión y la acción; no siendo, por tanto, un espacio de experiencia integral de educación en la fe, de verificación y corrección en el camino cristiano.
                Pese a ese límite constituye, pensamos, una propuesta abierta a todos los interesados en la acción pública de los católicos españoles, que no es alternativa y excluyente de la acción política directa a través de los partidos; al contrario, es perfectamente compatible con ésta.
                Debemos seguir atentamente sus pasos y, en la medida de nuestra identificación con sus propuestas, participar según las concretas posibilidades de cada uno. Su consolidación y definitiva configuración dependen, en buena medida, de la actitud positiva de todos los católicos españoles preocupados por la presencia pública de las obras sociales de la Iglesia. Y más cuando, hoy día, esas realidades sociales siguen siendo expresiones carnales y concretas, y privilegiados instrumentos evangelizadores, de la Iglesia.
                Por último, como navarro consciente de algunas de las carencias del catolicismo social en nuestra tierra, una pregunta: ¿alguien está interesado en reflexionar, en torno a esta iniciativa, con la mirada puesta en su posible extensión a Navarra?

 

Arbil, anotaciones de pensamiento y crítica, Nº 55, marzo de 2002.

 

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